Cesan al director de la Oficina de Evaluación de Medicamentos de Extremadura

De manera inesperada Galo Sánchez, director de la Oficina de Evaluación de Medicamentos de Extremadura, un organismo independiente de la industria encargado de analizar de manera crítica los fármacos que consumimos, ha sido despedido. Se cierra así un organismo que hacía un trabajo ejemplar e imprescindible para la ciudadanía pues la información sobre medicamentos está en manos de la industria.

Me enteré el sábado por la mañana. La noticia corría por Twitter difundida por los mucho amigos y colaboradores de este farmacéutico comprometido y apasionado por difundir información independiente sobre la eficacia (poca, por lo general) y seguridad de los fármacos más recientes. El trabajo de Galo y su equipo estaba calando positivamente en los médicos y otros profesionales sanitarios porque estaban aprendiendo a estimar por sí mismos la relevancia clínica de los medicamentos con el método GRADE.

Enseguida me puse en contacto con Galo, siempre afable y de exquisito rigor profesional (el extremeño está con seguridad entre las tres personas que más saben de medicamentos en nuestro país):

«Fue inesperado, Miguel, porque, a pesar de las dificultades económicas, estábamos a pleno rendimiento. Sabes, además, que no proporcionábamos opinión, sino información y toda ella siempre exhibiendo el balance de beneficios, riesgos, inconvenientes y costes, como es en GRADE.

Así se agradece el valioso aporte a la sociedad de estos profesionales, mediante un lacónico fax comunicándole que debía cesar como responsable de la Oficina e incorporarse hoy lunes a su puesto en el Centro de Salud en el que trabajaba con anterioridad. ¿A qué se debe esto? La Oficina puede considerarse un modelo. Seis profesionales formados con mucho esfuerzo durante un año para pasar de la metodología tradicional a GRADE. La metodología de análisis de fármacos antigua estaba centrada en el propio medicamento y no en las personas que lo toman, lo cual tiene como atractivo que se buscan fármacos para el paciente y no pacientes al fármaco.
«El único gasto de la Oficina -comenta Sánchez- era mi sueldo de estatutario porque los demás colaboradores están en la clínica y sus aportaciones se las trabajaban fuera de las horas lectivas. Nuestros cursos estaban siendo muy celebrados. Y para evitar caer en metáforas autocomplacientes, ya ves que cada diez días estamos publicando evaluaciones de alumnos, como muestra del aprovechamiento. Toda esta gente se conectaba a la Oficina mediante nuestra modesta web, habiéndoles advertido que el que en ella publicara debía verter información; es decir, describir la naturaleza, mostrando los secretos que nos guardaba. Esos secretos eran los que extraía cada alumno después de calcular todos los datos, medir la calidad de la evidencia y estimar la relevancia clínica, sin dejar de mencionar los costes.
Esto es mucho mejor que leer un boletín de farmacovigilancia, esto es saber hacerlo. No cabe más éxito, a mi parecer.
No abrigo resentimiento. O mejor dicho, intento no abrigarlo».
Quizá es que no interesa que profesionales y resto de ciudadanía sepa, esté bien informada sobre los pros y los contras de los medicamentos. Recordad la última sentencia por daños provocados por la vacuna de la gripe. Al juez le perece que la información «excesiva» sobre los perjuicios de la vacuna pone en riesgo el éxito de la masiva vacunación de la población. De la baja eficacia de la misma no dice nada.
En la decisión de acabar con el trabajo de la Oficina puede influir que uno de los proyectos más necesarios e innovadores desarrollados en la misma era la formación de profesionales sanitarios para hacer una «visita médica» independiente de las industrias que formase con solvencia y honestidad a los médicos sobre el uso de los medicamentos, responsabilidad que recordemos recae en las administraciones y que estas obvian de manera sistemática.
Ojalá este acto pueda ser enmendado  y demuestren sabiduría llevando a Galo de nuevo a su puesto.

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11 comentarios

  1. La oficina NO es un organismo, se creó de la nada a dedo por presiones de abortar el conato de oficina que se intentó primero. Fruto de aquel golpe de estado surgió la «Galoficina».
    Este señor cobra del SES por ser inspector (hoy técnico) de sanidad, o farmacéutico de equipo de atención primaria de labores mixtas y diversas que ahora ni recordará. Los panaderos se lo van a comer vivo a las 8 de la mañana;como a todos los que le rodeaban y «trabajaban en casa sin cobrar…» Hombre, seamos serios. Trabajaban por la mañana como todo el mundo. Si hablamos sobre la verdad de los medicamentos que prime la objetividad.

    Al que la dedocracia pone, la dedocracia quita, a él lo puso el PSOEbre y ahora el PP lo quita. Ojalá tenga tanta suerte como muchos que se dedican a esto y no necesite opositar para trabajar en la evaluación de medicamentos, en España abundan.
    De manera privada no hay pega, pero si cobras por ser estatutario la cosa está clara: móntate una fundación privada tipo Sefap libre de humos…y listo.
    Sí, es bueno en su trabajo, buenísimo y me encanta cómo divaga. Pero hay muchos profesionales en paro también muy buenos como el Ojo de Markov, que no gustan a la industria. Otro plus.

    Y la madre del cordero, que andáis como la 10-11, es esta: «RESOLUCIÓN de 25 de octubre de 2012, de la Dirección General de Salud Pública, por la que se acuerda la apertura del trámite de audiencia e información pública sobre el proyecto de Decreto por el que se crea la Oficina Extremeña de Seguridad Alimentaria».
    La privatización (externalización) del catering y demás servicios hospitalarios es inminente, hay un cuerpo detrás que desea especializarse vía doctorado y no son farmacéuticos precisamente, son casi bromatólogos. SP vs PhCare (Streetfighter)
    El presupuesto no da para mucho y defenestran Evalmed, no hay más. Langui dixit: de aquí te meto, de aquí te saco…

  2. Podría por favor alguien de los que publica alegremente estos comentarios enviarme algún documento oficial (tipo publicación en el DOE) que certifique la existencia de dicha Oficina, porque según lo que he investigado, no pasa de ser un órgano que existe en la cabeza de este señor y de sus colaboradores… Si como recogen algunas informaciones es cierto que el SES, en gobierno del PSOE, puso «dinero público» para la creación de este organismo, entonces obligatoriamente debería haber un documento, el que sea, que certifique su creación. Si no, estaríamos ante un órgano fantasma, autodenominado ‘Oficina de Evaluación de Medicamentos de Extremadura’. Si es oficial, ¿por qué no aparece por ningún sitio??????????????

  3. Nuevas tropelías de la caverna. Antes fue Cecilia Calvo en Baleares y ahora Galo Sánchez en Extremadura. ¿Quiénes serán los siguientes? Es como para echarse a temblar. Tuve la suerte recientemente de charlar con Galo en una reunión acerca de evaluación de medicamentos y me causó una honda impresión. Ya sabía de su trabajo pero no lo conocía personalmente.

    De todas maneras, desde cualquier lugar hay que dejarse oir y combatir la superchería, el curanderismo y la información sesgada e interesada.

    Ánimo, Galo, estamos en la misma lucha.

    PD: Por curiosidad, Miguel. ¿Quiénes son las otras dos personas que más saben de medicamentos en nuestro país?

  4. Las administraciones eluden sistemáticamente sus responsabilidades y hacen oídos sordos a las protestas de los ciudadanos hasta que salimos a la calle en una manifestación multitudinaria y ruidosa. Sólo hacen algo cuando sienten que la presión social es más fuerte que los intereses de las élites, cómo ha sido el caso de los deshaucios.

    También es responsabilidad de los médicos conseguir información independiente sobre la eficacia de los medicamentos que recetan y como colectivo colegiado que son, pueden presionar a la administración para la creación de Oficinas de Evaluación de Medicamentos.

    Espero que el Dr. Galo Sanchez recupere su puesto.

    Saludos.

  5. No es un hecho casual. Lo de Galo Sánchez en Extremadura recuerda lo de hace unos años en Castilla y León con «El ojo de Markov» y Félix Miguel.
    Es la conjura de los necios e interesados especuladores que lo único que quieren son «consensos» firmados por sociedades industriales que se presentan como científicas. Quieren amamantar las sociedades y boletines y que vayan donde van las tetas nutricias. Queda la Red y la sociedad civil.

  6. Animo a Galo a seguir con su importante trabajo desinteresadamente en un blog, no remunerado con dinero pero si con el agradecimiento de todos. Igual esto le da el empujón.
    Un saludo.

  7. Qué triste, seguimos con la vieja frase hecha realidad “el que se mueve no sale en la foto” peligroso investigar. ¿Se ha pensado en hacer algo para que ese proyecto siga en pie y Galo Sánchez retome su puesto?

  8. «De manera inesperada Galo Sánchez, director de la Oficina de Evaluación de Medicamentos de Extremadura, un organismo independiente de la industria encargado de analizar de manera crítica los fármacos que consumimos, ha sido despedido. Se cierra así un organismo que hacía un trabajo ejemplar e imprescindible para la ciudadanía pues la información sobre medicamentos está en manos de la industria.»

    Pues parece que no tan independiente de la industria farmacéutica….que parezca un accidente, vamos!
    Saludos.

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