Familia de Juan
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El Bufete Almodóvar & Jara demanda a la farmacéutica AstraZeneca por la muerte en un ensayo clínico del fármaco sifalimumab para el lupus

Juan Santos Sierra murió en abril de 2013 en el Hospital de Mérida (Extremadura-España) mientras participaba en el ensayo clínico de un nuevo medicamento del laboratorio farmacéutico AstraZeneca. Durante todo este tiempo su familia ha visto cómo se le negaban todos su derecho a conocer la verdad de lo que sucedió durante las pruebas. Tampoco ha conseguido avanzar en la indemnización por los daños y perjuicios recibos por la muerte del paciente, pese a tener firmados todos los acuerdos legales necesarios para participar en el ensayo clínico. Por todo ello, el hemos demandado a la farmacéutica y a su aseguradora.

Los encuentros con la farmacéutica han sido en vano y por ello la familia de Juan ha puesto una demanda de conciliación, tienen la sospecha bien fundada de que a Santos Sierra lo mató el medicamento que experimentaban en su organismo durante el ensayo clínico en fase 2b de búsqueda de dosis para evaluar la eficacia y seguridad de sifalimumab en adultos con lupus eritematoso sistémico.

Juan Santos Sierra con su mujer e hijo en Almendralejo (Badajoz) de dónde era.
Juan Santos Sierra con su mujer e hijo en Almendralejo (Badajoz) de dónde era.

La demanda es contra AstraZeneca y la empresa aseguradora de las pruebas, White Rock Insurance PCC Ltd a la que la familia acusa, como a la primera, de entorpecer el proceso de búsqueda de la verdad y consecución de sus derechos.

Francisco Almodóvar, abogado del Bufete que lleva el caso comenta:

Se han cometido muchas irregularidades por el miedo de AstraZeneca a que esta (y otras muertes) ocurridas durante el ensayo hagan fracasar su medicamento pues se trata de un ensayo que está realizándose en numerosos hospitales de todo el mundo. Sabemos que han abierto el ensayo clínico y han podido manipular los datos para encubrir esta muerte. No sería la primera vez que la industria investigadora manipula los datos de un ensayo clínico y han sido condenadas por ello.

La farmacéutica promotora del ensayo asegura que Juan estaba en grupo placebo (la sustancia inerte con la que suelen compararse los fármacos en experimentación). Lo que sabemos es que hay firmas diferentes del consentimiento informado que probablemente servían para justificar el aumento de dosis del medicamento en experimentación. Si no, ¿a qué vienen las firmas diferentes de consentimiento informado?”.

En efecto, el consentimiento informado, pieza clave en todo ensayo clínico, ha intentado ocultarse a la familia y una vez conseguido este ¡presenta tres firmas claramente diferentes!

Astrazeneca sifalimumab lupusAstraZeneca continuamente está negando la relación de causalidad participación en ensayo clínico/muerte del participante durante las pruebas. A pesar de esta negación, la empresa ha tratado de negociar un acuerdo ex gratia cuyas cantidades no han satisfecho las pretensiones de la familia del ciudadano fallecido durante el ensayo mencionado.

La aseguradora White Rock ha negado el acceso a la familia del contenido completo de la póliza de seguros. La historia clínica del paciente muestra que muere el 20 de abril de 2013 por sepsis de origen respiratorio. Según el investigador principal del ensayo, Dr. Chamizo, en la historia clínica anota como causa de la muerte: «fallo multiorgánico”.

La sustancia sifalimumab, como indica el consentimiento informado que firmó el fallecido, DEPRIME EL SISTEMA INMUNITARIO; aparte de tenerlo deprimido ya por la enfermedad que padecía, esta sustancia experimental lo daña aun más, por lo que luchar contra esa infección era prácticamente imposible o fue imposible, al no tener defensas para luchar contra la misma.

El registro de dosis de fármaco suministradas carece de muchas anotaciones y revela irregularidades graves. Se da la circunstancia que Chamizo, tras el fallecimiento de Santos Sierra anota:

No podemos asegurar que la muerte no tenga relación con el estudio por lo que señalamos su relación”.

La investigación que ha hecho el ha documentado que se han producido al menos varias muertes por este medicamento durante su experimentación, aún no concluida (el único fallecimiento que el laboratorio relaciona con su participación en el estudio fue por causas coincidentes con las de Juan). Por todo ello y más la familia y su defensa consideran que la muerte de Juan Santos Sierra se produjo como consecuencia directa de la participación en el estudio.

José Francisco Cuenca, hermano de la mujer del fallecido, se pregunta:

¿Dónde quedan los derechos de las personas que participan en un ensayo clínico? AstraZéneca no ha tratado bien a la familia, negando acceso a datos importantes, dilatando la entrega de información, ganando tiempo para que pasara el año legal donde ellos tienen la carga de la prueba. ¿Quién nos garantiza que los datos no han sido manipulados, cuando no nos dejan acceder a los datos personales (genéticos, sangre, tejido, etc.) de Juan? ¿Por qué la farmacéutica no realizó autopsia y así hubiéramos visto la cantidad de fármaco o no en sangre?

Además, el investigador tiene obligación de comunicar el efecto adverso grave antes de 24 horas al promotor y el promotor a la Agencia Española de Medicamentos y por seguridad seguramente deberían de haber paralizado el ensayo hasta que se descubriera la causa de la muerte y es no se ha hecho”.

Las familias, cuando se produce una muerte en un experimento médico, sufren un proceso de negación sistemática por parte de los grandes laboratorios, como ocurre con AstraZeneca y su aseguradora. Es hora de que el ciudadano comience batallas legales contra este tipo de prácticas que llegan a vulnerar derechos fundamentales. En este caso la familia pide a AstraZeneca y aseguradora 600.000 euros de compensación por los daños ¿cuánto creéis que vale una vida?

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20 comentarios

  1. Hola Miguel Jara, me encanta tu libro que se llama La salud que viene, es muy interesante y usted es un pedazo de hombre estas haciendo un gran trabajo sígue asi por favor. Tengo 13 años.

  2. Soy de Mérida (Extremadura) y al igual que Juan soy enferma de Lupus Eritematoso Sistémico, me quedo sin palabras ante esto. Solo decir que como muchos otros enfermos alguna vez me he planteado participar en un ensayo clínico y por miedo nunca lo he hecho. Creo que esta familia fue valiente al intentarlo aunque tristemente les salió mal. Solo puedo dar las gracias, como enferma, pues su vida no fue en vano, tal vez Juan pagando con su vida, salvó muchas otras. Me siento muy muy muy triste, la cercanía de este caso me ha dejado muy tocada. Gracias Juan, valiente.

    1. Hola Pilar¡¡¡ quisiera contactar contigo soy la viuda de Juan, mi correo es eulaliacuenca1969@gmail.com Gracias por tus palabras……..Mi marido lo hizo por él y por vosotros, le ha costado caro… porque lo ha pagado con la vida…. y lo peor de todo es lo que ha quedado aqui….no sabes lo que es luchar todos lo dias sin apenas fuerzas para que tu hijo hundido en una profunda depresion poder sacarlo para adelante cuando tu a lo mejor estas mas hundida que él……y buscando la manera de poder salir adelante economicamente….en fin ……….mi vida se ha convertido en lo que jamas creí que Dios tenia guardado para mi. No viviamos sobrados economicamente, pero eramos muy felices, ahora estamos mal economicamente……. pero lo peor es la Felicidad que nos han robado a mi hijo y a mi…el trato tan inhumano y degradante mostrado por el laboratoriot, por el Hospital, por la Administracion autonomica….¿Y el Dr. Chamizo? sabiendo que Juan estaba cubierto por el Seguro y no hace nada….Juan entro el ensayo por usted Dr. Chamizo…y ha pagado con su vida….¿no cree usted Dr. Chamizo que le debe algo a su viuda y a su hijo?….¿Señores Politicos donde estan? les votamos nosotros ¿Hospital? nadie¡¡¡ estamos solos en esta lucha pero no voy a parar….Aqui estoy por si en algun momento «alguien» quieren dirigirse a mi, aunque fuera la primera vez…..y si alguien quiere ayudar….toda ayuda es bien recibida.
      Gracias Pilar.

  3. En la Argentina están haciendo experimentos con nanomedicinas pero no piden consentimiento, uno se la puede tragar con cualquier comida. Por la fuerza amenazan a quien sea para su cometido, alguien que vende comida, a los médicos que tienen que solucionar el desastre que hacen.Van por la clase media porque tiene mas acceso a los estudios de laboratorios. El servicio de inteligencia monitorea, están para estas cosas pero no para defender al país. No hay justicia y las organizaciones de derechos humanos no funcionan.

    1. Laura, que espanto lo que dices que ocurre en Argentina. Yo vivo allí hace 63 años, soy médico psiquiatra y homeópata unicista y realmente me sorprende lo que dices. Podrías aclarar de dónde has sacado eso que afirmas? Gracias.
      Saludos.

  4. A mi no me causa gracia lo ocurrido. Cuando éstos «ensayos» salen bien, van a abonar el discurso de la MBE, con categóricos números que avalan y estimulan el uso de tales fármacos. Cuando sale mal, o hay problemas, entonces son unos malvados y deberían ir presos de por vida. Lamento mucho lo ocurrido pero supongo que, quién se presta para éste tipo de experimentación debe de estar lo suficientemente informado acerca de los riesgos que corre con ello. También asesorarse legalmente y leer la letra chica. Es una pena que no exista una legislación que regule éste tipo de contratos, son muy peligrosos.
    Saludos.

    1. A mí lo que me parece es que la industria usa la MBE, Medicina Basada en la Evidencia, como herramienta de marketing y como se ve en este caso manipula los ensayos para que le sean favorables. Esto es un fraude científico. Ten en cuenta además que las personas participan en los ensayos bien porque están enfermos y se aferran a lo que sea o porque piensan que prestan su cuerpo a la ciencia para que esta avance… o por ambas razones.

    2. Nadie esta diciendo que si las cosas salen mal tengan que ir presos de por vida, lo que si se reclama es la indemnizacion por daños y perjuicios, la muerte es el maximo daño y perjuicio que existe y ademas nadie firma su sentencia de muerte con el consentimiento.
      Lo que no es de recibo, es que por sus propios intereses economicos, tengamos que callar y admitir la muerte porque tenia que morir, ya que firmo el consentimiento informado…….eso no lo decia el consentimiento……..y para eso existe el seguro de responsabilidad.

  5. Ayer llamé a Farmaindustria. A veces me da por hacer «cosas» (otras veces he llamado a Eli Lilly, etc.). El menda que me atendió, en el departamento de prensa, me dijo que el libro del que yo le hablé (el recientemente publicado «Medicamentos que matan y crimen organizado», de Gotzsche), ellos ya lo conocían y que lo tenían allí mismo, en la sección de ciencia ficción. Este es el cinismo que gasta esta gentuza.

    1. Uno de los médicos que estuvo el otro día en la presentación con el autor contó que lo había comprado en la FNAC y que la librera no lo encontró hasta que buscó en a sección de literatura negra jeje.

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