La fábrica de dudas para “ocultar” el cambio climático
La última “ola de calor” deja en evidencia el cambio climático. Desde que comenzó a exponerse este gravísimo problema global se ha intentado fabricar la duda sobre su existencia. ¿El objetivo?: ralentizar el tiempo de reacción para evitar el cambio a un modelo económico y ecológico, “sostenible”.
He escrito sostenible entre comillas porque la palabra me parece muy gastada, cooptada por los lobbies industriales a los que no interesa que haya cambio climático… pero para entendernos. No le interesa a las industrias “sucias”, aquellas que nos hacen dependientes de un modelo energético y económico basado en los combustibles fósiles que ha provocado que el clima esté cambiando. Y tampoco a los gobiernos que ejercen de delegados comerciales de las mismas en las cumbres climáticas y otros foros de discusión.
En un acertado artículo el experimentado ecologista José Luis Gallego escribe lo siguiente:
Lo inquietante no es que estemos sufriendo una abrasadora ola de calor, otra más en nuestro largo historial. Lo verdaderamente alarmante es que esas olas de calor sean cada vez más intensas y su período de recurrencia, más corto. Pero sí que podemos asociar con el cambio climático el hecho de que 2014 haya sido el año más cálido desde que se tienen registros y que 2015 lo vaya a superar de largo. Que 14 de los 15 años más cálidos de la historia sean los últimos 14: eso sí es relevante y revelador, incluso desde la más rigurosa de las prudencias”.
La prudencia en estos asuntos es sana. Pero también hay una prudencia “enferma”; la prudencia interesada y fomentada por lobbies industriales y seguida en connivencia por gobiernos interesados que lleva a intentar alargar en el tiempo la toma concreta de medidas tendentes a corregir un grave problema como el cambio climático.
Histórico es el rechazo de Estados Unidos al Protocolo de Kyoto cosa que no deja de resultar irónica e inquietante; que la nación con mayor emisión de gases contaminantes y la principal promotora de los bienes públicos mundiales no hubiese ratificado un acuerdo valioso para reconocer el problema y tomar medidas justas.
Lo hizo, con estrecha visión económica y ecológica, para “proteger” a su industria energética. Escribo estrecha porque de continuar así la cosa del clima nos pasará por encima a todos sí o sí.
Hay que destacar que durante decenios la industria de las energías fósiles gastó billones de dólares para mantener la duda sobre la existencia del cambio climático. Cuanto más tarde se tomaran medidas más dinero seguirían ingresando por su negocio. Desarrollaron estrategias de comunicación para fomentar la ignorancia sobre el problema. Para distraer la atención del mismo.
Básico en esta estrategia ha sido pagar a científicos “independientes” para que hicieran informes cuyas conclusiones fueran contrarias a los de quienes alertaban sobre el desarrollo del un cambio en el clima. Así se genera la duda y una vez instalada esta en la sociedad se pide “prudencia” a la hora de tomar medidas que puedan contrariar los intereses económicos de las compañías (y los gobiernos) que contaminan y fomentan así una catástrofe ecológica.
La fábrica de dudas ha funcionado. La toma de medidas drásticas para reducir emisiones y fomentar energías limpias en democracias limpias se ha retrasado.
Urge el cambio a un modelo económico ecológico, con austeridad basada en el reparto de la riqueza. De impactos ambientales mínimos o nulos. Que se base en la calidad más que en la cantidad. Para la gestión común e independiente de los intereses de los lobbies es necesario profundizar en la democracia; “ecologizar” la democracia y democratizar la ecología. Una medida que favorecía todo ello era el fomento de la autoproducción de energía solar para consumo propio y venta del sobrante que el actual Gobierno español liquidó.
Y es que el cambio climático sirve de excusa para los más variados negocios. Como cuando se intentaba impulsar como alternativa de la energía atómica o nuclear por ser “limpia”.
El cambio climático es quizá el mayor problema ecológico y de salud que enfrenta el ser humano.
Como reconocer su existencia sería como atestiguar que el actual modelo económico es un fracaso, primero se ha negado este problema –“mérito” atribuible al movimiento “negacionista” o “escéptico”– y luego se ha intentado minimizar, hacer creer que no es lo suficientemente importante como para preocuparse.
La realidad es más terca de lo que ciertos lobbies o grupos de interés privado quisieran y una vez que no se ha conseguido negar la existencia del cambio climático se intenta combatirlo haciendo negocio y es aquí donde entra en juego la geoingeniería. Pero la manipulación intencional del clima a escala planetaria mediante el empleo de sofisticadas y contaminantes tecnologías para intentar frenar el cambio climático no es la solución y puede en cambio sumar problemas.
La fábrica de dudas puede y debe combatirse con sano escepticismo de lo que provenga de compañías y gobiernos con conflictos de interés en el cambio climático. Y con buena información. De la Ciencia independiente y del periodismo y las personas libres.
Hay un elemento en el tema del cambio climático no puesto de relieve; y son las teorías de la conspiración chemtrail, que distraen respecto de los factores demostrados de daño ecológico y siembran dudas acerca del calentamiento global antropogénico. Lo triste es que personas que se consideran concienciadas entran en una espiral de difusión de contenidos presumiblemente auspiciados por la industria petroquímica cuya finalidad es desinformar respecto de los verdaderos causantes del deterioro medioambienta en el planeta .
Entonces Churrufliskis, ¿qué son y para qué sirven los chemtrails?
Todos queremos una economía ambientalmente sostenible, pero en esto del cambio climático hay demasiados intereses que no se cuentan. En el panel intergubernamental para el cambio climático hay muchos científicos reconocidos, lo que no quiere decir que representen a “toda la ciencia”. Otros científicos, tambien honestos se han negado a firmar los informes de este panel, simplemente porque contravenian el resultado de sus investigaciones. Muchos estamos cansados que en el saco del cambio climático se meta todo, y digo todos los problemas ambientales como la extinción de las especies y pérdida de biodiversidad, la contaminación en las grandes ciudades, los desastres naturales (incluyendo terremotos), el deterioro de los ecosistemas, la deforestación, las plagas y enfermedades, etc. Si reducimos todos estos problemas al aumento de las temperaturas medias debido a las emisiones de CO2 creo que vamos por mal camino, ya que los compromisos que alcancen los paises mas contaminantes, incluido el nuestro, no abordarán cada problema de manera específica y solo servirá para que la conciencia del ciudadano medio (generalmente un urbanita desconectado del medio natural) quede en paz.
Y por si todo ello fuera o fuese poco, Fukushima. Un chorro continuo radioactivo de tres reactores y combustibles de piscinas en el aire y el Pacífico desde hace cuatro años. Tres soles en fundición (Tres que sepamos), realimentándose debajo de los edificios, y vomitando radioactividad y calor a la atmósfera y en el agua. El pacífico muerto, y el resto de centrales echando veneno todos los dias. 3/4 partes del total del poder en Megavatios de la producción de cada central contribuyen al calentamiento, perdiéndose en aire y agua de refrigeración; que los rios vuelcan al mar bien calentita. Los canceres debidos a la bioacumulación aumentando (todo el mundo muere ya de cancer e infartos atípicos (Cesio sustituye a Potasio, corazon es músculo, músculo y Césio fallo cardíaco), el ADN humano está roto para siempre), y nuestros queridos hijos y nietos……..
Si, este planeta YA está muerto, y el derecho al pataleo tipificado en nuestro país : hasta 600.000 euros por manifestarse cerca de una nuclear.
Miro al cielo y canto, un lamento que se transforma en música. Quizás alguien entienda a lo lejos, muy lejos, qué quiero decir. Porque os juro que no tengo palabras para expresar lo que siento.
El humano no es malo por naturaleza, este es el engaño de los que nos dominan para justificar su miserable condición; pero es indolente y cobarde. De ahí derivan el resto de pecados que nos han llevado a la destrucción.
Chemtrails, Geoingenieria. Fumigación indiscriminada a la población. Manipulación del clima. Terraformar el planeta es la verdadera historia y como consecuencia las olas de calor extremo y el desequilibrio extremo en el que se ve sometido el planeta y la vida tal como la conocemos ahora. Los arboles sanos mueren súbitamente, ya no hay nada que la élite genocida no controle. Algore un farsante que engañó a mucha gente. Transgénicos, el CO2 y lo que sea para convencernos de sus ideas científicas de la verdad absoluta. Suerte que cada día nos creemos menos el cuento, todo y que lo sufrimos irreversiblemente. Despertaremos?
El cambio climático exista o no lo verán nuestros tatara…..nietos y analizarán si hicimos algo bien o mal o símplemente no dependía de nosotros ( por si acaso hagamos algo).
Creo que se ha gastado más dinero en hacer publicidad sobre la existencia del cambio climático (quién no ha visto el vídeo de Al Gore) que de lo contrario. Si en el buscador de cualquier periódico pones cambio climático, veras los centenares de veces que sale alguna relación y en las noticias del tiempo, haga frio o calor, también lo mencionarán. Los negacionistas del cambio, más bien se refieren a las dudas de que sean las emisiones de gases de efecto invernadero las causantes, y no veo sus opiniones o estudios tan difundidos como los que lo afirman. La ciencia Libre debería considerar todos los aspectos e investigar objetivamente, pero me temo que la Ciencia al igual que la salud, con el tema vacunas o la economía con sus oscuros tratados y el neoliberalismo, no muestra la verdad.
No olvidemos que en otras épocas sin los gases de la industria, también hubo cambios climáticos.
También hay otros puntos oscuros y es el secretismo de las organizaciones militares, con dominio nuclear y demás cosas. Entre sus proyectos de hace décadas, era el cambio del tiempo meteorológico, provocando lluvias o sequías, una estudiosa de ésto fue Rosalie Bertell.
Así, pienso que es al contrario de como lo planteas. Hay intereses, como muetra la difusión en todos los medios, para la creencia en el CO2 como causante. Una vez asumido el problema causante, el remedio que se ve venir y que mencionas es la geoingeniería y a partir de hay ibarra libre para intervenir en la atmósfera, como ya lo están haciendo mediante los peyorativos “chemtrails”. Poner en los buscadores de los medios chemtrails y vereis los escasos resultados. Secretismo total y un mundo para avanzar se tiene que vasar en la transparencia no en el secreto.