J.L.R. intenta sobrevivir a la inyección AstraZeneca tras sufrir trombos: «Cuando nombras esa vacuna hay total silencio»

La historia de José Luis, que lleva más de dos semanas luchando por su vida en la UCI de un hospital madrileño. Fue vacunado de la Covid-19 con AstraZeneca y está sufriendo varios trombos. Su hermana nos cuenta cómo sucedió todo sólo unas horas después de ponerle la vacuna. Los médicos tienen miedo a señalar al producto y no han notificado estos gravísimos hechos a las autoridades sanitarias.

Las vacunas son un buen descubrimiento. Para hacer un correcto uso de las mismas y dado que su aplicación es voluntaria, hemos de tener TODA la información. Por desgracia, sólo los fabricantes conocen toda la verdad sobre sus productos ya que publican sólo lo que les interesa. Para utilizar bien las vacunas necesitamos, entre otras cosas, saber bien sus riesgos.

A José Luis Remacha Herrero le vacunaron, a sus 63 años de edad, el lunes 5 de abril a las 11 de la mañana en el hospital Isabel Zendal de Madrid y le aplicaron una dosis de AstraZeneca.

Lo único que le dieron fue un papel con la fecha de la segunda dosis. Él quiso explicar la medicación que toma y le dijeron que no era necesario, que lo único que podía tener era fiebre, como un leve resfriado», me explica su hermana Pilar.

Pero las cosas se torcieron. En su vivienda comenzó a tener sudor frío y se le empezó a dormir el labio inferior y a respirar con dificultad. Entonces un familiar llamó al 112, el teléfono de Emergencias.

Fueron dos ambulancias de soporte vital.

Cuando llegué le tenían monitorizado y estabilizándole. Nos dijo la doctora que tenía un trombo y que en ese momento le estaba dando un infarto» continúa la hermana.

Abrieron el protocolo de infartos con el Hospital de la Princesa. En la ambulancia tuvo un pequeño paro cardiaco aunque pudieron recuperarle enseguida y cuando llegó al hospital entró directamente en quirófano para hacerle un cateterismo. Allí, tuvo dos paradas de corazón más. En total estuvo 20 minutos sin riego, cuando le sacaron del quirófano, estaba entubado, con varios monitores y sedado.

Hoy José Luis está con una traqueotomía que le han hecho para quitarle la entubación y permanece totalmente sedado y con una máquina de diálisis contínua», nos cuenta Pilar.

El corazón lo tiene muy dañado y sobrevive con muchísima medicación para que le funcione. Hasta la semana pasada tuvo una máquina metida en la femoral que hacía la función de bombear la sangre.

Lo que está teniendo son varios trombos que se los van desaciendo».

¿Y qué explicaciones ofrecen los médicos a la familia de José Luis?:

No dicen absolutamente nada, cuando nombras AstraZeneca hay total silencio. El día del ingreso salían los médicos para informarme. A todos les insistía en que por la mañana se había vacunado con AstraZeneca y no recibí ninguna respuesta.

Pienso que una cosa es lo que los profesionales sanitarios dicen al paciente y otra es lo que opinan en su círculo familiar y de amistades», comenta Pilar muy indignada.

¿Y qué piensa la hermana de José Luis de la vacuna de AstraZeneca tras lo sucedido?

Creo que deberían haberla retirado. No me creo los porcentajes que dicen de afectados por la misma porque por esos casos tan insignificantes que ha habido, según ellos, no se reúnen todos los ministros de Sanidad de toda Europa y no suspenden la vacunación en varios países.

Ahora dicen que no van a comprar más AstraZeneca. Si es tan buena ¿por qué dejan de comprarla?».

También cree que se ha producido «una carrera económica a ver quién se llevaba el gato al agua porque había en juego mucho dinero, sin importarles la salud de las personas.

No han hecho los estudios suficientes en laboratorio y los análisis los están haciendo ahora vacuna a vacuna. Somos auténticos conejillos de india».

Lo que más desea esta mujer es que su hermano salga de esta y que los diferentes profesionales que le atienden y responsables públicos «reconozcan los daños que está causando la vacuna y que la retiren«.

Ella hoy siente «impotencia, indignación y rabia. Que se pasen por la UCI de la sexta planta del Hospital de la Princesa y vean en el estado en el que está mi hermano».

Y lanza una advertencia grave:

Hay más casos con diferentes daños que no se están haciendo públicos. Nos están engañando«.

José Luis, por desgracia, no puede opinar porque lleva sedado 16 días.

Espero que algun día lo pueda contar él», concluye la hermana.

Desde aquí transmitimos todo nuestro apoyo a la familia, a la que mandamos muchos ánimos. También queremos agradecer el trabajo de los profesionales sanitarios que seguramente están haciendo todo lo posible para intentar recuperar a José Luis (hay que exigir, eso sí, que cuenten la verdad de lo sucedido e informen oficialmente).

Hasta ayer esta reacción adversa no se había notificado a la Agencia Española de Medicamentos. No lo ha hecho la familia por desconocimiento y tampoco los médicos. Por eso no es descabellado afirmar, como hace Pilar, que ha de haber más casos de daños, sencillamente porque no se notifican.