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El peligro de los usos falsificados de medicamentos

Pese a lo publicado en el anterior post, Close Up no es la compañía líder mundial en este negocio de auditoría o espionaje de los hábitos de receta de los médicos. El primer puesto entre las corporaciones dedicadas al marketing farmacéutico lo ocupa la estadounidense International Marketing Services Health (IMS).

Durante mis visitas a la sede argentina de la compañía IMS Health se me permitía a veces echar un vistazo subrepticio a un enorme libro de registro del número y monto mensual de ventas pero no fotocopiarlo. Recuerdo que un director de ventas con quien me cité en un café traía algunas cifras anotadas en un trozo de papel, me permitió verlas y luego lo rompió”, contaría el mencionado profesor Lakoff a la revista argentina Página 12 agregando: “Los datos de ventas eran confidenciales y muy valiosos: las empresas farmacéuticas pagan hasta 150.000 pesos anuales (unos 38.104 euros) por suscribirse”.

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En suma, datos como los que vende IMS Health sirven luego a los grandes laboratorios para intentar que los médicos más abiertos a sugerencias receten sus medicamentos incluso en dolencias para los que no están indicados con el consiguiente riesgo para la salud de los enfermos. Cuando la multinacional Pfizer adquirió el laboratorio Warner-Lambert un ex directivo de la empresa recién adquirida, el doctor David Franklin, denunció a la compañía compradora por promocionar su fármaco Neurontin para más de una docena de patologías para las que no estaba aprobado. La gabapentina, principio activo de ese medicamento, está permitida por la FDA (la agencia que controla los alimentos y los fármacos en Estados Unidos) para el tratamiento de la epilepsia y los dolores neuropáticos pero Pfizer decidió promocionarlo también para patologías tan dispares como las crisis maniacodepresivas, el déficit de atención, las migrañas, el trastorno bipolar, el síndrome de piernas inquietas o el síndrome de abstinencia.

La conocida organización estadounidense de defensa del consumidor Public Citizen aseguraría que se elaboró para ello una lista de médicos dispuestos a recomendar la gabapentina para usos no autorizados en cenas, reuniones de consultores, seminarios educativos e, incluso, a través de teleconferencias. Según explicó la asociación en su boletín -Worst Pills, Best Pills- los médicos cobraban entre 250 y 3.000 dólares por acto asegurando que algunos llegaban a ganar más de 10.000 dólares al año. Pfizer terminaría siendo multada por ello con 430 millones de dólares por utilizar información falsa y/o manipulada sobre Neurontin y promocionarlo para dolencias no aprobadas. Sólo que no importa. El negocio compensa. Se calcula que en un solo año Neurontin hizo ingresar a la compañía 2.700 millones de dólares, descubriéndose que el 90% de las recetas no correspondían a ninguna de las dos indicaciones aprobadas por la FDA. ¿Que a los enfermos se les está engañando y probablemente dañando por los efectos secundarios del fármaco? ¿A quién le importa?

Esta estrategia, que a muchos lectores puede parecerles incomprensible por no decir imposible de llevar a cabo, se explica porque se da la paradoja -por no utilizar otra palabra más dura- de que en Estados Unidos las compañías no pueden promocionar sus fármacos más que para las enfermedades para las que tienen el visto bueno de la FDA pero los médicos pueden prescribir cualquier fármaco para tratar cualquier enfermedad, esté o no oficialmente indicado su uso en ella.

IMS Health también opera en España. En uno de los documentos estadísticos que oferta sobre Neurontin hecho en nuestro país, al que hemos tenido acceso, la empresa recoge datos sobre las veces que los médicos españoles recetaron ese fármaco durante el periodo comprendido entre abril y junio de 2002 en enfermedades para las que no está indicado. Y pese a que la propia IMS Health tiene clasificado como antiepiléptico el Neurontin en la base de datos de la compañía aparece recetado para otras muchas dolencias, casi todas ellas relacionadas con problemas psíquicos o psicológicos: depresión -y eso que la propia ficha técnica del fármaco afirma que uno de los síntomas adversos observados durante los ensayos clínicos que hizo Pfizer era precisamente el de depresión-, trastorno bipolar, trastornos nerviosos, fobias, adicción al alcohol o a la cocaína e, incluso, para tratar ciertos herpes o diabetes. Y toda esa información, insistimos, la obtiene IMS Health de las recetas que extienden los médicos.

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11 comentarios

  1. Estás un poco pelado en tu información. IMS como empresa lo que compra es una salida real del canal distribuidor al canal vendedor (leáse distribuidor-mayorista y farmacia). En esa transacción no se sabe quién receta ni a quién se le receta ni porqué se le receta. Solo se sabe la venta mensual de tal producto repartido por bricks o paquetes sanitarios (en cada brick puede haber del orden de 30 a 200 médicos y de 1 a 20 farmacias). Esta información, no tan compartimentada la tienen los laboartorios por sus ventas internas. El punto al que te refieres de recetar para patologias no aprobadas te recuerdo que el único con autoridad para recetar es un médico y a veces los propios médicos, muchas veces auspiciados por la industria, van más alla del propecto aprobado por Sanidad, en muchos de los casos con resultados satisfactorios, como es el caso de la aspirina como antiagregante plaquetario, el imiquimod para queratosis actinica, etc, patologias y tratamientos que más tarde son aprobadas por Sanidad.

    Está claro que la industria es la industria pero no nos salgamos de madre, que muchos seguimos en este mundo gracias a la investigación de estas empresas.

  2. Puede ser que en españa es ilegal que las farmacias venden recetas a empresas farmacéuticas, pero la realidad es que es un buen negocio ilegal que se practica mucho. Eso te lo sabe confrmar cualquier persona del interior de este mundo, si te tiene confianza.

  3. La industria farmacéutica es una de las más poderosas del mundo, en su interior se mueven miles de millones de dólares y muchos más intereses. Para mi que he trabajado más de 30 años en la misma, la industria farmacéutica ha sido parte de mi vida y sigue siéndolo, ocupando cargos desde visitador médico a gerencias diversas. Si vemos lo que ocurre en Estados Unidos con las transnacionales mencionadas, imaginense lo que ocurre en países latinos; todo es a gusto del cliente. Al fin y al cabo siempre el visitador, el verdadero vendedor de las ideas de los productos con el soporte de mercadeo, es el que enfrenta al galeno o lo compra con las ideas o lo seduce con otros beneficios, no nos sorprendamos de ello. Esto es un negocio.

    Saludos

  4. Una cosa son ventas (IMS) y algo muy distinto son prescripciones (Close up).

    El negocio farmacéutcio es uno de los más «transparentes» en lo que a información se refiere.
    La información sobre ventas (IMS) se obtiene de la facturación que hacen las compañías distribuidoras.

    La información de prescripción…eso ya es otra cosa mas «sutil»…

    Hay, por ello, que saber distinguir entre «información cuantitativa» (IMS) y «cualitativa» (Close up, en algunos casos).
    No se pueden mezclar «peras con manzanas»

  5. Una cosa es ver lo que te muestran y otra conocer como se cocina.

    Primero IMS compra los datos a las droguerías. Los datos que compra no tienen identificación de pacientes ni de médicos. Los datos son las ventas de medicamentos de la droguería a la Farmacia. NO SALEN DE LA RECETA.

    Luego tanto CLOSE UP, como IMS «dicen» comprar recetas a las Farmacias (lo cual es ilegal por el secreto profesional) y con eso arman un producto que los laboratorios compran.

    Explico el «dicen», lo puse entre comillas pues son pequeñas muestras de muy pocas farmacias que luego con métodos estadísticos muy poco serios y sesgados por el gusto del comprador lo venden como representación del mercado total.

    Una mentira con un complice.

    El complice es el Laboratorio que lo compra, generalmente esto en ARGENTINA tiene un acuerdo previo con el gerente del laboratorio comprador que recibe un sobre con dinero como recompensa por su compra.

    Los datos ciertos son las ventas de las droguerías a las farmacias. Eso si, es dato verdadero, no es ilegal, no tiene dato del paciente, ni tiene dato del médico.

    El resto es puro cuento, en ARGENTINA no hay datos de nada, son puras especulaciones, nadie tiene la más remota idea de lo que ocurre en salud.

    Estimado amigo, lo que te muestran en la vidriera, no es lo que se cocina adentro.

    Mucha suerte, pero debes profundizar más sobre el tema.

    A, me olvidaba, hace tiempo por mis comentarios me dijeron en chiste. «Andrés, dejate de molestar pues vas a terminar en una zanja». Yo me reí del chiste.
    Tiempo después vino otro y me dijo «¿ Te acordás lo que te dijo fulano?».
    «Si» respondí.
    Y volvió a decirme «no era un chiste».

    Si vas a hablar de mediamentos en serio te recomiendo visitar http://www.sistemafaro.net vas a entender porque me hicieron el «chiste».

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