Estupefacientes legales y muy rentables
Y es que en Argentina hay varias maneras de dispensar medicamentos. Venta libre; venta bajo receta, el modo más común; venta bajo receta archivada, para psicotrópicos; y venta legalmente restringida, para estupefacientes con recetas provistas por salud pública y archivadas por la farmacia.
Dazolin no es ni mucho menos el único medicamento con el que se obtienen tan fantásticos beneficios. La investigación de Cocca y sus alumnos deparó otras «sorpresas» o no tanto. Así, el omeprazol, Losec, del laboratorio Astra, en un país recién salido como el que dice de una fortísima crisis, presenta un 33.130% de diferencia entre el precio al que compra el principio activo el fabricante y el precio al que lo vende en las farmacias.
El conocido Voltaren, de Novartis, ofrece un 27.223% de diferencia; el Valium de Roche, un 20.141%; Feldene de Pfizer, un 12.860%; o Adalat, de Bayer, un 6.671%. Cipro, el famoso medicamento con el que Bayer chantajeó al mismísimo gobierno de Estados Unidos en los meses posteriores al 11-S (era el preparado supuestamente ideal para combatir con éxito el anthrax) en Argentina ofrece un 1.560 entre lo que cuesta y a lo que se vende, datos siempre según los estudios del profesor Cocca.