Los lobbies empresariales a debate en el Parlamento Europeo

Como os hemos contado en las últimas semanas, nos vamos a Bruselas, al Parlamento Europeo, invitados por el grupo parlamentario Los Verdes/Alianza Libre Europea. Los periodistas de investigación Rafael Carrasco, Joaquín Vidal y Miguel Jara, estaremos tres días haciendo presentaciones de los libros Traficantes de salud y Conspiraciones tóxicas y participando en el seminario Lobbies en Europa. El próximo día 15 de abril, entre las 9 y las 10 horas, en el Restaurante de Diputados de la Eurocámara con sede en Bruselas, hablaremos sobre cómo actúan los grupos de presión industriales o lobbies de los sectores más representativos: industria farmacéutica, energía nuclear, transgénicos, químicos tóxicos, telefonía móvil y contaminación electromagnética o contructora e inmobiliaria.

Tras varios retrasos e innumerables presiones por parte de las asociaciones de lobbistas, el Parlamento Europeo deberá votar el informe Stubb sobre la Iniciativa Kallas, el próximo 8 de mayo, en sesión plenaria. Será la primera vez que el Parlamento Europeo dedique una sesión plenaria de esta institución y la primera vez que el controvertido papel de los lobbistas corporativos ocupe la agenda de las instituciones comunitarias.

Según estimaciones oficiosas comúnmente aceptadas, sólo en Bruselas, la capital de la Unión Europea, operan unos 2.000 lobbies que dan empleo a entre 15.000 y 20.000 “cabilderos”, repartidas por los departamentos de “asuntos regulatorios” de las empresas multinacionales, las asociaciones empresariales, ONG’s, agencias de relaciones públicas, consultoras de “asuntos públicos”, bufetes legales e institutos de ideas o think tanks.
Según el Observatorio de la Europa de las Corporaciones (CEO), una fundación anti-lobbies con sede en Amsterdam (Holanda), unas 200 multinacionales han abierto oficina en las cercanías de la Comisión Europea o de la Eurocámara para tratar con ellas asuntos de su incumbencia.
Ninguna gran empresa que se precie de vender sus productos en los mercados internacionales carece hoy de representación en Bruselas. Esta misma asociación estima que el gasto del lobbismo empresarial en la capital belga excede los 1.000 millones de euros al año, una cifra realmente mareante pero que no ha de extrañar demasiado si tenemos en cuenta que para la petrolera BP o la tabaquera Philip Morris, el alquiler de sus oficinas en la Plaza de Schuman (la misma plaza donde se ubica la Comisión Europea) les cuesta cada año la módica cifra de 300 euros por metro cuadrado.

La propuesta, elaborada por el comisario europeo para Asuntos Administrativos, Siim Kallas, ha sido rechazada tajantemente por las asociaciones de lobbistas pero, aún así, está prevista su aprobación esta próxima primavera.
Tanto Conspiraciones tóxicas como Traficantes de salud son los primeros documentos en formato libro que ahondan en esas conexiones de las políticas que afectan al medio ambiente y la salud de las personas y la presión que ejercen los sectores económicos más poderosos. Están sirviendo además para avivar el debate sobre el papel de los lobbies o grupos de presión en las políticas del Gobierno español, de varias comunidades autónomas y de las instituciones de la UE que afectan al medio ambiente y la salud de los ciudadanos.

WHAT EVER HAPPENED TO DEMOCRACY?
CORPORATE INFLUENCE ON EU POLICIES
A seminar on lobbying in Europe
En él ofrecerá una conferencia entre 10.00-10.20h sobre cómo actúan los lobbies farmacéutico, de la contaminación electromagnética, cerámico, de la energía atómica o petroquímico.
En efecto, este seminario tiene el acierto de cuestionar si vivimos en una democracia cuando buena parte de las decisiones que toman los políticos europeos y que afectan a los ciudadanos están decididas por las grandes compañías y sectores económicos.
Más info sobre los libros:
Laura Fernández (Conspiraciones tóxicas) 914230328
Mónica Bertrán (Traficantes de salud) 933011723