Presión final de las farmacéuticas para hacer publicidad de sus medicamentos

La industria farmacéutica está presionando a las autoridades europeas para que se permita a los laboratorios hacer también publicidad de los fármacos con receta, algo que hoy sólo consienten Estados Unidos y Nueva Zelanda. El cambio normativo sobre las normas que prohíben hacer publicidad de los fármacos como si fueran vulgares objetos de consumo, y que ultima la Comisión Europea bajo la excusa de la “información al paciente”, avalará a la industria para “informar” directamente al consumidor sobre fármacos de prescripción médica, asegura Jesús Acebillo, presidente de Farmaindustria y director general del laboratorio Novartis. De momento, el proyecto de directiva debía presentarse al Parlamento los primeros días de noviembre pero se ha retrasado, según fuentes del propio Parlamento, en parte por la oposición de muchos sectores a que la industria “informe” -haga publicidad- directamente al paciente. Hemos tenido acceso al borrador preparado por la Dirección de Empresa e Industria de la Comisión Europea cuya norma, de aprobarse en los próximos meses, aumentaría aún más los casos de iatrogenia y podría llevar definitivamente al colapso a los sistemas sanitarios; especialmente porque la idea es que la publicidad se centre en los “nuevos” fármacos. Lo cuento en el número que está en la calle de la publicación Discovery DSalud -una exclusiva para los castellanoparlantes- y les cuento algunos de los entresijos del borrador de Directiva que está sobre la mesa de la Comisión Europea.

medicamentos

El estudio Death by Medicine (Muerte por la Medicina) destaca que las reacciones adversas producidas por los medicamentos -tanto fuera como dentro de los hospitales- causan cada año sólo en Estados Unidos 305.000 muertes. Como decimos este es uno de los dos países que permiten hacer publicidad de los medicamentoscon receta. Los laboratorios farmacéuticos están patrocinando un cambio en la regulación europea de lo que se denomina Publicidad Directa al Consumidor (o DTCA por sus siglas en inglés) y para ello que se modifique la Directiva 2001l83/EC –actual código comunitario sobre medicamentos para uso humano- y lograr así el mismo objetivo pero de manera sutil. “Los objetivos de la política general de la propuesta están en consonancia con los objetivos generales de la legislación farmacéutica de la Comunidad. Éstos están destinados a garantizar el buen funcionamiento del mercado interior de medicamentos de uso humano y a proteger mejor la salud de los ciudadanos de la Unión Europea”, puede leerse en el borrador que maneja la Comisión Europea. Este organismo,el de mayor poder de decisión de Europa no se anda con rodeos: primero el mercado, luego las personas.

Además, se eliminaría la definición de publicidad. En ningún apartado del texto sugerido se habla de publicidad, sólo de “información”. Si se aprobase el borrador tal como está se permitirían las “campañas de información” en periódicos, revistas, suplementos, folletos e Internet. Y no se incluye radio y televisión porque se entiende que la información no sería selectiva, no llegaría sólo “a quien desea recibirla” (como si en un periódico o una revista la publicidad sí fuera selectiva y no llegara a todo el que adquiere un ejemplar). En cuanto al caso de Internet, el borrador deja entrever cierta obsesión por la mucha información que ofrece la red sobre medicamentos, algo que, en especial l información crítica, no gusta a las farmacéuticas. También se recoge, de manera ciertamente sospechosa, que no se permitirá establecer comparaciones de eficacia -ni de otro tipo- entre productos. Es decir, se prohibiría justo lo que sí podría ser de interés para el consumidor si se hace desde un punto de vista crítico porque en muchas ocasiones los laboratorios comparan sus medicamentos sólo con aquellos que son demostradamente peores que el suyo y ellolo utilizan de modo promocional. En cambio sí se permitiría publicar información de estudios en fase IV, es decir, cuando esté probándose un medicamento de manera masiva para constatar realmente sus efectos secundarios.

Por otra parte, la actual propuesta deja que la industria farmacéutica se “autorregule” a través de un manual de “buen comportamiento”. Es decir, los laboratorios primero promocionarían sus fármacos y después, una vez en el mercado, ya responderían ante los tribunales o ante las autoridades sanitarias si la promoción no es ética o si a causa de su consumo se producen graves daños en la salud. Cuando los controles a posteriori ya han demostrado ser absolutamente ineficaces. Lo demuestra que en Estados Unidos la FDA -la agencia que regula los medicamentos- está a día de hoy totalmente desbordada por las alertas y las denuncias.


Es más, la realidad es que hoy muchos laboratorios hacen campañas de publicidad con afirmaciones claramente engañosas -cuando no abiertamente falsas- durante meses, ganan cantidades inmensas y no dejan de hacerlo hasta que se adopta una resolución para prohibirlas, lo que normalmente sucede cuando la campaña ya ha concluido. En suma, los fabricantes evitan cualquier control previo.

Cabe recordar que la industria ya “autorregula” hoy la promoción de medicamentos entre los médicos y no por ello se ha acabado el “alquiler” de voluntades -a base de “regalos” o, incluso, de dinero en efectivo. Una práctica vergonzosa y quizás rentable aún desde el punto de vista económico pero que ha empezado a pasar factura a la industria farmacéutica desde el punto de vista social porque cada día más personas están entendiendo cual es su nivel de ética. De hecho, sabiendo que su imagen se deteriora por momentos en la propuesta de nueva directiva prácticamente no hay referencia a los profesionales sanitarios como proveedores de información sobre temas de salud más que diciendo que estas medidas no pretenden sustituirlos. Es decir, los laboratorios no contarían con ellos como hasta ahora, prueba de su clara intención publicitaria.

En unos días ofreceré otro post con más datos del borrador que puede que apruebe la Comisión Europea.  

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8 comentarios

  1. De todas maneras es una práctica “descarada” que utilizan a la primera que se les presenta. Durante los dias finales de noviembre y las tres primeras semanas de diciembre he denunciado en detalle el PUBLIREPORTAJE de ASTRA ZENECA en Venezuela con motivo de los resultados del Estudio JUPITER.
    Es necesario hacer presion para bloquear estas cosas.

    http://pharmacoserias.blogspot.com/2008/11/jupiter-ya-truenay-se-quiere-hacer.html

    Por lo que respecta a Jesus Acebillo…pues toca al son de la partitura. Ahora defiende un montón de cosas (de boquita para afuera que hace un año el mismo era el mayor trasgresor…Ha perdido toda credibilidad…

    Acá están los comentarios:

    http://pharmacoserias.blogspot.com/2008/11/humores-lunes-deslocalizacinjesus.html

  2. Me parece que está ud. confundiendo publicidad con información. Dos cosas diferentes: se habla de información al paciente y ud. lo identifica con publicidad -al estilo de Estados Unidos-. Esta confundido, no es correcto. Información tampoco es lo mismo que promocion. Si un producto es mejor que otro, o mas nuevo o con menos efectos secundarios… ¿A ud. no le gustaria saberlo? ¿Se lo diría su médico? ya sabe que en este pais los medicos no recetan lo que quieren, sino lo que les deja su gerente de area en función de su presupuesto, edad del paciente, perfil social…

  3. Apreciado Miguel:
    Ojala hubiesen mas personas como Usted, que nos informan como los medicamentos dejan de convertirse en un bien social para convertirse en bienes de consumo. La industria farmaceutica, ya casi lo logra con esta nueva noticia que nos envia. Sugiero un comunicado de las entidades que velan por el uso adecuado de medicamentos, como los boletines de farmacovigilancia (actualmente reunidos en Matagalpa-Nicaracgua) o los centros de informacion de medicamentos. Me parece escandalosa esta propuesta.
    Cordial saludo desde Colombia

  4. ¡ Es un escándalo que comercien con la salud !
    mi apoyo para evitarlo, ¿Les parecen pocos los muertos por medicación?.

  5. En EEUU, la farmaindustria quiere blindarse y está presionando para que los pacientes no puedan demandarla judicialmente por los efectos secundarios que hayan causado causado sus medicamentos, si éstos han sido aprobados por la FDA. Ya lo consiguió con los dispositivos médicos y ahora quiere hacer extensiva su impunidad también a los fármacos. Es otro abuso más, que nos indica claramente que la propia farmaindustria no confía en la seguridad de los dispositivos ni de los medicamentos que saca al mercado. Parece que tendremos que tomarnos muy en serio la larga lista de efectos secundarios posibles que recogen los prospectos de los medicamentos.

    Gracias por tu blog, Miguel.

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