Breve tratado de cómo no ha de ser un alcalde demócrata
Teniendo en cuenta las palabras del humorista español Máximo: “El humor es la única arma que les queda a los débiles frente al poder agresor”, he preferido escribir esta epístola con cierta sonrisa e incluir (sin querer ser pedante) frases robadas a los muertos. Comencemos.
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Así comienza una carta pública que me envía mi amigo Diego Muñoz Hidalgo, activista extremeño contra las agresiones medioambientales que sufre dicha tierra y miembro de la Plataforma Ciudadana Refinería No. La reproduzco tal cual. Seguro que les recuerda a algo.
Queridos lectores: sepan vuesas mercedes que si buscan las virtudes que ha de tener un Alcalde demócrata, miren al otro lado del espejo. Y es que viendo cómo NO ha de serlo, se aproximarán más al ideal preferido. Ya lo dijo el poeta persa Sadi (1184-1290):
“¿Cómo aprendiste educación?: de los mal educados”. Cierto es que nadie es perfecto, pero que haya gobernantes que, creyéndose superiores, no pidan disculpas por los daños que dispensan, es para tener pena. Y es que todo bien nacido (más si se es Alcalde) pedir perdón es la mejor manera de curar faltas y dar ejemplo. Pero, como enseñaba uno de los Siete Sabios de Grecia, Pitaco de Mitilene (648-570 a.c.): “Si queréis conocer a un hombre, revestirle de gran poder”. De este modo hay quien desvela su verdadero rostro. Repasemos algunos vicios para los que, metidos a políticos, estén dispuestos a no repetirlos:
1º)- Sobre el que es DICTADOR: No hay peor gobernante que, llamándose “demócrata”, actúe con despotismo y prepotencia. Ya lo dijo aquel republicano orador, político y filósofo romano, Cicerón (106-43 a.c.): “Cuando más altos estemos, más humildes debemos mostrarnos”; también advertía: “Nada más funesto para el gobierno, nada más contrario a la justicia y las leyes, nada menos cívico ni menos humano que hacer uso de la fuerza en un estado constituido”. Pero, además, si la palabra “democracia” proviene del griego: “demos” = pueblo + “kratos” = poder; coincidirán ustedes que ser “representante demócrata” es escuchar al pueblo (de forma imparcial, le haya votado o no). Si no es así será un Dictador. Hay que tener en cuenta que la buena fe no es excusa para imponer el “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Como decía nuestro filósofo, escritor, latino y cordobés, Séneca (4 a.c.-65 d.c.): “El que decide un caso sin oír a la otra parte, aunque decida justamente, no puede considerarse justo”.
2º)- Sobre el que es DEMAGOGO: Por desgracia es común, en los que gobiernan, hacer vanas promesas (para arrastrar a la plebe al propio beneficio del político) a sabiendas de no tener intención de cumplirlas. Ante eso también Cicerón reflexionó: “La cuestión no es qué comportamiento concuerda con tu carácter, sino con tus principios”; es decir, ser coherente con las promesas del partido o facción que representa. Si hace lo contrario no ha de molestarse si le llaman hipócrita; y hace cierto lo que dijo nuestro gran poeta Quevedo (1570-1645): “Nadie ofrece tanto como el que nada puede cumplir”. A no ser que, como este mismo poeta versificó: “Poderoso caballero es don dinero”.
3º)- Sobre el que es un APROVECHADO DE SU CARGO: Es un honor servir a la sociedad al ser elegido por muchos para desempeñar un alto puesto; pero sería rastrero aprovecharse de su posición para hacer propaganda de lo suyo en escenarios inapropiados, o para dar privilegios a unos pocos. Como también advirtió Cicerón: “Cuando más alto apunte la ambición de un hombre, más fácilmente se verá tentado a cometer actos injustos en su ansia de gloria”. Del mismo modo el comediógrafo ateniense Menandro (343-292 a.c.) nos enseñaba: “El hombre justo no es el que no comete ninguna injusticia, sino el que, pudiendo ser injusto, no quiere serlo”. Incluso Séneca clamaba: “El que tenga mucho poder, úselo suavemente”. Todo esto se agrava cuando, de forma arbitraria, utiliza las arcas y los medios públicos y municipales para beneficiar particulares intereses.
4º)- Sobre el que es CARENTE DE CAUTELA: La prudencia ha de ser, en el que gobierna, un capítulo importante. Si no está prevenido puede llevar a toda una tripulación a estrellarse contra los acantilados. Ya lo dice el refrán: “Más vale prevenir que curar”; sobre todo cuando se trata de empresas arriesgadas y peligrosas. Al menos debería esperar y pedir opinión tanto a sabios, como al pueblo que le ha encumbrado. Alguien también dijo: “La prudencia no previene todos los males, pero su falta nunca deja de atraerlos”. Para ello el hecho de estudiar el pasado, sirve como vía de conocimiento. Así dijo el historiador ateniense Tucídides (460-396 a.c.): “La superioridad consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia”.
5º)- Sobre el que es MALEDUCADO: Otra de las principales virtudes de un gobernante es no ser insultante. Nuestro querido escritor Miguel de Cervantes (1547-1616) nos aconsejaba: “Enfrena la lengua; considera y rumia las palabras antes que te salgan de la boca”; y también: “No hay cosa que menos cueste ni valga más barata que los buenos comedimientos”. Y es que un gobernante ha de ser el primero en dar ejemplo de civismo; como dijo un viejo proverbio: “No sólo hay que ser bueno, sino también parecerlo”. Además todo tiene su sincera recompensa, así el estadista y filósofo chino Confucio (551-479 a.c.), nos advierte: “Paga la injuria con la justicia, y la amabilidad con la amabilidad”.
6º)- Sobre el que es VIOLENTO: Este vicio en nada ejemplifica a un representante de la ciudadanía. Y es que, según la sabiduría popular: “Donde la fuerza sobra, la razón falta” o “Dios me libre de un bruto con poder”… Lo triste es que el gobernante esté de acuerdo con el refrán: “Con tal que me teman, paso que me aborrezcan”. Volviendo a Cicerón, reflexionemos sus palabras: “Debemos mantener la ira lejos de nosotros, pues airado no hay nada que pueda hacerse rectamente, nada que sea razonable”; cosa que coincide con el escritor y filósofo indio Tagore (1861-1883): “El hombre es peor que una bestia cuando la bestia domina en él”. Habría que advertirle al Alcalde que así actuara (lo sé por que lo he sufrido en mis carnes de manos de uno de ellos) lo que dijo el escritor y político argentino Sarmiento: “No se puede matar las ideas”.
Pidiendo perdón si en algo ofendo (sólo pretendo resucitar sabidurías), concluyo esta epístola diciendo: si acaso algún gobernante comete errores (de los que nadie estamos librados), siempre puede arreglar entuertos de los que ha sido culpable, pues “Rectificar es de sabios” y, además, “Nunca es tarde si la dicha es buena”… sus vecinos (que no súbditos) se lo agradecerán.
Diego Muñoz Hidalgo*
* Dedicado, con todos los respetos y solicitándole que corrija su actitud, al Alcalde de Los Santos de Maimona (Badajoz, Extremadura), D. José Santiago Lavado: 1º- por soler imponer su criterio sin contar con la ciudadanía; 2º- por determinadas falsedades que salen de su boca; 3º- por aprovecharse de su privilegiada situación en beneficio de intereses no públicos; 4º- por su trato de favor a un proyecto de “Refinería fantasma”, sin estudios n i evaluaciones, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de la ciudadanía; 5º- por sus difamaciones a la sociedad que no coincide con él; 6º- por su actitud amenazante hacia la población que dice representar, a la que insulta y agrede pública y físicamente; etc., etc., etc. … y a todos aquellos que sigan tanto corregible mal ejemplo.
Más info: El libro Conspiraciones tóxicas. Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales, contiene un capítulo sobre el lobby generado para implantar en Extremadura una refinería de petróleos en una de las tierras más fértiles de toda Europa.