Cazadores de cuerpos en India
No había terminado de leerme el excelente libro de Sonia Shah, Cazadores de cuerpos (451 editores, 2009) cuando sucede la muerte de cuatro niñas y los graves efectos adversos a más de un centenar tras ponerles la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). Porque es de lo que se trata, de una cacería de cuerpos para alimetar el negocio de los ensayos clínicos y de los productos farmacológicos. Narra esta periodista de investigación, cuyo libro ha prologado el mismo John Le Carrè, autor de El jardinero fiel, sobre le mismo tema) que el Neeman Medical Internacional anuncian su capacidad para «acceder a grandes poblaciones de pacientes que aún no han sido explotados» de América Latina y Asia.
Cuenta esta licenciada en Periodismo, Filosofía y Neurociencia acostumbrada a denunciar el poder corporativo, que ferias comerciales y conferencias apoyan esta reciente tendencia de hacer estudios clínicos masivos en países empobrecidos y que la prensa del sector ofrece «noticias esperanzadoras» con títulos como por ejemplo:
«La India, una oportunidad para realizar ensayos clínicos valorada en mil millones de dólares».
Los paises pobres se han convertido en un enorme laboratorio planetario. Los fármacos que consumimos en Occidente cada vez más están probados en las poblaciones pobres e indefensas de estos países. Es lo que ha ocurrido en la India, Merck y GlaxoSmithKline, los comercializadores de la vacuna VPH aprovechaban varios factores que hacen interesante experimentar su preparado. En estos países hay una gran cantidad de personas en la miseria que venden su cuerpo a la «ciencia» por poco dinero. El factor cultural es fundamental, se experimenta con los pobres porque además de que cuestan menos no tienen la capacidad de información suficiente para valorar a lo que se prestan.
Los padres de estas niñas fallecidas eran en su mayoría analfabetos. Por otro lado, los gobiernos de estos paíes están encantados de recibir a las grandes corporaciones de la experimentación humana pues representan «inversiones«, llevan dinero. Y no olvidemos que las legislaciones en materia sanitaria y en concreto de ensayos clínicos son laxas comparadas con las de nuestros países, mucho más rigurosas, al menos sobre el papel. Y escribo esto porque ¿de qué sirve esta regulación del proceso de comercialización de un producto sanitario si luego cuando provoca graves daños en la salud de niñas, como ha sucedido en España no sólo con los casos de Valencia, el Gobierno no hace nada? Al menos en India lo están investigando. Qué paradoja.
Merck es uno de los laboratorios que preveía a estas alturas tener la mayor parte de su producción de ensayos en humanos en países pobres, según el libro Cazadores de cuerpos.
Hay que tener en cuenta que este producto ha sido muy cuestionado por los profesionales sanitarios que incluso han pedido desde el inicio de la vacunación una moratoria a la misma. La infección del VPH es condición necesaria pero no suficiente para adquirir el cáncer de cérvix y además, en el 90% de los casos, la infección remite de manera espontánea. La mortalidad por este tipo de cáncer es baja con respecto a los más corrientes y se produce en torno a los 60 años de edad en personas que no solían hacerse revisiones (las cuales han de seguir haciéndose aunque se hayan puesto la vacuna). Su eficacia no se ha estudiado en niñas, sólo en adultas. No protege de todas las cepas cancerígenas del VPH, es preventiva pero no cura. Su precio es muy caro, más de 300 euros las tres dosis -en algunas comunidades 500-. Y sobre su seguridad poco se sabe.
Urge que el Gobierno español ofrezca respuestas a los padres y madres de niñas afectadas por esta vacuna. Sanidad ha de revisar la inclusión de la vacuna en el calendiario vacunal español. Las agencias del medicamento han de intervenir y estudiar estos casos. Urge crear más comités de ética en los ensayos y que estos antes de comenzarse tengan una sólida justificación científica, no sean sólo de carácter comercial, como en la actualidad lo son tantos (comparar un medicamento con otro ya existente para encontrar alguna diferencia con la que crear valor añadido y justificar su venta o una campaña de marketing basada en esos resultados, incluso cuando se descubre que el medicamento probado no es mejor que el ya existente).
Más info: El libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009) está dedicado a cómo se fabrican campañas de marketing del miedo como la de la vacuna contra el virus del papiloma humano.
EN LA ARGENTINA LA SEÑORA PRESIDENTA ha autorizado como obligatoria colocarles a las niñas de 11 años la vacuna del papiloma humano, sin ninguna información al país,así compulsivamente y somos el tercer mundo!!!
Muy interesante. Lo difundo y compro el libro.
Las CROs y los otros
Para entender bien lo que está pasando creo que hay que saber que hasta hace unos veinte años la investigación de la industria farmacéutica (IF), la iban haciendo mal que bien entidades científicas relacionadas con la docencia, la universidad, múltiples investigadores privados, etc. Estas entidades carecian de la visión de negocio requerida por la IF y al mismo tiempo, su propia estructura no podia dar la respuesta deseada a la complejidad de la demanda exigida (más beneficio en un entorno de más competencia).
Es entonces cuando dando salida a las necesidades planteadas por el mercado, aparecen las CROs (Contract Research Organizations), es decir las Organizaciones de Investigación por Contrato. Estas organizaciones al servicio de la IF, le ofrecen servicios de alta trascendencia: diseño y explotación de ensayos clínicos (EC), ampliación de indicaciones de fármacos, publicación de artículos en las revistas científicas de mayor impacto, defensa de protocolos de medicamentos ante la FDA (agencia americana del medicamento) o la EMEA (agencia europea del medicamento), preparar encuentros “formativos” para médicos en cualquier parte del mundo, etc.
Cuando hablo de diseño de ensayos clínicos, me refiero a todas sus fases que incluye la de reclutamiento de pacientes. Rápidamente, las CROs constataron que organizar EC en la India, Tailandia, Nepal o en Sudamerica o Africa, salia a mitad de precio que hacerlo en Europa o USA. También tenia la ventaja de que en esos paises, existian menos controles y condiciones burocráticas, no se solia exigir el consentimiento informado ni revisiones por un comité de ética. También contaban con el incentivo de tener que pagar menos a los voluntarios participantes en los EC y que, de hecho, encontraban a muchos dispuestos a vender su salud por un puñado de dólares. Además, si habian resultados indeseables, es decir daños colaterales, era mucho más sencillo ganar los juicios y mucho más baratas las indemnizaciones.
A las CROs y a la IF no les ha importado ni les importa ensayar medicamentos en general diseñados para problemas de salud o riesgos de enfermar que nada tienen que ver con la población de esos países, o que en caso contrario, no pudieran comprar el medicamento. También disimulan que los resultados obtenidos pudieran ser poco fiables por el sesgo genético o las condiciones de la población del estudio en relación con la población objetivo de los fármacos, o los déficits metodológicos demostrados por los sanitarios nativos colaboradores, o las consecuencias, a veces mortales, de sus actuaciones… Sólo les ha interesado más beneficio, más dinero a cualquier coste.
Por si alguien cree que hablo de entelequias, algunos nombres, primero la más importante: Quintiles, y después las otras: Max Neeman International, Covance, MDS Pharma, ThreeWire.
En España también podría haber habido muertes por la vacuna. La Agencia Española del Medicamento autorizó la comercialización y administración de esta vacuna sin haberse completado los ensayos clínicos necesarios que se requieren normalmente para la autorización de vacunas nuevas. ¿Por qué en el caso de esta vacuna no se han cumplido antes todos los requerimientos necesarios para su aprobación? Tenemos derecho a saberlo.
Según noticias recientes, son 6 las niñas muertas por la vacuna en India, y no 4.
Magnífico artículo. Trescientos euros. ¡Menudo negocio! Y no cura sino que previene o ¿anticipa algo? Es lo que de momento sabemos. En esta loca carrera sanitaria de los paises ricos por ver quien protege mejor a su población está la política.
(Estoy en blanco. ¿Y del VIH, qué tal va? VPH, VIH, y la Malaria que todos los años se traga a no sé cuantas criaturas humanas, VMH. VxH. Sustituyamos la «x» por cualquier objeto afectado y ya tendremos el calendario de vacunaciones del futuro). Y el orangután y la orangutana. ¿Qué les contarán?
Los ciudadanos no entendemos bien porqué algunos expertos y los políticos sanitarios se empeñan en meternos por los ojos una vacuna que no está bien estudiada y que no se conoce bien todavía como funciona, además de que los ensayos masivos que hay en el mundo y también en España están demostrando que no es segura por estar produciendo multitud de casos de afectadas graves y también muertes. Las niñas que se vacunan están siendo utilizadas como conejillos de indias y corren riesgos innecesarios.
Gracias Miguel, por seguir con tus informaciones. Espero, deseo que algún dia esta sociedad tan a menudo hipócrita en la que vivimos se dé cuenta de que el sufrimiento ajeno es un sufrimiento propio, un sufrimiento que -aunque inconsciente para la mayoria- nos estamos infringiendo a nosotros mismos, y que aunque sea por egoísmo, acabar de una vez por todas con las injusticias como la que denuncias. La Física cuántica ya lleva tiempo diciendonoslo: todo en el universo está conectado… y por tanto una injusticia en la otra punta del mundo, nos está afectando, seamos o no conscientes de ello.
Saludos y buen fin de semana.
Miguel me ha encantado tu artículo has narrado en breves lineas la poca ética que demuestran las farmacéuticas que se aprovechan de gente sin recursos y sin nivel cultural para seguir utilizando a sus hijas como conejillas de indias. También has narrado perfectamente las razones por las que esta vacuna no es ni eficaz ni segura. Por último, el llamamiento que haces a las Autoridades Sanitarias de este país a que investigue lo que lamentablemente están sufriendo tantas jovenes en este país me parece encomiable. Están jugando con la salud de las personas y esto está creando desconfianza. ¿Cuántas niñas tienen que morir para que se den cuenta de que algo pasa con esta vacuna? No pueden atribuir todas las muertes y efectos adversos a la casualidad, ante todo porque los ciudadanos no somos tontos.
Muy interesante, has vuelto a dar en el clavo.