Orgasmos femeninos S.A.
Sólo un par de días después de publicar El perro se ha comido mi parche de testosterona, Martín Cañás, del Grupo Argentino para le Uso Racional del Medicamento (GAPURMED), me envía novedades del tema de la disfuncion sexual como enfermedad inventada. El Washington Post nos anuncia que en junio un comité asesor de la FDA se reunirá para revisar la flibanserina, el medicamento del laboratorio Boehringer Ingelheim para el tratamiento de la DSF (disfunción sexual femenina) cuyo nombre comercial será Girosa. Este fármaco que fue inicialmente desarrollado como antidepresivo, es un agonista del receptor 5-HT1A y antagonista del receptor 5-HT2A.
Hace unos días Boehringer Ingelheim presentó datos en su web sobre un nuevo estudio que llevado a cabo en mujeres con un «subtipo» de DSF, el denominado Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH). La variable principal del ensayo, que incluyó a más de 1.300 mujeres, y que fue presentado en un congreso, fue la autoevaluación de la mejoría general del estado de las pacientes y un cuestionario acerca de los beneficios del tratamiento. La mayor parte de las participantes reportó beneficios clínicamente significativos con el fármaco. Pero un grupo creciente de profesionales de varias disciplinas sostienen que la DSF no es un auténtico problema de salud, o al menos no el tipo de problema que debe ser tratado con medicamentos.
En este contexto, y justo a tiempo para el show regulatorio del mes entrante, se presenta un nuevo documental llamado Orgasm Inc. (subtitulado La Extraña Ciencia del Placer Femenino), que aunque de 2009 se estrena en Nueva York durante estos días. Lo que al comienzo iba a ser un documental se tradujo en una visión crítica de este tipo de tratamientos, que explora la cuestión mediante el examen de una serie de puntos de vista y de los productos, incluido el Orgasmatron y los esfuerzos de Vivus Pharmaceutical para desarrollar y vender un tratamiento tópico.
La directora de la pelicula señala «mucho de esto se trata de marketing«, y agrega «están tratando de vendernos enfermedades«.
Más info: El libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009) contiene un capítulo entero dedicado a la invención de enfermedades por parte de los laboratorios farmacéuticos.
Los filones son innumerables como las galaxias. (Y el jueguito de traducir las quimeras a sus siglas, divertido). Por ejemplo, ¿cuándo van a inventar patologías tan obvias y graves como las siguientes? ¡Ya están tardando demasiado!:
– Síndrome de la Edad Avanzada (SEA), antes vejez, a partir de los 40 años.
– Síndrome de le Edad Muy-Muy Avanzada (SEM-MA), a partir de los 50, 60, 70…
– Trastorno Relacional de la Pareja Ruidosa (TRPR), para los que discutimos alguna vez con la pareja.
– Síndrome Sexual Obsesivo-Incansable (SSOI). Lo padecen todos los adolescentes.
– Disfunción Cognitivo-Desadaptativa Obviamente Genética (DCDOG), que sufren todos los que piensan por sí mismos.
– Trastorno Desimitativo Individualista Litigante No Autorizado (TDILNA), muy grave, para los que ignoran la hipnosis televisiva y, peor aún, denuncian cosas.
– Síndrome Maligno Dipolítico Galopante, con/sin Obesidad/Hipertrofia/Opticoanomalía (SMDG/OHO), para todos los que cuestionan al gobierno de turno, e incluso al sistema entero, ya sean gordos o flacos, altos o bajos, con gafas o sin gafas…
– etc., etc.
¡Que nadie diga que no aportamos ideas para un mundo mejor y más sano!
¿El bulbo vestibular, qué es? ¿Esperaban lo de la trompa de Falopio? Pues me parece que va a ser que no. Despues de la menopausia, naranjas de la china. Díganselo al Argentino.
Pero lo del bulbo, si.
Un consejo natural: El aborto no es un acto médico, sino una barbaridad. En este tema deberiamos estar todos de acuerdo por su obviedad. Doctor, vengo a que me corte usted una mano.
-¿Está usted loco? ¿Qué está tomando?
Que no sepan comprender ésto es para decirles, ¡manda huevos!
(Que mal huelen las farmacias. Hay demasiados, demasiados, medicamentos. ¡Qué chorrada! Si separásemos los buenos del resto, podriamos reducir a un décimo el espacio. Incluso en los ambulatorios se podrian instalar máquinas expendedoras como antes se hacia con el tabaco. Y los farmacéuticos como los estanqueros, para rellenarlas.)
La fotografia que usted adjunta a este artículo contiene elementos estimulantes del deseo sexual. Fíjese en los labios, los dientes, la pastillita con el corazón, y esa muela que aparece en la parte inferior donde surge agüita cuando tomamos caramelos.
Tendremos que dar clases poéticas del fomento del deseo sin recurrir en absoluto a ninguna maldad. Belleza y bondad.
Y decir mucho, te quiero, te quiero.
¿Entendés este invento? Es facilón. (Esto no es el ¡hale, vamos a hacerlo! Brutalidades, no. Si falta el amor no hay invento).
¡Menudo golpe a la mafia! Les daremos un 10 a los policias y no les tocaremos el sueldo.