Manipulados
Me ha llegado una entrevista que me hizo el portavoz de la AHIADEC (Associació d’Higienistes i Auxiliars Dentals de Catalunya) cuando a finales del mes pasado estuve en el magnífico escenario de La Pedrera de Barcelona dando una conferencia sobre las nuevas enfermedades y el marketing del miedo. Se la resumo. Lo más destacado o que a mí me lo parece y valoro es que una asociación de profesionales sanitarios (o sanitarias pues en su mayoría son mujeres) invite a una voz crítica con todo lo que está ocureriendo en torno al sistema sanitario. No se prodigan y por ello se lo agradecí en público nada más comenzar el acto. La entrevista de Josep Lladós completa aquí.
—Los gobiernos de todo el mundo gastaron miles de millones de euros en vacunas para combatir la supuesta pandemia de gripe A. Pandemia que resultó menos dañina que la que produce el virus de la gripe estacional. ¿Es esta la mejor campaña de marketing que se puede hacer?
—Al final han muerto el 10% de personas por gripe A que el total de las personas que mueren un año normal por la gripe estacional. Creo que es el mayor escándalo sanitario mundial y de la medicina que se ha producido a lo largo de la historia de la humanidad. Una grandísima campaña de marketing del miedo montada por los laboratorios con la connivencia de las instituciones como la Organización Mundial de la Salud y con la connivencia o responsabilidad de los gobiernos que han aceptado comprar las vacunas y los antivirales.
—Cada cierto tiempo van apareciendo enfermedades locales que terminan siendo globales. Estoy hablando del virus de la gripe aviar, la enfermedad de las vacas locas, etc. ¿Es esta una táctica de la industria farmacéutica para incrementar sus beneficios?
—Sí, sí, es el fenómeno que se llama disease mongering o “invención de enfermedades”. Es un fenómeno que vemos en los últimos años por el cual se exagera la prevalencia, como hemos visto con el virus del papiloma humano o con la gripe A, de una enfermedad real para meter miedo a la población y vender esas vacunas o antivirales. También se utilizan por ejemplo factores de riesgo, como la osteoporosis o la hipertensión, y a través del marketing o de congresos médicos financiados por la industria, se cambian las tasas de afección de esos males reconceptualizándolos como enfermedades graves para administrar medicamentos superventas cuando sólo son factores de riesgo, no enfermedades. O por ejemplo, estadios naturales del ser humano como la menopausia son exagerados y conceptualizados como enfermedades para vender tratamientos que encima son peligrosos. Las condiciones humanas como la tristeza son cada día más diagnosticadas como enfermedades llamadas depresiones cuando muchas veces no son así.
—¿Cree que la población mundial está manipulada por la industria farmacéutica?
—Estamos muy manipulados por la industria farmacéutica. Pero también están muy manipulados los médicos y los gobiernos. Puede parecer conspiratorio o ciencia ficción pero es la realidad. Una realidad documentada con cientos de libros, con ejemplos concretos, con estudios científicos y estadísticos.
(…)
—La vacunas han evitado la muerte de miles de personas. Recientemente se ha descubierto la vacuna contra el cáncer de cuello de útero ¿Hay vacunas necesarias y otras que no lo son?
—Efectivamente, hay algunas que son necesarias y otras que no. Por ejemplo, la vacuna contra del papiloma humano es innecesaria. La de la gripe A era innecesaria. Podemos decir que, en general, hasta hace 20 años las vacunas han tenido más efectos beneficiosos que perjudiciales. Pero desde hace 20 años, las vacunas se han convertido en uno de los nichos de negocio más importantes para salvar la gran crisis que tiene la industria farmacéutica. Ya hay vacunas, y más que va a haber, que son auténticas creaciones mercado-técnicas donde prima más el interés económico del laboratorio que el interés por el beneficio del paciente o del ciudadano.
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—La alergia es un padecimiento que cada vez afecta a más población. Algunos estudios indican que la alergia afectará a la mitad de la población urbana dentro de 20 años, entre ellos los niños. ¿A qué se debe este crecimiento de las alergias?
—Los niveles de asma se están disparando. Todo eso tiene que ver con la gran contaminación de productos químicos tóxicos a los que estamos expuestos diariamente. Los productos de limpieza, los cosméticos, etc se está demostrando que, poco a poco, pueden ser peligrosos para la salud. Y los contaminantes que hay en el agua, en la comida, etc. Estamos viviendo una grave crisis químico-tóxica.
(…)
Más info: El libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009) profundiza en los temas tratados en esta entrevista.
Querido Vicente: “invención de enfermedades”. Por ponerte un ejemplo algo irónico te diré: Si en Cancún alguien se rompe un hueso no tienen porqué escayolarnos al resto de la humanidad, eso lo entiende todo el mundo, no tienen porqué “inventarse” o “crearnos” un hueso roto a los demás. Ya sé que un hueso roto no es contagioso. También creo, amigo Vicente, que porque Miguel Jara venga a recordar un gran escándalo mundial no tienes ningún derecho a ponerle a la misma altura que los que crearon ese escándalo, por muchos cuatrillones de euros que moviera la medicina alternativa. No es lo mismo tener miedo a una cosa que no representa ningún peligro público, o poco peligro, que tener miedo a lo que sí lo tiene, ahí está la diferencia. O sea, que creo que te estás extralimitando en tus comentarios, como por ejemplo “eres un gran impulsor de nuevas enfermedades” o “no hay consenso científico”. Quizá pienses, amigo mío, que los científicos que definieron el término Principio de precaución también estaban pagados por el lobby naturista y homeopático, o simplemente que no eran científicos. Salud y República.
Hola Vicente, soy lectora y comentarista de este blog desde que mi hija tuvo la desgracia de resultar gravemente afectada por la sinvergonzonería de vacuna que es la vacuna del papiloma. Y voy a defender a Miguel Jara. El no engaña a nadie, dice lo que sabe. Yo misma he tenido la ocasión de documentarme cientificamente sobre la vacuna y no hay datos rigurosos que demuestren su eficacia y seguridad. La vacuna se está aplicando en base a suposiciones que a lo mejor algún día realmente se comprueban pero no es el caso en la actualidad. Hoy por hoy la vacuna es sólo un puro negocio con la connivencia de la administración sanitaria, y la ciudadanía no recibe toda la información para obrar en consecuencia. M. Jara no se inventa enfermos, ni enfermedades, esos enfermos y esas enfermedades existen, aunque sean ignoradas, porque no interesa, por la denominada medicina oficial. Podrías decirme, por favor, ¿de qué modo o de qué forma a mí o a mi familia nos engaña M. Jara al hablarnos de todo lo que sabe y de lo que yo misma puedo informarme porque tengo suficiente criterio? A mi y a mi familia los que nos han engañado son los expertos profesionales y la administración sanitaria, que apoyados en su halo de saber y/o poder tienen una situación de privilegio desde la que emiten sus recomendaciones y consejos para que los ciudadanos obren sin cuestionarse nada de lo que ellos dicen. Ellos me han engañado, M. Jara, no.
Vicente: Qué comparación más desafortunada, la de M. Jara con la OMS. ¿cuales son los que tu llamas miedos de M. Jara? yo sí que veo diferencias con los que nos impone la OMS. Además, esta recomienda intervenciones que llenan los bolsillos de algunos. ¿Cuales son las que recomienda M. Jara? ¿las de no recibir vacunas que son sólo negocio y la gente conejillos de indias? ¿la de no tomar medicamentos inútiles?, pues se lo agradecemos, y mucho. Y también el consejo de abrir los ojos y ser más conscientes de nuestra salud sin intervenir en ella innecesariamente.
“es el fenómeno que se llama disease mongering o “invención de enfermedades”.
Por favor, Miguel… me gustaría que me aclararas porqué si hablamos de gripe A, vacas locas, etc. es ‘invención de enfermedades’ o marketing del miedo (definición contra la que no tengo nada en contra y de hecho considero acertada para definir lo que ha pasado) y, sin embargo, no consideras tu propio marketing del miedo. Me explico: hablas de la creación de nuevas enfermedades… ¿me puedes explicar porqué tú no te incluyes a tí mismo como creador de ‘nuevas enfermedades’? Leyendo buena parte de tus posts creo que eres un gran impulsor de nuevas enfermedades: contaminación electromagnética, síndrome químico, etc. Veo además que esas enfermedades -sobre las que no hay consenso científico– también generan su propio mercado, como puedo ver en los anuncios de tu blog: “protégete contra la contaminación electromagnética de tu móvil”, “protéjase de las radiaciones”, “medición de radiaciones”… ¿Te paga el lobby naturista y homeopático, un lobby que mueve miles de millones de euros anualmente sólo en Europa? Yo no veo ninguna diferencia entre tus miedos y los que me impone la OMS. Tú también contribuyes a crear nuevas enfermedades. Tú también utilizas el marketing del miedo. ¿O si lo utilizas tú, es bueno y comprometido (aunque no lo hayas demostrado) y si lo hace la OMS es malo y está pagado por el coco farmeceutico?
Vicente lo primero recordar, y ya van unas cuantas veces que lo he hecho, que para hacer acusaciones hacia otras personas hay que dar la cara, no vale con seudónimo que oculta la identidad (si cabe más cuando el aludido sí da la cara con foto incluida además de nombre y apellido).
Lo segundo, y también suele ocurrir, está claro que no se ha leído mi último libro La salud que viene que explica con claridad cuales son esas nuevas enfermedades y porqué, y en su segunda parte cuales son las enfermedades “inventadas” y porqué. También explica qué es el marketing del miedo. Considero que informar sobre la aparición de nuevas enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental es un objetivo periodístico que no tiene nada que ver con el marketing del miedo, aunque esas informaciones puedan crear temor o intranquilidad entre quienes las leemos, claro, agradables no son desde luego. Informar sobre ellas es ayudar a enfrentarlas y algún día superarlas. No informar sobre ellas contribuiría a su reproducción.
Lo del “consenso científico” no lo encontrará en nada que ponga en cuestión a poderes establecidos y negocios bien montados a costa de la salud de las personas. Hemos tratado aquí con profusión que esta es una táctica esencial de los lobbies industriales en la actualidad: crear confusión a través de estudios científicos pagados por esos intereses.
Sobre la generación de “mercados” (generalmente personas que necesitan algo) en este caso todo daño a la salud que sufrimos genera un “mercado” si así lo ve, claro, si enfermamos tenemos la necesidad de comprender, prevenir y tratar esa enfermedad. Pero hombre, supongo que somos algo más que mercado ¿no?
Me alegro que saque el tema de la publicidad en mi blog. Por seguir el orden de sus preguntas. No, no “me paga” el “lobby naturista y homeopático”. Para financiar la producción del blog se alquilan espacios publicitarios a personas o entidades que concuerdan con nuestra ética y principios. Algo que nos planteamos desde el comienzo es hacer viable económicamente este trabajo. Para ello de momento hemos recurrido a la publicidad y la venta de libros a través de este espacio (hay más ideas y espero que en breve las pongamos en marcha). Pero no queremos que en nuestro blog entre cualquier publicidad, queremos que esta no choque con nuestros principios y así es. Tenemos muy claro qué es lo que no va a anunciarse en nuestro blog y a la hora de acudir a posibles anunciantes prima su acercamiento a nuestras posturas, a nuestra manera de entender el mundo y de actuar. Así además ofrecemos a los lectores un valor añadido: Puede leer una información interesante, algo que te afecta y puedes encontrar productos o servicios que te sean útiles. Los servicios de un abogado o una editorial en la línea del blog, alguien que mide radiaciones o que ofrece productos para combatir la contaminación electromagnética, incluso que vende productos como la funda E-Wall que utilizamos por su gran eficacia o productos y servicios medicinales que conocemos y/o usamos.
Espero haber respondido a sus inquietudes y no olvide identificarse la próxima vez pues no podré publicar su comentario.
Enhorabuena por este contundente artículo.
Ya sabíamos hace años que nos iban a inundar con vacunas cuando se fueran acabando las patentes de los antibióticos.
El problema en medicina son las patentes y que los médicos no nos informamos, hacemos más caso a la tele y a la propaganda que nos traen los laboratorios que a los libros y documentos serios que “deberíamos” seleccionar nosotros “negándonos” a que nos los suministren personas con intereses económicos (representantes). Es que esto es de sentido común más ahora que sabemos que no han actuado éticamente. Por poner un símil las patentes son a la medicina como los paraisos fiscales son a la economía. Sin ellos el chollo se acabaría instantáneamente, pero siguen existiendo porque los poderosos los necesitan.
Pero bueno, parece que nos vamos enterando “muy poco a poco”.
Por la conciencia.