Laboratorio de médicos, mi nuevo libro
Bueno pues por fin está listo mi próximo libro. Hasta el día 14 de abril no estará oficialmente en las librerías pero ya es realidad. Se llama Laboratorio de médicos. Viaje al interior de la medicina y la industria farmacéutica y vuelvo a publicar con la editorial Península, la misma de La salud que viene. El libro se centra en cómo en el ámbito sanitario se ha institucionalizado la compra de voluntades. Un periodista investiga la corrupción de numerosos doctores a manos de la industria de la salud y la enfermedad. En su camino encuentra a Nikita, una visitadora médica enfrentada al laboratorio farmacéutico que la tiene contratada porque intentan que soborne a los facultativos; que compre las recetas. Con la ayuda de otros visitadores en situación similar —y apoyándose en una rigurosa documentación— la obra viaja al corazón del sistema médico y farmacéutico.
Tras escribir tres ensayos, con diferentes características pero que abordan en profundidad, de manera integral, diversos grandes temas, me apetecía ofrecer un cambio de estilo; tratar un asunto concreto, realizar una investigación profunda y de larga duración sobre él pero explorando también su lado narrativo. He concebido esta trepidante investigación que radiografía el mapa del soborno sanitario como un ejercicio de periodismo narrativo. Los efectos secundarios del tráfico de recetas quiebran la salud de la población. Las administraciones se arruinan mientras lo consienten y Laboratorio de médicos es un recorrido por el delgado filo de la cuchilla que amenaza con rasgar la Medicina. Muchos médicos se han situado en los límites de la Ley y otros luchan por recuperar la ética perdida.
En próximos días, hasta el día 14 para que vayan haciendo boca, iremos ofreciendo algunos datos y muestras del libro. De momento pueden leer el primer capítulo a modo de introducción o escuchar la entrevista que ayer me hizo Toni Garrido en su espacio Asuntos propios, de Radio Nacional de España.
Juanjo, no te enfades. Desde luego en mi caso no concluyo que la labor que tu realizas, la tuya en particular, sea despreciable y no aporte nada. El interés que has mostrado escribiendo en este blog sin insultar ya dice mucho de tu talante. Gracias por tu contribución, el sistema sanitario seguro que necesita de más visitadores como tú, con tu perfil y tu motivación.
Juanjo, nadie duda de tu honestidad en el trabajo, y seguro que no eres el único. Yo solo comento mi experiencia de 30 años de médico psiquiatra y la relación con los “visitadores”. El tema del desconocimiento del precio de los fármacos es vox populi, de otro modo, cómo es posible que se receten algunos fármacos tan innecesariamente caros? Espero que vuelvas a comentar y que no te ofendas, son intercambios de opiniones y de ideas nada más! Saludos.
Juanjo, no dudo que tú te hayas dejado la piel entregando estudios, artículos publicados en revistas de prestigio y haciendo tu trabajo lo mejor que sabías y podías. En mi caso, también hice lo mejor que sabía con los medios que tenía, y no siempre tenía algo interesante que contar ni material de calidad que entregar. No obstante, me temo que como al resto de profesionales no te van a valorar ni van a medir tu productividad por esa profesionalidad que no dudo que tienes, sino como nos cuentas por las ventas de los fármacos que promocionas. Imagínate que los médicos de la Seguridad Social cobran por cada visita o por cada cartilla y su productividad se mide por los resultados económicos, independientemente de la repercusión de su trabajo en la salud de sus pacientes.
Por otro lado, no tienes por qué sentirte aludido porque lo que se está denunciando en este medio son las prácticas de un subcolectivo, pero que se han permitido tácitamente por “el resto de visitadores”. Es curioso que una de las normas no escritas en la visita médica era que el número de visitadores por centro de salud no excediera de un límite algo superior a la normativa establecida, sin embargo callaban aun conociendo las prácticas no éticas de la competencia.
Y no te engañes, la mayoría de las personas que escribimos hemos formado parte de la visita médica, en uno u otro rol. El resto son espectadores, pero tienen en juego su dinero y, sobre todo, su salud.
Juanjo, cuando dices que información científica que proporcionan los visitadores es actualizada, creíble, inmediata, rigurosa, avalada por la evidencia… permíteme que dude.
Dudo de que los estudios clínicos, solo por ser estudios y científicos tengan presunción de verdad o presunción de que contienen toda la información necesaria.
John P. A. Ioannidis, MD; Joseph Lau, MD
Completeness of Safety Reporting in Randomized Trials (2001)
http://jama.ama-assn.org/content/285/4/437.full.pdf+html
Conclusiones: “La calidad y cantidad de los informes de seguridad varía en los diferentes ámbitos de la medicina, los diseños de estudio, y la configuración, pero son muy insuficientes. Las normas actuales para la seguridad de información en los ensayos aleatorios debe ser revisada para hacer frente a esta insuficiencia.”
Me parece una gran aportación la de Carlos a la discusión general: “….el profesional no está muy al tanto del precio de lo que prescribe y los pacientes lo reciben gratuítamente…”, aunque eso sea otro tema. Creo que la literatura de presentación que he llevado siempre incluye el precio del fármaco en cuestión, al menos, para no fallar, casi siempre. Me he dejado la piel entregando estudios a todos los médicos de mi zona, revisiones de estudios, conclusiones y metaestudios, la mayoría no hechos por mi laboratorio, sino publicados en revistas de reconocido prestigio científico y con la consiguiente declaración de conflicto de intereses… y, por supuesto, todo para que se venda mi fármaco y no el de la competencia, faltaría más….pero bueno, parece que todo mi/nuestro trabajo ha sido en balde: personas que no han visto nunca una visita médica real se precian de saber qué pasa en ella, qué información se entrega, cuál es la aceptación del médico, y además concluyen que es despreciable y no aporta valor alguno. Perfecto. Acabo mis comentarios aquí. Gracias a todos por leerme y saludos.
Juanjo, tu dices algo muy interesante y que parece que nadie cuestiona, quizás por esto de la suspensión del juicio crítico frente al “discurso” del visitador y es: “Y la profesión de Delegado de Visita Médica, al contrario de lo que tú dices, tiene una gran credibilidad, dado que la información científica que proporcionamos (actualizada, creíble, inmediata, rigurosa, avalada por la evidencia, …..) es de gran ayuda para los profesionales sanitarios, por mucho que te cueste creerlo”. ¿De verdad tú crees que es tan “creible y rigurosa” “avalada por la evidencia“? Que evidencias pregunto? Las que nos informa el visitador? La ayuda como tú dices a los profesionales sanitarios es una simple inducción a prescribir determinado fármaco ante determinados síntomas. Rápido y sencillo Dr. Usted no piense, automatice prescripciones que nosotros, los visitadores, avalamos su conducta (detrás está el gran laboratorio con todo su peso simbólico). Se suspende el juicio crítico como cuando te sientas frente al televisor. Ese es el gran peligro, sumado a que tengo entendido, el profesional no está muy al tanto del precio de lo que prescribe y los pacientes lo reciben gratuitamente. Una verdadera bomba de tiempo. Saludos.
Juanjo, dices “la información científica que proporcionamos (actualizada, creíble, inmediata, rigurosa, avalada por la evidencia”). No dudo de que en tu caso sea así pero, ¿estás seguro que esa es la tónica general? Además ¿a qué llamas tú información científica, avalada por la evidencia? Sabes perfectamente que en los últimos años apenas hay investigación independiente sobre medicamentos y que en general se ocultan datos negativos y se exageran los positivos. Lamentablemente luego ocurre lo que ocurre, medicamentos comercializados de manera rápida que causan graves efectos secundarios incluso muertes, sin aportar mejora real sobre otros medicamentos ya existentes, y que han de ser retirados después. Ejemplos de estos hay unos cuantos y no debemos permitir que se acostumbren a ello los laboratorios farmaceuticos. En muchos casos estos laboratorios para realizar los estudios sobre un medicamento reclutan a investigadores expertos en el campo de que se trate, investigadores en apariencia independientes, pero sólo en apariencia.
Gracias Miguel y gracias a Nikita y a los que han colaborado en que este libro sea posible. Gente como tu es muy necesaria y mas en estos tiempos en que, nos “desahogamos” con los amigos y criticamos todo lo que se “menea”, no tenemos el valor de dar la cara y sí criticamos publicamente al que la da, eso si, despues de las denuncias mediáticas, nos beneficiamos todos…
Gracias Miguel de nuevo.
Si relees mi escrito me refiero a abolir el tarugueo no solo de derecho (código penal) sino de hecho porque todavía se sigue tarugueando aunque se justifique con soportes aceptados por los códigos éticos; en el libro se explica cómo burlar el código ético sin ningún tipo de problema.
Yo no estoy de acuerdo en la credibilidad científica del visitador médico, especialmente del de atención primaria, que trabaja en condiciones precarias y en la mayoría de los casos ofrece un pichigüili y una literatura que acaba en la papelera seguramente ubicada allí con esta finalidad. Y además de mi opinión, basada en una dilatada experiencia, me remito a los estudios que se han publicado donde se sondea la opinión de los médicos sobre la visita médica.
Te dejo una publicación virtual que recoge la opinión de un médico sobre la visita médica. En la red puedes encontrar cientos de opiniones similares, y en la calle también. Supongo que los médicos que reciben y que he de admitir que son la inmensa mayoría, tendrá razones para apoyar la actual visita médica aunque no sean tan explícitos a la hora de manifestar qué beneficios científicos les aportan los visitadores médicos con los que interactúan a diario. Sinceramente, me gustaría conocer sus opiniones.
Quizá en los hospitales la calidad de la información es mayor o quizá no. Aquí dejo un testimonio de un médico residente, que no quiere decir que sea la opinión de todos los médicos del mundo mundial, pero refleja fielmente lo que podría ser un encuentro entre un visitador y un médico, que se encuentra publicado en:
http://proyectoindustriafarmaceutica.wordpress.com/2010/06/29/%C2%BFtampoco-escribes/
“Ayer en el rotatorio volví a cruzarme con una visitadora. En el poco tiempo que llevo trabajando he perfeccionado la técnica rápida para evadir la visita, la información, y para rechazar material variado. He aprendido a enseñar una sonrisa al mismo tiempo que agradezco cualquier gesto y explico que preferiría no aceptar el regalo “X”.
A la mitad de la visita (hacia el adjunto de turno), la delegada sacó unos panfletos de su producto, que rechacé con cariño ante su mirada sorprendida.
Al poco se sacó unos bolígrafos preciosos, de formas y colores llamativos. Repartió unos pocos al adjunto, la auxiliar, la otra residente; tras lo que me miró y me preguntó: ¿tampoco escribes?
“Amiga delegada, poco, pero escribo mujer. Y estudio. Y viajo. Y prescribo. Pero intento hacerlo bien. Tú me disculpas.”
Imagino que había olvidado las lecciones que le dieron hace meses sobre cómo actuar en estas situaciones. Me dió al poco dos besos como al resto del personal y se fue como vino.
Estas semanas andamos ocupados matizando el protocolo y haciendo fundraising. Probablemente más por ponernos a prueba e intentar perfeccionar el proyecto, que porque sea realmente necesario”.
Nikita, no hay que abolir ningún método, el “tarugueo” a médicos es, aparte de una mala práctica, un delito de soborno a funcionario público, y está tipificado y castigado en nuestro Código Penal, no hay que regularlo más. Y la profesión de Delegado de Visita Médica, al contrario de lo que tú dices, tiene una gran credibilidad, dado que la información científica que proporcionamos (actualizada, creíble, inmediata, rigurosa, avalada por la evidencia, …..) es de gran ayuda para los profesionales sanitarios, por mucho que te cueste creerlo.
Enhorabuena Miguel por tu nuevo libro. Estoy ilusionado ya en comprarlo. Seguro que es riguroso, ameno y muy útil como los tres anteriores. Gracias por tu enorme esfuerzo en la construcción de una sociedad más consciente, sana y justa. Un afectuoso saludo.
Felicidades por este nuevo libro, seguro que será muy bueno, tus anteriores trabajos así lo demuestran.
Quiero tenerlo en mi manos lo antes posible.
Un abrazo.
Dori.
Yo soy victima de estos efectos secundarios, y me han arruinado la vida.
Felicidades por este libro! Si es la mitad de bueno que tus otros libros, será genial. Tenemos muchas ganas de leerlo.
Clara Valverde
Liga SFC
Estoy de acuerdo con los que defienden a los profesionales del sector farmacéutico. Corruptos hay en todas partes y la ley debe perseguirlos, médicos, visitadores médicos y laboratorios en su inmensa mayoría cumplen con la normativa legal. Unos con más ética que otros, cumplen con su profesión.
El problema es el SISTEMA configurado para atender la salud. Como dice Richards J. Roberts, “la investigación en salud no debe depender solo de la rentabilidad económica”… “Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas“…
http://hemeroteca-paginas.lavanguardia.es/LVE05/PUB/2007/07/27/LVG200707270641LB.pdf
Creo que debería redefinirse la profesión de visitador médico y adaptar el entorno sanitario a la misma, aunque para ello hay que demostrar que se aporta valor añadido a la salud de los ciudadanos a través de los profesionales sanitarios. Un informador técnico sanitario no puede transmitir información científica de calidad en el hall de un centro de salud ni en los pasillos de un hospital, menos aun en la cafetería enfrente, teniendo para ello un par de minutos con suerte y un interlocutor desmotivado y/o saturado de mensajes científicos anodinos en muchos casos y sin interés especial en que se le recuerde una marca comercial. Para este tipo de tareas creo que la formación universitaria científica de los visitadores es decorativa. Por ello, creo que debería empezarse por aquí: menos frecuencia (parte comercial) y más calidad (parte científica). Me consta que existen profesionales cada vez más formados en el sector, con ganas de que este escenario cambie, y apuesto personalmente porque así será, pero para ello debe existir un convencimiento de que es necesario el cambio en todas las esferas de las organizaciones, y especialmente en los mandos intermedios.
Si se permite que haya vendedores médicos debería definirse la profesión como tal, al igual que ocurre en países como Argentina donde existe la figura del Agente de Propaganda Médica. El problema es que no se permitiría que los centros sanitarios estuvieran saturados de vendedores a funcionarios, independientemente de que se utilizara el tarugueo como arma de venta.
Espero que este libro contribuya no solo a que se abola, de hecho no solo de derecho, un método que ha sido lamentablemente frecuente en este sector, guste o no guste. Asimismo, a que se dignifique y se redefina esta profesión ambigua que no tiene demasiada credibilidad en el escenario sanitario, independientemente de la preparación y formación de muchos profesionales.
Escuché la entrevista que te hizo Tony en Asuntos Propios y por eso escribí sobre ti en mi blog. Creo que es muy valiente lo que haces y escribes. Te animo a continuar con tu trabajo y dedicación. Como periodista de provincias, donde el mundo es mucho más pequeño, siento la dificultad de ejercer esta profesión de manera cotidiana. Agradezco tu comentario a mi artículo y lo positivo que destilan tus palabras. Gracias y buena suerte!
Entiendo perfectamente el comentario de Nikita, puesto que parece que es coautor o algo similar en el libro que nos ocupa. Como ya he escrito, corrupciones y corruptelas hay en todos los ámbitos de esta vida, e incluso algunos hacen de ello su “modus vivendi”, como todos los que llevamos un tiempo en la profesión sabemos. El medical liaisons es un gran puesto, fantástico, pero no operativo aún en España, dado que su cobertura está centrada sólo en los líderes de opinión, ni mucho menos en todos los médicos, con lo cual sigue dependiendo del trabajo de otros, la fuerza de ventas, los delegados, llámalo como quieras.
Ahora bien, también sabemos que la generalización que se está haciendo, y la demonización de los delegados que conlleva, es tan negativa que hace que se produzcan muchos entorpecimientos a nuestra labor diaria. Me consta que hay cientos, miles de compañeros que no contamos con medios para “tarugear”, que lo tenemos absolutamente prohibido, y que realizamos nuestro trabajo diariamente con altas dosis de profesionalidad, que constantemente estamos estudiando y actualizándonos para ofrecer la última y mejor información al médico que visitan, e incluso, pásmense, conozco médicos, también cientos, que ante el torpe intento de soborno de alguno, le han rogado (…) que no volviera más por su consulta.
Si la corruptela y el “tarugeo” fuera la norma, habría miles de denuncias y sentencias, seguro. Si fuera así, no habría tantos licenciados en la profesión, ni tantas horas de trabajo y estudio. Si fuera así habitualmente, para qué necesitan profesionales formados, cualificados, experimentados, con ilusión por su trabajo, bien pagados (bueno….), si cualquiera con una cartera llena de billetes hace que sus fármacos se prescriban?? Sería necesario entonces contar con estos profesionales?? Creo que no.
Por otro lado, no se olviden que trabajamos para empresas (TODOS), que necesitan rentabilidad (TODAS), y que han de vender sus productos y/o servicios (TODAS). Debemos hacer que nuestros productos sean prescritos y, para eso, y sin comprar voluntades con un dinero que no hay desde hace mucho mucho tiempo, hay que ser profesionales, con todo lo que ello implica. Y somos una amplia mayoría.
Como siempre creo que en este tema no existe la verdad absoluta.
Por supuesto creo en la corrupción de la industria famaceútica ya que mueve miles de millones al año.
Pero también creo que habrá laboratorios, investigadores que si inventiguen en pro de la salud.
La Profesión de Visitador Médico está evolucionando a pasos agigantados. Se está disminuyendo su número y cada vez son personas con mayor formación académica. Por supuesto van a visitar al médico para informarle, formarle y dentro de sus funciones está fomentar la prescripción de sus productos pero siempre teniendo como base una argumentación; no sobornos.
Vuelvo a reiterarme, no creo que haya una verdad absoluta y al igual que la mayoría que realizamos este trabajo somos personas éticas también las habrá corruptas. Sólo pido que no se juzgue a un colectivo profesional por unos pocos.
Juanjo, cuando leas el libro comprobarás que no gira en torno a un único testimonio de una persona resentida y despedida (según tú), sino que son varias historias que tienen un único denominador común que no voy a desvelar en este comentario.
Me consta que son muchos los profesionales que abogan desde hace algún tiempo por sustituir al visitador-repartidor de pizzas por la figura del medical liaisons pero para ello hay que luchar para que haya tolerancia cero con el tarugueo. Es la asignatura pendiente del colectivo, de la patronal del sector y de la Administración que no se aprueba con un código ético sin ningún tipo de credibilidad por su vulnerabilidad y falta de control.
Entiendo que a los visitadores que se identifiquen con el submundo de los trapicheos, les moleste que se hable libremente de este tema tabú que ha sido el tarugueo y su modus vivendi. Lo que tengo claro es que de los 20.000 visitadores, habrá muchos también que habrán sufrido en sus carnes las consecuencias de las competencia desleal de los que se saltan las normas y los principios éticos o tener que realizar acciones en contra de su moral como alternativa al despido, el acoso o el abandono voluntario de su empresa, que para el caso es lo mismo.
Miguel, en Argentina a los visitadores médicos se los llama, oficialmente, APM (Agentes de Propaganda Médica). Hace años que se dejó la ambigua?, visitadores médicos. Son descarados agentes de propaganda de los laboratorios, están muy bien pagados y reciben premios si las ventas mejoran por su gestión. Más claro, échale agua.
Para redondear un poco la idea del “visitador médico” según parece es la práctica, sería alguien que nos viene a conversar un poco de ésto, un poquitín de aquello otro, y al pasar, bueno, nos recomienda una buena película para que alquilemos en el fin de semana.
En Argentina, el APM, también conocido cómo “el valija”, porque acude con un tremendo valijón lleno de folletos impresos en papel de lujo, muestras profesionales o muestras gratis, que el médico le ha solicitado para su uso personal o para una tía pobre. Luego, se trata de un agente de propaganda del laboratorio que se mete en nuestra consulta para señalar la bondad de tal o cual producto. Cómo en la tele, pero en nuestra consulta… se entiende? Suspendemos el juicio crítico y… compramos!! Saludos.
Aunque podría ser objeto de debate, podemos afirmar que en líneas generales los laboratorios son proveedores de fármacos que mejoran la salud de las personas, aunque excepciones lamentablemente no hay pocas. Y porque consideramos que son algo bueno para nuestra salud y confiamos en la objetividad de los médicos, los ciudadanos pagamos por estas sustancias, directa o indirectamente.
En lo que no puedo estar de acuerdo es en la función que aparentan los laboratorios en cuanto información/formación, a través de los informadores técnicos sanitarios, y que no es tal. Los congresos, los estudios…, serían algo bueno si no tuvieran como objetivo principal incrementar las ventas y sus cuentas de resultados, si estuvieran enfocados exclusivamente a la salud de los pacientes; el beneficio en la salud se transformaría igual en beneficio económico, aunque el proceso sería más lento posiblemente. En este contexto, los soldados camuflados para llevar a cabo esta misión son visitadores médicos que no se valen precisamente siempre de ciencia para convencer a los médicos de los beneficios de su prescripción.
Me temo que contar la realidad de la visita médica tiene irremediablemente que pasar por demonizar a los laboratorios que no han jugado o juegan limpio ante la pasividad del resto y de la Administración.
Mire usted, corruptos hay en todas las profesiones, incluido periodismo y medios de comunicacion en general. Los laboratorios no son ONG´s, pero tampoco son mafias….y si muchos creen que esto es asi tambien podemos acusar a empresas de alimentacion de envenenarnos con los aditivos, grasas trans, alimentos modificados geneticamente o pseudoalimentos supuestamente milagrosos. La leyenda urbana de regalos e incentivos tiene una cierta base historica, pero pertenece al pasado. Hoy, los corruptos en este sentido son una minoria, el codigo etico de la industria es uno de los mas estrictos y regulados, no podemos ni regalar un fonendo. En todo caso seria una guerra comercial de marcas, no de productos tan diferentes para el paciente.
Si investigase usted la verdad sobre los genericos y la propaganda de la Administracion se llevaria mas de una sorpresa. Y esos no invierten en I+D. Trabajo en una gran empresa nacional, que en los ultimos 10 años ha invertido mas de 500 millones de euros en I+D. Ningun sector, salvo el aeroespacial, invierte y lidera la investigacion como el farmaceutico. Que en los medios se nos trate como a narcos, mafiosos y corruptos me parece una verguenza, pues es insultar a la mayoria del colectivo y lo peor es poner a la opinion publica en contra nuestra.
Lo que he leido del libro me ha gustado, también oi la entrevista y se me ocurre que a la pregunta que te hicieron sobre lo que “hacen de bueno los laboratorios por nosotros” yo hubiese respondido: investigan sobre todo lo que les puede proporcionar dinero, no sobre enfermedades que puedan matar a millones si estas personas tienen la mala suerte de nacer en el llamado tercer mundo por ejemplo o simplemente no tienen dinero, tambien investigan el modo de cronificar enfermedades porque eso les asegura una ingente cantidad de ingresos durante muchos años y por supuesto mantienen informados de los estudios que realizan a los profesionales en congresos para su “formación” donde se expone lo que les interesa publicitar a estas “industrias” y donde por supuesto no se puede contrastar información de modo independiente, pero eso si, los restaurantes y hoteles son de lujo… Seguro que me dejo algo, pero bueno, es solo una modesta opinión personal que por cierto coincide en algunos puntos con, por ejemplo, este señor: Richard Roberts premio Nobel de Medicina de 1993. Si os interesa ver la entrevista: http://pijamasurf.com/2011/02/premio-nobel-de-medicina-farmaceuticas-bloquean-farmacos-que-curan-porque-no-son-rentables/
Conmovedor y desgarrador, el periodista se plantea hablar de una profesión con más de 20.000 personas trabajando y pone como testimonio representativo el de una persona que desgraciadamente ha sido despedida y resentida, habla sobre los corruptos mandatos de su empresa… bien. Creo que hablar del colectivo de visitadores médicos y su mala praxis habitual es, cuanto menos, una generalización interesada, porque ahora “vende”. Creo que hablar de mala praxis habitual es, cuanto menos, comprometer a las personas con su trabajo diario y su relación con los legos en la materia. Creo que hablar de mala praxis habitual es hablar también de mala praxis habitual de los médicos, que se dejan “sobornar”. Y creo que es la realidad novelada para que se vendan libros, al modo tradicional: se recoge un suceso y se buscan supuestos testigos, se exagera y magnifica, y se hace una novela. No creo que sea periodismo de investigación al más puro estilo, y lo de no dar nombres de las personas, pero sí de los laboratorios a los que supuestamente representan esas personas, pues…. Que hay corruptos?, como en todos los sectores de todo el mundo entero. Que hay empresas que lo fomentan?, como en todos los sectores del mundo. Que hay falta de ética, añado, en algunos profesionales?, como en todos los profesionales del mundo. Taxistas y arquitectos, albañiles y jueces, fontaneros y abogados del estado, peones de albañil e ingenieros de caminos…….. visitadores médicos y periodistas….. No nos condenen a todos por igual, pues es totalmente injusto. Y hablen de casos probados, documentados, juzgados y condenados, por favor.
Desconozco todavía lógicamente el contenido de tu libro, pero si he escuchado que te han preguntado “qué hacen los laboratorios de bueno por nosotros?”. Una buena respuesta habría sido que investigan, mantienen informados de estudios, realizan congresos para la formación de médicos…
Solo espero que tu libro contemple también estas cosas y no sea fruto de querer demonizar a la industria farmacéutica.
Miguel, tocayo, entiendo tu sentir. Es cierto qie investigan pero habría que matizar; investigan (y perdón por explicarme escribiendo en general) por intereses de mercado no por intereses sociales o necesidades sociales. Es decir, los intereses de la sociedad en temas de salud y los de los grandes laboratorios farmacéuticos van por caminos diferentes, es más, están enfrentados. Sobre los estudios, lee por favor todo lo que se ha publicado en los últimos años en revistas de primera línea sobre la manipulación de los mismos, por favor, cambirás de opinión. Lo de los congresos queda claro en este libro.
Creo que te va a gustar el libro, cuando lo leas me comentas (lo digo en serio, por si queda claro).
Un saludo cordial.
Me parece perfecto que se escriban libros relacionados con la corrupción que reina en este país y más si hay un gran proceso de investigación detrás.
El tema me parece un poco oportunista ya que se sabe que la profesión de Visitador Médico está pasando por la peor época desde sus comienzos.
Por supuesto que habrá visitadores, médicos, laboratorios farmaceúticos corruptos pero no creo que por ello se tenga que dar por hecho que todos lo son.
Es mi humilde opinión.
Eva si atraviesa esa peor época, que no soy consciente de ello, quizá es porque la sociedad se da cuenta de para qué utilizan los laboratorios a los visitadores y ya ni ellos mismos están convencidos de su labor y prefieren utilizar otras estrategias de venta.
No hace falta que diga que no doy por hecho que todos lo son, cuando leas el libro verás cómo muchos visitadores han participado en él con variados grados de compromiso, algunos totalmente comprometidos con la verdad y con la ética. Sin ellos no hubiera sido posible el libro. Y lo mismo digo de los médicos e incluso hay algún laboratorio “limpio” que aparece en sus páginas.
He leído el entrante que nos has dejado del libro y realmente engancha.
Destaco dos trocitos que me han llegado y que te agradezco:
Ilusión por ver que el compromiso con los valores
humanos tiene sus efectos colaterales positivos en la población.
Y sí, también quería conocer el rostro humano de la decadencia,
sus gestos de compasión y hasta de ternura, su capacidad
de rebeldía y de creación de universos paralelos, de producir
el germen de la esperanza. Todo ello es lo que descubrí
y es lo que voy contarles en las próximas páginas.
Muy buena idea la de novelar la realidad, se hace mucho mas ameno, suerte con el libro!
Muy buena la entrevista, un poco corta, pero ya se sabe el tiempo de la radio es así.
Tienes razón cuando dices que tenemos que desandar lo andado, me ha venido una imagen: el ordenador, cuando se estropea y lo tienes que poner en una fecha para volver donde estaba. Me pregunto cuál sería esa fecha, a qué punto tendríamos que volver, hace tanto que nos hemos acostumbrado a la falta de ética.