Un médico ejemplar
Anoche me escribió desde Argentina un médico, Carlos A. M., que cuenta con más de 30 años de experiencia en el sistema santario de su país. Médico psiquiatra y desde hace 12 años, homeópata, me envió un enlace interesante. Es la historia cotidiana de decepción y sentimiento de derrota de otro médico, esta vez español. No le conocía, y sigo sin conocerle, pese a lo cerca que lo tengo. Cerca en el sentido físico del término, cerca porque internet nos junta un poquito a todos en la distancia y cerca porque buena parte de mis ideas son las suyas. Me refiero a Salvador Casado, que hasta ayer era el director de uno de los centros de salud de Collado Villalba, en la sierra madrileña, y que ha presentado su dimisión. Su carta, publicada en el blog del autor, es un compendio de honestidad y compromiso socal; un ejemplo en días de pan y circo para todos, por las buenas o por las malas, por ello se la resumo:
Hoy he presentado mi dimisión como director del centro de salud de Collado Villalba. Les comparto mis razones:
1. Por no estar de acuerdo con la gestión de la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid. Con centros de salud cada vez más sobrecargados, deteriorados y poco valorados por la Consejería de Sanidad.
2. Por no estar de acuerdo con que los pediatras de mi centro tengan 1.600 niños cada uno y los médicos de familia más de 2.000 pacientes, con altas presiones asistenciales (cuando en otras comunidades como la Rioja tienen 1.500 de máximo o en otras zonas de Madrid 1.400). No es justo ni para los profesionales sanitarios ni para los ciudadanos.
4. Por que es imposible atender a 2.226 pacientes (según mi nómina de marzo) y a la vez dirigir un equipo de más de 40 personas, responder las reclamaciones que se presentan en el centro, acudir a una reunión cada dos semanas (en ocasiones a 50 km), resolver cuestiones administrativas del centro, solucionar la gestión de personal, las ausencias, los repartos, doblajes… y otras muchas cuestiones.
Siento que he fracasado en mi intento de coordinar a un grupo de profesionales y crear equipo, pero en la actual coyuntura me temo que no ha sido posible hacerlo mejor. Al mismo tiempo agradezco la simpatía y la confianza de mis compañeros que me han apoyado en estos tres años. Lo mejor de la Atención Primaria siguen siendo los compañeros de asistencia que, codo con codo, tratan de dar lo mejor de sí mismos cada dia.
Dr. Salvador Casado: El tiempo lo cura, lo olvida todo. Espero sinceramente que el tiempo le ayude a cerrar sus heridas. Deseo que las conciencias de los perversos les sigan pasando recibo a pesar del tiempo.
Mi solidariad y apoyo a tí pasado el tiempo, eres un grande.
Doctor, no es usted el que ha fracasado, el que ha fracasado es el sistema sanitario.
Es una auténtica pena que gente como este médico tengan que abandonar por la falta de medios en que se haya. Gracias, no obstante por compartir esa decepción con nosotros, pues es bueno conocer la “Sanidad” en la que estamos envueltos.
Dr. Salvador Casado, pocas defensas ajenas precisa, ya se encarga Ud. -con buen criterio- de meter las cabras al corral a quien corresponde.
Resulta doloroso y patético constatar como le ponen contra la pared -esto es así, porque lo digo yo-.
Tiene redaños, así lo ha demostrado dimitiendo. A cualquier precio…
Felicitarle por la forma en como ha desarrollado su tormenta de ideas: Con honestidad, de manera consecuente y razonada -el planing de carga de trabajo, comparativo, habla por si mismo-
Un ejemplo a seguir por los cobardes, aquellos pobres hombres que se allanan, que incan sus rodillas ante la jerarquía de forma vil, sabiendo a priori que es imposible sacar adelante, con un mínimo decoro, la labor encomendada.
Ánimo y suerte, que te la mereces.
Pues A VER SI LE LLEGA ESTA CARTA A ESPERANZA AGUIRRE, que en sus visitas a los hospitales va diciendo (como si ningún cargo político tuviera, y propio de cualquier vecina de barrio) “pero que bonito, pero que bonito!!!”, tendría que darnos vergüenza tener a una dirigente que se permita emitir semejantes palabras delante de las cámaras, en lugar de hablar de las instalaciones, los servicios, el personal, cualquier cosa pero con propiedad, no como si fuese una vecina del barrio. Es patético el nivelazo cultural que estamos alcanzando con semejante partido de rancios y pretenciosos.
Esta carta deben hacérsela llegar a esta señora. Gracias.
La lástima es que esto no sirva para hacer reflexionar al sistema sanitario, este doctor es muy honrado, pero seguro que alguien se ha puesto feliz de poder ocupar el sitio que ha dejado. Si todos los médicos fueran tan comprometidos se haría unión en el trabajo entre pacientes y médicos, se podrían proponer soluciones para el bienestar de todos. Aquí ni los sindicatos ni nadie más se moja, es curioso ¿no? Qué mundo estamos creando que estos ejemplos nos resultan extraños por inhabituales.
Me veo totalmente reflejada. En Cataluña pasa igual, al esfuerzo que estamos haciendo hay que añadir la anulación de personal suplente para bajas y demás incidencias y por último se cierne sobre nosotros el agravante de los futuros recortes anunciados. La capacidad y la calidad asistencial caerán en picado por no hablar del estrés laboral de los profesionales, todos los sanitarios en general. La palabra crisis se utiliza muy a la ligera para tomar decisiones injustas porqué diariamente vemos otros gastos que no se recortan…
Me viene a la mente una palabra en desuso: DIGNIDAD Por estos lares se usa bastante más de lo habitual.