Espacios "libres" de niños
Que la sociedad no está hecha para los niños es evidente. Para muestra un botón: Primeros restaurantes libres de ‘niños’ en Bilbao. Pero si no está hecha para niños ¿para quién está hecha la sociedad? porque todos hemos pasado por el estadio de niño. Como argumenta mi amiga Patricia, que ha escrito una entrada en su blog al respecto, tendemos a echar la culpa de todo a los otros sólo que en este caso además los otros no tiene capacidad de defenderse o de responder por ellos mismos. Ni siquiera creo que entiendan en muchos casos que pueden estar molestando.
De esta información me llama la atención dos cosas:
-Quien regenta el restaurante es mujer ¿madre tal vez?
-Que se prohíbe entrar a los niños incluso acompañados de adultos lo que quiere decir o que en definitiva la dueña no le gustan los niños, sin más o que no se fía de ningún progenitor ¿tendría madre o al menos padre esta persona?
La decisión de la empresaria es el legal en nombre del derecho de admisión pero de todos modos no merece la pena ponerse a discutir sobre ello, te buscas un bar en el que no esté permitido que entren los dueños de locales que prohíban la entrada a menores aún acompañados de adultos y ya está.
Lo que no quería pasar por alto son los comentarios a esta noticia del diario Público -me llama la atención haberla leído en un diario “progre”-. Creo que es la primera vez que comento comentarios pero es que rezuman odio a la infancia o eso he sentido yo. Por supuesto que no es agradable cenar rodeado del jaleo propio de los niños. Quizá tenga que ver la educación cada vez más “militarizada” que se les da: poca o nula lactancia materna, alimentación con tóxicos, jornadas extensas en la guardería, poco contacto con sus progenitores, crianza sin apego, etc. No olvidemos nunca que los niños de hoy son los adultos ¿responsables? de mañana.
Me quedo con uno de los comentarios -“censurado”, por cierto, por los lectores-, aunque lo del boicot no lo asumo por lo que escribía antes:
Dentro de poco, tendremos que ir a bares y restaurantes con el DNI en la boca, certificado de penales, libro de familia, carnet de familia numerosa, y permiso de la suegra para poder tomarte una caña. Me parece vergonzoso y discriminatorio que haya empresas como esta que traten con ese desprecio a sus hipotéticos clientes. Lo más fácil: boicot. Punto.
“Me encantan los niños pero no a mí lado cuando salgo a relajarme…” Pero que frase es esa??? Vamos a la deriva, señor@s. Una sociedad que veta el paso de los niños a lugares. Dejen de protestar por esto y plantéense protestar por el sistema educativo por la ley de conciliación familiar y a lo mejor, caen en la cuenta de porqué DETERMINADOS niñ@s lloran. Si poco a poco nos vamos convirtiendo en una sociedad intransigente, con poca empatía y mucho egoismo, a lo peor un día nos encontraremos con sitios donde se veta el paso a los adultos que se toman una cerveza de más y hablan más alto de lo normal, a los que comen con la boca abierta, a los que se limpian la nariz con la servilleta, a los que utilizan los palillos a diestro y siniestro, a los que sorben cualquier tipo de líquido, a los que en las terrazas (y donde sea) tiran las colillas de sus cigarros, o las servilletas, o lo que sea…en fin. Yo personalmente “no me puedo relajar” con este tipo de adultos, pero qué le vamos a hacer???
A mi me parece muy bien que haya restaurantes asi porque yo si voy a comer a un restaurante y prefiero no escuchar gritos , pataletas, llantos de niños pues creo estar en mi derecho de poder elegir , tambien habra gente que tenga hijos y quiera salirse de esa realidad de vez en cuando(que es muy dura) y no es de buen gusto llegar y que este llorando el hijo de otro. Nadie odia a los niños, no yo al menos, pero si que a veces voy en un avion y no puedo dormir porque al lado esta el lloron de turno que yo no tengo porque aguantar y que irremediablemente aguanto
Justo a anteanoche tomaba una cerveza en una terraza mientras leía el periódico y disfrutaba del aperitivo. Sólo interrumpía el momento mágico un niño de unos siete años que mezclando inglés y español no paraba de hablar a gritos. Los padres le advirtieron varias veces pero… son niños y nosotros hemos sido niños y tendremos niños… es la vida. Con respeto y buenas palabras todo (o casi) puede arreglarse.
No hará mucho más de un mes que la prensa nos informaba de este otro tipo de restricción al acceso a otro tipo de locales:
http://www.20minutos.es/noticia/1090500/0/sos-racismo/ocio/inmigrantes/
Recuerden que el homo economicus es muy restrictivo. Los precios también son una barrera a partir de la cual a determinado grupo de individuos se le excluye de un bien determinado.
¿Volvemos a los tiempos en que la tierra sólo la habitaba el homo sapiens sapiens?
Itziar Arrate, me sorprende sobremanera lo que expresa: ME GUSTA COMER RODEADA DE PERROS, SI SON MAJOS. Pues eso mismo, a todos nos gustan rodearnos de niños si son…majos, pero es que no deben ser tan majos cuando ponen ese cartel. Me gustaria verte en un restaurante rodeada de gritos, llantos, pataletas, y todo lo que sigue cuando los niños no han sido educados. No comprendo las etiquetas que pones a las personas que ponen en su negocio el cartel. No te entiendo, sinceramente.
Un saludo.
Me parece, cuanto menos atrevido prohibir la entrada de niños en un restaurante. Intuyo que los dueños deben de ser de esas personas amargadas a las que todo y todxs les molestamos. Y si bien es cierto que cada uno deja entrar en su local, qué hubiera pasado si ponen “prohibida la entrada a viejos?”, porque seguro que también hay personas a las que les molesta, por ejemplo, ver comer a gente a la que se le mueve la dentadura, que gente así también hay. O sea, que si nos ponemos a excluir a gente que molesta, llegado el punto, habrá gente a la que le molesten casi todos. A la gente excesivamente selectiva, intransigente, perfeccionista a tope, a esos que sobrevaloran la estética… bueno a un sinfin de gente que se cree que ellos son los más educados del planeta. Por mi parte, me encanta comer rodeada de niños, de simpáticos ancianos y por qué no de perros, si son majos. Por cierto no me ha gustado ese dicho de uno de los comentaristas que ha dicho “Los niños no son perros”, como si los perros fueran algo no deseable. Le quiero decir que “Los perros tampoco son niños”, simplemente son diferentes y ninguno mejor que el otro. Un abrazo a todxs. Itziar Arrate.
Maria estoy de acuerdo contigo, creo que estamos desnaturalizando el tema y exagerándolo. Personalmente me chiflan los niños, no me gustan, me chiflan, pero soy incapaz de comer o tomar un refrigerio sufriendo la inoperancia de algunos padres a la hora de educar a sus hijos. No olvidemos que lo que vemos publicamente es el resultado, multiplicado por la edad de los niños de la incapacidad educativa de los padres, y en un minuto regañando a los niños, porque molestan a lo clientes, éstos, no van a obedecer, mas que nada porque nadie se ha molestado en enseñarles a estar en público, tal y como se hacia antes. Aqui las victimas son los peques, pero victimas de algunos padres. Y estoy segura que nadie de los aqui presentes, esten a gusto comiendo en un dia de fiesta con sus amigos y o familiares, con niños gritando, llorando o correteando si no rompiendo cosas, además de las consiguientes regañinas de los padres. Considero que no tiene nada que ver el amor a lo niños con el hecho de entrar en un sitio público, ver a niños formando follón, con que te salgas a buscar otro restautante, yo, amando a los niños, lo hago, de la misma manera que no me siento nunca en una terraza publica donde hay trafico y por ende ruidos de coches y motos, y me gustan tanto las motos como los coches.
Un abrazo.
Comparto contigo, es muy frustrante buscar un poco de paz, comiendo en un restaurante o terraza y estar sacudidos por gritos y carreras infantiles.
La verdad es que si nos ponemos a hacer bares y restaurantes especializados, que no me cabe ninguna duda que a eso tendemos, podemos llegar a tener establecimientos donde no puedan entrar quienes beban y coman. Bueno… ya lo hay.
Esto ya ocurria en Boca Raton, Miami, y bastantes restaurantes de lugares a los que van a pasar sus ultimos años los jubilados, el cartel, rezaba: PROHIBIDA LA ENTRADA DE: Perros y niños, y no solo en restaurantes, tambien había urbanizaciones en las que no los admitian como vecinos y estoy hablando del año 1979, que es cuando yo lo vi por primera vez, pero en realidad no se de que fecha data, así que como vamos americanizandonos, pues eso, que es una gilpollez, que los niños son la energia mas pura y luminosa de este planeta y que prohibir entrar con ellos es una solemne tonteria.
A ver … que no cunda el pánico. Creo que un restaurante libre de niños es una buena opción para algunas personas en algunas circunstancias. Que existan estos sitios y que tengan su público, no quiere decir que se odie a los niños ni a la sociedad ni nada por el estilo. Simplemente, que a veces apetece pasar una velada tranquila entre adultos. Y ya está.
Cuando yo era niña, a veces había reuniones familiares, o conversaciones, o lugares, que no eran para niños, y así me lo hacían saber, y entonces no me llevaban, o si me llevaban me tenía que estar callada, porque “eran cosas de mayores”. No veo nada malo en eso, igual que no entiendo en cambio que hoy en día, dos adultos estén en medio de una conversación importante, aparezca un niño y haya que callarse para reírle las gracias a él, como si fuese el centro del universo.
Creo que está bien que, en algunas circunstancias, cada uno tenga su espacio. Tampoco los adultos vamos a tomar el café a una guardería.
Además, deberíamos tener en cuenta, que esta novedad que aquí nos escandaliza tanto, en otros países ya está consolidada desde hace tiempo, y el mundo sigue girando.
Por favor, echad una ojeada a http://www.happilychildfree.com/restaurants.htm, o buscad en Google “RESTAURANTS NO KIDS” y os sorprenderéis de cuántas entradas hay.
Efectivamente, esta sociedad excluye a los más débiles. También pasa con los disminuidos psíquicos como otro ejemplo: ¡Son tan desagradables! ¿verdad? A los que expresan comprensión con la medida les sugiero un ejercicio: imaginar que el trato habitual dispensado a los niños se hace a un adulto. Ejemplos: una buena torta, reproches, órdenes, reclamos a gritos, malas caras, etc… Una buena forma de autoeducación para el trato correcto a TODAS las personas.
Ayer le pedí a un amigo que lo leyera y me dijo que mejor nacer en la parte privilegiada del mundo (occidente) que no en otra…
Me comentaba que amparándose igualmente en el derecho de admisión habían vetado la entrada de niños en restaurantes de la costa. También se puso en la piel del camarero/a que tenía que poner la cara para decirlo aunque estuviese en contra de la medida. Y si esto en lugar de con niños lo hacen con personas de la tercera edad (por hacer una comparación por franja de edad) la que se monta es tremenda, pero como se trata de niños da igual, debe ser que son seres humanos de inferior categoría que no merecen respeto alguno. Eso sí, cuando a alguien (independientemente de la clase social) le preguntan que qué es lo más importante para él/ella siempre dicen que su familia.
Me revienta la típica frase esa de “hoy los niños tienen de todo, no les falta de nada” ¿cómo que tienen de todo? no tienen a sus padres, no tienen contacto con la naturaleza, cada vez tienen menos libertad, menos tiempo para jugar…
Luego no nos extrañen las tasas de suicidio en la adolescencia, los problemas mentales y de conducta, etc, etc, etc…
Yo personalmente para llevar una vida convencional sin alimento para el espíritu y no hablo de religión, prefiero no nacer.
Hola Miguel,
Me parece cuanto menos poco ético por tu parte hablar de censura cuando hace unos días censuraste parte (no todo) de un comentario mío a raíz del encarcelamiento en un psiquiátrico de una menor.
No sé si publicarás el comentario, pero en cualquier caso reconozco que el blog es tuyo y puedes hacer con él lo que te plazca. Pero por favor, seamos consecuentes, si no te gusta la censura no la apliques tú.
Un saludo.
Anonymous, no puedo recordar el caso con la cantidad de comentarios que edito al cabo del día. Si dí una parte piensa que el vaso está medio lleno pues casi nunca cuando hay algo en un comentario que no cumple las normas elementales de publicación he de mandarlo a la papelera entero (cosa que he de decir que no es habitual). Si publiqué una parte es porque merecía la pena dar esa parte pero revisa el comentario o envíamelo de nuevo entero porque aquí no hay censura, hay moderación de comentarios y su trabajo me cuesta. Gracias por participar pero no todo vale y alguien ha de marcar los límites y por desgracia y repito por desgracia, me ha tocado a mí.
Un saludo cordial.
Me ha estremecido la noticia… ¿a dónde vamos a llegar?
Creo sinceramente que a medida que avanzamos en la historia de la humanidad la calidad de vida de los niños empeora. Desde luego que a mi no me gustaría nacer hoy en occidente en el seno de una familia convencional, a saber…
Desde el comienzo y por el bien se mi salud fetal comenzaré recibiendo una media de ecografía por mes. Será el ginecólogo probablemente y no yo quien decidirá cuando tengo que nacer y cómo. Con suerte pasaré por el canal del parto pero es muy probable que sea extraido mediante cesárea o parto instrumental (es lo que tienen las inducciones…). Cuando nazca me separarán de mi madre por nuestro bien para observarme, eso sí, metido en una cuna de metacrilato junto a las cunas de otros compañeros de viaje que lloran por sus madres y por supuesto bajo la supervisión de algún sanitario que controle la situación. Luego comenzaré a tomar biberones de leche de vaca adaptada a mi edad y a los 4 meses o antes ya estaré con los potitos y los cereales transgénicos. Cuando llego a casa me tienen preparada una preciosa habitación para dormir yo solo aunque lo que me gustaría es estar pegado a una persona. Luego tengo también un precioso carrito para que me paseen y exhiban todo guapo y encoloniado. A los 3 meses y dado que mis padres trabajan o para que me vaya acostumbrando para cuando tenga que ir al colegio me mandan a la guardería para que me socialice, que es muy bueno. Allí tendré una cuidora para compartir con otros bebés y niños pequeños. Dicen que no es bueno que me cojan en brazos, que me voy a acostumbrar, pero es lo que yo quiero y necesito, soy un bebé.
Hay prisa por quitar el pañal… empiezo al cole con 2 años y todavía no controlo esfínteres, creo que no estoy preparado y se me escapan y me riñen.
Desde bien pronto me quedo en casa de los abuelos para que mis padres puedan irse de cena y de vacaciones a menudo. Con 5 años quieren que lea ¿seré tonto?, estoy harto de hacer estúpidas fichas y no digamos de las horas que me tiro en el colegio, hasta como allí comida repugnante de catering y luego me dejan a actividades que ni yo mismo elijo. No suelen llevarme a parques, no hay tiempo, con suerte habré ido a algún bosque o playa alguna vez, hay niños que jamás. En vacaciones de verano también me mandan al colegio a actividades y campamentos porque mis padres tienen que pagar la casa y el coche y la ropa… Me entretengo con la tele (4 horas de media vemos los niños al día en España) y con cacharros electrónicos varios, tengo de todo… Estoy pasado de peso, me gustan los bollos, las pizzas y los refrescos (España es el segundo país europeo con mayor porcentaje de obesidad infantil). Por otro lado estoy harto de deberes, de memorizar para exámenes depués de los cuales todo lo olvido…, no soy muy feliz aunque es fácil de entender ¿o no?
Isa, los comentarios suelen ir con negrita las frases que más me llaman la atención tanto para mal como para bien, pero en este caso como debería poner casi todo en negrita quedaría antiestético, es la única razón por la que no he resaltado casi nada.
Aunque con algún matiz creo que ha hecho usted una definición muy real del modo de educar niños hoy, convencional, claro.
Entiendo que cada uno con su negocio hace lo que quiere. Pero no pueden ampararse en el derecho de admisión para impedir la entrada a los niños… ¡Esto es discriminar a los niños por el simple hecho de ser niños! ¡LOS NIÑOS NO SON PERROS!
DECLARACIÓN DERECHOS DEL NIÑO
http://www.amnistiacatalunya.org/edu/docs/e-dec-ninos.html
“Principio 10
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa O DE CUALQUIER ÍNDOLE.”
Estoy de acuerdo con los que opináis que poner un letrero de “prohibido niños” es intolerable porque no es manera de conseguir el objetivo. El fin no justifica los medios.
Es normal que en un determinado momento se busque un determinado ambiente de, por ejemplo, tranquilidad y silencio…. perfecto. Vale con poner algo así como: “En este local queremos ofrecerte la tranquilidad y el silencio que buscas. Ayúdanos a mantenerlos….” y ya está, los que quieran hacer ruido se irán tengan más o menos años ¿no? Hay muchísimos niños que disfrutarán también comiendo en un local tranquilo y silencioso…… y los padres que tenemos nenes movidos y alborotadores sabemos que mejor no entrar. Yo también tiendo a hablar alto y si estoy en un lugar excesivamente silencioso me pongo nerviosa, tampoco yo estoy cómoda!!!
Hola Miguel. En nombre de este “derecho de admisión” se cometen abusos, discriminación, MALTRATO infantil en sus formas más sutiles. Comparto contigo y tus lectores esta entrada http://elblogdelilianacastromorato.blogspot.com/2011/08/sobre-examenes-de-admision-en-colegios.html Cada día lo inadmisible se vuelve tan “normal” ¿que nos pasa?
Estoy de acuerdo en que es un maltrato pues en la propia noticia de Público se comenta que un padre entró en uno de estos restaurantes a pedir una botella de agua para su hijo y se la denegaron lo que es además cruel.
Está comprobado, tarde o temprano, la vida nos devuelve lo que le damos, y casi siempre con creces, tanto lo bueno como lo malo. No sé lo que le espera a esta mujer con esa actitud.
Creo que estamos exagerando el tema.
La realidad nos muestra que hay restaurantes y hoteles para todos los gustos. Que estos se especialicen, parece bueno para el cliente.
¿Qué problema hay para que tengamos locales sólo para adultos o solo para mujeres o solo para nudistas?
Si buscas calma, no dejar entrar niños no la asegura ya que hay adultos muy ruidosos pero al contrario, niños no ruidosos pueden ser la excepción.
Otra historia es nuestra falta de educación para evitar molestias innecesarias a los demás en cualquier ocasión o lugar.
En Atocha, cuando vas en AVE hay una sala de espera que tiene un apartado silencioso. Allí también he tenido que sufrir los teléfonos móviles.
Recuerda a los carteles nazis de prohibida la entrada de judíos…
Todavía peor, porque como dices, niños empezamos siendo todos.
Hace un tiempo escribí un post sobre la “niño-fobia”: http://www.tenemostetas.com/2011/05/la-nino-fobia.html
Una sociedad que se odia a sí misma…
Ileana muy bueno como siempre tu escrito.
Dejo a los lectores una campaña por la lactancia materna.
Bueno, está claro que a la dueña del restaurante le molestan (como a todos) más que los niños, los adultos irresponsables con sus hijos pero, como no puede examinarlos a todos antes de entrar, ha decidido prohibir la entrada con niños.
Y digo yo, si alguien decide autolimitarse sus posibles clientes con medidas así (aunque seguramente gane clientes), ¿quienes somos los demás para meternos con ellos? En su momento hubo bares que no dejaban fumar cuando estaba permitido… Si no te interesa, ¿será por falta de bares en España?
Yo tengo una hija y la puedo llevar a cualquier lado pero no puedo decir lo mismo de todos los niños que conozco así que, aunque no lo comparto, puedo llegar a entenderlo.