J. Peteiro: "El cientificismo es la creencia en que la Ciencia es la única posibilidad de conocimiento" (I)

Me ha gustado mucho el libro El autoritarismo científico, escrito por el Doctor en Medicina y jefe de la sección de Bioquímica del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, Javier Peteiro. Creo, como le expuse en mi correo de contacto para hacer esta entrevista, que va a marcar un antes y un después en el ámbito de la divulgación científica. Me ha parecido honesto que critique lo que denomina «pseudociencias» y al mismo tiempo y sobre todo el cientifismo que él llama cientificismo.

«Acabo de estar viendo su blog -me explicó- y me parece muy interesante el planteamiento genérico subyacente a él de ‘dudar de todo’. Esa es o debiera ser la postura del método científico. No tanto como duda absoluta, como duda -creencia-, sino como planteamiento abierto al debate razonado y a la fuerza de los hechos. Y esa debiera ser la postura de cualquier ciudadano, un moderado escepticismo inicial hasta que suficientes elementos de juicio orienten el planteamiento propio«. Como veis, ya desde nuestra primera toma de contacto se nota que es un hombre de ideas claras, limpias y dispuesto para el debate. «Creo que vivimos en una época que hace necesario más que nunca el debate, especialmente en el contexto del ataque que se está haciendo a la educación y especialmente a la humanística«.

De acuerdo con él, le mandé unas preguntas que ha respondido con tanta pasión y profusión que sus respuestas voy a publicarlas en dos días consecutivos dada la extensión de las mismas.

-Comienzas tu libro tratando sobre lo que denominas las falsas ciencias o «pseudociencias» ¿cuales son estas y por qué no son ciencias?

Javier Peteiro1Son pseudociencias aquellas creencias o afirmaciones que se presentan como científicas pero que no se sostienen en el método científico. Con frecuencia se revisten de modo inadecuado de términos científicos: “energía” de los cristales o sanación “cuántica”, por ejemplo. A veces la carencia de base empírica se trata de suplir por la autoridad de científicos involucrados en muy escasos experimentos realizados y no reproducidos (tal sería el caso de Benveniste o incluso del premio Nobel Luc Montagnier en apoyo de la homeopatía). Las pseudociencias abarcan un amplio espectro, desde los supuestos rastros arqueológicos de alienígenas hasta numerologías extrañas o terapias alternativas.

No basta con una teoría aparentemente coherente de lo observable; se necesita el aval empírico. La Ciencia auténtica se basa en un método insensible a prejuicios por lo que no basta con que alguien descubra algo; lo observado, lo experimentado, ha de ser reproducible, comprobable por otros. Y es desde esos datos como se destruyen, modifican o construyen teorías. Por el contrario, las pseudociencias suelen mantener un anacronismo dogmático en la esperanza infundada en que avances científicos futuros probarán su hipotética verdad.

En el caso de pseudociencias médicas, se oye habitualmente la expresión “a mí me fue muy bien con tal producto o con tal práctica”. Eso es creíble, pero es anecdótico. Para que un medicamento sea reconocible como tal es preciso que funcione mejor que nada o, dicho de otro modo, que sea superior al placebo. Eso supone la prueba estadística, el contraste de hipótesis en forma de ensayo clínico que revelará o no su pretendida eficacia. Algo análogo ocurre con los factores de riesgo; no basta con asumir, por ejemplo, que los móviles son perjudiciales, hay que probarlo y, en caso afirmativo, estudiar la magnitud del efecto potencial. Hay que tener en cuenta, no obstante, que la Medicina no es mera ciencia aplicada; supone una relación clínica y no es descartable que en ciertos casos una relación diagnóstica sea a la vez terapéutica. La palabra puede ser curativa aunque la acompañe un medicamento ineficaz. En ese sentido, médicos que practican terapias alternativas pueden obtener, según los casos, resultados beneficiosos. Hay también una cuestión de grado; nadie en su sano juicio intentaría tratar un cáncer con productos homeopáticos.

Lo irracional y lo fantástico mantienen su atractivo, sigue habiendo gente que visita a astrólogos y hay quien se comunica con muertos o es abducido por naves extraterrestres. Creo que era Shermer quien afirmaba que la existencia de fenómenos extraordinarios requiere de pruebas extraordinarias. Tal sería el caso, por ejemplo, de potenciales visitas de alienígenas o la comunicación con muertos. No basta con testimonios aislados de pilotos aéreos, ni con afirmaciones de mediums por muy serios y honestos que sean.

superman

Me gustaría llamar la atención sobre una actitud pseudocientífica pretendidamente escéptica, el negacionismo, consistente en ver oscuros intereses por todas partes. Ocurre en el caso de las vacunas. Es cierto que se han dado tristes exageraciones e incluso abusos en esta cuestión (la gripe A ha sido un buen ejemplo), pero es innegable el efecto beneficioso que los programas de vacunación han tenido en la lucha contra las grandes epidemias que asolaban a la humanidad. La creencia en la asociación entre vacunación y autismo, por ejemplo, refutada científicamente, ha privado a niños de defensas contra enfermedades potencialmente terribles y no ha influido en la prevalencia del autismo.

-¿Qué es el cientificismo -es lo mismo que cientifismo-?

Creo que podemos considerar sinónimos los términos cientismo, cientifismo o cientificismo. Elegí este último porque es el recogido por la Real Academia, con varias acepciones. El cientificismo es, desde mi punto de vista, una exageración, la creencia en que la Ciencia es la única posibilidad de conocimiento y la única fuente de esperanza. Hay cientificismo cuando se hace una extrapolación injustificable, acientífica, desde el conocimiento científico en un campo. Quizá el caso más obvio sea la creencia en Dios. Hay científicos ateos, agnósticos y teístas. Un gran escéptico como Martin Gardner se confesó creyente; no tiene que ver una cosa con la otra. Lo que no es honesto, desde mi punto de vista, es avalar una creencia personal con argumentos científicos. Hay dos ejemplos claros, Dakwins predicando su ateísmo y Tipler haciendo lo contrario, pero Dios no es un observable científico; dicho de otro modo, su interés científico es sencillamente nulo.

Pero hay un cientificismo mucho más peligroso, el de un reduccionismo simplista de todo lo humano, el ver en la depresión o en cualquier estado de ánimo sólo un balance de neurotransmisores, el de tratar de resucitar una frenología al confundir correlatos de imagen cerebral funcional con relaciones causales locales, el de un geneticismo extremo. No es nuevo; ya hace años se asoció la dotación XYY a la criminalidad. Ahora que se han descartado en general asociaciones monogénicas con comportamientos complejos, persiste el intento de buscar asociaciones mediante aproximaciones de “fuerza bruta” tipo “genome wide”. Si bien es legítimo tratar de encontrar componentes bioquímicos o alteraciones neurobiológicas subyacentes a un trastorno psíquico, no lo es asumir sin más una causalidad simple no comprobada, un “no es más que…”

Sin embargo, desde postulados biologicistas no fundamentados, asistimos a una medicalización injustificable de la conducta y a una esperanza ciega en que se acabarán encontrando los genes responsables o regiones cerebrales afectadas aunque no exista una base real que lo haga previsible.

ciencia2En ese cientificismo naïf subyace la negación de la libertad y de la responsabilidad de cada cual. Uno sería como es por sus genes, por sus neuronas o por sus neurotransmisores y así sería visible, comprensible, incluso predecible, mediante la imagen cerebral funcional o el estudio genético.

En realidad, aunque compartan rigor metodológico, hay Ciencias en plural más que Ciencia. No es lo mismo la Física con capacidad de predicción, que la Biología, más bien narrativa. Hay quien diferencia, precisamente por esa posibilidad predictiva, entre ciencias duras y ciencias blandas. Es importante, porque, si bien el comportamiento de una estrella es predecible desde sus condiciones iniciales y de contorno, el comportamiento de un ser humano no lo es desde el conocimiento de sus genes y su entorno.

-¿Cuales son las manifestaciones actuales más peligrosas del cientificismo y por qué escribe sobre un autoritarismo -¿un fascismo?- científico?

Creo que el ataque a la libertad. Si creemos que estamos determinados por nuestros genes, que somos manipulables mediante psicofármacos o terapias conductistas, y que la imagen cerebral da cuenta de lo que nos pasa y de nuestras creencias, de cómo sentimos, sufrimos y gozamos en una palabra, no somos responsables de nuestros actos. Esto ya ocurre. Se está dando una demanda de diagnóstico y tratamiento a médicos o psicólogos en situaciones que no son propiamente clínicas, algo facilitado por la proliferación de etiquetas para todo, como muestra el DSM, y por la creencia de que cualquier perturbación de nuestro estado de ánimo ha de ser tratable en un contexto de obligación de ser felices.

Si pasamos de ser una biografía a una mera biología, ya todo estaría dicho. Es la vía a la alienación del ser humano. Se asume en general que Ciencia equivale a verdad y bondad. Y en nombre de la Ciencia asistimos a auténticas aberraciones. No es lejano el tiempo de las lobotomías generalizadas (premiadas con el Nobel en 1949).

La Ciencia se ha convertido en el oráculo moderno. La cantidad de tests prenatales disponibles aumenta progresivamente induciendo a una selección negativa, es decir, a abortos; no es descartable en absoluto a corto o medio plazo una selección positiva de los mejor dotados genéticamente. La tentación eugenésica es evidente y recuerda claramente las aspiraciones de mejora racial nazi.ciencia1

Se intenta predecir el comportamiento criminal (casi como en “Minority Report”) mediante tests actuariales y técnicas de imagen cerebral funcional (hay quien recorre las prisiones de EE.UU. con un sistema de NMR y la imagen cerebral ya se ha admitido como prueba en algunos juzgados americanos). En nombre de la Ciencia, por el bien de la sociedad, por nuestro bien, podremos ser juzgados como probables criminales futuros. No parece posible una mejor realización de la fantasía orwelliana.

Los tests psicométricos, con su perversión de la metodología estadística, han servido hace años para impedir la entrada de determinadas personas en EE.UU. Los hay para todos y para todo: felicidad, autoestima, inteligencia, estabilidad de pareja, violencia… sirviendo en nombre de la Ciencia para posicionar y segregar al sujeto, sea para un proyecto profesional, para un empleo o para una póliza de seguro de vida.

Si la Ciencia deja de estar al servicio del ser humano, convirtiéndose en su amo, en su única referencia, la posibilidad de un autoritarismo científico es obvia. Estamos viviendo ahora una situación en la que la orientación política queda aparcada frente al tecnicismo económico neoliberal. Viene a ser un ejemplo de cómo el conocimiento técnico, dudoso por otra parte, prima sobre cualquier debate político. La Ciencia no es sólo un conocimiento puro; lo es para alguien. Ya sucedió en las guerras mundiales y sucede ahora. El acceso elitista a la Ciencia y a sus aplicaciones puede esclavizar literalmente a muchos.

Además, ocurre de modo aparentemente paradójico que el cientificismo es nocivo para la propia Ciencia porque trata de hacerla más “científica”. Parece un juego de palabras pero no lo es. Los investigadores profesionales viven de eso, de su trabajo científico. Ahora bien, no todo el mundo puede investigar lo que quiere; hay proyectos financiables y hay finalidades políticas y económicas que influyen en esa financiación. Y todo eso es regido en última instancia por criterios pretendidamente científicos por medibles: calidad, excelencia, impacto, eficiencia… La canalización “científica” de las ayudas a proyectos, con sus comités de expertos, cercena en no pocos casos la libertad y la creatividad que facilitan el propio avance científico. La gente acaba así metida en líneas “productivas”, es decir que conducirán a publicaciones en función de las cuales serán financiadas, cerrando el círculo. La afirmación de Kornberg de que el mejor proyecto es no tener ninguno quedó en el olvido. El cientificismo asfixia a la Ciencia.

En la creencia de que la Ciencia es el único saber, estamos asistiendo a un desprecio de lo humanístico y a una pérdida de la universalidad que caracterizó alguna vez a las universidades. Los efectos de esa ignorancia de un saber fundamental como la Historia, la Literatura o la Filosofía serán sin duda negativos. Lo triste es que se adoptan políticas educativas deshumanizadoras a sabiendas, en la creencia de que lo rentable en realidad es formar a técnicos flexibles y no a personas críticas.

 

Bueno ya ven que no tiene deperdicio este hombre y que podría subrayar o poner en negritas casi todo. Mañana la segunda parte de la entrevista. Espero que les haga pensar y aprender a ser aún más críticos.

Suscríbete a mi Newsletter

¡Y únete a mi comunidad!

¿Te apasiona la salud, la alimentación y la ecología? No te pierdas mis investigaciones exclusivas y análisis en profundidad. Suscríbete a mi newsletter y recibe contenido directamente en tu bandeja de entrada.

¡Suscríbete ahora y sé parte del cambio!

¡No hago spam! Lee mi política de privacidad para obtener más información.

Compártelo:

91 comentarios

  1. Estimado amigo Javier.

    Los científicos Banergi trataron más 17.000 casos de cáncer con HOMEOPATÍA. Sus resultados fueron:
    – Agravados 34%
    – Respuestas 26%
    – Estabilizaciones y crecimiento del tumor 21%
    – REGRESION COMPLETA: 19%

    Soy oncólogo y se que esto no lo consigue ninguna quimio en los tumores que ellos trataron.

    Pero le digo otra cosa: esto nunca ocurrirá en occidente. Yo no trato ningún paciente español, que va cada mes a su oncólogo, que le dicen que los marcadores han subido, que se ponen quimio con esto, porque es totalmente absurdo. Ellos trataban muchos pacientes que ni siquiera saben qué es un cáncer, o no tienen el imprinting de pánico que aquí se le tiene. Pacientes que confiaban en estos médicos. Pacientes que no se pueden poner quimio o no quieren. Pacientes que comen alimentos de los de allí: vegetales y alguna carne que no creo que proceda de donde procede la nuestra. Pacientes con otra cultura. Y eso si: que tenían los mismos cánceres que tenemos aquí y diagnosticados de la misma manera que lo hacemos aquí.

    Lo que han hecho es un estudio estadístico de una muestra enorme de pacientes. Lo mismo que hace la oncología: estudios estadísticos muy bien diseñados pero con pocos pacientes en relación al suyo (baja potencia al final). Este estudio «descriptivo» por su muestra, pero sobre todo por sus resultados, debería haber sido expuesto en todas las facultades de medicina y en todos los servicios de oncología, deberían estudiar porque han obtenido estos buenísimos resultados, deberían comprobar que aquí no se obtendrán nunca, etc.

    No hay nada que cure nada, estos pacientes no se curan por la homeopatía, se curan porque se tienen que curar. Yo no digo que sea la homeopatía. La «científica» quimioterapia ¿cuantos ha demostrado que cura? Habría que estudiar «científicamente» si la confianza en el medio o en el remedio cura o no cura, y esto se podría hacer, pero mientras sigamos como estamos no se hará y las pocas veces que se ha hecho han quedado en el olvido porque no interesa.

    Defendemos mucho la ciencia pero no tenemos humildad de aceptar ciertas cosas que desconocemos y que otros si conocen. Si Ud. sigue defendiendo que no es de sentido comun ponerse homeopatía y sigue defendiendo que sólo es de sentido común ponerse quimio, creo que Ud. por lo menos no es científico en esa aseveración, cure o no la homeopatía.

    Kremer es un científico, sus publicaciones son científicas, los descubrimientos de Wargurg siguen siendo ciertos y me da igual quien fuera su primo, Chacón descubrió científicamente una gran cosa contra el cancer, Ukrain tiene estudios clínicos científicos, como el Bio bac de Chacón [hoy Renovén] y muchísimas más cosas que no se conocen en nombre de la excelsa ciencia que Ud. defiende.

    Pero ya le digo una cosa a Ud y a todos los que lean esto: si tienen cancer no se crean que se van a curar con la homeopatía de Banergi «por muy científica que sea», porque el estudio científico se ha equivocado, como se han equivocado tambien los científicos que dicen que la quimioterapia adyuvante obtiene algunos mejores resultados estadísticos que el no ponérsela, porque la mejoría no es por la quimioterapia adyuvante sino por otras razones que ya se saben hace más de 30 años y que se pueden demostrar si tuvieramos bemoles y dinero, y medios de comunicación. Todas: condiciones necesarias, no sirve sólo con los bemoles.

    Así que yo la ciencia, mientras las demás cosas sigan como están me da igual, más que nada porque cosas que son científicas (muchas mas de las que he nombrado) no se tienen en cuenta porque no se promocionan y cosas que no lo son parecen científicas porque sí se promocionan, subvencionan y publicitan.

    Lo suyo me parece palabrería y demasiada opinión sentando cátedra, seamos CIENTÍFICOS.

  2. Hoy en día la investigación científica está muy dirigida por el poder político-económico y probablemente lo vaya a estar más aún. Desgraciadamente los actuales “Leonardo Da Vinci” o los “Ramón y Cajal” que haya por ahí tengan mucha dificultad para poder desarrollar su creatividad y su curiosidad científica. Los programas de financiación de la investigación cada vez hacen más hincapié en la innovación tecnológica y tienden a obviar la adquisición de conocimiento científico básico. De esto solo se salvaría, aparentemente, y como ha referido Peteiro, la Física de partículas, en la que a nivel individual es posible trabajar como física teórica, pero no olvidemos que la demostración experimental requiere complejas instalaciones (LHC en el CERN) y financiación de varios países. Aunque entiendo el sentido o matiz de Peteiro al decir que la nanotecnología sería quizá el mejor ejemplo de indiferenciación entre lo básico y lo aplicado, cuidado con la que se avecina. Desde luego, no me gustaría que antes de entender bien las características del «mundo nano» muchos se empeñen en buscar aplicaciones clínicas y mucho menos en atribuir supuestas curaciones -¿también milagrosas?- a muchas de esas aplicaciones en la ya denominada “nanomedicina”.

  3. Cachilo, celebro su capacidad de síntesis que le facilita criticar sin leer lo criticado. Sí que acepto muchas cosas incluso políticamente correctas, como los antibióticos, los antiinflamatorios, los corticoides, los rayos X. También acepto los coches y la televisión. Si eso es ser «aceptacionista», pues claro que lo soy.

    Verá. No hay ciencia oficial, ni oficiosa, ni de oficio. Hay ciencia cuando se utliza el método científico y cuando con él se alcanza una objetividad intersubjetiva que requiere la publicación de los resultados obtenidos en una revista sometida a evaluación por pares. Lamento que le hayan timado según señala.

  4. Javier, no leí mas porque es suficiente para saber por donde van los tiros, dime, al final ¿habló del conveniente y políticamente correcto aceptacionismo» ¿si? ¿no? con eso me basta y al margen de lo que expuse, hice un comentario «redondeando la idea» respecto a lo que yo considero ciencia y científico y en base a lo que me guío para mi propia salud, ya que de lo otro (confianza en la «ciencia» oficial) ya he probado y he salido escaldado del gran timo.

  5. Para Xoana, creo que tiene Vd. bastante razón. Querámoslo o no, haya psiquiatras buenos, humanos, o no, lo tristemente cierto es que el sufrimiento psíquico supone la carga añadida de una marca que sigue siendo peyorativa. Es, creo, esa psiquiatrización a la que Vd. se refiere y que interfiere con toda la vida de la persona así diagnosticada. No sólo es un error como Vd. dice, es maldad.

    Carlos, creo que Vd. hace lo mismo que yo al no aportar ni una milésima de ese conocimiento homeopático. Si el cáncer se cura o se mejora, aunque sea en grado mínimo, por la homeopatía, debieran darlo a conocer en publicaciones científicas (Hahnemann lo haría).

    Samuel, Warburg era un científico serio y fue quien formuló un metabolismo diferente para células neoplásicas que para células normales. Pero las cosas han cambiado bastante desde los años treinta hasta ahora. Le sugiero la lectura de algún texto básico sobre la biología del cáncer. Ojalá fuera todo tan simple como jugar con el balance ácido / base.

    Cristóbal, ese que apunta es el gran problema, la posibilidad de repetir lo peor de nuestra historia. Efectivamente, detrás de esas grandes atrocidades que anuncia, no había científicos «locos». Fritz Haber transformó la agricultura mediante la síntesis de amoníaco, pero a la vez contribuyó a la muerte química en la primera guerra mundial. No basta con dejar las cosas en manos de políticos. Cada científico tiene su cota de responsabilidad en lo que, para bien o para mal, hace.

    Yubil, muchas gracias por su interés.

    Marian, desde luego, no todo lo tecnocientífico es bueno. La ciencia es una magnífica aventura del pensamiento, iluminadora, pero no es algo que brote sin más libremente; está siendo cada día más canalizada por el poder político – económico.

  6. Muy interesante como siempre, aunque, también como siempre últimamente, la homeopatía esta involucrada en todos éstos debates y por lo general, yo diría que casi siempre, para ser denostada y desacreditada. Lo interesante es que los que traen a la homeopatía al debate, como es el caso del Dr. Peteiro y otros, simplemente la denostan sin aportar una milésima de conocimiento acerca de la misma, lo cual, desde el punto de vista ético-profesional es bastante pobre. No voy a hacer aquí un desarrollo que demuestre que el método científico actual tiene como padre-entre otros- al Dr. Samuel Hahnemann, que lea El Organon de la Medicina, Las Enfermedades Crónicas, etc. y luego opine. De lo contrario, el Dr. Peteiro parece muy prejuicioso y sobre todo desconocedor de lo que habla, con respecto a la homeopatía al menos. En la India existen cerca de 1.000.000 de homeópatas, La Homeopatía Previsible, del Dr. Prafull Vijayakar, es la escuela más importante por allá, trata, con resultados alentadores, cánceres también. Así que les pido que, para hablar de la Homeopatía, lo hagan con el mismo rigor y argumentos que con cualquier otra rama de la medicina, que de eso se trata.Y sobre todo, con respeto por lo que desconocen profundamente.

    Saludos.

  7. El cientifismo radical existe. Existe además un sistema totalmente dependiente de el en nombre del cual se realizan y se cometen aberraciones humanas que sin exagerar demasiado serían considerados delitos contra la propia estabilidad y bienestar del ser humano. Si se quisiese ver, por ejemplo lo que ocurre en cualquier (espero que no en muchos) lo que se hace, lo que se le dice a un paciente diagnosticado o con un perfil siquiátrico la gente no llegaría a creerselo y no llegaría a sabera qué atenerse. Vivimos tiempos difíciles pero en los hospitales públicos existe violencia que no es posible denunciar ante pacientes que al ser sospechosos de casi todo no s epueden defender casi de ninguna forma. La psiquiatrización del ser humano ha sido uno (para mí) uno de los mayores errores de la ciencia médica. Y,repito, en hospitales siquiátricos y en hoaspitales públicos se cometen delitos contra el ser humano donde ningún derecho humano es protegido. Y lo peor es que a casi nadie le importa en absoluto. Hay medicamentos psiquiátricos que denigran y hacen padecer indefectiblemente al ser humano siempre sometido a una sospecha debido creo, a esa particular creencia de que el carácter científico de la siquiatría deja lugar a casi todo y a casi todas las aberraciones humanas. No existe protección de los derechos humanos en el sistema psiquiátrico y en hospitales públicos donde casi dependes del carácter único de la humanidad de cada persona y no de su trabajo.

  8. Para Javier:

    «Todas las enfermedades son acidas, donde hay oxigeno y alcalinidad no puede haber enfermedad, incluida el cancer»
    Otto Warburg, premio Nobel 1931.

    1. Samuel, por favor, en aras de elevar la calidad de nuestros comentarios y por principios pongamos siempre la referencia de las citas que hacemos. Gracias.

  9. El comentario de Cachilo nos proporciona un magnífico ejemplo de lo que es pura pseudociencia:

    Sin leer, por largo, lo que critica, se lanza a hacerlo desde el anacronismo y la visceralidad inútil que si comemos sapos, etc), sin lograr convencer más que a los que ya lo estén como él, pues estamos ante un ¿relato? que parece surgir del postulado religioso más naïf.
    Decir que la universidad es una fábrica de dioses es desconocer lo más elemental de la realidad.
    Y negar el avance de la Medicina le puede suponer riesgos para su salud.

  10. Si afirmamos algo como cierto tendremos que demostrarlo, siendo conscientes además de su probable carácter temporal. Mientras tanto, honradamente hemos de asumir con humildad que nos movemos en campos como las creencias, intuiciones, especulaciones, hipótesis, teorías sin comprobar… La inseguridad que nos provoca el vacío del desconocimiento no debe llevarnos a tomar a estas últimas como certezas. Menos como fe ciega. Es mi forma de verlo.

  11. Dr. Javier Herraez.
    Desde luego que ser científico no tiene que ver con los primos que tenga uno. Se trataba simplemente de aclarar a que Warburg nos referíamos.
    En medicina hay tratamientos y tratamientos. Insisto que creo descabellado optar por la homeopatía en el caso de que uno padezca una enfermedad grave, como puede ser un cáncer.
    En la desesperación uno puede acudir a cualquier cosa, como hizo Steve McQueen, pero la desesperación no es sinónimo de racionalidad.
    Y en cuanto a la homeopatía, pues sí, está desfasada en más de cien años.
    ¿Me puede dar una referencia de alguna publicación científica de Kremer?

  12. Javier
    El Koan está en que siempre aluden a que tal o cual cosa no es científica para no incluirla en medicina pero cuando lo es y no se quiere meter se usan otros métodos. Los mas suaves son decir que hacerlo no es estar en «su sano jucio», decir de algo que sigue cierto cierto es desfasado.
    Además recordarle que tres cuartas partes de los tratamientos convencionales no son científicos pues no se basan en medicina basada en la evidencia.

    En cuanto a Kremer ya le he dicho que todo está publicado en revistas científicas.
    Y por último creo, que el ser científico no tiene nada que ver con quien sea tu primo.

  13. Txu,
    Comparto el comentario. Por un lado, el carácter utilitarista de la ciencia va en aumento.
    Quedan grandes proyectos de ciencia básica, principalmente en Física teórica, de partículas y en Cosmología, pero incluso aquí lo básico y lo aplicado confluyen en lo que se viene en llamar Tecnociencia. La nanotecnología sería quizá el mejor ejemplo de indiferenciación entre lo básico y lo aplicado.
    Por otra parte, absolutamente de acuerdo en la necesidad de una ciencia con conciencia. De no ser así, sabemos las consecuencias pasadas (gas mostaza, Manhattan, guerra biológica…) y es difícil intuir las futuras.

  14. Hablando de aplicaciones humanistas ….
    Fallece Manuel Jalón, inventor de la popular fregona. “Manuel Jalón Corominas (Logroño, 1925) puede pasar a la historia como muchas cosas, pero sin duda una de las que más orgulloso se sentiría es por haber sido un empresario humanista”.
    http://sociedad.elpais.com/sociedad/2011/12/16/actualidad/1324050296_158436.html

    En verdad que hay que ser “humanista” para inventar artilugios para levantar a las mujeres del suelo. Antes se habría percatado en como fregaban las mujeres por entonces, en las que lo hacían claro.Y se le ocurrió algo para que dejaran de arrodillarse.

  15. Agradezco las puntualizaciones del Dr. Peteiro y no voy a ser yo quien cuestione, faltaría más, su competencia científica ya que, afortunadamente, en el campo de la medicina, como en otras disciplinas científicas, la mayor parte de los investigadores están al margen de los grupos de presión multinacionales.

    Referente a la cuestión de Dios…creo que está fuera de toda duda que la ciencia no es competente para demostrar nada porque el mismo concepto de «Dios» es un referente inexistente. La ciencia sólo trabaja en el contexto de la experiencia y en hechos «intersubjetivamente observables», como diría Puente Ojea. Esto es, empíricamente demostrables. Hablar de Dios desde la Ciencia es un discurso superfluo y gratuito. Pero ello no quiere decir que gentes como Richard Dawkins estén desautorizadas para hablar de la inexistencia de Dios. El biólogo inglés, si no me equivoco, lo hace en calidad de ateo, no utilizando paradigmas científicos. Otra cosa es tratar de explicar determinados «milagros» y tonterías sobrenaturales, tipo «new-age», desde la ciencia. Ahí tiene mucho que decir ésta última.

    Saludos

  16. Yubil,

    Efectivamente, se trata de dos problemas distintos. El epistemológico, ampliamente tratado por diversos autores, y el relacionado con la interacción ciencia – sujeto: contexto social que hace posible la ciencia, intereses en juego, perspectiva científica de lo real, distorsiones de esa perspectiva…
    Pero sí hay relación entre ambos.
    Yo creo que la ausencia de comentarios sobre lo epistemológico subyace a la mirada distorsionada de la divulgación científica, que sólo atiende a los resultados (en general) y poco o nada al método con que se han obtenido.

    Con respecto a Dios parece más bien difícil que se puedan lograr pruebas extraordinarias objetivables. Y obviamente no se trata de buscar mayorías. Es un asunto estrictamente de índole personal, de creencias. La única aproximación científica sería enfocada a explicar la creencia, pero en cierto modo esa explicación ya parte de algo que en sí mismo es creencia y en cualquier caso no daría cuenta de si la creencia en Dios obedece o no a algo real (al margen de la explicación bastante habitual de que la religión es un epifenómeno adaptativo). Nada más subjetivo que Dios desde mi punto de vista o, dicho de otro modo, nada menos científico, pero que tristemente suele introducirse para afirmarlo o negarlo en la divulgación científica.

  17. Creo que comparto casi todo lo que dice J. Peteiro, pero al mismo tiempo no me resulta difícil de entender lo que comenta Denisov, así es que quizá esté más de acuerdo con Daniel.
    Como dice Peteiro la ciencia es ciencia. Pero la ciencia es una concepción humana, la hacen los humanos, con sus limitaciones y sus perspectivas. La aplicación de la misma debería de ser siempre humanista (en el buen sentido) o al menos intentarlo. Muchas veces no es así, la aplicación se queda en lo puramente “humano” peyorativamente hablando, bla, bla, bla, para acopio de dinero rápido, sin ver más allá, sin tener en cuenta las consecuencias de esas aplicaciones en el corto-largo plazo.

    Hasta hace poco solía decirse que había Ciencia Básica (adquisición de conocimiento científico) y Ciencia Aplicada (aplicación de ese conocimiento). Pero actualmente se tiende a no emplear estos términos, porque gustan más -¿a quienes?- los de ciencia y tecnología, y si se añade lo de innovación, lo más de lo más. En estas estamos en los tiempos que corren, en la concepción puramente utilitarista de la ciencia, y no digo que esto esté mal, sino que añado: “ciencia sin conciencia, ruina del alma”.

  18. Quedo pendiente de la segunda parte. En principio estoy bastante de acuerdo con el Dr. Peteiro. Con respecto a lo de Dios pienso que éste tampoco queda fuera de requerir pruebas extraordinarias, pero bueno, tampoco es un tema que me quite el sueño.

    Para mí lo importante es separar lo que es o debiera ser el método científico (y explicarlo bien: cómo se trabaja aplicándolo a una investigación, su perfeccionamiento en aras de una mayor objetividad, etc.) de la intervención y orientación interesada en los desarrollos científicos. O sea, centrar el debate entre ciencia y no ciencia por cómo y de qué manera, con qué metodología se puede llegar a conocer algo de forma rigurosa, seria y honesta. Lo cual es importante porque tiene repercusiones filosóficas e influye en la actitud que tomemos ante la realidad y realidades de todo tipo en las que estamos inmersos.

  19. Dr. Javier Herraez,
    Una opinión es eso, una opinión; no tiene porqué ser científica. Si sólo hablásemos científicamente sería muy aburrido.
    Pero ya que cita personas concretas, podríamos discutir sus trabajos. ¿Quiere concretar alguna de las publicaciones científicas de esas personas sobre las que podamos debatir?
    Las opiniones de Otto Warburg (sin duda alguna, un gran científico; supongo que se refiere a Otto Heinrich Warburg y no a su primo) sobre el cáncer, pueden estar por razón de los años un tanto desfasadas, por ejemplo.
    Quizá Heinrich Kremer tenga pruebas de lo que afirma. ¿Lo ha publicado en alguna revista sometida a revisión por pares?

  20. Samuel,
    No parece que la vacuna contra la poliomielitis haya contribuido a extender la enfermedad. Más bien ha ocurrido lo contrario. Y eso es generalizable a otras condiciones: viruela, difteria, tétanos…
    Es cierto que en el caso de la tuberculosis la vacunación no ha sido eficaz.
    El argumento de que haya médicos que no quieren vacunarse contra la hepatitis B sólo indica que el ser médico no inmuniza contra reticencias personales no razonadas (los médicos no somos los mejores pacientes en general).
    En cuanto a la «hiperacidificación» sólo puedo decir que es algo de lo más pintoresco que he oído. Uno entra en acidosis por una serie de circunstancias bastante serias, no por la forma equivocada de comer (tendría que ser enormemente equivocada) o de vivir.

  21. – En 1979, Suecia abandonó la vacuna contra la tos convulsiva debido a su ineficacia. ¡De los 5,140 casos en 1978, se encontró que el 84% habían sido vacunados tres veces! (BMJ 283:696-697, 1981)

    – En 1978, un estudio en 30 Estados en EE.UU. reveló que más de la mitad de los niños que contrajeron sarampión habían sido vacunado adecuadamente. (The People’s Doctor, Dr R Mendelsohn)

    – En 1977, el Dr Jonas Salk que desarrolló la primera vacuna de la polio, testificó junto a con otros científicos que la inoculación masiva contra la polio fue la causa de más casos de polio en los EE.UU. desde 1961. (Science 4/4/1977 «Extracto»)

    – En 1970 una prueba de vacuna de tuberculosis en India que involucró a 260.000 personas reveló que más casos de Tuberculosis se presentaron en los vacunados que en aquellos no vacunados. (The Lancet 12/1/1980 p73)

    – En el REINO UNIDO entre 1970 y 1990, más de 200.000 casos de tos convulsiva se presentaron en niños vacunados. (Centro de Vigilancia de Enfermedades Comunitarias, REINO UNIDO)

    – En 1990, un estudio en el REINO UNIDO que involucró a 598 médicos reveló que más del 50% de ellos se negaron a inocularse la vacuna contra la Hepatitis B, a pesar de pertenecer al grupo de riesgo alto que fue instado a ser vacunado. (Med Jnl británico, 27/1/1990)

    – En 1990, el Periódico de la Asociación Médica americana tenía un artículo en sarampión que declaró » Aunque más de 95% de niños en EE.UU. se vacuna contra el sarampión, las erupciones del sarampión continúan ocurriendo en las escuelas (JAMA, 21/11/90)

    Robert Young, un microbiólogo americano que ha verificado el fenómeno de la salud y la enfermedad, en su libro “One sickness, one disease, one treatment” (Un enfermo, una enfermedad y un tratamiento), dice:
    “Es la hiperacidificación del organismo debida a nuestra forma equivocada de comer y de vivir lo que causa la proliferación de microorganismos dentro del organismo, lo cual debilita el cuerpo y si no se corrige es la causa final de la enfermedad y de nuestra muerte. ”
    Las vacunas no son eficaces por la sencilla razón de que no hacen nada para eliminar las causas profundas de la infección, todo lo contrario por los tóxicos tanto químicos como biológicos que contienen hacen que aumenten las enfermedades.

  22. Me gusta mucho leer la opinión de un profesional de la medicina bastante más crítico y con criterio propio que la mayoría de profesionales que he conocido y espero con ganas la segunda parte de la entrevista.

    Comparto la opinión de que se ha abusado mucho del término «genético» actualmente aplicado a enfermedades de causa desconocida o muy probablemente de causa ambiental por contaminación, como son el asma, el cáncer, la celiaquía, la fibromialgia, la SQM, la ansiedad y la depresión, etc…Por el sólo hecho de que en una misma familia haya más de una persona afectada no tiene por qué presuponerse que sea una enfermedad genética puesto que no se ha podido demostrar todavía. El calificativo de enfermedad genética conlleva sufrimiento y culpa en la familia del enfermo y creo que debe dejarse de utilizar hasta que se pueda demostrar tal suposición. Y la explicación ambiental seguramente tiene más sentido y se debería investigar más, puesto que generalmente una familia comparte el mismo ambiente y lo que le hace enfermar a uno puede también afectar a más de uno, incluso a todos los miembros de la familia según la fortaleza de cada cual.

    Creo en la medicina alopática y también en la medicina milenaria tipo la indú, Ayurveda se llama, y a las dos medicinas las veo complementarias: mientras la primera combate los efectos, el daño, los síntomas de las enfermedades, y a menudo logra contrarrestarlos y devolver la salud, la segunda se esfuerza en dar al cuerpo aquello que le faltaba inicialmente para mantener la salud, es decir, el tratamiento provoca el reequilibrio del cuerpo de modo que la enfermedad, vista como una carencia previa de algo, puede desparecer. Cada una debe tratar aquellas enfermedades que sabe que puede curar y para ello deben comprenderse las causas y los procesos de las enfermedades.

  23. Por lo escrito mas arriba de este blog sobre las supuestas bondades de las vacunas le transcribo un escrito de una famosa doctora en su libro «La mafia medica»

    -Mucho del éxito atribuido a los programas de vacunación realmente han sido debido a la mejora en la salud pública relacionada con la calidad del agua la higiene, condiciones de vida con menos hacinamiento, buena nutrición y mejores estándares de vivienda.
    Las vacunas son inservibles para prevenir la enfermedad, y son totalmente contraproducentes, porque dañan el sistema inmunológico permitiéndole al cáncer, y las enfermedades auto-inmunes causar mucha invalidez y muerte-.
    Dra. Gislayne Lanctot

  24. Muy necesario el libro de este señor.
    Lo mejor no es si tiene o no razón en los múltiples temas que toca sino que genera un debate imprescindible.
    Nos gusta tomar partido emocionalmente, con rapidez, con comodidad y sin suficiente reflexión.

  25. Algunos comentarios a Denisov:
    No he dicho que la Ciencia tenga que ser humanística. La Ciencia es Ciencia, sin más. Es humanista o no el uso que de ella se haga.
    La Ciencia es algo más que su aplicación a la Medicina. No creo que el CERN, por ejemplo, o los premios Fields, dependan de lobbys farmacéuticos ni de políticos.
    Yo soy médico y me honro de serlo. No formo parte de ningún engranaje ni institucional ni no institucional. Soy libre.
    No he defendido la camapaña de la vacuna contra la gripe A. Al contrario la he ilustrado como ejemplo de lo que no se debe hacer.

  26. La verdad es que en este año nos va a tocar oir todo tipo de tonterías. Esto me parece elucubrar y criticar «acientíficamente». Animo mejor a hablar (por ejemplo en este blog) de científicos y sus trabajos científicos, y no de opiniones acientíficas, como por ejemplo que se puede estar loco o no («en su sano juicio») según se hagan unas cosas u otras, que además si tienen estudios científicos.

    Por ejemplo una gran científica: Lynn Margulis http://youtu.be/L5NCtnA9IH8, médicos que hacen estudios científicos del cancer con homeopatía: Drs. Banergi o científicos importantes en cáncer: Otto Warburg, Heinrich Kremer. O también profesores de universidad que enseñan otras cosas como Máximo Sandin. Me parece mas interesante estudiar a estos «científicos» y sus trabajos «científicos» que elucubrar y tener opiniones parciales y acientíficas.
    Saludos.

  27. Uffffff que largo, pero me bastó llegar a la parte del «negacionismo» de terapias y diagnósticos «eficaces» que alguien me diga si también habla del «aceptacionismo» de diagnósticos y tratamientos basados en timos bien montados donde solo se requiere creer en un virus que OTRO «vio» «fotografió» «estudio» y en la creencia oficializada de que un test cuyos fabricantes dicen que no sirven para detectar tal «virus» deben ser usados para determinar mediante «algoritmos» (engaños) y para condenar a una persona sana a tomar drogas toxicas por el resto de su acortada ¿vida? como es el caso del ¿HIV? (que no SIDA), otro tanto ocurre con las vacunas que su «efectividad» es demostrada con estadísticas bien manipuladas, claro esta, si uno no sabe que están manipuladas, sin saberlo y muy honestamente es un aceptacionista (come sapos) y difícilmente una vez degustado el animalito que sabia a gloria, se podrá reconocer que era un sapo y es ahí donde por orgullo o intereses creados muchos siguen sosteniendo tinglados que se caen a pedazos, igual y gracias a Dios que hay científicos que no son «aceptacionistas de los timos oficiales» que, escrúpulos delante, investigan rectifican y denuncian, al final en todo esto el problema pasa, por que quien determina que algo es o no es ciencia, esta condicionado por sus patrocinadores y porque no por «heroicas e iluminadas hazañas humanistas nazis»… solo me queda decir que quisiera leer toda al pelorata pero me cansa porque aparte de ser muy extensa esta teñida de lo que dice despreciar, la dictadura cientificista y es lógico que haga eso pues para el, el sapo es rana hasta que alguien le muestre la piel de lo que se esta comiendo y resta que lo pueda aceptar de buen grado y se arrepienta… dura cosa para personas que pasaron por la fabrica de dioses (¿universidad? en «medicina»)…
    Por favor, que alguien que haya podido leerlo completo me avise si habla del aceptacionismo corporativo del timo oficializado, así rectifico. Pero igual me reservo el derecho de desconfiar de cosas que el tiene por verdad pero que no ha comprobado como estadísticas y estudios que hicieron otros y que no se pueden duplicar (aislamiento de ¿virus de sida?, ¿hepatitis c?, efectividad de vacunas frente a inmunidad natural y consecuencias a largo plazo no atribuidas, no estudiadas, si disuadidas, si negadas y la fe en que en la dosis que me toca no hay otra cosa que la que dicen o algo mas) .

  28. Cuando no nos situamos en bando alguno tendemos a ser incomprendidos. A Javier Peteiro puede pasarle eso.

    El método científico precisamente puede fallar en la aceptación de las hipótesis contrastadas en la realidad. Por el hecho de que realidades hay muchas. Hay tantas como científicos. La base empírica complica bastante aceptar una afirmación.

  29. No acabo de entender el discurso del señor Peteiro. Por una parte se mete a saco, justamente, con las pseudociencias que engloban alienígenas y teorías más o menos disparatadas que están al margen de la ciencia por irrefutables, pero por otra parte desacredita a la homeopatía y a los que él llama (como otros) «negacionistas» que ven oscuros intereses por todas partes. Todo ello para decirnos que la Ciencia debe ser más humanística y no «cientificista», haciendo vagas alusiones a la psicología, genética y neurobiología más que poner en solfa a una ciencia que es servil con los intereses de los poderosos lobbys de las farmafiacéuticas y los políticos que las sustentan. Algo que es realmente difícil cuando el señor Peteiro forma parte del engranaje médico institucional.

    No, señor Peteiro, no existen conspiraciones por todas partes. Existen hechos probados de que las ciencias, médicas en este caso, están, en su mayor parte, en manos de un puñado de enemigos de la salud. Y no lo digo por sus profesionales, aunque algunos de ellos sean sobornados por esas multinacionales de la farmafia. Lo digo por insituciones corruptas como la OMS, verdadero aparato de sumisión a esas multinacionales. Pero que me diga a mí, y a otros, que significado tenían y tienen las infaustas campañas de vacunación tipo gripe A y el VPH. Sólo para engordar sus bolsillos personas como Rumsfeld.

    Queda muy bien lo de «autoritarismo científico», pero yo creo que esa etiqueta, que parece global para toda la ciencia, debería ir reservada para los chanchullos y fraudes científicos en el área de la salud.

  30. Muy buen artículo escrito por un científico que está contra las pseudociencias pero también contra el pseudoescepticismo cientificista, que no es ciencia sino para algunos una secta y pseudocreencia, el libro también es muy recomendable.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *