El parto ¿un acto médico?
Un comentario de un médico ginecólogo en el post Parir no rima con extracción ha provocado a su vez un post en el blog de Lady Vaga, comedida y reflexiva comentarista en esta casa y glamourosa y punk en la suya. El ginecólogo, que firma como SamuelShem comienza calificando el “video de las uvas” de “vergonzoso”. Él trabaja en un Hospital de la Comunidad de Madrid y cree que el derecho a la intimidad, confidencialidad y a un trato humano en el parto “están asegurados en la mayor parte de los casos” y no dudo y espero que sea así (también tengo que decir que son muchos, demasiados -siempre es demasiado en temas como este-) los comentarios que he oído en mi ámbito que relacionan partos más bien con extracciones que con procesos naturales. Lo mío será deformación profesional.
Escribe este doctor:
“En cuanto a la medicalización del parto es necesario decir que éste es un acto médico semejante a otro pero con connotaciones sociales que difieren de una apendicectomía o una operación de cataratas, claro está”.
Lo cierto es que en la mayor parte de los partos éste no es un acto médico, definido así:
“relación entre personas; por lo general una de ellas, el enfermo, acude motivada por una alteración en su salud a otra, el médico”.
La mujer parturienta casi siempre está sana y los médicos están, eso sí, para atenderla en caso de que algo no vaya bien pero estos casos son minoría. Por ello hablamos de una medicalización del parto porque hoy la absoluta mayoría de los partos son intervenidos médicamente, con justificación o sin evidencia científica, como demuestra en su magistral libro La revolución del nacimiento mi respetada Isabel Fernández del Castillo.
No hay que perderse el derroche de lógica y acidez con el que Lady Vaga explica las siete diferencias entre un parto una operación de apendicitis que es lo que viene a ser la citada apendicectomía. Una de ellas:
“El camino de salida en un parto ya está hecho, viene de serie“.
Poco puedo añadir a este tema, creo que las aportaciones de mis compañeras son valiosas y esclarecedoras.
A Carlos no le vamos a convencer de que el parto en casa es seguro y de que un parto no se tuerce en medio segundo, ni de que tener una comadrona para una sola garantiza que se dé cuenta de las complicaciones antes que si esa profesional tiene que atender a tres o cuatro parturientas, ni con estadísticas ni con experiencias personales, así que utilizaré mis energías para objetivos más factibles y prácticos, como la financiación del parto en casa por parte del Estado español.
Un saludo a todos y buena semana,
Lady Vaga.
Dra. Lua català, me gustaría leer eso mismo después del comentario que hizo en otro post diciendo que un tema no le interesaba después de haber dado su opinión.
Dice: “siento agradecimiento porque así puedo entender a otras mujeres, algo muy útil en mi profesión.”
Es agradable leer eso pero ¿y las mujeres a las que dijo que su tema no era de su interés?, ¿no tiene nada que aprender de ellas? ¿ni una explicación, ni disculpas?
Me parece que estoy aprendiendo que hay temas de primera y temas de segunda para algunas personas. Lo considero un error.
Referente al parto, las mujeres llevamos engañadas muchos siglos, fuimos perdiendo confianza en nuestros cuerpos, en nuestra sabiduría instintiva y la película de terror se implantó y se fue transmitiendo de generación en generación. Hemos dejado de ver lo que la naturaleza de nuestro ser necesita para parir que es la misma que la de cualquier otro mamífero, aunque seamos bípedos y nos engañen con lo de la estrechez de pelvis: un ambiente seguro,libertad de movimiento, semi-oscuridad, silencio, escuchar las indicaciones del cuerpo, dejárnos llevar por sus señales,…luego las posturas, las respiraciones y movimientos, vienen por sí solas. Nuestro cuerpo sabe parir….y lo puedo decir por experiencia propia y por otras mujeres que tengo el placer de conocer. Estamos despertanto, poquito a poco, tal vez este intervencionismo ya exagerado de los medios hospitalarios nos haya venido bien para por fin despertar de todo este despropósito en torno al parto y al nacimiento.
Mucho tendría que cambiar el medio hospitalario para no interferir en el parto normal, pues la experiencia también me cuenta, que el parto en el hospital es de todos menos de la mujer y su criatura. La mujer tiene que empujar cuando se lo dicen, le tienen que inyectar oxitocina porque no la produce su cuerpo, la tienen que cortar el periné porque en la posición en la que está con la epidural pues el bebé no consigue salir,….y tanta otra iatrogenia que se produce todos los días en los paritorios.
Quería apuntar algo. En primer lugar, mis disculpas a Carlos si se ha sentido agredido por mí, no era mi intención ni tampoco veo demasiada agresividad en el comentario que hice, sólo que utilicé lo que el había explicado, para ilustrar otra perspectiva de dicha experiencia muy distinta. La experiencia de una mujer que lo ha vivido en persona y que no habla desde el plano teórico.
Cómo dice María, en todas partes cuecen habas y seguro que Argentina es similar a España en esto. María es mujer y como ella apunta, entre mujeres comentamos, sabemos y nos comprendemos cuando se trata de esto, por tanto creo que ahí lo femenino empieza a manifestar el poder que debe empezar a liderar ahora en el mundo para equilibrar tanto predominio de lo masculino. No se malinterpreten mis palabras como feminismo, no soy feminista, sólo veo esta necesidad energética para que todos nos beneficiemos de una manera diferente de hacer.
Aunque también quiero decirle a María que no siento “rabia”, tal vez en aquel momento muy puntual del parto la sentí, pero ahora ya no. Es una experiencia más que puede servir a otras y otros y que yo vivo como algo desprovisto ya de toda negatividad y como digo al final, siento agradecimiento porqué así puedo entender a otras mujeres, algo muy útil en mi profesión.
En Argentina es más o menos igual, Carlos. Los índices de cesáreas son muy similares a los de España (25% en los hospitales públicos, 35% en los privados). Y en México, EEUU, Brasil, Venezuela, Perú, etc también son anormalmente elevados. Te lo comento porque existen foros y plataformas online en los que las mujeres nos comunicamos, nos contamos nuestras experiencias y miedos, y me consta que muchas madres argentinas refieren experiencias similares. Todas padecemos lo mismo y estamos luchando para cambiarlo, por nuestra salud y la de nuestros hijos. No te engañes…
Sabes dónde las cosas pueden ser muy diferentes? En los países del centro y norte de Europa. Viviendo en Alemania me di cuenta de que las cosas podían y debían ser muy distintas en relación al embarazo y parto. Entiendo perfectamente la rabia de Lua Catalá, cuando las mujeres nos damos cuenta de que nos han mentido y manipulado, la sensación es de sentirnos violadas y agredidas. Engañadas y estafadas. Nos damos cuenta de que otras personas han abusado de nuestro miedo e ignorancia, de nuestra confianza en el sistema, para dañar nuestros cuerpos (y a veces, a nuestros hijos).
Dra. Catalá, que agresivo y sin argumentos es su comentario. No puedo siquiera responderle. Mis respetos.
P.D: Tan brutal es el sistema de Salud Español? Es posible que crean que en todas partes del mundo es igual? Que nivel de prejuicio e ignorancia.
Por cierto, Carlos, teniendo en cuenta el comentario que has hecho dirigiéndote a Lady Vaga.
Si mañana la Seguridad Social cubre los gastos de la atención médica en casa (supongamos que cubre un médico+enfermera las 24 horas del día, con un equipo completo y aparatos, más la medicación, todo en casa), pero a su vez, se mejora la calidad de atención en los hospitales -como corresponde- cuál crees que sería la opción de la mayoría de los enfermos – y sus familiares claro-, para atenderse la enfermedad?
Yo lo tengo claro: como en casa, en ninguna parte. El único motivo por el que vamos al hospital EN CASO DE ENFERMEDAD es porque sería carísimo trasladar al domicilio particular todo el personal, la medicación y el equipamiento necesario. Por eso se centralizan los servicios médicos en los edificios llamados hospitales: es más barato y fácil trasladar al paciente. Pero nadie pisa un hospital si está sano. Y aun estando enfermos, si nos garantizasen la atención domiciliaria idéntica al hospital, seguro que todos preferiríamos estar en nuestras casas.
Carlos, la eclampsia no aparece de repente. Normalmente “da avisos” en algún momento del embarazo, y para eso están los controles prenatales médicos. Tampoco suele aparecer en mujeres sanas, sino en aquellas que padecen alguna patología antes del embarazo: diabetes (no gestacional), obesidad, hipertensión (también previa al embarazo), problemas renales… Es decir, estas mujeres ya estaban enfermas antes de quedarse embarazadas.
En caso de existir indicios de pre-eclampsia, una matrona no aceptará asistir un parto en casa, porque se vulnera el principio fundamental: la buena salud. Pero… cuántas cesáreas de emergencia o programadas por riesgo de eclampsia conoces? Yo solo una. Sin embargo conozco varias DOCENAS de cesáreas y partos instrumentales hospitalarios a mi alrededor, y me consta que la mayoría han sido injustificadas.
Hay opiniones para todo como se puede ver. Yo también soy homeópata unicista y mi experiencia me dice algo muy distinto. También es verdad que soy mujer y que he parido tres hijos, Los dos primeros en un hospital. En el primero experimenté en mis propias carnes todos los despropósitos de la medicina oficial. Me pusieron, peridural, me hicieron estar en reposo porqué había roto aguas, posición horizontal durante el parto, oxitocina para estimular lo que la peridural y la posición no dejaban avanzar, maltrato sutil (a pesar de ser médica trabajando en el mismo hospital), no cohabitación con mi hijo, le dieron suero glucosado y chupete cuando lloraba, etc. etc.
Con la segunda ya había aprendido algo y no dejé de moverme cuando ingresé en la habitación del hospital, para estimular de fomra natural la dilatación, parí muy rápido sin anestesia pero seguí sintiéndome como alguien anónimo, una caso al que atender y a quien poder decir “no grites” durante el expulsivo. Vamos, muy mal. Pero en el tercero ya fuí más astuta y me negué a pasar por el matadero, parí en casa con una comadrona y fué maravilloso. Me sobran lo datos científicos, siempre manipulados o tergiversados por la experiencia o limitación de quien los da, siempre dirigidos hacia donde nos interesa para demostrar aquella hipótesis que ya tenemos en nosotros, antes incluso de contar con dichos datos. Cda vez más la “ciencia” o lo que dice llamarse ciencia es menos creible para mi.
Sabeis aquello de que el experimentador influye sobre el experimento, no? Pues así funciona todo. Si un señor, que es varón y psiquiatra, pongo por ejemplo, que además está acostumbrado trabajar con la mente suya y de los otros cree que es mucho mejor y más seguro el parto hospitalario, encontrará mil argumentos para demostrarlo. Pero a mi, ya me pueden traer todas las estadísticas del mundo, con mi propia experiencia y la de muuuuchas mujeres que tengo la suerte de conocer en mi consulta y que me explican todo lo bueno y lo malo de esta situación vital que es el parto, ya tengo datos de sobras. Por supuesto el parto en casa es lo mejor, lo más barato y lo más sano a todos los niveles. Y me atrevo a decir que la gran mayoria de los que se complican, que son pocos, son por miedo. Las otras situaciones patológicas son previsibles y por supuesto se recomienda que sean en un hospital, aunque me encantaría que fueran hospitales de salud en lugar de hospitales de enfermedad. Con todo, agradezco toda la experiencia vivida, porque me ha servido mucho para aprender y para comprender.
Amparo, la respuesta a tu pregunta es fácil de enunciar, pero difícil de implementar. El parto en un buen ambiente, no está desligado de tantas otras actividades y situaciones cotidianas, en un buen ambiente. No daré ejemplos de lo cotidiano donde el “buen ambiente” es casi nulo porque creo que vivimos en el mismo planeta. La seguridad-relativa-ante los riesgos que implica el vivir, y aquí hablamos del nacer-entiendo que estarían mejor “cubiertos” en un medio hospitalario con una vocación de servicio para con la comunidad, con profesionales idóneos, con buena formación científica y de humanidades,no prescriptores robotizados, deshumanizados, indiferentes al sufrimiento humano-no sólo de las parturientas- Eso es lo que hay que cambiar, y como médico con 35 años de experiencia en Argentina, digo que eso es posible, pero requiere de una gran decisión política, de la toma de conciencia de los protagonistas y del amor que sean capaces de poner en lo que hacen.
Saludos.
De acuerdo, Carlos, te comprendo pero… de verdad crees que esas muertes son evitables? Yo no estoy tan segura.
Primero, una matrona no es el chamán de la tribu, sino una profesional de la salud que ha debido estudiar en la universidad y hacer unas prácticas, como las residencias de los médicos. Sabe reconocer los problemas y solucionar algunos. Segundo, uno de los requisitos que se exigen para un parto domiciliario es, además de tener buena salud, que haya un hospital cercano al que llegar enseguida en caso de complicaciones. Las emergencias en las que los segundos cuentan son raras. Pues bien, en estos casos también en el hospital habría problemas. Por qué? Porque en el propio hospital se tardan unos 30-40 minutos (como mínimo) en preparar un quirófano, localizar al cirujano (a menudo no están presentes, hay que llamarlos), al anestesista (a veces el anestesista está OCUPADO en otra operación, hay que esperar a que termine), y trasladar a la mujer al quirófano. Más o menos lo mismo que se tarda en trasladar a la mujer desde su casa al hospital.
Parece que en los hospitales no se mueren las mujeres, ni sus bebés, pero basta con echar un vistazo a los repertorios de jurisprudencia para encontrar docenas de muertes hospitalarias evitables que se producen por ignorancia, falta de recursos, escasez de personal o descuido. Además, pienso que el problema principal de tanto pleito legal es que los médicos nos prometen que ellos lo hacen todo perfecto, que en los hospitales todo va a ser perfecto, que gracias a ellos es imposible que nosotros y nuestros bebés tengamos problemas… Nos están mintiendo. Esta garantía absoluta no existe. Ni en el hospital, ni en casa. Pero las familias y las mujeres se lo creen, por eso cuando algo sale mal interpretamos que la culpa es de los médicos, que nos han prometido un embarazo y parto perfectos, y no ha resultado así.
Lady Vaga, un parto se puede complicar así, de un momento al otro. La eclampsia (crisis hipertensiva grave durante el parto) puede llevar a la muerte rápidamente a la madre si no se tienen los recursos a mano inmediatamente incluso en un medio hospitalario. Pregúntale a tu comadrona que haría ante esa situación, además de rezar para que llegue la Emergencia lo más rápidamente posible. No se deben aumentar los riesgos. No sabía que la Seguridad Social tenía esos costes para las parturientas, pero en todo caso, es un dinero que cubre además todos los posibles imprevistos que pueden ocurrir. Ahorrarse unos euros corriendo riesgo la salud, no me parece recomendable. Si mañana la Seguridad Social cubre los gastos del parto domiciliario, pero a su vez, se mejora la calidad de atención en los hospitales -como corresponde- cuál crees que sería la opción de la mayoría de las parturientas- y sus maridos y/o familiares claro, para atenderse el parto?
Saludos.
Pero María, si lo sabré, que en el hospital pasan cosas malas, no hago una defensa corporativa. Digo que, en el hospital deben mejorar las condiciones de trabajo de médicos, enfermeras, etc. etc. para que vuelva a ser el sitio confiable al que puedan concurrir TODOS Y TODAS las personas que lo necesiten. Para que no proliferen éstas “opciones” para pocos-cuántos miles de euros cobran por allí por tan noble tarea? La generación de los “mileuristas” podría atenderse con una doula, una partera domiciliaria, por supuesto que el obstetra-que debe supervisar por si se complica y la partera entra en pánico. María, no tomes por insulto lo que estoy diciedo con conocimiento profundo de causa. Piensa un poco y no te indignes tan fácil, que no sirve para nada. Cuándo una mujer o un niño mueren durante el trabajo de parto-ya sea en un medio hospitalario o en un parto domiciliario-debemos buscar la manera para que eso no ocurra. Son muertes evitables.
Saludos.
Me he reído mucho con la respuesta de Pilar R tiene humor hasta diciendo cosas importantes.
Carlos le pregunto después de haber leído los comentarios de las mujeres, que como ellas dicen es nuestro cuerpo el que sufre las contracciones-dolor y de haber leído tu respuesta ¿cuál es la solución según tu para un acercamiento entre el parto en un buen ambiente y la seguridad ante los riesgos?
En este país se debe luchar por una atención respetuosa en el parto y a que se pueda tener opción donde la mujer se siente más segura para parir, pues sólo así es como un parto se va a desarrollar lo mejor posible. Yo he parido dos veces, una en el hospital y otra en casa. Los dos partos han sido normales y vaginales, pero en el primero yo dí toda la responsabilidad a los que me atendían y no confié en mi cuerpo, para mí fue una extracción. En el segundo, yo cogí las riendas, yo decidí cómo y donde y con quién. Ya no entiendo un parto que no tenga el ambiente de tranquilidad que te permita que la parte lógica quede bajo el control del instinto, pues solo así tu cuerpo puede adoptar las posturas y movimientos necesarios para que la criatura encuentre la mejor forma de salir a la vida. Si el hospital puede ofrecer ese ambiente OLE OLE y OLE, sería maravilloso.
Parir en un domicilio atendido por personal cualificado, y teniendo cerca un hospital, no creo que sea más inseguro que parir dentro del hospital para atender esos imprevistos. Si los hospitales sólo tuvieran que atender los imprevistos, estarían menos saturados y más especializados a lo que de verdad necesita de su tecnología.
Partimos de la base de que un parto se complica así, en décimas de segundo, cuando eso es falso. Además, en un parto domiciliario tienes a la comadrona (en mi caso, comadrona y ayudante) pendiente de ti en todo momento, mientras que en un hospital la misma persona debe atender a tres o cuatro parturientas.
Una comadrona seria no atiende un parto en casa a menos que tengas un hospital a quince minutos en coche, máximo, para trasladar en caso de emergencia. Y, desde luego, jamás se espera a que la cosa sea urgente para trasladar. Se actúa con tiempo y cabeza.
Mi comadrona lleva atendidos más de 400 partos, con un índice de traslados del diez por ciento, todos ellos por no progresión de la dilatación. Vamos, que nos están vendiendo que las complicaciones son muchas y frecuentes cuando eso es MENTIRA y gorda. Juegan con el miedo y corresponde a la mujer informarse y decidir.
Ahora, si me dices que vas a parir en casa con una comadrona que es un zote, pues sí, te estás poniendo en peligro. Pero es que es lo mismo que cuando te vas al hospital a ponerte en manos de quien te toque, que igual te hacen una carnicería que tienes suerte y pares sin que te molesten.
Por cierto, los miles de euros a los que te refieres son 1.800, para ser exactas. En el hospital, un parto vaginal sin complicaciones son unos 1.650, y en cuanto hay complicaciones sube a 1.900. Una cesárea, 2.900-3.000, según las complicaciones.
Con el matiz de que la atención en casa incluye todas las visitas preparto a domicilio desde la semana 37 y las posparto, también domiciliarias, hasta las dos semanas cumplidas del bebé.
A mí me sale a cuenta. Al sistema sanitario también le saldría financiar el parto en casa y que la que quiera se vaya al hospital y la que quiera se quede en su casita.
Carlos nos insulta a todas las mujeres. Nos toma por tontas e infantiles, que ponemos nuestras vidas y las de nuestros hijos en peligro por capricho e ignorancia. Es la misma actitud que tienen muchos ginecólogos y obstetras: paternalismo y desprecio hacia nuestra capacidad de pensar por nosotras mismas. Carlos, que te quede claro: las mujeres queremos LO MEJOR para nuestros hijos, desde el momento en que sabemos que los llevamos dentro.
Mi tía casi se muere en un hospital desangrada después del parto, porque tuvo una hemorragia y todo el personal estaba demasiado ocupado como para prestarle atención (era una de estas noches difíciles). En un hospital de Ferrol le pusieron al bebé una inyección que iba destinada a la madre y la mataron por negligencia médica. Una de mis amigas tuvo un problema gravísimo con el bebé porque se contagió de una infección hospitalaria (transmitida por el personal del hospital). No hace mucho salió en la prensa el caso de una enfermera de neonatología que, en Italia, contagió de tuberculosis a varias docenas de bebés. La lista es interminable.
Las cosas malas pasan, en el hospital también.
Pilar, me alegro muchísimo de leer tu respuesta, y entiendo muy bien la diferencia entre un parto y una apendicectomía. Soy médico, egresado de la UBA hace 35 años -hoy tengo 60- y en mis prácticas hospitalarias participé tanto en esas cómo en otras prácticas médico-quirúrgicas que forman parte de la currícula profesional. Además soy psiquiatra y homeópata unicista, no medico a mis pacientes con drogas alopáticas, podrás ver mis comentarios por allí. Entiendo tus razones -y las comparto- pero lo que no puedo entender es el no ver que -a pesar de todo lo que se dice- entre un buen medio hospitalario y un parto domiciliario, no tengas ninguna duda que recomiendo el medio hospitalario, con profesionales idóneos y los recursos adecuados.
Lady Vaga, gracias por los enlaces. No digo que el parto se complica más en el living de tu casa que en el hospital. Digo que -y de eso soy testigo, lamentablemente, que si se complica en tu dormitorio, si las papas queman, vas a hacer pasar a la parturienta, al bebé, a su familia, y al equipo médico por un momento horrible, siempre con las mejores intenciones, cómo en la película de Bergman. En Argentina hay médicos que perdieron su matrícula profesional por haber asistido a mujeres en el parto domiciliario que terminó en tragedia evitable en un medio hospitalario. Y ésto no es demagogia mi Lady, es lo que ocurre, aunque a ti ni a mí, nos guste, que se muera la gente por causas evitables. Mejoren la atención hospitalaria, formen médico, no prescriptores robotizados, págenle lo que corresponde, amplíen el espectro, que la mayorías de las mujeres, en el momento del parto, tengan más seguridad y trato humanos. Supongo además que no todas tendrán los miles de euros que se cobra esa práctica tan publicitada.
Saludos.
Hola Miguel, hola lectoras/es,
soy papá desde hace año y medio de un peque que nació en casa asistido por una doula. Me alegra que se hable cada vez más de estos temas porque he constatado que hay un grave desconocimiento.
Hablé anoche con una amiga alemana que está de cuatro meses. Me anunció su nuevo embarazo y como en el anterior allí tienen la opción de ir a una especie de Casa de Partos, un lugar donde parir como si estuviera en su casa, en ambiente cálido y con la gente que quieres. Sólo una ecografía en todo el embarazo, si todo va bien, es lo que le harán…, vamos igualito que aquí. Lo curioso del tema es que esto, en mi opinión, sería más barato para la Seguridad Social, aunque es un tema secundario. El principal, el que apunta Michel Odent, es que no sabemos las consecuencias que puede tener el que casi toda una generación haya nacido de forma violenta y maltratada nada más nacer. Y no me parece que se pueda poner en duda que es un maltrato para quien ha vivido nueve meses en el seno de una madre y al nacer le tratan así.
Un estudio hace 30 años demostró que los resultados del parto eran similares en Dublin, donde se usaba la cesárea en menos de un 5% de los casos y en Nueva York, donde superaba al 30% pero había más secuelas en este último relativas a la “vinculación” madre niño y otras pequeñas alteraciones. El miedo a la litigación si las cosas van mal, que tanto o más pueden ir con la anestesia general como con desgarros, es un factor importante pues si no se hace cesárea el litigio se puede perder. Las razones del enorme aumento del uso de la cesárea y el parto en hospital, parecen más de tipo corporativo-legal que científico, aunque evidentemente esto no se puede aplicar a todas las situaciones: hay bastantes partos que requieren ser vistos como enfermedad pero la mayoría no lo son, hay diversos tipos de poblaciones etc.
Hay otro factor: Desde que a la reina Victoria en su 4º, le dieron las gotas de cloroformo a oler en un pañuelo, la “moda” ha sido el evadir le intenso trabajo (“labour” en inglés) y dolor del parto. Y así entre miedo a perder litigios y evitación del dolor, -aspecto generalizado ahora a todo tipo de situaciones que la población pone en manos de los médicos- llega el dominio del hospital. Y este dominio trasciende la cirugía y la anestesia quirurgica y se extiende a todo lo que se mueve.
Hay que poner al hospital dondo hace bien las cosas y desde allí que intervenga donde sea necesario intervenir que no debería ser en todos los partos.
Carlos, es que yo parí en casa no por ser más “cool”, sino por ser más seguro. Mi primer parto fue un despropósito en el hospital y para mi segundo hijo escogí una excelente comadrona con 28 años de experiencia y 400 partos atendidos en su haber.
Por cierto, tengo entendido que en Argentina tenéis tal tasa de cesáreas que allí se pare ya más por arriba que por abajo… ¿Se informa a las mujeres del riesgo de morir durante una cesárea, que es seis veces mayor que en un parto vaginal? ¿O simplemente se las taja sin más?
Las complicaciones pueden darse en cualquier entorno, decir que un parto en casa se complica más es demagogia pura. ¿O me vas a negar que si tengo una comadrona para mí sola se dará cuenta antes de las dificultades que si estoy sola en un box y tengo que andar yo llamándola?
Te dejo algunos enlaces al respecto:
http://blogelpartoesnuestro.com/2011/04/13/%C2%BFdonde-esta-la-temeridad/
http://blogelpartoesnuestro.com/2010/09/07/parto-en-casa-y-la-evidencia-en-pediatria/
http://blogelpartoesnuestro.com/2010/07/08/contra-el-parto-en-casa/
http://www.coib.cat/Detall.aspx?tipus=agenda&idDetall=4673&idMenu=-1
http://blogelpartoesnuestro.com/2010/11/08/%C2%BFpor-que-en-unos-hospitales-se-practican-muchas-mas-cesareas-que-en-otros/
http://blogelpartoesnuestro.com/2010/11/08/%C2%BFpor-que-en-unos-hospitales-se-practican-muchas-mas-cesareas-que-en-otros/
http://www.crianzanatural.com/art/art126.html
Por cierto, soy atea, así que no me encomiendo a Dios para nada, sino a mi propio juicio, con el que tomo decisiones informadas.
Un saludo,
Lady Vaga.
Carlos, has conseguido que me ponga a escribir para hacerte una pregunta:
¿Sabes la diferencia entre un parto y una apendicetomía?
Mira te lo explico
En el parto intervienen factores emocionales importantísimos para la medre y para el bebe, que intervendrán a lo largo de sus vidas, en el parto nace una criatura, criatura que durante 9 meses solo ha conocido lo que vivía su madre y la voz (porque la distinguen sin duda alguna) de su padre o madre, de que el parto se dé en condiciones anatómicas y emocionales adecuadas depende mucho el buen funcionamiento de este, del hecho de que salga por el canal que la vida a preparado sabiamente dependen también otros factores que intervendrán en su salud, esto entre otras cosas no menos importantes, solo es para ver que hay alguna posibilidad de que no sea lo mismo.
En la apendicectomía dícese que es: La apendicectomía es una técnica quirúrgica por medio de la cual se extrae el apéndice cecal. Para lo cual es necesario la anestesia, a pesar de ser poco arriesgado y sencillo el método que se utiliza.
El apéndice es necesario y le tenemos cariño porque forma parte de nuestro cuerpo y gracias a su existencia funcionamos mejor, pero te aseguro que por muchos años que convivas con tu apéndice cuando te lo quitan no sientes lo mismo que cuando pares y el apéndice es posible que sufra o se alegre, ¿quién sabe? al desprenderse de nosotros pero las consecuencias de este sentimiento no se podrían igualar a las del bebe. Digo yo.
Después de esto ¿sigues pensando que es lo mismo una cosa que la otra?
Si no se lee bien disculpa, estoy muy cansada pon las comas donde favorezca tu comprensión.
Luego de leer los comentarios no puedo menos que sentirme orgulloso del Sistema Sanitario en mi país, no sólo en lo referido a la atención de la parturienta. No es casual que España, en tanto miembro de la UE, con los resultados a la vista -entre otras cosas- de la dichosa Seguridad Social, hayan medicalizado hasta los suspiros. Claro, todo era pasible de ser medicado, es gratis, paga el Estado bobo, hasta que se agotan los recursos y ahora -de manera reactiva- se pasa a la contraria y sálvese quién pueda. Está claro que el parto normal, en una multípara sana, sin antecedentes de riesgo, lo atiende el policía de la esquina. Pero, puede ocurrir, que nos encontremos con alguna complicación durante el trabajo de parto que requiera otro tipo de soporte, que en el dormitorio de casa no disponemos y ocurra -como he sido testigo- una desgracia evitable en un medio hospitalario. Por eso, quién quiera recurrir al parto domiciliario, tanto la mujer, sus familiares como el equipo médico, deben ser concientes de los riesgos que afrontan -potencialmente- y sus consecuencias. De lo contrario se trata de una actitud infantil y peligrosa para todos.
Saludos.
Carlos, flipo en colores. No te digo más porque ya lo ha hecho María con bastante acierto: “Si un ginecólogo u obstetra cree que un bebé es lo mismo que un apéndice infectado y putrefacto, tiene una severa confusión mental”. “Si estamos sanas, lo más seguro es que todo salga bien, sin necesidad de intervención médica”.
Me pregunto: ¿Es que las que hemos parido no tenemos otra cosa que hacer que malmeter E INVENTAR?
Les recuerdo el dibujito que se denunció en este blog hace unos meses: https://www.migueljara.com/2011/09/21/un-artista-en-mofarse-del-parto/ Si el personal sanitario ofreciera a la parturienta (Y LO LLAMAN DAR A LUZ) la calidez necesaria en esos momentos ¿las mujeres nos plantearíamos hacer las cosas de otra manera? ES QUE ES DE LOCOS, en lugar de PONERNOS EN DUDA den un golpe en la conciencia. RESUELVANLO.
Salud.
María, tengo el sentimiento de un comentario que acabo de leer, de que lo más peligroso es ser un utensilio para alguien, sobre todo si hay una unión de sentimientos a pesar de que no sean los mismos. Por esa indiferencia también se da cuerda a estas barbaridades. Vivir sin ser querido es peligroso, vivir por el mero hecho de vivir es un riesgo. ¿Cómo querrán esos médicos a sus familias?
Hola Miguel,
Vengo del blog de Lady Vaga. Es importante que empecemos a darle bombo y platillo a ciertos asuntos sobre parto y embarazo, porque las mujeres occidentales nos creemos muy liberadas y lo cierto es que ignoramos mucho sobre nuestros cuerpos. Así nos va, claro. Si un ginecólogo u obstetra cree que un bebé es lo mismo que un apéndice infectado y putrefacto, tiene una severa confusión mental.
El parto es una función más del cuerpo humano, igual que comer, respirar, defecar, orinar, sudar… ¿Por qué esa obsesión en medicalizarlo? No lo sé. Siempre se dice que antes las mujeres se morían como moscas en el parto, igual que ahora en el mundo subdesarrollado. Sí, claro. También se morían como moscas los niños, de desnutrición e infecciones. Y llegar a los 60 años era una proeza, porque la gente adulta no-embarazada también se moría de enfermedades e infecciones. Las mujeres tenían 10 hijos porque, con suerte, sobrevivían la mitad. Antes la mortalidad era alta en general: mujeres, hombres y niños se morían porque estaban mal alimentados, no había antibióticos ni vacunas, vivían hacinados y en malas condiciones, y no se conocía la higiene ni el agua corriente.
Muchas muertes en el Tercer Mundo están relacionadas con diarreas, por ejemplo. Las diarreas se producen casi siempre por consumir agua no potable. Así que beber agua es peligroso. Beber es peligroso. Todos deberíamos ir por la calle con una vía profiláctica en vena, recibiendo hidratación de una bolsa de suero, porque beber es peligroso.
Hace nada hubo un brote de E.Coli en Alemania y muchos murieron o sufrieron daños renales severos por comer vegetales crudos contaminados. Algunas personas se atragantan con la comida y mueren asfixiadas. Otras mueren por ataques de alergia a ciertos alimentos. Es decir, comer es peligroso. Por eso, mejor que nos inserten una sonda nasogástrica y recibimos alimentación artificial controlada.
Mucha gente tiene apendicitis. Hacer la digestión es peligroso, podríamos morir de una peritonitis!. Deberíamos de operarnos TODOS, para extirpar nuestros apéndices, aunque estemos sanos y sin síntomas de infección. Porque claro, así en el futuro evitamos ese riesgo.
Mucha gente se muere en accidente de tráfico. Conducir es peligroso. Así que, antes de entrar en el coche, vamos a ponernos una vía intravenosa y evitaremos comer o beber en 24 horas, por si tienen que operarnos después de un accidente de tráfico.
En los países desarrollados la principal causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares (el 69%, según la OMS). Es decir, nuestros corazones y sistema circulatorio son ineficientes, es peligroso dejarles que vayan a su aire. Deberíamos tomar medicamentos para el colesterol como profilaxis, no vaya a ser que nos dé un infarto dentro de 10 años. Espera, todavía mejor! Vamos a hacernos todos un triple bypass por si, en el futuro, nuestro corazón fallase. Así nos aseguramos de que está en buen estado. O nos podemos poner un marcapasos preventivo, aunque estemos sanos, porque en el futuro podríamos enfermar del corazón y morirnos!
¿Absurdo, verdad? Estaríamos dañando gravemente nuestro cuerpo sin motivo. Bueno, pues con el parto lo mismo. La vida humana en realidad es muy frágil y estamos rodeados de amenazas, pero vivir con miedo es una enfermedad que se llama hipocondría. ¿Por qué la sociedad nos convierte a las mujeres en hipocondríacas cuando nos quedamos embarazadas? Es absurdo someternos a un montón de intervenciones “por si acaso”, cuando lo cierto es que nuestros cuerpos de mujer están preparados de serie para gestar, parir y amamantar un bebé. Llevamos haciéndolo miles de años, sin médicos. Y la especie humana ha sobrevivido, así que tan defectuosas no debemos estar.
Lo normal es que, si estamos sanos, nuestros pulmones funcionen, nuestro corazón funcione, nuestro sistema digestivo funcione y nuestro útero funcione. Claro, no existe un 100% de certeza! Nunca. Nuestro corazón puede fallar, puede darnos un ataque de asma, podemos tener una crisis de alergia, podemos ser atropellados, caernos y rompernos una pierna, contagiarnos de una enfermedad mortal, tener un infarto cerebral, me puedo cruzar con un asesino que me acuchilla o con un pistolero que me dispara para robarme. En esos casos de desviación de la salud, la medicina interviene. A veces nos salva la vida y recuperamos la salud. Otras veces no funciona. Pues con el embarazo y el parto, lo mismo: si estamos sanas, lo más seguro es que todo salga bien, sin necesidad de intervención médica. A veces las cosas fallan y en esos casos la medicina ayuda, pero otras veces el bebé muere o nace con defectos que no se han podido detectar ni corregir. Los médicos no son dioses. Ni superhéroes. La medicina tampoco es infalible.
Imaginemos. Un día entro en la consulta de mi médico de familia para una revisión y me dice: “No se preocupe, señora, que gracias a mí, a la ciencia médica y a los medicamentos, NUNCA MÁS se va Ud. a enfermar y le garantizo que no se va a morir”. ¿Qué otra cosa puedo pensar más que al pobre doctor le dio un delirio? Porque lo que me está diciendo no es cierto y promete cosas imposibles. Entonces… ¿por qué los ginecólogos y obstetras nos aseguran que, gracias a ellos, nuestros cuerpos podrán dar a luz y nuestros bebés serán absolutamente perfectos? A mí me parece igual de falso y pretencioso.
La vida no tiene garantías y lo único que podemos hacer es cuidarnos para mantenernos sanos.
A veces algunos no son capaces de preguntarse porqué sin ellos hemos sido capaces de llegar a 2012. No me merece mayor opinión y reflexivamente a pensar si sobro.
Es un acto médico si se entiende que el médico está presente por si surge una complicación, para saber actuar con rapidez. Pero no es un acto medico el parto en sí mismo, el parto hay que dar el tiempo y el espacio que necesita a la madre y a las personas que ella haya decidido que son para estar en ese momento. El médico tiene que saber estar para observar sin ocupar espacio.
No es una operación, lo están convirtiendo en una operación a base de hacer cesáreas.
Trato humano en un hospital de Madrid en un parto? Pues en el mío se lucieron. Desde el médico que se enfadó por parir en el cambio de turno (afortunadamente, no estuvo).Cuando el niño nació me dijeron que tuve mucha suerte y que los dos anteriores se ahogaron con el cordón umbilical. Cuando me cosían me dolía y lo dije y me increparon que al hacer el niño seguro que no protesté tanto,…. finalizo explicando que lo peor vino cuando quise dar el pecho a demanda del bebe y no quise despertarlo a las doce de la noche para darle el pecho (se despertó 15 minutos más tarde, y se lo dí). Entonces el trato ya fue MUCHO MAS PEOR.
Ni poco ni demasiado, todo es cuestión, de medida. Comparto el concepto de la atención de la parturienta como acto médico, con las consideraciones que allí se mencionan. En Argentina, a la luz de la mejoría en la situación económica y social, han proliferado en algunos pequeños reductos, la idea del parto domiciliario -en cualquiera de sus variantes- como la panacea ante tanto atropello y maltrato. Lamentablemente no se publicitan los casos de complicaciones en tales partos -que las hay y con bastante frecuencias- algunas con resultados fatales para la madre y/o bebé. Una estadística que se ve engrosada por un cierto fundamentalismo ingenuo. Lady Vaga, tú dejarías que te hagan una apendicectomía en tu dormitorio porque es más cool? Lo mismo para la atención del parto en el domicilio, informen de los riesgos “extra” que se toman, cúbranlos al máximo y luego… rezen.
Saludos.