Una campaña ¿contra la libertad de vacunación?
En su último libro el periodista, referente en temas periodísticos en España, Pascual Serrano, se manifiesta Contra la neutralidad de los periodistas y a favor de su compromiso social. La tesis del libro es la siguiente:
El periodismo hoy exhibe una neutralidad frente a los hechos que beneficia a los poderes de turno. El periodista debe tomar partido por los intereses de las personas, de la ciudadanía, partido hasta mancharse, que escribiría el poeta.
Pero cuando las cosas van mal seguro que con poco esfuerzo pueden ir peor amigo Pascual. Ayer los telediarios (al menos el de TVE y el de Antena3) emitieron sendas informaciones sobre que cada vez más personas están «descuidando» la vacunación de sus hijos. Lo de Antena 3, que vi en directo, fue bochornoso; se insistió de manera sutil en apoyar la idea de que la vacunación de la población ha de ser obligatoria. Esto es un ataque al derecho a la libre vacunación que rige ahora en España. Más claro y por si alguien no se entera: En España vacunarse de cualquier cosa es voluntario y se respeta la libertad de elección de la población.
Los servicios informativos de A3 sólo emitieron declaraciones, en tono agresivo, de ciudadanos a favor de las vacunaciones (sin matices) y en especial de que estas sean forzosas para los bebés. Si el reportaje parecía un reproche a los padres y madres que cada vez en mayor número deciden libremente enfocar el asunto desde un prisma crítico, lo ético era entrevistar a alguno. Desconozco por qué no se hizo pues hace ya unos meses, al hilo de lo que sucedió en Granada con un brote de sarampión (por cierto utilizado en el reportaje como arma arrojadiza contra el «sector crítico»), una redactora de la casa se puso en contacto conmigo para que le facilitara el contacto con padres libres y con espíritu crítico en el tema vacunal. Quería hacer un reportaje similar al de ayer en el que también hablaría yo. Si la voluntad la tenían ¿por qué no cogieron le teléfono un trabajo ¿más «neutral»? Prefirieron tomar partido pero por los intereses industriales.
Desde el punto de vista periodístico ambos reportajes fueron lo que se dice en el argot de la profesión «un refrito», algo precocinado, pues el material exhibido presentaba declaraciones de los mismos protagonistas (curioso que, como se ve en A3, tantos medios acudieran a una rueda de prensa cuando es sabido por los periodistas de redacción que esto de capa caída). En ambos reportajes apareció, por ejemplo, David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), financiado por uno de los grandes laboratorios productores de vacunas, GlaxoSmithKline (la semana pasada supimos, aunque haya sido una noticia que, pese a su gravedad, no ha tenido mucha repercusión de manera paradójica como vemos, que el laboratorio GlaxoSmithKline recibió una sanción de la agencia de medicamentos argentina tras la muerte de 14 bebés durante los ensayos clínicos realizados en niños pobres de vacunas contra la neumonía adquirida y la otitis). También en ambos vídeos aparece Javier Arístegui, vocal del mismo Comité Asesor de Vacunas.
Va quedando ya lejos la campaña de marketing del miedo para impulsar la vacunación contra la Gripe A y ahora parece que surge una nueva campaña de similares características que busca crear MIEDO en los padres y madres con fines parecidos. Parte de la ciudadanía está ya muy versada en estas estrategias (que son en cierto modo las que desaniman a la vacunación, así, en general) y se están inmunizando contra el MIEDO sin vacuna alguna.
Más info en el libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo.
Estoy de acuerdo con Javier P. Creo que informar de manera entendible y adecuada a los padres (en el caso de vacunas infantiles) es esencial, pero añado: independiente también. Lamento decir que muchas científicos (médicos o no) no son precisamente ejemplos ni de independencia ni de ética – por decirlo educadamente -, no lo digo solo yo: «La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital…», «…Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que hacen crónica la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento», «Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo…» Párrafos de una entrevista al Premio Nobel de Medicina, Richard Roberts, completa en:
http://www.vanguardia.com.mx/farmaceuticas_pagan_millones_de_dolares_a_doctores_para_que_promuevan_sus_medicinas_y_las_que_curan,_no_son_rentables-1186575.html
Es solo un ejemplo, pero tego muuuchos más: en EEUU y en relación con las vacunas (obligatorias o no dependiendo del Estado), en este caso en Texas: «Algunos niños son de mayor riesgo biológico que otros para reaccionar a las vacunas. En Texas la política vacunatoria es masiva y no tiene en cuenta estas diferencias, y falla en minimizar el riesgo de daño y muerte inducida por vacunas en demasiados chicos.
Anualmente, 12.000 a 14.000 reportes de hospitalización, lesión y muerte siguiendo a las vacunaciones son efectuadas al VAERS (Sistema de Registro de Eventos Adversos a la Vacunación), y aún alrededor del 90 por ciento de los médicos fallan en reportar estas reacciones». Claro que en Texas al ser obligatorias las vacunas los padres de los niños (a los que destrozaron la vida con este tipo de «política sanitaria») pueden llevar a los Tribunales a médicos y administración, pero ni así se hace justicia en muchos casos: «El Programa Nacional de Compensación de Lesiones Vacunales ha pagado más de 1.200 millones de dólares en daños, dejando a 3 de cada 4 víctimas vacunales a su propio arbitrio. Mientras tanto debido a una compleja red de leyes federales y estaduales, médicos y laboratorios productores continúan beneficiándose, no asumiendo ninguna responsabilidad económica por los daños y las muertes vacunales» (en todas partes cuecen habas, como se ve). De este enlace: http://www.librevacunacion.com.ar/riesgos.htm ¿Es información independiente esta anterior?. ¿Qué sociedad queremos construir?. ¿Donde está la ética y la independencia de la Ciencia?, ¿quién controla a las multinacionales farmaceúticas y sus productos – vacunas o no -?, ¿son los gobiernos capaces de domar esos monstruos y ser independientes a sus presiones y sus montañas de dólares «generosamente» vertidos a ciertos sujetos y/o instituciones?.
Las respuestas son tan obvias que solo un ingenuo puede creer en las bondades de un sistema corrupto hasta las raices y fiarse de la propaganda voceada desde las medios de ¿comunicación? masivos. Me temo que conservar nuestra dignidad y libertad tiene un precio: el de luchar contra el totalitarismo, venga de donde venga. Salud.
Miguel.
Si he entendido bien el contenido de tu link, indicas que no hay suficiente información sobre los riesgos que cada vacuna tiene o, más bien, sobre el balance riesgo / beneficio.
Yo creo que proporcionar información adecuada y entendible (no meros consentimientos informados escritos farragosos) es crucial para que la gente decida responsablemente. Y eso afecta a cualquier actuación médica, sean las vacunas, los tratamientos farmacológicos (es muy raro pero algún caso ha habido de hepatitis fulminante por paracetamol), las intervenciones quirúrgicas e incluso las exploraciones radiológicas (es habitual que la gente demande TACs, por ejemplo, sin saber la dosis de radiación que eso conlleva).
El problema de informar adecuadamente se relaciona con un aspecto probabilístico, no siempre bien manejado. Basta con leer cualquier prospecto de un medicamento para ver que tras su ingesta a uno le puede pasar de todo, incluso morirse. Pero hay que situar las cosas en términos de sentido común y lo probabilístico no siempre es intuitivo (y no depende sólo de que uno sea más o menos inteligente).
En ese sentido, creo estar de acuerdo contigo en que la información es esencial. Ahora bien, también es importante la fuente de esa información. La desconfianza generalizada en los médicos y en autoridades sanitarias que se ve en algunos comentarios es, además de injustificada en general (sabemos de excepciones), peligrosa si por ella se omiten medidas preventivas adecuadas.
En cuanto a tu asesoramiento por homeópatas, me imaginaba que por su principio «simili similibus curant» les resultarían simpáticas las vacunas (aunque lleven más que agua).
Creo coincidir también contigo en cuanto a que debiera mejorar la racionalidad de los calendarios vacunales, teniendo en cuenta heterogeneidades existentes que llevan incluso a diferencias entre autonomías.
En general me siento más cerca de las posiciones de Javier P.
En cuanto a eso de que cada cual se pague las vacunas que tome porque quienes poseen la sabiduría de conocer que son un mal lujo no tienen por qué “pagar” las de los quizá sumisos, timoratos, desinformados, caprichosos, etc., pues… ¡No!
El Sistema Público de Salud lo pagamos entre todos con nuestro trabajo y nuestros impuestos, y es un sistema de solidaridad para atender sanitariamente a cada persona, sin entrar a desmenuzar las particularidades de su biografía, creencias, criterios de salud, medios de vida, etc., y empezar a asignar “re-pagos”. Esto de que cada uno se pague no-sé-qué porque no-sé-cuántos es un terreno muy resbaladizo donde unos podríamos terminar exigiendo “pagos” a los otros y viceversa, según sensibilidades. Y abonaría el camino a los privatizadores-buitres de los bienes comunes humanamente básicos, que nunca hemos de permitir que sean mercantilizados. Además la Salud Pública tiene una responsabilidad primordial: prevenir y atajar epidemias. Hay mucho médico y científico honrado que han comprobado la validez y el saldo positivo para la humanidad de muchas vacunas y así nos las recomiendan. ¿O son todos unos corruptos o unos equivocados?
Una propuesta en broma: si quienes están en contra de toda vacunación, a favor de medicinas “alternativas” en exclusiva, etc., y al final tienen que acudir a la “falsa” medicina ¿qué actitud han de tomar quienes piensen que han enfermado por su irresponsabilidad a la hora de prevenir o abordar un mal desde su inicio? ¿Defender que les re-cobre un extra la Seguridad Social?
Yo no, desde luego. Saludos.
Dr. Javier Herráez,
no he hablado aquí de obligar a nadie a nada, algo que sería una decisión política, sino de responsabilidad de los padres hacia sus hijos. Por esa razón, entiendo que su pregunta va mal dirigida.
Por otra parte, creo recordar que en otra ocasión comenté que hay vacunas y vacunas. No es lo mismo la difteria que la gripe estacional. Y no son lo mismo en dos aspectos; la primera afecta a niños y previene una enfermedad grave; la segunda puede prevenir una situación grave en personas mayores; que se vacune a niños depende de los padres; que se vacune a adultos en posesión de sus facultades mentales depende sólo de ellos mismos.
Coincido con M. Jara en lo que contesta a Javier P. Tampoco me considero antivacunas y estoy a favor de la libertad de elección (sí a todas las vacunas, a ninguna, o solo a alguna). Pero lo que es primordial es disponer de información veraz sobre cada vacuna y esto no es nada fácil. De hecho la mayoría de los médicos tampoco la tienen y los pocos que sí suelen tener conflictos de intereses con lo cual sólo proporcionan la que les interesa.
Relacionado con la vacuna del papiloma me llama bastante la atención que haya no pocos médicos que se olviden de la máxima de Hipócrates “primum non noncere”. Lo digo porque hay bastantes casos de reacciones adversas a esta vacuna en las que los médicos insisten en recomendar las dosis que faltan (en total son 3). ¿No es más razonable aquí evitar la vacuna aunque no se tenga la certeza de que sea la causa de la reacción adversa? Hay un médico ”tan bestia” –lo siento por la expresión pero es lo que me sale- que les llegó a decir a los padres que volvieran a vacunar a su hija y así de paso comprobarían si era la vacuna o no (y la hija llevaba tiempo mal, a todas luces por la vacuna).
Siempre preguntaré lo mismo.
Si los vacunados están protegidos, ¿por qué quieren obligar a vacunarse a los que no quieren?
Que me lo explique Javier P.
En cuanto a suprimir las vacunas, ya lo ha dicho Miguel, no se trata de prohibirlas, no voy a imitar posturas que atentan contra la libertad, se trata de que no sean sistemáticas ni financiadas por la Seguridad Social. Quien desee vacunar que lo haga, por supuesto que respeto su derecho, pero que no se impongan aunque sea camufladamente, como ahora, en que prima la desinformación a los ciudadanos, escondiendo la gran cantidad de enfermedades, efectos adversos y muertes que causan. Con una información amplia y veraz que cada uno actúe según crea. Que las vacunas tengan el mismo tratamiento en el sistema de salud que tiene cualquier otro fármaco.
Otro tanto sucede con el Gardasil, la famosa vacuna contra el papiloma virus.
Yo mismo cozco casos como los que dice Xelo – todo mi respeto y apoyo, no está usted sola – e incluso con resultado de muerte tras vacunaciones infantiles, una cosa es que no se reconozcan por parte de la Administración los efectos adversos de las vacunas, con casos de auténtico escándalo y verguenza ajena y otra cosa es que no ocurran. ¿Hacen falta más ejempos?, pues en este mismo blog los hay a montones, busquenlos que no es dificil verlos.
Este artículo es muy interesante, es del Dr. Andrew Moulden y está en D-Salud: http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=116 se llama: ¿deberían prohibirse todas las vacunas?. Otro enlace con más información respecto a autismo y vacunas:
http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/ads141.htm Estoy completamente de acuerdo con Lua y con Miguel. Demos la información, toda la información y no solo la que deseen las multinacionales y/o los gobiernos, -tanto monta, monta tanto- y que decidan los padres en libertad total, en Alemania, por ejemplo, la tasa de vacunación es mucho más baja que en España (en otros muchos paises «desarrollados» pasa igual, por cierto), en Italia la vacunación infantil contra la polio era obligatoria y creo que ya no lo es porque los únicos casos de esa enfermedad se dieron a causa de la misma vacunación, con casos con nombre, apellidos y fechas bien concretas y contrastadas…
En este enlace quien quiera puede informarse y despues contrastar esa información con la «convencional»: http://www.vacunacionlibre.org/, habia una entrevista a víctimas de las vacunas, incluyendo lo que decía de Italia, busquelo quien quiera. ¿Hay mayor libertad y ética en lo anterior o en obligar a niños sanos a recibir una medicación innecesaria y peligrosa en muchos casos? No puede ser que todo lo que reciban los padres provenga de una sola dirección y que machaconamente desde los «medios de ¿comunicación?» presionen tan descaradamente. Pero mirándolo desde un punto de vista positivo eso mismo indica que la gente piensa y decide por si misma cada vez más, mal que les pese a los «fundamentalistas (por no decir otra cosa) de la ciencia», valga la expresión por no decir otras más ajustadas a lo que pienso.
No van a conseguir obligar a nadie o en todo caso la batalla estaría servida en los tribunales y en la calle, eso pienso, lo que si están logrando estas lumbreras es que este debate, tan necesario, llegue cada vez a más gente, no si al final estos tipos nos van a hacer un favor a quienes estamos por la libertad de vacunación (que no antivacunas ni provacunas, hombre, que las etiquetas se las pongan ellos donde les produzcan más gozo) y no aceptamos ni aceptaremos jamás ese tipo de imposiciones. Libertad y salud a todos.
Miguel.
¿Tines dudas sobre la conveniencia de las vacunas contra la difteria o el tétanos?
¿Crees que el autismo se debe a las vacunas?
Establecer asociaciones causales simplistas en ausencia de suficiente aval empírico puede inducir a descartar una medida eficaz.
¿Cuál es la información que crees que se oculta sobre las vacunas? Porque hablas de una necesidad de TODA. ¿a qué carencia informativa te refieres? Puedo entender esa pregunta en determinados casos como la gripe A o la VPH, pero no de forma generalizada.
Cualquier medicamento, cualquier vacuna, cualquier acto quirúrgico conlleva riesgos (bueno, no la homeopatía que es inocua como el agua y efectiva como ella). Y en torno a todo ello hay intereses legítimos (también abusos).
Que una empresa farmacéutica se lucre vendiendo antibióticos no hace malos a los antibióticos. Y lo mismo ocurre con las vacunas.
Por eso, el concepto de libertad al que te refieres creo que admite matices. Si hay, y yo sé como médico (aunque no creo que sea necesario serlo para ello) que sí hay, pruebas empíricas sobradas de que las vacunas son eficaces en la prevención de enfermedades tan serias como la difteria, hablar de libertad de vacunar o no a niños en función de la información de los padres me parece exagerar lo que el término «libertad» implica.
Es algo análogo a la libertad de los padres para desautorizar a los profesores ante sus hijos, algo cuyos nocivos efectos ya se han demostrado.
Me considero crítico con muchos aspectos de la Medicina actual; pero no puedo dejar de atacar un negacionismo generalizado carente de fundamento contra algo tan bueno como los calendarios vacunales. Y no sólo bueno; también extraordinariamente barato si tenemos en cuenta los efectos potenciales derivados de no vacunar.
Javier P. contesto tres tus preguntas con total sinceridad:
¿Tines dudas sobre la conveniencia de las vacunas contra la difteria o el tétanos?
-Pregunté a una pediatra homeópata por más señas como si fueran para un hijo y sobre la del tétanos sí me recomendó que se la pusiera, sobre la de la difteria no me dijo nada así que entiendo que no me la recomienda.
¿Crees que el autismo se debe a las vacunas?
-Lee el capítulo entero que le dediqué a ello en el libro La salud que viene y luego comentamos.
Establecer asociaciones causales simplistas en ausencia de suficiente aval empírico puede inducir a descartar una medida eficaz.
¿Cuál es la información que crees que se oculta sobre las vacunas? Porque hablas de una necesidad de TODA. ¿a qué carencia informativa te refieres?
-Un ejemplo, lo que publiqué ayer: https://www.migueljara.com/2012/01/13/vacuna-del-sarampion-sin-consentimiento-informado-y-los-danos-provocados/
Puedo entender esa pregunta en determinados casos como la gripe A o la VPH, pero no de forma generalizada.
Cualquier medicamento, cualquier vacuna, cualquier acto quirúrgico conlleva riesgos (bueno, no la homeopatía que es inocua como el agua y efectiva como ella). Y en torno a todo ello hay intereses legítimos (también abusos).
Que una empresa farmacéutica se lucre vendiendo antibióticos no hace malos a los antibióticos. Y lo mismo ocurre con las vacunas.
Por eso, el concepto de libertad al que te refieres creo que admite matices. Si hay, y yo sé como médico (aunque no creo que sea necesario serlo para ello) que sí hay, pruebas empíricas sobradas de que las vacunas son eficaces en la prevención de enfermedades tan serias como la difteria, hablar de libertad de vacunar o no a niños en función de la información de los padres me parece exagerar lo que el término “libertad” implica.
-De acuerdo en lo de los abusos pero como especialista en el tema compruebo que son muchísimos más de los que el ciudadano común cree y es lo que DEMUESTRO en mi trabajos. Si existen esas evidencias científicas, es lo suyo, el ciudadano ha de tener toda la información y elegir libremente, puede elegir no utilizar esa u otra vacuna pese a ello. No puede obligársele «por su bien».
Es algo análogo a la libertad de los padres para desautorizar a los profesores ante sus hijos, algo cuyos nocivos efectos ya se han demostrado.
Me considero crítico con muchos aspectos de la Medicina actual; pero no puedo dejar de atacar un negacionismo generalizado carente de fundamento contra algo tan bueno como los calendarios vacunales. Y no sólo bueno; también extraordinariamente barato si tenemos en cuenta los efectos potenciales derivados de no vacunar.
-Creo que los calendarios vacunales están sobredimensionados.
La Dra. Lua Catalá asegura que “ninguna vacuna es necesaria y todas son nocivas”. Aun siendo lego en la materia, me parece una afirmación muy contundente y, con todos los respetos, me cuesta darla por buena. A ver si más gente de la medicina aporta más datos y opiniones.
En cuanto a su propuesta de “suprimir la vacunación sistemática”, no capto del todo si se refiere a prohibirla o algo equivalente. En caso de que así fuera y hablando de libertades, iría contra la libertad de quienes sí quieren vacunarse o vacunar a sus hij@s.
Gracias y saludos.
Yubil, yo entiendo que lo que quiere decir Lúa es que la Seguridad Social no financie la administración de ninguna vacuna y que sean quienes lo deseen los que se las pongan a sus hijos o a ellos mismos pagándolas de su bolsillo.
Si antes lo comento…: https://www.migueljara.com/2012/01/13/vacuna-del-sarampion-sin-consentimiento-informado-y-los-danos-provocados/
Noticia de ayer. Este tipo de hechos son los que fabrican padres y madres «antivacunas». Ocultación de información sobre daños de vacunas y además la que estos días promocionan, la del sarampión.
Creo que estoy bastante de acuerdo con lo que comenta la Dra. Lua Catalá. Aunque mis conocimientos sobre vacunas no son tan extensos como los de ella para tomar partido tan claramente sobre una posible abolición, en lo que si estoy totalmente de acuerdo es en el derecho de los padres a obtener una información veraz sobre las vacunas -que la Administración no proporciona- y en el derecho a decidir si vacunarse o no. Otro tema que me preocupa es la confianza en las medidas sanitarias que «dicta» la Administración, porque desde mi punto de vista no se puede confiar en unas medidas de salud pública que tienen en cuenta a los sanos si al mismo tiempo olvidan a los que ya padecen enfermedades. Por último, con la crisis actual no parece de recibo gastar dinero en vacunas dispensables -para sanos- mientras se recorta en medidas y medicamentos que necesitan los que ya están enfermos.
Tengo 4 niños. Los dos mayores estan vacunados y contrajeron «autismo» tras la triple vírica, además de intoxicacion mercurial por el conservante vacunal thimerosal. Los pequeños, evidentemente, no están vacunados, no tienen autismo y no enferman nunca. Prácticamente me obligaron a vacunar a los mayores, hasta que descubrí el trabajo de la Liga para la Libertad de Vacunacion, de Xavier Uriarte, y de muchos padres que me relataron una historia similar a la mia. Las vacunas son dañinas, como afirma la dra.
Gracias, Miguel Jara, por tu información independiente
Javier P. yo estoy a favor de la libertad de elegir si vacunas de todo, de nada o de lo que crea conveniente. No me considero «antivacunas» pues enfoco el asunto de manera positiva, a favor de, de elegir. Para ello es fundamental disponer de TODA la información sobre cada vacuna que nos planteeemos administrar y eso es lo que entiendo que mosquea a los padres y madres, que los intereses en torno a este ámbito son tan grandes que el árbol no nos deja ver el bosque y eso crea dudas.
Es difícil leer el caso de los hijos de Xelo y no conmoverse. Si tras las dos primeras experiencias tuviera que decidir en otras dos ocasiones actuaría igual que ella.
Javier P, estamos de acuerdo en lo que dice, yo personalmente no critico a la medicina convencional de tajo, por supuesto que sus avances ha hecho, si critico a su posición de poder, a su desprecio a todo lo que no es de esa medicina, y a su abusivo uso. Le pregunto, ¿la vacuna del virus del papiloma humano la pondría usted?
Miguel,
después de leer el comentario de la Dra. Lua Català, no salgo de mi asombro. Supone negar lo evidente cuando habla sobre la viruela. Si se retiró esa vacuna fue precisamente porque gracias a ella se erradicó la enfermedad.
Inducir a la supresión de la vacunación sistemática a niños me parece una seria irresponsabilidad.
Una cosa es que un adulto juegue con su salud y otra muy distinta es que lo haga con la de los niños.
La libertad de la que tanto se habla aquí implica responsabilidad y saber de qué se habla. No parece bueno volver a la Edad Media.
Sin embargo el calendario vacunal contiene vacunas como la del papiloma humano muy cuestionadas por escribirlo suave. Si es hora de recortes habría que hacer una revisión con expertos independientes de qué vacunas es justo financiar con el dinero de todos, aquellas que se demuestre que son efectivas, seguras y necesarias pues como explica Txus hay algunas sobre las que pesa la sombra de la duda cuando menos y en este blog hemos publicado suficente información sobre ello.
El que quiera ciertos «extras» que se los pague de su bolsillo. Hay que tener en cuenta que paradójicamente los padres que utilizan poco o nada las vacunas, los mismos que son acusados de insolidarios por los que creen a piés juntillas en las vacunas (así, en general, sin matices) pagan las vacunas de los primeros.
Vacunar es introducir enfermedad en un cuerpo sano. Ninguna vacuna es necesaria y todas son nocivas. No me quiero extender porque la Liga para la Libertad de Vacunación ya lleva muchos años estudiando este tema (cómo en otros paises otras asociaciones de padres y profesionales de la salud) y en su página: http://www.vacunacionlibre.org/ hay mucha información. Por ejemplo que la vacuna de la Viruela causó una gran morbilidad y mortalidad y por eso se tuvo que retirar y lo mismo con todas estas vacunas obsoletas de difteria, polio…
Mi experiencia me ratifica este hecho, que las vacunas son nocivas y que los niños no vacunados no corren ningún peligro, mas bien al contrario, están muy sanos.
El mito de la inmunidad de grupo, es esto solo un mito y una falacia. Las vacunas no confieren inmunidad de grupo, alguien se inventó este argumento que ha sido my bien recibido y utilizado por los intereses vacunalistas para crear lucha entre los ciudadanos. Divide y vencerás. Hay muchos datos para explicar esto pero aquí seria largo. Hablo de ello en un libro que saldrá proximamente llamado Pediatria para los Nuevos Niños y que tendrá una versión en e-book gratuita, así que todos lo podreis leer.
Y por último, por supuesto que pretenden obligar a la vacunación pero no lo van a conseguir. Esta campaña es una polarización de este tema, como tantos otros hoy en dia y un ejemplo de que hay acciones para favorecer la libertad es que el martes 17, en Girona hay un acto donde se presentarán las Recomendaciones del Defensor del Ciudadano para preservar esta libertad, el Derecho a No vacunarse. Cada uno es libre de elegir cómo quiere gestionar su salud y respeto esta libertad aunque se estén intoxicando, y precisamente este es un punto donde va a incidir el informe del defensor del ciudadano, que falta información libre y veraz a la población y que si la hubiera, muchas personas cambiarian su decisión respecto a las vacunas. Yo propongo suprimir la vacunación sistemática como medida de salud pública y como medida económica, favorecería no recortar en servicios verdaderamente necesarios.
Hola a todos,
Yo creo que lo principal es que las vacunas sean voluntarias. Nadie puede obligar a otras personas a tomar tal o cual medicamento y las vacunas son medicamentos. Si hacemos caso a los médicos (es decir, a los laboratorios farmacéuticos que les pagan cuantiosas comisiones), deberíamos poner a nuestros hijos unas veinte y pico vacunas a lo largo de toda su infancia. Me parece un despropósito. Personalmente pienso que hay un grupo de vacunas que sí merece la pena, pero no son más que un puñado (5-6 en total y la mitad solo si se llega a la pubertad sin haber padecido la enfermedad, que suele ser una excepción).
Es necesario evaluar la relación riesgo-beneficio para nuestros hijos, en lugar de aceptar dócilmente lo que cualquier médico dice. A veces, no compensa. Uno de mis hermanos se vacunó del sarampión y lo padeció igualmente años más tarde (una versión algo más suave de la enfermedad). A uno de mis primos le dio una reacción alérgica una vacuna, casi lo mata. Por mucho que se emperren en decir que la vacuna del papiloma no tiene efectos dañinos, yo sí tengo un caso cercano en el que la niña presentó problemas ginecológicos al poco de vacunarse. Si preguntamos a amigos y familiares, resulta que hay bastantes casos similares a nuestro alrededor.
Puedo entender que hay zonas en las que sí sea útil vacunar porque una enfermedad es especialmente virulenta debida a que la población tiene una salud frágil debido a malas condiciones de vida, o porque no tienen servicios médicos a mano en caso de que se declare una urgencia, o porque en esas zonas es complicado aislar y controlar un grupo de población afectado para evitar una epidemia.
No olvidemos que las empresas farmacéuticas lo que quieren es obtener un beneficio económico y a veces hay errores gravísimos. Así, a bote pronto, recuerdo el caso de una vecina de mi abuela a la que el médico le había recetado talidomida para aliviar las náuseas del embarazo. Eran los años 60. Supuestamente, no era teratogénico. El bebé nació sin brazos ni piernas y apenas sobrevivió unas horas. Años más tarde se demostró que la talidomida producía estos efectos en los bebés.
A veces la ciencia médica acierta, a veces se equivoca. Pero los que pagamos el precio de sus equivocaciones somos los pacientes, no lo olvidemos.
Aser, “Las muertes no han estado relacionadas con la vacuna, como reconoce la propia administración sanitaria argentina”. Por favor, no seamos ingenuos, vaya, como que no veo a la administración sanitaria argentina -ni a ninguna- reconociendo “las muertes han estado relacionadas con la vacuna». Además es la propia administración sanitaria la que concede los permisos para los ensayos y vete a saber en qué condiciones.
Pues no perece que en condiciones justas Txu: «Jorge Yabkowski, presidente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud, reclamó la sanción de una ley que regule la investigación biomédica y establezca la responsabilidad penal en los casos de falta de ética».
Allí los propios médicos piden que se haga justicia.
Javier P., a su vez el hecho de que gracias a ciertas vacunas -viruela, difteria, etc- ahora no haya mortalidad infantil por algunas enfermedades, no confiere patente de corso a todas las demás y tragar con todas las que quieran echarnos encima. Es evidente que las compañías farmaceuticas han encontrado en las vacunas un filón que además es sustentado por sociedades médicas no siempre con la debida seriedad y rigor científico. Por otra parte se nos toma bastante el pelo, por decirlo de una manera suave, y no quiero poner ejemplos más que bochornosos porque quien siga este blog sabe perfectamente a cual podría referirme, aunque hay más de uno. Precisamente, si las vacunas son tan importantes para la salud pública no se entiende como permiten que se juegue con ellas.
Gracias, Miguel. No he visto el reportaje de A3 pero doy por hecho que es bochornoso. Ya llevan tiempo algunos merodeando para hacer que las vacunas sean obligatorias, tanto como desde que se les ha visto el plumero con las vacunas de la gripe A, papiloma, rotavirus y alguna que otra por ahí que no son nada más que pufos vacunales con fuerte negocio añadido. Se les ve mucho más el plumero cada vez que insisten en la obligatoriedad para las vacunas. ¿Por qué insisten en vencer y no en convencer? Por mucho que quieran hacerlas obligatorias siempre quedará la objeción, al menos para los valientes claro, aunque más que en la obligatoriedad también estarán pensando en medidas tipo “castigar a los malos y premiar a los buenos”.
Una noticia aparente desde la Agencia EFE: http://noticias.lainformacion.com/salud/vacunas/intensivistas-alertan-de-un-pico-de-gripe-a-y-aconsejan-vacunar-precozmente_jNWM2zzoiqgi30QqUxU0K1/
Y, por cierto, no creo que se trate de tibieza. La multa es la más alta que se ha puesto nunca en Argentina en relación con un ensayo clínico. De hecho la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que autorizó la realización del ensayo y paralizó el reclutamiento de niños en cuanto se detectaron las irregularidades, ha aplicado la máxima sanción que puede según la legislación nacional del país (http://www.anmat.gov.ar/comunicados/Comunicado_COMPASS.pdf).
Aser, la multa no la paga sólo GlaxoSmithKline, también los dos médicos castigados. En los últimos años se ha batido varias veces el record de multas a laboratorios, también en Estados Unidos, pero las irregularidades continúan porque es obvio que les interesa más pagar y continuar que enmendarse. La Justicia ha de actuar por lo penal sobre todo con reincidentes.
El laboratorio y la agencia se lavan las manos diciendo que las muertes no están relacionadas con la vacuna. Lo dice GSK y lo «corrobora» la ANMAT:
«A través de un comunicado, ayer GSK subrayó que los 14 fallecimientos de niños durante el proceso de ensayo clínico –que se hizo con casi 14 mil chicos– “no están relacionados ni con la vacuna ni con el estudio”. Desde ANMAT, confirmaron esa información, al indicar que “ninguna de las muertes acaecidas durante la realización del estudio estuvo vinculada a la administración de la vacuna”.
La pregunta obvia es ¿entonces qué ha causado las muertes de los bebés, por qué no lo explican?
http://tiempo.infonews.com/notas/glaxo-debera-pagar-2-millones-irregularidades-ensayos-clinicos
Buenas, Miguel:
En realidad las muertes, que ocurrieron hace cuatro años, ya han sido investigadas y no se ha encontrado relación causal con la vacuna. No lo he confirmado aún, pero de hecho parece que la mayoría de esos niños recibieron placebo y no la vacuna.
Saludos, compañero.
Aser, yo tampoco lo he confirmado pero parece una investigación floja esa que no descubre cómo han muerto 14 bebés y además apuntas al placebo… en un ensayo en el que se reconoce que se ha manipulado a personas empobrecidas para probar en ellas fármacos que no se sabe cómo funcionan…
En Argentina no se ha multado a GlaxoSmithKline (GSK) por la muerte de los niños, se le ha multado por irregularidades durante el proceso de admisión de los mismos en el ensayo clínico. Las muertes no han estado relacionadas con la vacuna, como reconoce la propia administración sanitaria argentina, que es a su vez quien ha multado al laboratorio.
Aser, vale, rectifico, no es «por» sino «tras» la muerte. Lo importante aquí son las muertes no tanto porqué se ha multado al laboratorio o si la Administración sanitaria argentina muestra una tibieza, por escribirlo de modo fino, desde mi punto de vista escandalosa. Tienen que investigar esas muertes y juzgar a los responsables.
Os recomiendo leais a la Dra. Rebecca Carley sobre lo que dice sobre las vacunas, seguro que dejais sin vacunar a vuestros hijos y familiares, tambien os invito a que leais sobre ANTOINE BECHAMP, investigador frances, coetáneo de Pasteur, precisamente éste cuando estaba muriendo dijo » y Bechamp tenia razon», se referia a que éste nunca quiso saber nada de las vacunas por su peligrosidad, lo que sucede es que sus graves consecuencias pueden apararecer despues de muchos años siendo el motivo de alergias inespecificas, esclerosis multiple etc, etc, que nadie las asocia. Cuando se introduce en el organismo algo extraño, éste se defiende contra el y las consecuencias son las descritas anteriormente.
Pero en esto como todo lo relacionado a los intereses de la I.Farmacéutica la lucha entre la gran masa está perdida, lo grave sera si las administraciones obligan a la vacunacion amparandose en que los NO VACUNADOS son un peligro para los SI VACUNADOS, ¡OJO A ESTO!
De acuerdo en combatir las manipulaciones mediáticas y los excesos de las corporaciones farmacéuticas capitalistas. Dicho esto ¿todas las vacunas son perjudiciales y no previenen de nada? ¿No tienen ningún fundamento científico? ¿Alguien podría enumerar las recomendadas como seguras y benéficas? Si es que hay alguna, claro. ¿Los no vacunados se benefician de algún tipo de «cinturón sanitario» compuesto por los vacunados?
Acabo de informarme un poco sobre este tema y su aplicación en Cuba. He escogido este país porque tengo entendido que la producción farmacológica es de propiedad pública. ¿Están equivocados? ¿Están derrochando medios y capitales públicos? ¿No son científicos?
Si hay algún tipo de enfermedad contagiosa grave y existe una comprobada vacuna preventiva. ¿Con qué libertad nos quedamos?
Agradezco opiniones e informaciones. Saludos.
Bien Yubil, gracias porque ese es el debate que se pretende en este post. Primero que haya debate (pues esos reportajes no sólo no lo favorecen sino que lo anulan) y luego que los especialistas, sin son capaces; despues de varios años trabajando el tema no he llegado a conclusión firme, nos aclaren las preguntas que formulas que son las que tantas personas se hacen (muchas de ellas ante la duda y los movimientos «extraños» generados en torno a ellas prefieren abstenerse).
Te digo lo mismo que en otros post: lo que dice la TV no es científico. Creo que la población ya debería conocer esto.
Ahora bien, si a lo que tenemos miedo es a que lo que dice la TV pueda tener efectos en la opinión o en la presión social, entonces estamos hablando de otra cosa. No de ciencia ni de medicina.
Un saludo.
Miguel,
desconocía tu blog hasta que tuviste la cortesía de invitarme a volcar una entrevista sobre el autoritarismo científico.
Desde entonces, aunque sólo he comentado los posts relacionados con esa entrevista y alguno más sobre psicoanálisis, estuve visitando todas las publicaciones que has ido recogiendo.
Este post me induce a hacer un nuevo comentario.
Hubo épocas en las que la viruela mató a mucha gente. No son tan lejanos los tiempos en que la difteria mataba a muchos niños. Si eso no ocurre ahora es gracias a las vacunas. Esto parece olvidarse en este blog.
Ni la mala planificación de algunas situaciones (gripe A) ni el hecho de que haya compañías farmacéuticas que se beneficien de la venta de vacunas debieran propiciar un negativismo generalizado sobre el uso de un arma preventiva de primer orden. Omitir la vacunación a niños contra la poliomielitis o la difteria, por ejemplo, por parte de sus padres, supondría atentar de forma irracional e irresponsable contra su salud.
Javier P. con frecuencia parece confundirse estar a favor de la libertad de decidir si vacunar poco o mucho o nada con estar en contra de todas las vacunas, suele clasificarse a las personas que son críticas en este tema y que desean estar mejor informadas para decidir qué hacer de «antivacunas».
Concuerdo con su opinion, en mi pais para consultar en hospitales publicos es obligatorio primero vacunarse, con esto no digo que esta mal, pero te obligan y no te dan la libertad de elegir, y supuestamente estamos en un pais democratico.
Ahora toca sembrar sarampión para mantener al pueblo con miedo y dependiente de los laboratorios, eso se hace también con los piojos, lo intentaron también con un e-coli (hecho) resistente a siete antibióticos puesto para que la gente tome aversión a los alimentos frescos de la huerta, nuestra única fuente barata de salud… buena infraestructura de redes de agua y cloacas, alimento fresco y ecológico agua de mar y los virus son nada, lo que se viene, la Santa Inquiciencia de la industria de la enfermedad… si los vemos…
Buen artículo Miguel, aunque no veo la televisión, a mi también me habían llegado noticas de que los falsimedias estaban empezando de nuevo una campaña de miedo y mentiras con este tema. No me extraña lo más mínimo, me la esperaba para el otoño, pero con el teatrillo electoral lo dejaron para luego. No será la única campaña, ni la más falaz, ni la más agresiva y descarada. Esto solo acaba de comenzar. Los tontos útiles ya hacen cola para «justificar» el intento de robo de nuestra dignidad y libertad, los perros ladran a la voz de su amo, pero estamos unos cuantos que lo único que nos producen esos ladridos es una mezcla de asco y compasión por quien los emite y, por supuesto, más ganas de luchar aun. Ya dije una vez: no cedo ni un milímetro de mi libertad a nadie y la de mis hijos áun menos. Será una hermosa batalla digna de ser combatida (alegre y pacíficamente espero), solo es necesario para vencer que la gente vea que los intentos de división entre la sociedad (como este), la manipulación de la información dada a las masas y el miedo continuo generado por prefabricadas crisis de todo tipo son solo viejas maneras de control social que las élites han utilizado y utilizan con éxito… hasta ahora. Porque ha llegado el momento de la verdad, es ahora o nunca, estos tipos lo saben…pero nosotros también y somos más y mejores que ellos. Salud.