K.O.L. (Líder de Opinión), la novela de un médico sobre el soborno industrial a médicos
Fue Nikita, la protagonista principal de mi libro Laboratorio de médicos quien me avisó. Siempre atenta, me envió el enlace a un libro, de descarga gratuita (aunque animo a que lo compréis) sobre las perversas relaciones de parte de la indusria farmacéutica con parte de los médicos escrito por uno de estos, lo que lo colma de autenticidad y honestidad. Se titula K.O.L. (Líder de Opinión) y su autor es Federico Relimpio Astolfi.
El propio Federico me cuenta:
«De manera resumida, el libro es la historia del viaje interior de un médico con ilusiones que aterriza en un país de mediocridades. En la desesperación por ser algo o alguien más allá de lo que le ofrecen las paredes desconchadas de la medicina del momento, se lanza a ser líder de opinión en manos de la industria farmacéutica. Y, lógicamente, es devorado por ella. No te anticipo más. No es una novela truculenta de muertes o misterios, de sexo o de intriga. Es más la crónica íntima de una desazón, un vaciamiento moral y un reencuentro, en cuyo contexto vas a descubrir mucho de la relación Industria-Sanidad Pública (sobre todo en la época más desregulada, en los años noventa) y mucho también de porqué cuando reacciona la Administración contra estas «amistades peligrosas», el médico siente al Sistema como lejano y hostil. Creo que todo esta muy al nivel de la gente no profesional o al menos eso me han comunicado todos. Con esa intención se escribió».
Podéis leer las críticas de sus lectores. Tal vez una de las más interesantes es la versión sin recortes de un estudiante de Medicina, Pablo Maguilla. Yo no he leído más que el principio todavía. En breve ofreceré una entrevista con el autor.
Hay mucha gente que en un momento dado de su vida ha vivido de la industria farmaceutica, pero tambien muchos se dieron cuenta de que de repente algo cambió y la industria pasó de tener productos que ayudaban a los pacientes, a querer cifrar dinero por encima de todo sin mirar la eficacia y la seguridad de los productos. Sacando productos nuevos cada poco tiempo, cambiando radicales de la formulación quimica que los convertía en nuevas moléculas que no aportaban nada nuevo pero daba una nueva era de vida a la cartera del laboratorio «investigador». Otros diez años de ganancia nueva. Desde entonces fueron buscando médicos que actuaban como lider de opinón para contar al resto de compañeros de especialidad las bondades del producto. Pagaron por los servicios lo que no está escrito. Aportaron datos que siendo verdad o no convertian el nuevo producto en un invento fantastico. Sin efectos secundarios, eficaz, seguro y que aportaba mil y una novedades.
El libro que comentais tiene que estar bien. Todo el que en algún momento de su vida se ha dado cuenta de que la voracidad de la industria no tiene fin, merece ser escuchado y desde luego aquí, en este campo hay mucho que contar.
Me gustaría dejaros otro libro que alguien colgó en el foro del hospital de Granada. Este va sobre la gestión sanitaria y es muy muy interesante.
http://www.lee-gratis.com/index2.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=19&Itemid=30
Antonio, al referirte a “Gardasil… la cosa más amarilla, menos fundada en evidencias y menos creible que me había pasado por la cara en muchos meses”, no sé exactamente lo que quieres decir, pero para poner las cosas en su sitio sin amarillismos, indicarte que por el momento las únicas evidencias comprobadas con hechos sobre la vacuna en cuestión es que está afectando de manera grave a niñas y jóvenes sanas, sin haberse comprobado en la práctica que sea eficaz para la prevención del cáncer de cérvix, porque esto último se basa en meras suposiciones.
Bravo por Federico Relimpio Astolfi, a ver si entre todos acabamos con el «bicho» (como dice Miguel) que nos está envenenando.
Hace años que me siento muy solo como médico que no tiene ninguna relación con la industria. Ninguna. Ni los buenos días. Eso me ha dado una gran libertad para pensar de la que carecen mis amigos financiados. Voy a exponer un ejemplo de los peligros que entraña la industria: pacientes terminales de un cáncer ante un nuevo fármaco muy caro y muy tóxico a los que se les receta y financia dicho fármaco con la promesa de que vivirán dos meses más, ¿a que el caso le suena a más de uno? Lo cierto es que la mayoría de pacientes mueren cuando les toca, tanto con como sin tratamiento. La diferencia estadística entre los tratados y los no tratados solo explica que el fármaco afecta a algún paciente entre cientos, mejorando esos dos meses prometidos, eso suponiendo que la publicación fuera cierta. El resultado práctico es que muchos pobres desgraciados (los otros cientos) pasaran sus últimos meses de vida atados al sistema sanitario, con efectos secundarios a menudo terribles, engañados por falsas promesas de la industria y la mediocridad de los médicos subvencionados que miran para otro lado.
Jose, en mi libro Laboratorio de médicos, una investigación periodística narrada con recursos literarios, hago un retrato del tarugueo y tengo la sensación de que aunque es cierto que esas estrategias «de marketing»van decreciendo, por diversas razones, en ellas ha llegado a participar o participa gran número de profesionales sanitarios. No sabría decir cuanto pero hay trabajos estadísticos hechos con encuestas entre los médicos que nos comunican que casi el 100% se mezcla con los delegados de los laboratorios y más de la mitad confianza haber recibido alguna vez un regalo de ellos.
Así que sí que eses rara avis pero cada vez hay más colegas tuyos como tú.
Respondiendo a Aquel:
Mi historia con esto es larga. Yo he sido un líder de opinión (nacional) durante un tiempo limitado a sueldo de la industria farmacéutica. O mejor dicho, comenzaba a serlo. Me conozco bien las tripas de esto. He ganado dinero con esto. Sé lo que es reunirme con la gente de los laboratorios para que te «lean la cartilla» antes de una charla. Los trabajos que puedes citar y los que no. Lo que no conviene a la línea estratégica de marketing. Sé quien y quiénes hacen de esto un lucrativo modo de vida porque, cuando me harté de no poder mirarme al espejo, de un año al siguiente, perdí una proporción sustancial de mis ingresos. Y sé también que, tras dos palmaditas en la espalda, mis jefes, comprometidos con el Sistema más progresista de las 17 taifas sanitarias españolas, seguían cabreados conmigo porque, simplemente, decidía ir por libre. Ir contra el poder oficial o los poderes fácticos en este país es peligroso. Que se lo digan a Garzón. Aún estoy esperando la puñalá, la zancadilla o el cáliz envenenado. Se lo pongo difícil porque no tengo un puesto de poder, no lo busco y estamos en época preelectoral. El libro no es autobiográfico, pero algo tiene. Pero insisto, es mi manera de ver las cosas: la gente tiene que saber. Tiene todo el derecho.
Federico Relimpio Astolfi.
Federico tú lo que eres es un valiente. Si una pequeña proporción de personas en este país, tras haber trabajado para el bicho, nos contasen la manera en que ciertos gobiernos y empresas nos utilizan iría mejor.
Como tuiteé ayer: La especulación y el robo, el asalto a los estados se ha convertido en política económica:
https://www.migueljara.com/2012/01/24/derroche/
Acabo de descargar el libro para leerlo.
Antonio, he cometido muchas veces errores en conclusiones rápidas, a todos en algún momento nos puede la impotencia; hay una persona que estando enferma y teniendo muchos motivos para estar impaciente me ha enseñado a ser prudente y voy aprendiendo, se lo recomiendo, haga el esfuerzo de ser prudente antes de lanzar palabras y mire dónde las lanza.
En cuanto al post es un relato corto del libro pero acercado a la realidad de cualquier persona aunque no sea medico, estamos utilizándonos demasiado mal.
Antonio estoy de acuerdo con Nikita.
Yo no entro donde no me interesa lo que se comenta o se escribe, ni lo compro y si entro es para saber por dónde van las cosas pero no hago un comentario de estas características y me han llegado a enojar muchas cosas que he leído. En este caso no tienes razón te pongas como te pongas.
Antonio, vive y deja vivir.
Antonio:
Los periódicos, que están llenos de artículos -algunos de ellos interesantes- y de publicidad, tienen precio porque, por un lado, los periodistas y las editoriales suelen cobrar por su trabajo o por los servicios que prestan y, por otro, los lectores compran dichos periódicos porque satisfacen sus necesidades intelectuales, de ocio… ¿Qué tiene de diferente esta página con independencia de que los lectores no están obligados a pagar un precio por leerla?
Por los argumentos que esgrimes, supongo que tú tampoco leerás ningún periódico ni publicación que se financie con publicidad. Te agradecería que no volvieras a contaminar con tus insinuaciones sibilinas este blog porque la publicidad puede y debe ser independiente del periodismo de rigor. Sin ir más lejos, este blog es un ejemplo.
Yo también lo tengo en favoritos.
Una página divertidísma, la pondré en favoritos junto a las de los conspiranóicos del 11M, los de los extraterrestres de Rosswell y demás.
He visto «de rebote» un documental en el que se mentaba (incontables veces) tu libro y se hablaba de Gardasil… la cosa más amarilla, menos fundada en evidencias y menos creible que me había pasado por la cara en muchos meses.
Tu página sin embargo si que la veo bien llenita de publicidad, y algún que otro ejemplar del panfletillo venderías con el escandalo.
Hay que ver…
Bravo por el doctor Relimpio. Tiene guasa, pero su apellido creo que hace honor a su persona, si siendo medico ha puesto su conciencia por encima de sus intereses personales.
Me voy a leer el libro, pero desde ya te doy las gracias por tener conciencia y denunciar lo que callando podria hacerte vivir mucho mejor.
Quizas no ganes tanto, pero seguro que por las noches duermes bien.
Me pregunto si publicar este libro no te causara problemas en el hospital donde trabajas, pero el mundo lo cambian los valientes.
Miguel Jara.
Te voy hacer una pregunta, por supuesto que estás en tu libertad de contestar:
Si algún canal de TV. de España, te ofreciera un programa ¿Aceptarías?
En caso «afirmativo».
¿Y si te ponen condiciones para que no indiques, lo que aqui liberalmente expones?
Me imagino que el terrorismo que se ha organizado por culpa de las protesis mamarias PIP es otro montaje de los fabricantes de dichas protesis y por ende las farmaceuticas, me he enterado que han subido de precio.
En primer lugar agradecer públicamente a Miguel el interés por la atención y la oportunidad. No voy yo a expresar opiniones acerca de mi obra, como podrán comprender. Pero sí recalcar la frase introducida por Javier más arriba. «Cómo funciona el Sistema Sanitario» en el que nos mueven a capricho como marionetas de un sitio para otro, sin informarnos apenas, sin consultarnos apenas, tejiendo un universo de intereses y negocios que pagamos todos – los sanos y los enfermos – y en el que se nos pide amablemente que confiemos. Y, de hecho, ahí hay mucha buena gente en quien confiar. Pero tenemos el derecho a preguntar, sin que ello implique desconfianza. ¿Qué es un congreso médico y qué se hace allí? ¿Por qué mi médico general se resiste a mandarme al especialista y el especialista tiene prisa por darme de alta? ¿En qué consiste exactamente eso de los «ensayos clínicos» en los que se nos pide que participemos? ¿Por qué si participamos en un «ensayo clínico» el médico tiene menos prisa con nosotros y menudean las visitas? Derecho a saber, derecho a preguntar… Va ahí nuestra salud, nuestro tiempo, nuestras angustias, incógnitas, expectativas y también, por qué no, dineros que podrían tener mejor utilidad.
Federico Relimpio Astolfi.
Interesante documento para pacientes, para que sepan como funciona el sistema.
Un saludo.