Las dos maneras de educar a un ser humano incipiente
Me ha llegado el libro Pediatría para los nuevos niños de Lúa Catalá que hace tiempo comentaba en este blog pues uno de los capítulos versa sobre las vacunas. Supongo que existen tantas maneras de entender la pediatría como pediatras. Ojeo el libro, trato de ver qué me inspira, leo algunas páginas y párrafos sueltos. Quizá las maneras de entender la pediatría puedan resumirse en dos: los que escuchan a los niños y los que no y además intentan fastidiarles.
Lúa es de los que escuchan y aprenden de ellos, nuestros pequeños tienen tanto que enseñarnos. Y ello me ha llevado a recordar una entrada del blog muy reciente de otra profesional de la salud comprometida con la infancia de la que he leído algún libro también (en concreto Nacer por cesárea). Me refiero a la psiquiatra infantil Ibone Olza que, cansada de la manera de interpretar la crianza de los hijos por parte del famoso Dr. Estivill, (autor del libro Duérmete niño) ha decidido «desmontar» sus creencias.
Destaco a continuación lo que me ha parecido más interesante de lo que escribe Olza pues responde a lo que en esta mañana de sábado me ha inspirado Catalá, las dos maneras de educar a un ser humano incipiente, una de ellas sin escucharle y así nos va. Lo único que hecho de menos, dado que Olza es psiquiatra, es que nos aclare si Estivill no es otro psicópata y de ahí incluso pueda determinarse el grado de aceptación de sus «métodos».
Los consejos de Estivill que cita Olza:
“…lo lógico es que llore, grite, vomite, patalee, diga “sed”, “hambre”, “pupa”, “no te quiero”…lo que sea con tal de conseguir que os dobleguéis, pero ni os inmutéis…Y si os cuesta mucho, pensad que lo estáis haciendo por su salud y la de toda la familia…” “…lo más probable es que en ese momento esté llorando a moco tendido…ni caso. Seguid hablando como si nada…”.
“A un niño vomitar no le cuesta mucho, y aunque se de golpes –cosa que en principio os puede alarmar y con razón- no llegará a hacerse daño y lo dejará correr tan pronto entienda que vosotros no le dais ninguna importancia” . “Debéis desaparecer de la habitación antes de que el niño se duerma. No tenéis que ayudarle a coger el sueño, acunándolo, acariciándolo o haciéndole fiestas”.
“Nunca dialogaréis con el niño ni haréis caso de sus protestas. Ahora sabéis que sólo está haciendo servir acciones para conseguir reacciones. De hecho, no le pasa nada. Por tanto, no os pongáis nerviosos ni desfallezcáis en ningún momento, ni tan solo cuando veis que el niño vomita o se da golpes”.
Lo que opina la psiquiatra:
«Lo lógico de verdad habría sido que semejante texto fuera denunciado por los servicios de protección a la infancia. Nada más lejos de la realidad: por desgracia fue durante años uno de los libros mas vendidos en nuestro país. Y para más INRI fue a su vez recetado por muchísimos médicos, especialmente pediatras. (…)
Como psiquiatra infantil y como madre el Duérmete niño me parecía una apología del maltrato infantil, y así lo he repetido numerosas veces. No digo yo que establecer ciertas rutinas no pueda ser beneficioso en ocasiones, pero la parte final de esa rutina que propone Estivill supone desatender el llanto de los bebés, dejándolos llorar solos en su cuna y habitación, una barbaridad que se paga muy cara. En mi consulta he pasado años intentando arreglar los desaguisados y estropicios que el librito ha producido a tantísimos niños y niñas así como a sus familias. Demasiadas veces deseé para mis adentros que Estivill no pudiera dormir, que escuchara durante noches el llanto de todos esos bebés a los que hizo llorar sin posibilidad de consuelo. (…)
Me he sentido desolada al ver esas secuelas que Estivill insistentemente niega, y que a veces tienen la forma de trastornos de ansiedad de separación, depresiones infantiles, enuresis o graves trastornos de conducta en la adolescencia. Cuando se ha conseguido que una madre o un padre desatiendan el llanto de su bebé dejándole sólo en otra habitación, cuando ya se ha producido esa primera quiebra, la confianza en los demás, la bondad, la empatía del niño o niña se pueden ver mermadas de por vida. (…)
Por si alguien aún dudaba termina acusando a las madres que le critican de enfermas:
“Es más, existen investigaciones muy serias sobre las mamás que están en contra de estas ideas y la mayoría presentan una psicopatología en su forma de ser”
¿A qué se refiere? ¿No estará hablando de su chapucero estudio comparando a 9 madres barcelonesas con 37 madres de Sao Paulo que se quejaban de que sus bebés no dormían y que en un simple cuestionario daban puntuaciones sugerentes de depresión? No hay más que leer su estudio para comprender que eso no es ciencia: compara dos muestras nada representativas y saca conclusiones de Perogrullo como que las madres de bebés “con insomnio” dormían mal. Menuda bazofia».
Totalmente de acuerdo con el comentario de Ana del 10 de junio de 2012 a las 5:41H.
Estoy en total desacuerdo con el método Estivill, lo considero una forma de maltrato infantil disfrazado de ¨método científico¨. No tengo nada más que añadir. Yo sólo me guío por mi instinto maternal, que me impide desatender a mi hija, aunque en una noche se llegue a despertar hasta doce veces.
Estoy interesada en su libro, ¿me lo podría enviar? Gracias de antemano.
Gracias Mahesh por comprar el libro, pero tal como decidí en un principio, quiero que el contenido del libro llegue a todos sin coste, por lo tanto os lo puedo enviar en mi versión digital, si me escribís a dracatala@gmail.com. El contenido es el mismo que el libro de papel, solo que el de papel lleva un cd musical con 4 temas míos. Salud.
Comparto interesantisimo artículo sobre el tema: Terapia para Estivill (de Ramón Soler, psicólogo)
http://www.mentelibre.es/?p=1304
Completamente de acuerdo con Angel, ya es hora de defender a nuestros hijos de tanto método conductista que invade sus vidas desde el primer día. Necesitamos más Ibone Olzas en esta país. Miguel, gracias por seguir informando.
Este personaje, intencionadamente mediático y horrible para mí, llamado Dr.Estivill debiera ser ya de una vez por todas denunciado ante los tribunales de justicia. Desde aquí lanzo un llamamiento a todas las personas que así piensen para «poner hilo a la aguja» y estudiar, junto a los abogados, esta posibilidad. Como apunta Miguel y corrobora Elias en su escrito (dando la definición de psicópata) este personaje si no es un psicópata no puede estar muy lejos de ahí.
Tengo un niño de 8 meses y cuando lo miro, estoy con él y pienso en lo que pregona este personaje Estivill me entra una «rabia» profunda y no puedo por menos que desearle que le quite el sueño la imagen de todos esos niños a quien ha hecho y hace sufrir para enriquecerse (si, si para enriquecerse, el personaje sabe muy bien en que tipo de sociedad enferma e ignorante estamos, en que «sistema» y se aprovecha vilmente de padres y madres que creen a pies juntillas las palabras de un médico que sale en televisión.¡En la tele!) y que eso le haga cambiar su postura.
Tengo un sobrino de 16 años criado con el citado método y hoy es un adolescente con muchas secuelas psicológicas (que ahora seria largo describir). Los que entienden del tema saben y explican muy bien que hay nueve meses de gestación dentro de la barriga y al menos 12 meses de «gestación» fuera de la barriga, en contacto continuo alimento emocional de la madre y del padre.Totalmente de acuerdo también con lo que comenta Ángel.
Me compraré el libro de la Dra.Lua Catala a quien agradezco enormemente su aportación, por humana, sincera y valiente.
Reitero que me uno a una posible asociación para denunciar de una vez por todas las barbaridades de este personaje conocido como Dr.Estivill. Después ya saldrán madres y padres como Ana, «inocentes» a defenderle y decir que claro, en la sociedad que vivimos…que vamos a hacer…que tenemos que ir al trabajo y claro el método Estivill nos ayuda porque nos deja dormir y bla,bla, bla…Y de las secuelas psicológicas de la aplicación de ese horripilante «método» sobre ese bebé, Sra.Ana,ni una palabra. Muy triste. No entiendo en absoluto como justificas tu «bajar a la tierra», pero bueno…Bajar a la tierra para mí es saber que si el bebé llora por alguna cosa será y no pensar en que nos está tomando el pelo o hacernos la puñeta.
Soy madre de un hijo y hasta que me quedé embarazada no me preocupé de lo que significaba la crianza en todo su conjunto. Por supuesto, tenía mis propias opiniones sobre como se debe educar, de lo que yo haría y de lo que no.
Al nacer mi hijo, mi perspectiva de las cosas cambió, especialmente en algunos aspectos. Pero… lo malo, es que, a veces, en temas que no conocía en absoluto, me dejé llevar por los comentarios de otras madres sobre lo que a ellas les había ido tan bien. Es cierto que la mayoría de las cosas las he medido con lupa, especialmente el tema de la alimentación, pero sobre otras me he comportado como una ignorante.
Como ejemplo de lo que digo, pongo el tema del sueño, que es de lo que estamos hablando.
Había oido y visto en la televisión que a los niños había que educarles el sueño. ¿Cómo? Dejándoles llorar y hablándoles para que sepan que estamos a su lado. No tenía ni idea de a que edad es normal que un niño se duerma solo, ni porqué. Como madre novata, muchas veces he ido dando palos de ciego.
Mi hijo durmió en nuestro dormitorio hasta los dos años, hasta que él lo decidió. En ese tiempo, un par de veces, con la cuna a mi lado le dejamos llorar hasta que se durmió. (Sé que exactamente no es así como dice Estivill, es peor). Se me partía el alma de ver a mi hijo retorciéndose en la cuna y pensé, tiene que haber otra manera. Esto me parece una burrada.
Busqué en internet y encontré la web: Dormir sin llorar.
Y claro que hay otra manera: dejando a la naturaleza que actúe a su ritmo. Comprendiendo que el sueño es un aspecto más del ser humano que madura a medida que se va creciendo. Ayudando a nuestros hijos a que vayan cogiendo unas rutinas, unos horarios. Aceptando, que hasta que madure su sueño, hay que acompañarles y darles seguridad y… mucho mucho cariño. Durante cientos, miles de años se ha acunado a los niños, se les han cantado nanas y…, ahora llega este señor y dice que todo eso está mal. ¿De qué va?
Los adultos no tenemos paciencia y esta sociedad nos está marcando un ritmo estresante, todo tiene que ser rápido y antinatural. Una madre, me aseguraba que era lo mejor que había hecho por su hijo, lo más duro, pero lo mejor: aplicar el método Estivill. Su hijo antes era un niño con un sueño ejemplar y a los dos años había dejado de serlo. Otra madre, me decía que lo había hecho porque, ella al día siguiente tenía que trabajar y no podía estar las noches sin dormir. Esto debio ser al terminarse la baja maternal.
Siento muchísimo esas dos veces que dejé llorar a mi hijo. Espero haberme dado cuenta a tiempo y que no le queden secuelas. Ya no me fio de los comentarios. Me informo antes y también me formo como me es posible.
Con todo esto lo que quiero decir es que el método Estivill tiene mucha fama. Los padres novatos nos fiamos de que nos dicen que funciona, pero no tenemos en cuenta la repercusión en un futuro. Los primeros meses son duros. Estamos cansados y necesitamos dormir. El niño va creciendo pero por las noches sigue despertándose y a veces no podemos más. Desconocemos como funciona el ser humano y nos alejamos de la naturaleza. A mí me ha pasado y no seré la única. Me da mucha pena por los pequeñines. Yo también creo que es un maltrato.
Hijo, te pido perdón.
Ángel, muy de acuerdo con lo que dices, pero, no te has dado cuenta que mi comentario acerca de Chávez es irónico, el que debe de haber pensado que se lo tenía merecido, es el Juan Carlos, que le espetó el tú te callas, que recorrió el mundo y por cierto no levantó tantos comentarios como el tuyo, sobre todo en España, verdad?
Saludos.
Aunque imagino que no os va a gustar mi comentario aquí, voy a romper una lanza en defensa de Estevill. La verdad es que yo leí su libro hace muchos años y no lo interpreté del modo que aquí se describe. Quizás no lo leí (o no quise leerlo) literalmente. La idea que yo me formé al leerlo es la siguiente: Los niños son seres intuitivos, necesitados de atención, que van conociendo el mundo a través de sus madres/padres. En algunos casos los niños no logran dormir solos. El problema en estos casos es que los padres/madres no pueden descansar si deben estar pegados al niño durante todo el periodo de descanso. Por ello, a Estevill le dió por desarrollar el método que propone en su libro, el cual yo no interpreté como una tortura y abandono de los niños a su llanto, sino como una muestra de tranquilidad y aseguramiento de nuestra presencia para que los niños (que son muy intuitivos)aprendiesen que pueden dormir solos, tranquilos, que vamos a estar ahí cuando se despierten de su sueño. Yo interpreté el libro de Estivill desde ese punto de vista.
Estoy de acuerdo con la Dra Catalá en que buscar un método para que el niño no llore, en vez de conocer porqué llora, es «tapar» el síntoma en lugar de encontrar la solúción real. Pero por experiencia propia puedo decir que en ocasiones, esa puede ser la única salida a una situación imposible de sobrellevar.
Afortunadamente en mi caso, mis dos hijos dormían muy bien, solos cada uno en su cuarto. Es más, cuando el pequeño tenía sueño lo único que quería era que le dejases en su cuna, solo, y no le dieses la coña con mimos ni acunes de ningún tipo. Así que me considero afortunada en ese aspecto…… Pero mi hijo pequeño lloraba todo el tiempo que estaba despierto. Llegué a contabilizar 12 horas seguidas llorando como un loco (no voy a entrar en detalles, pero yo achaco su llanto al espantoso parto medicalizado, con oxitocina, prepar y finalizado en cesárea que padecimos él y yo), con un pequeño receso de media en medio, por puro agotamiento en el cual cayó dormido. Todo el tiempo que estaba despierto requería estar en mis brazos. Única y exclusivametne en mis brazos. Recuerdo haber ido a orinar con él en brazos, porque no era posible dejarle solo un minuto sin que llorase como un auténtico loco. Así durante 5 meses. El nivel de agotamiento y el estado nervioso que yo tenía no se lo puede imaginar nadie. Y yo me considero afortunada porque tenía el suficiente dinero para no tener que hacer ningún trabajo de la casa, por lo cual realmente podía dedicarme a estar con mi hijo colgado de mí el tiempo que hiciese falta. Y así lo hice. Y lo padecí y sufrí como nadie se pueda imaginar, sobre todo porque mi hija mayor era todavía un bebé de año y medio, a quien no podía coger en brazos, ni dedicar mi atención…. Aún hoy tengo una espina clavada muy profundamente porque no pude hacer caso a mi pequeña hija para atender al loco de mi recien nacido…. había una tribu india que estaba en la zona de Nueva York, en la cual no permitían tener más de un niño cada tres años. Consideraban que no era posible que el niño tuviese la crianza y recursos que necesitaba si tenía un hermano con el que se llebava menos de tres años……
Pensaréis que esto es mi caso particular, y que no es extensible ni generalizable, pero en realidad yo creo que es casi al contrario: yo soy una privilegiada con dinero suficiente para poder permitirme un montón de ayuda y dedicar a mis hijos mucho tiempo y atención de mi parte y de la de mi pareja….
Lo que quiero transmitir con este comentario es que, el prestarles atención, escucharles, y tratarles con el respeto y atención que se merecen está muy bien como filosofía y como guía de trato hacia nuestros hijos. Lo suscribo al 100%. Y lo he aplicado al 100% en la medida en que he podido. Pero, una vez dicho esto, creo que hay que bajar a tierra, ver las situaciones en que se pueden encontrar los padres, muchas de las cuales pueden ser extremas respecto del agotamiento e imposibilidad de dedicación del tiempo que los niños requieren.
Carlos dice:
«…-eso sí-a un demonizado Presidente caribeño, que se la tiene bien merecida.»
¿Por qué? ¿Por destinar la riqueza nacional al conjunto de la población sobre todo en beneficio de los más pobres? ¿Por encaminar al país hacia la verdadera independencia de los imperios? ¿Por proponer al país una constitución modélica? ¿Por aumentar la democracia? ¿Por…?
Sé que no es el tema del artículo pero intercalar estas «morcillas» en los comentarios a algunos nos impide continuar sin rebatir la «opinión publicada».
Para más información (alternativa): rebelion.org, aporrea.org, http://www.michelcollon.info/?lang=fr y muchos otros.
Las dos maneras de educar a un ser humano incipiente creo se basan en las dos creencias básicas de lo que es un humano recién nacido: 1- es un salvaje que necesita corrección y entrenamiento-domesticación-civilización=educación. 2- es un ser esencialmente «bueno» en el más amplio sentido de la palabra, no moralista, que lleva dentro de sí lo básico para convivir y sobrevivir a menos que sea «reconducido».
Estivill es de la primera opción, claramente. Y, lamentablemente, el grueso de nuestra sociedad también. Aunque en el interior de, sobre todo, las madres hay algo que les dice que no está bien.
Los niños son el grupo social más vulnerable. No tienen voto y la mayoría de las veces ni voz en lo que les afecta.
Y esto no se detiene después de la primera infancia. Luego sigue con la tortura de un horario «laboral» en la escuela, sin salario y sin derecho a ser «despedido». Tiene que continuar siendo domesticado en la obediencia, principal objetivo de la escuela, pues necesitamos (el mercado) soldados y obreros sumisos.
Se me ocurre un ejemplo, recuerdan la famosa frase «y tú, porqué no te callas!!! proferida al Presidente de Venezuela en una reunión en la que se debatían-se supone civilizadamente-cuestiones de interés para los pueblos. Dicen que el ejemplo comienza por casa, entonces , el Dr. Estivill, quien no es un psicópata ni mucho menos, no hace más que amplificar y extender a los pequeños-futuros ciudadanos-el «y tú, porqué no te callas»!! que desde las más altas esferas se propala-eso sí-a un demonizado Presidente caribeño, que se la tiene bien merecida.
Saludos.
Gracias por citar mi libro Miguel y ya que lo haces pongo más abajo un fragmento del mismo, en el cual expongo como yo veo los síntomas que nos presenta un niño, en el caso que nos ocupa en tu entrada seria: el niño que llora al ir a dormir.
«Los niños como síntoma del cuerpo familiar, este es uno de los aspectos más relevantes de lo que he ido observando.
Cuando el cuerpo enferma da síntomas. Con estos síntomas podemos hacer dos cosas, los acallamos o los escuchamos y ayudamos a expresarse.
La medicina llamada alopática, la oficial o más en boga en el mundo industrializado, optó ya hace mucho por lo primero. De ahí lo que llamamos curar con contrarios, dar un antiinflamatorio para la inflamación por ejemplo.
La medicina holística, la que tiene en cuenta todos los aspectos del ser y que incluye muchas técnicas o abordajes, por ejemplo la homeopatía que yo practico, o muchas otras, elige lo segundo, escuchar los síntomas y si intervenimos, que sea para ayudar al esfuerzo que hace el cuerpo para sanarse.
El síntoma por tanto, es una información, un dato y también una fuerza o acción natural del cuerpo para la supervivencia.
——
Así pues, igual que hablamos de un cuerpo humano, podríamos hacer la analogía con un organismo o un cuerpo constituido por varias personas: el cuerpo familiar. Cómo en el cuerpo humano, en el familiar, cada persona tiene una función, podríamos ver a cada miembro como un órgano diferente.
—–
Los niños suelen ser la grieta o rendija por donde afloran los conflictos o enfermedades de este cuerpo familiar. Hablábamos de los síntomas como dato y esfuerzo. Los niños, tal vez por ser el órgano más virgen y fresco de dicho organismo, son quienes expresan con sus enfermedades o comportamientos aquello que no se reconoce o no se expresa en la familia y también son la fuerza o solución que pone en marcha dicho cuerpo familiar para sanar, adaptarse o sobrevivir, como quiera que lo queramos ver.
Y también con esta situación podemos hacer dos cosas:
La primera, acallar el síntoma. Si no contemplamos este nuevo enfoque, es muy comprensible que tratemos aquel niño que enferma o se comporta de forma molesta y no nos preguntemos más»
Tal vez haya que escuchar qué nos quiere decir el niño que no duerme antes que hacerlo callar y tapar el síntoma del cuerpo familiar, solo así llegaremos a la raiz del problema, que de otra manera cambiará de forma y saldrá con otra cara, generalmente más perniciosa.
Debido al desconocimiento de la comunidad pedagogica y medica de cual es el verdadero mecanismo que rige el comportamiento, las actitudes y el rendimiento intelectual de los seres humanos, las sociedades modernas inconscientemente han convertido al sistema educativo en la mayor fabrica de segregación social, exclusión y frustracion para nuestros niños.(The war on kids)
http://www.youtube.com/watch?v=w6Nr20ZNIgM
De la Wikipedia (parte de la definición): » …Los psicópatas tienden a crear códigos propios de comportamiento, por lo cual sólo sienten culpa al infringir sus propios reglamentos y no los códigos comunes. Sin embargo, estas personas sí tienen nociones sobre la mayoría de los usos sociales, por lo que su comportamiento es adaptativo y pasa inadvertido para la mayoría de las personas…», «Los psicópatas no pueden empatizar ni sentir remordimiento, por eso interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las utilizan para conseguir sus objetivos, la satisfacción de sus propios intereses…»,».. Otra nota común es la sobrevaloración de su persona, lo que los lleva a una cierta megalomanía y a una hipervaloración de su capacidad de conseguir ciertas cosas y la empatía utilitaria, que consiste en una habilidad para captar la necesidad del otro y utilizar esta información para su propio beneficio, lo que constituye una mirada en el interior del otro para saber sus debilidades y obrar sobre ellas para manipular…».
Quien es capaz de dejar a un bebé sufriendo para «doblegar» su instinto más primario (y el de su madre y padre) para que se adapte a unas «normas» completamente ridículas, antinaturales y absurdas en su estúpida maldad, a ese tipo ¿como le calificamos? En una sociedad normal la respuesta es obvia, pero en esta sociedad se premia ese comportamiento, ¿qué nos indica, de nuevo, este dato? Cada cual piense por sí mismo.