Medicina Naturista para ahorrar costes y mejorar la eficacia de los sistemas sanitarios
Ana Mato, la titular de Sanidad en España, ha decidido que la Seguridad Social deje de subvencionar 456 medicamentos porque tienen escaso valor terapéutico y la población abusa de ellos. Si todos esos fármacos no curan ni alivian enfermedades, Mato debe explicar por qué Sanidad autorizó su comercialización a las empresas farmacéuticas y por qué los médicos llevan años prescribiéndolos y la población pagándolos y en algunos casos enfermándose con ello. La decisión es económica y no sanitaria.
Lo que se pretende no es tanto mejorar nuestra salud como gastar menos. Como alternativa a tanto medicamento inútil la ministra ha dicho que esos remedios se pueden sustituir por algún producto natural. Me escribe Elena Lorente, enfermera colegiada y me dice que es una lástima que algo que podría ser tan positivo y educativo para la sociedad se exprese de manera tan desafortunada. Es cierto, la ministra no lo explicó bien (bueno, es que no lo explicó) y ello ha propiciado que se haya hecho chanza de algo que en principio es razonable a la par que económico.
La propia Lorente me remite a una entrevista que realizó en su blog al Dr. Pablo Saz Peiró, doctor en Medicina, especilista en Medicina Naturista, docente e investigador en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza y al que tuve la oportunidad de ver en una conferencia en la que yo también era ponente en Villena (Alicante) hace ahora un año. En dicha entrevista explica entre otras cosas, cómo aplicar bien los remedios naturales y el sentido común para organizar los cuidados optimizando recursos y fomentando la responsabilidad de los usuarios respecto a la propia salud. Rebate esa mala imagen que desde ciertos sectores se intenta dar de la Medicina Naturista, calificada como «remedios de la abuela». Él trata sobre Medicina Naturista con base y rigor científico que ha de ser prescrita por profesionales de la salud.
Saz ha liderado en otros países la reorganización de la atención primaria de salud con una visión naturista y con resultados positivos. Aún habiéndose propuesto en nuestro país duchas actuaciones, no han visto la luz en ningún momento. Un enfoque ideal para tiempos de control del gasto y de intentar conseguir la efectividad necesaria del sistema sanitario caminando hacia una Medicina Integrativa.
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¿Donde puede comprar Camellia Sinesis o (te verde) en que tienda? gracias.
Hola, quisiera que algun medico naturista me escribiera ya que tengo un problemita con una niña de 10 años que desde hace un año se esta haciendo en la ropa popo y no se que hacer si me pueden ayudar les agradezco mucho, dejo mi correo blan.cosita@hotmail.com gracias espero que me puedan ayudar.
La medicina natural cada día gana más adeptos. La ausencia de efectos secundarios, el bajo costo pero sobre todo su gran eficacia han hecho muy popular el trabajo del médico naturópata.
Pues yo tengo una vecina mia que tenia dolores en las rodillas por artrosis. Estuvo llendo durante meses a un homeopata, al que le pagaba de su bolsillo cada consulta, y que le recetaba unas medicinas que valian también su buen dinero. Al final se operó y le pusieron prótesis en las rodillas (le daba mucho miedo la operación) y aunque lo pasó mal bastante tiempo después para recuperarse, ahora está como una rosa.
No creo en el dilema medicina alopática-naturismo, creo en el resultado. Sólo sé que he padecido diversos tratamientos del médico de cabecera para tratar hongos que me han ido invadiendo poco a poco y que últimamente tomando ajo en ayunas me he desecho de ello, en tres días mi placa blanca de la lengua me ha desaparecido. ¿Placebo? Lo dudo, no creo que deseara tener durante años hongos en la boca y estos últimos días haya decidido no tenerlo. ¿Qué es mejor uno que otro? Tampoco, cada cuerpo es un mundo y responde de forma diferente a los mismo estímulos. Simplemente los tratamientos pueden tener diferentes formas de presentación y no todas tienen porque proceder de la industria farmacéutica o ¿es que anteriormente de existir tal no había tratamientos a las diferentes dolencias? Podría seguir divagando, pero no es cuestión. Un atento saludo.
Eduardo: totalmente de acuerdo. La medicina convencional debería validar todos los tratamientos que se están usando y financiando y no gozan de confirmación científica.
Un saludo.
EL EFECTO PLACEBO EXISTE
Esto puede sonar obvio, pero a lo mejor debería explicarse como tema obligatorio en las clases de medicina naturista (y lo pongo en minúscula con toda la intención). ¿De qué caverna hipocrática salen algunas personas? El Dr. Pablo Saz dice tener una educación clásica. Y tanto: ha tirado por tierra los últimos 100 años de progreso científico, que es lo que nos ha costado rebatir a Hipócrates, cuyos postulados han estado vigentes casi 2000 años. ¿Es que algunos no han progresado? Cada vez que leo cosas como las que dice en la entrevista me debato entre la indignación, el estupor y la carcajada.
¿Nadie ha caído en que el método científico existe: hipótesis – experimento bien diseñado – confirmación o refutación? ¿Es que alguien cree aún en los milagros? Nunca dejará de llamarme la atención que el sector «creyente» en eso que se ha dado en llamar medicina natural crea tanto en esa Nueva Revelación y tan poco en los milagros de toda la vida; al final viene a ser lo mismo: la Iglesia Católica quemó por herejes a los científicos disidentes con la doctrina oficial (ej. Giordano Bruno) y estos Inquisidores de nuevo cuño queman por escrito a los partidarios del método científico. ¡Ya está bien! Queremos datos de buena calidad, no coletillas aburridas del tipo «diversos estudios científicos han demostrado que el extracto del vinagre de sidra es capaz de curar la cefalea en racimo».
Alguien dijo: Si no puedes vencerlos, confúndelos. Dejad ya de confundir y de intentar confundirnos.
¡Cómo me alegra la frasecita de la ministra! Aunque noticia aún no la veo, si parece indicar que habrá “algo” positivo. Si lo hicieran con seriedad, preguntando cómo empezar a naturistas reconocidos como el Dr. Saz les saldría bien de entrada. Aunque ello implicaría una cura de humildad.
http://youtu.be/gNt5hLLZDmc
La medicina natural no es el sustituto de los fármacos químicos que son anti-síntoma casi solamente. La medicina natural suele ser poco útil si no es medicina natural, o sea, si no se basa en un modo de vida y una alimentación sanos, y con una visión psicosomática imprescindible.
Seguramente pase sólo lo que dice la ministra, pero eso ya será un gran paso. Y ha sido ayudado porque tras venir cientos o miles de médicos sudamericanos no han podido controlar su costumbre de mandar homeopatías y productos naturales y además ello les ha hecho darse cuenta de alguna cosita y de paso así fueron permitiendo lo que no sabían hacer de otra manera. Y la consecución de la “masa crítica” en la población que ya acepta la medicina natural y con pasitos como este aderezados con la crisis de financiación de los fármacos, poco a poco la cosa volverá a su ser. ¡Me alegra!, gracias por la frasecita, esperemos que se vuelva noticia y de las buenas.
Mas info sobre medicina natural:
http://mundodespierta.com/2012/04/04/donde-esta-la-causa-y-donde-el-remedio-de-la-enfermedad/
http://mundodespierta.com/2012/05/27/poder-personal-i-alimentacion-y-nutricion/
Es una pena, que ahora quieran repartirse el pastel de la medicina natural de toda la vida, la señora Mato por un lado y los médicos que hablan ahora de una medicina integrativa, o integrista diría yo por otro. ¿Vamos a tener que claudicar de nuevo en la salud? ¿y dejar en manos de la medicina oficial la medicina blanda, natural de toda la vida?, ¿de esta forma los laboratorios contran de nuevo con vademécum y viajes gratis con sus recetas? dejo aquí un párrafo del CELEBRE PROF. CARLOS LESTON, Naturópata, en defensa de la Naturopatía que ahora quieren repartirse todos…amigo Miguel Jara, defendamos a los verdaderos y no a aquellos que quieren volver a cometer el error del nuevo siglo en la medicina. A continuación os dejo la carta de Leston publicada en el periódico El País hace años, y que sigue siendo actual para nuestra desgracia;
“se la debe refrescar la memoria respecto al hecho de que si comen hoy del naturismo no ha sido, ni mucho menos, porque los pioneros de las terapias naturales hubieran pasado, como ellos, por la fábrica de títulos que es la Facultad de Medicina para absorber la aletargadora dosis diaria de rutina y mediocridad, sino porque, con sagacidad no mediatizada y desde el más puro autodidactismo, dieron con fórmulas ahora utilizadas por los ínclitos médicos naturistas, quienes, para hablar con toda claridad, tuvieron que aprender de los que ahora llaman curanderos, los cuales, dicho sea de paso, no precisaron de la facultad por la misma razón de que al que nace guapo no le hace falta pasar por la clínica de belleza. Quede, pues, bien claro. Han sido los médicos naturistas los que han tenido que aprender de los curanderos. Jamás a la inversa!
A la Organización Médica Colegial (que parece más que empeñada, a través de las actitudes mussolinianas de su presidente, en presentar la verdadera finalidad de este colectivo, fundamentado en la defensa de privilegios corporativistas, que desarrolla con el furor de una orden de caballería medieval) se le podría especificar que existen en España puñados de verdaderos artistas en el arte de curar a través de los medios naturales y que han llegado a ser absolutamente insustituibles para atender a centenares de miles de pacientes masacrados por la mala praxis de esa medicina colegiada que finge aparecer como muy preocupada. Nos atreveríamos a aconsejar al estamento que no se empecine. Que no malgaste sus energías persiguiendo el fantasma del intrusismo. Basta con que actúen medianamente bien, pues las terapias blandas serán justamente todo lo indispensable que los errores, las torpezas o la falta de calor humano del oficialismo requieran. Las medicinas alternativas no atienden otros pacientes que aquellos que la medicina colegiada no ha sabido, no ha podido o no ha querido curar. Y ya es del género tonto pretender escamotear el hecho de que un número alucinante de enfermos dolidos, desengañados y hasta horrorizados se desvía -con todo derecho, por cierto hacia esas «prácticas empíricas» que jamás, en buena ley, debieran ser ni siquiera entorpecidas. Porque está claro, señores, que realmente curan, y porque, aunque así no fuera, los pacientes (que son los que mandan, y no el Colegio de Médicos) las prefieren…”