"Epidemia" de autismo infantil o campaña de tráfico de enfermedades
Aumento del consumo de neurolépticos en niños, consejos para su circuncisión y ahora aumento del autismo infantil. Últimamente, parece que o bien la sociedad estadounidense está desquiciada en cuanto a aumento de enfermedades o es que existe interés en su exageración. Claro que también puede que estas «epidemias» sean ciertas. ¿Qué hay de verdad en todo ello y, si lo es, qué está causando que los datos estadísticos sobre enfermedad se hayan disparado en aquel país? De no ser cierto ¿estaríamos de nuevo ante el fenómeno del disease mongering o tráfico/invención de enfermedades aplicadas a la infancia nada menos que por los Centros de Control de Enfermedades (CDC)?
Hay pediatras que no se creen lo de la «epidemia» de autismo, que no se fían de esta institución, una de las principales de la sanidad norteamericana. Las cuentas, al menos en España, no salen. Y es que parece que últimamente aumenta la depresión infantil, la ansiedad infantil, aumentan los trastornos de inquietud infantil, etc. No podía faltar la rabieta como enfermedad, por supuesto. Los anglosajones la califican y diagnostican como enfermedad así: Disruptive Mood Dysregulation Disorder. ¿Una enfermedad? Pues sí, como lo leéis; la rabieta infantil se considera una enfermedad en el DSM-V, el manual de los trastornos mentales que suelen utilizar los psiquiatras y que se publicará el año que viene, 2013 (que también apuesta por potenciar el «mercado del autismo»).
Sobre esto último un psiquiatra de mi confianza me comenta:
«La terminología en el autismo es confusa. Se llama Trastornos Generalizados del Desarrollo o Trastornos del Espectro Autista a un grupo que comprende además del autismo clásico o de Kanner, el síndrome de Asperger y otros (no especificados, atípicos, etc). El Asperger en particular es una entidad más heterogénea que incluye pronósticos mucho más benignos que el autismo clásico o de Kanner, que tiene la continuidad diagnóstica y pronostica más robusta de la psiquiatría. El DSM-V va a suprimir la categoría de Asperger ampliar los criterios diagnósticos y así el los trastornos del Espectro Autista incluirán todo lo que sea ‘necesario'».
¿Y que significa necesario? »
Pues un aumento de la incidencia colosal para satisfacer a profesionales que generan tal demanda: pediatras, psiquiatras infantiles, psicólogos y psicopedagogos, revistas sobre el tema, proyectos de investigación y atención temprana, comités y congresos, etc. Naturalmente los fabricantes de pruebas diagnósticas como Stölting, polígrafos y aparatos de resonancias y sobre todo farmaceuticas como Bristol-Myers Squibb(BMS) y Janssen Cilag están muy contentos».
Hay un trabajo puramente económico que demuestra que la «epidemia» de autismo ha elevado el número y los salarios de trabajadores sanitarios no médicos. Cada cual que saque sus propias conclusiones. Como opina el médico Juan Gérvas:
«Los de los CDC se están convirtiendo en un peligro con lo del disease mongering (diabetes, gripe, autismo)».
También es útil entender cómo se transmiten las «epidemias de diagnóstico» en Estados Unidos desde la clase alta a la baja, por ejemplo a través de este estudio realizado en California.
Muy interesante Carolina, aunque no estoy seguro que Cajal hablase de una localización a nivel celular. En efecto en el autismo se han «descubierto» localizaciones no solo a nivel de anatomía funcional sino a nivel de neurotrasmisores. Grotesco sería si esos «descubrimientos» no dominaran las prácticas. En neuropsicología hay experiencia con lesiones más concretas y parte del problema reside en que las palabras que tenemos para describir acciones o funciones en el mundo no sirven para definir lo que hace el cerebro y aun inventando palabras como prosopagnosia o alexia y la noción de disociación no se consigue localizar bien los circuitos funcionales que están muy enredados.
El autismo probablemente el resultado de varios líos y nudos en esos circuitos y estos de varias causas, pero que y como vendes con esto? Mejor seguir con la fantasía del gen autista, del centro anti-empático o de la toxina específica.
Lo que si sabemos es que, contrariamente quizá a lo que dice Silvano, es que en experimentación animal, el recobrar ciertos aprendizajes está impedido por el uso de antipsicoticos o neurolepticos. Que tales drogas se den en discapacitados psiquicos clama al cielo. En la misma esquizofrenia el dogma de que esta es un proceso neurodegenerativo o neurotóxico con la dopamina como protagonista central, debería hoy ser perseguido por la ley. Son los antipsicóticos los que producen atrofias frontales y parietales e hiperplasias de los ganglios basales a veces muy considerables y las bases de eso las puedo entender hasta yo. Lo cierto es que los efectos antipsicóticos de los neurolepticos son secundarios a sus efectos tóxicos, pero hay que seguir vendiéndolos más y más.
¡Hola, Miguel y resto de lectores! Parto de la base de que no estoy al tanto de las últimas novedades en lo que se refiere a las neurociencias como elemento explicativo de la realidad del cerebro y de las capacidades intelectivas.
Se ha visto cómo en experimentos animales, a la hora de delimitar dónde está la memoria, los aprendizajes, iban cauterizando zonas y zonas…, y las respuestas aprendidas seguían apareciendo en los pobres animales.
La conclusión era muy clara: existe una información de «campo», y no había una concreción de un área concreta donde residían dichos aprendizajes, algo así como una conexión a la dichosa «nube» que hoy en día está tan de moda entre los cibernéticos.
Este comentario no quiere sentar cátedra sobre el funcionamiento del Sistema Nervioso ni mucho menos, pero sí me parece que sería interesante abrirnos a hipótesis de trabajo que, aunque revolucionarias en sus planteamientos, parece que pueden llegar a explicar la funcionalidad de nuestros organismos.
En relación con el modo de funcionar de los CDC norteamericanos, acordaos cuando aparecieron por nuestro país cuando el Síndrome Tóxico… Echaron por tierra las hipótesis que mantenían unos colegas nativos (creo que con buen criterio) haciendo ver la conexión entre las disfunciones y el consumo de un pesticida concreto de una empresa química puntera europea…
Es la única organización a nivel mundial que tiene el poder (¿quién se lo ha dado?) de determinar la aparición de nuevas enfermedades o la caracterización de las ya existentes. En este tipo de situaciones en las que algo huele a podrido, creo que es interesante preguntarse, como en las pelis de intriga, de investigaciones policiacas…: ¿quién se beneficia de esta situación?
Quien quiera entender, ya lo ha captado al leer esta entrada de Miguel que sirve de base a estos comentarios.
Salud para ti y los tuyos.
La industria de las neurociencias se está expandiendo enormemente a pesar de su crisis en proveer explicaciones cientificas a todas estas enfermedades neurologicas y a su continuo torrente de afirmaciones dispares en los medios de comunicacion.
La doctrina de la neurona (Ramon y Cajal) es la base de las neurociencias modernas, pero hace tiempo que se ha visto que tiene muchas inconsistencias, es muy criticada y el propio Camilo Golgi la repudió. Se ha demostrado que la neurona no es una celula que procese informacion y memoria. A pesar de las afirmaciones de los neurocientificos, a dia de hoy no se ha localizado ninguna huella biologica en las neuronas que indique que la celula acumula informacion para luego procesarla, (simplemente se nos da una explicacion pseudocientifica alegando que la actividad intelectual crea conexiones preferentes entre las neuronas pero no se nos explica como se almacena la memoria en el cerebro). El dogma de la neurona como celula aislada que procesa y retiene informacion se cae, se viene abajo.
En el alzheimer los neurocientificos estan perdidos y solo aportan un conjunto de hipotesis dispersas y no demostradas:
1)hipotesis colinergica (esta hipotesis esta muy desprestigiada ya)
2)placas beta amiloides o proteina tau (erronea y desprestigiada pues hay mucha gente con placas amiloides que no tienen perdida de memoria)
3)desordenes metabolicos, hiperglucemia, diabetes,etc
4)ion aluminio en productos caseros que interactua degenerando las neuronas.
En el autismo nos encontramos con la misma dispersion grotesca de hipotesis dispares y no demostradas.
Estamos pues ante una crisis gravisima de las neurociencias y ya hay grupos en USA y Canada que se atreven a hablar del «fraude de las neurociencias».