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La fabricación del consenso para promocinar productos polémicos

En el ámbito sanitario están de moda los documentos de consenso «científico»… plagados de conflictos de intereses. Suelen utilizarse firmados por honorables sociedades científicas que prestan, casi siempre por dinero, su marchamo cualitativo para ofrecer mejor imagen de productos rácanos en efectividad y seguridad. Ha ocurrido con la vacuna del papiloma y ahora con la de la gripe, cuestionada en las últimas semanas.

La promoción comercial de documentos de presunto consenso tiene una segunda finalidad que es acallar las críticas a los productos mercantiles que publicitan. ¿Quién se atrevería a criticar a las figuras que ¡han llegado a un consenso!? También están desarrollándose reuniones presuntamente científicas que suelen tener un mínimo denominador común: carecen de voces críticas (¿de qué ciencia tratamos entonces si la Ciencia es perpetua búsqueda?). Observad la noticia Gripe: “Lucha contra el virus de las mil caras”.

¿Prestan los medios de comunicación un servicio a la sociedad o a las industrias? Hay un apartado en el que se afirma que

«la vacuna de la gripe es una de la que más falsos mitos acumula. Tal vez porque a diferencia del resto, hay que renovarla cada año, y para ello hay que estar motivado y concienciado». Al menos hay cierta muestra de honestidad al declarar los conflictos de interés de la noticia: «Con la colaboración de Sanofi Pasteur MSD. SPMSD es ajeno a su contenido».

Llama la atención también que al final se admita:

«Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional sanitario, considerando las características únicas del paciente”. Sin más comentarios. Para que digan que en este país se está perdiendo el sentido del humor y el cachondeo que nos caracteriza; yo creía que las decisiones sobre nuestra salud las tomamos nosotros, con la agradecida ayuda de los profesionales de la misma pero nosotros, hecho que parece olvidarse con especial vehemencia cuando se trata de vacunas, en que sobre todo se olvidan las características únicas del paciente ya que suelen ser café para todos.

Seminario para periodistas

Días después del foro del diario ABC la principal compañía farmacéutica del mundo, Pfizer, reúne a varios especialistas en el seminario Inmunización en adultos. ¿Un reto por alcanzar? en el que participa alguno de los presentes en el primero, para intentar convencer a los periodistas de las bondades de las vacunaciones masivas. De nuevo las voces críticas fueron casi inexistentes.

Es evidente que existe una industria de la fabricación de consensos para que la mayoría social adopte medidas impopulares que sobre todo interesan a los vendedores de remedios. Por supuesto todo ello se hace en nombre de nuestra salud (si no, no se comerían ni un colín) y en dichas campañas participan líderes de opinión como representantes de sociedades científicas, profesionales sanitarios considerados líderes de opinión en sus microámbitos y periodistas, entre otros. La factura corre a cargo de quien quiere promocionar sus productos y estos suele coincidir en el tiempo con polémicas razonadas y cuya evidencia científica no les favorece.

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11 comentarios

  1. El «consenso» es un mecanismo político no científico. En medicina hay pocas intervenciones que tengan un sello científico completo, la incertidumbre, los efectos secundarios y aspectos muy importantes que afectan a la vida del paciente y que pueden ser afectados por el tratamiento, hacen del dialogo algo necesario y así lo dicen las leyes. Médicos y otros expertos sujetos a presiones corporativas,con intereses en conflicto con los del paciente, la compulsión alopática por lo que todo lo que no gusta al médico, el paciente, su familia, el maestro o el Estado es considerada un trastorno co-mórbido y el cientifismo como ideología e incluso religión al servicio del comercio>, hacen de ese dialogo algo imposible con demasiada frecuencia.

    El único consenso deseable y esto abierto a un apropiado seguimiento, es el que debe ocurrir entre médico y paciente sin que los intereses institucionales o comerciales o vanidades y prejuicios intervengan. Y esto es en muchos casos muy difícil.

  2. Aunque digas Miguel que es un término que sirve para distraer el debate…esto es pura y dura «FARMAFIA». ¿Cuántos especialistas de los que hay en esa foto se han vacunado contra la gripe? Seguro que NINGUNO. La putrefacción moral a que llega la industria del medicamento no tiene límites. Tú lo has dicho «vendedores de remedios» o más bien vendedores de potingues ineficaces y dañinos, eso sí, con marchamo de una exorbitada y amañada rigurosidad científica además de una abrumadora campaña de marketing por detrás. Están temerosos de que cada vez la gente esté más concienciada e informada en el tema vacunas y en las alternativas naturales para vencer las enfermedades. Internet ha jugado un papel fundamental como una eficacísima herramienta contra la desinformación. Sólo hay que leer la prensa papel o meterse en los grandes medios audiovisuales para ver a que intereses bastardos sirven en su práctica totalidad. Un ejemplo, simple, para ver hasta donde llega el servilismo de los medios:

    Tele5..campaña antigripal, preparan el teatrillo con unos incautos…una farmacia de por medio…entra la señora a la botica y pregunta por antigripales. Las cámaras enfocan a una mesa con una docena de cajas de la típica porquería (Bisolgrip….etc.) y la farmacéutica (normal) exponiendo las bondades de esos medicamentos-basura.

    Por cierto, un médico de familia «recetó» el otro día a un familiar (para una tos casi endémica que tiene)….una infusión a base de….agua caliente con una cabeza de ajos. Ole tus…no lo quieren reconocer pero ¿cuantos galenos se tratan con remedios naturales de toda la vida? Eso sí, por detrás (el mismo médico del que hablo) recetando siempre de la multinacional CINFA (lo dijo expresamente a mi madre….»que le den x medicamentos en la farmacia de esa marca»).

    1. Plinio pues la verdad es que el término me parece una salida de tono que distrae del debate, se puede decir lo mismo -en general estoy de acuerdo con lo que planteas- pero sin utilizar eso conceptos tan «totales». El tono y los modos también son importantes.

  3. El problema, Miguel, es que no son sociedades científicas sino industriales. Es decir, que se crean y viven a los pechos nutricios de las industrias (de medicamentos, de alimentos, de tecnologías y otras) de forma que van a donde las industrias dicen y hacen lo que les mandan.
    «Non sensus consensus» es una nota clásica de un clásico, Pert Skrabanec, al que vale la pena leer
    http://lanic.utexas.edu/project/etext/colson/17/17_5.pdf
    En fin.
    Un abrazo
    Juan Gérvas

  4. EL PLAN DE CAMBIO DE ACTITUD EN SEIS PASOS:

    Paso 1. Algún tipo de práctica tan ofensiva que apenas se pueda discutir en público es defendida por un experto RESPETADO en un foro RESPETADO.

    Paso 2. Al principio, el público se conmociona y luego se escandaliza.

    Paso 3. Pero, el HECHO EN SÍ que algo así pudiera debatirse públicamente se convierte en el TEMA del debate.

    Paso 4. En el proceso, la pura repetición del tema escandaloso bajo discusión va atenuando su efecto gradualmente.

    Paso 5. La gente ya no se escandaliza por el tema.

    Paso 6. Ya no más escandalizada, la gente empieza a discutir sus posiciones para moderar el extremo; aceptan la premisa, cuestionando el medio para LOGRARLO.

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