La peligrosa incineración de residuos de nuevo en los tribunales

Hace años que la contaminante industria cementera busca combustibles alternativos para alimentar sus hornos. En la época de las vacas locas, en el año 2001, se quemaron toneladas de harinas animales con las que se alimentaba a dichos hervíboros. Dicha industria se benefició de combustible barato que de otro modo hubiera acabado en los vertederos. Y siguen en la misma línea, sólo que ahora lo hacen con combustibles cuya incineración es peligrosa para la salud de las personas y del medio natural.

En el mes de enero del presente año la cementera Portland Valderrivas filial de Fomento y Construcciones y Contratas (FCC), que se ubica en el término municipal de Morata de Tajuña (Madrid), presento ante la Conserjería de Medioambiente de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) un proyecto para el cambio de combustible que usa habitualmente en la producción de cemento (coke de petróleo) por residuos sólidos urbanos como plásticos, neumáticos fuera de uso, lodos de depuradora urbana, desguace de vehículos, harinas cárnicas, entre otros.

En octubre el Estudio de Impacto Ambiental ha sido considerado positivo y en un plazo inferior a diez meses se dará resolución a la autorización que necesita la compañía para llevar a cabo el proyecto. En la asociación de vecinos de  Morata, tienen una gran preocupación por las afecciones a la salud y al medioambiente que tendría este cambio de combustible.

Las sustancias emitidas en muchos casos serían persistentes y bioacumulativas (metales pesados,  difeniles polibromados, dioxinas y/o furanos). El radio de afección sería de 40 kilómetros aproximadamente, afectando no solo a Morata sino a multitud de pueblos incluida la ciudad de Madrid.

Este cuanto parece no acabar nunca. Cuantos años hará que yo estaba en un periódico regional llamado Crónica de Madrid y ya hacía reportajes sobre ello in situ. Ahora La asociación vecinal de Morata de Tajuña ha denunciado al Gobierno regional madrileño ante la Fiscalía General del Estado acusándole de violación de la normativa actual en materia de prevención y control integrado de la contaminación, de residuos, de participación pública y de evaluación de impacto ambiental.

Esta es una lucha importante pues de la decisión de los tribunales depende todo el legado sucio que el modelo de negocio basado en la construcción que gobierna en este país nos está dejando.