El paternalismo suave que empuja a las mujeres a hacerse mamografías

El médico Enrique Gavilán, me envía un artículo, que ha escrito a petición mía, políticamente incorrecto y cargado de razones.

Cada 2 años, las 72 mujeres de entre 50 y 69 de Galisteo de la Sierra reciben una carta del gobierno autonómico. A la hora y el día fijado, la mayoría de ellas se van acercando a la plaza del pueblo, al lado del consultorio médico, donde queda aparcado el mamobús. Sin mediar información ni consentimiento alguno, las mujeres van pasando una a una, como corderas, para que la máquina les estruje las mamas buscando imágenes que puedan ser sospechosas de ser malignas. Al cabo de unas semanas, todas ellas van a su médico a preguntarles los resultados; la mayoría de ellas, por fortuna, son normales.

Paternalismo suavePero Rosa ha leído algo acerca de que la prueba no es infalible. Que algunas veces se detectan lesiones que posteriormente se descartan sean de nada malo (falso positivo) y otras tantas ocasiones se observan tumores de tan baja carga letal que la mujer termina muriendo de otras cosas diferentes al cáncer de mama (sobrediagnóstico). Desconcertada, cuando va al médico a que le diga los resultados de la mamografía, le pregunta sobre datos concretos: ¿qué probabilidad hay de que la mamografía falle?

El médico de Rosa tampoco da crédito. Sabe que ninguna prueba es 100% válida y fiable, pero conserva la noción, «desde siempre», de que el cribado del cáncer de mama es «bueno», sin más. ¿Por qué? Simplemente porque como el programa de cribado de cáncer de mama viene «desde arriba hacia abajo», lo acata, sin plantearse su validez (sesgo de autoridad). Además, casi toda la información que le llega, ya sea a través de medios de comunicación general como de revistas científicas, repite sin cesar y sin apenas autocrítica las bondades de estos programas, silenciando las escasas publicaciones que se atreven a cuestionar con datos su infalibilidad (sesgos de publicación y de citación).

Esta actitud de «dejarse llevar por la corriente» es la más cómoda. Entre otras cosas porque los programas de cribado como éste están en la periferia de la relación clínica, es decir, se realizan fuera de la consulta médica, y por tanto son impersonales (y por tanto, «nadie tiene la culpa» cuando algo no va como se espera). Además, nadie pone en duda que estas labores de salud pública llevadas a cabo por las instituciones sanitarias son bienintencionadas, se hacen «por su salud», lo cual aleja toda posibilidad de autocrítica (sesgo del sombrero blanco).

Rosa se va a casa sin la información que demandaba. Sigue sin saber qué es lo que pretende la prueba, ni qué probabilidad hay de que falle o acierte, ni las consecuencias de que eso ocurra, ni los riesgos o problemas que puede ocasionar el test. Se siente defraudada porque cree que ya es mayor para tomar de forma autónoma sus propias decisiones y que en esta ocasión no ha podido hacerlo.

Se siente pequeña en comparación con el aparatoso sistema de la autoridad sanitaria, que en vez de velar por su salud individual parece más preocupada por hacer brillar un indicador «de calidad». Y se siente que ha sido empujada por una fuerza superior, que la arrastra sin casi percatarse.

En realidad, Rosa no ha sido más que una víctima de una especie de paternalismo suave, que es bienhechora, que no es agresiva y que en apariencia respeta la libertad individual, pero que no deja de ser coercitiva. Es lo que se ha dado en llamar «paternalismo libertario». Dicen algunos que el cribado del cáncer de mama es un buen ejemplo de ello. Por algo será…

 

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20 comentarios

  1. El tema del cribado del cáncer debería ser seriamente revisado por las autoridades sanitarias de una manera CIENTÍFICA (medicina basada en la evidencia), habría muchos médicos interesados en colaborar con ellos en este arduo trabajo: desmontar lo montado. Mientras tanto sólo queda que la gente se informe. Yo a mis casi 50 años no me pienso hacer un solo PSA ni un solo HIV en mi vida y si alguien me lo pide sin mi consentimiento será denunciado.

  2. A principios de año recibí la primera carta para realizar una mamografía, hice caso omiso (había leído en varias páginas web lo que comenta en este post), a fecha de hoy son seis las que me han enviado,están en una repisa todas juntas, sin abrir.

  3. Llevo 2 años entendiendo el cancer los virus,las bacterias, las enfermedades, de una manera totalmente opuesta a la que me han enseñado toda la vida, y tiene una lógica aplastante, es tan sencillo de entender, pero a la vez tenemos una cultura de la enfermedad tan contraria, que cuesta cambiar.
    Las enfermedades no son algo externo que nos viene, las enfermedades es ….mejor escuchais esta conferencia y luego seguir investigando, pensad por vosotr@s mism@s y daros un tiempo para asimilarlo, vuestra vida cambiará http://www.youtube.com/watch?v=FzwEXEGHs9Y

  4. La criba NO ES prevención, es solo la detección de clientes, a veces hasta tratan «tumores» que no lo son y es que por cada tratamiento de amputacion asador y veneno, hay una buena comisión… hasta que la gente descubra que la prevención del cáncer pasa por comer orgánico o silvestre sobretodo verduras crudas como chicoria y diente de león y tomar infusiones de plantas endulzadas con azúcar integral o mejor con stevia en lugar de «bebidas» hechas con tinta esteres y momificantes llamados «conservantes saborizantes y colorantes» lo cual se parece mas a fregasuelos…

    Que la comida sea mi medicina» dijo alguien por ahí… salirse de la ciudad al campo en zonas donde no se fumigue con química industrial ya es prevenir y hasta curar pues el cáncer se esta tratando con agua de mar y clorito de sodio en forma de CDS cuando no con bicarbonato, el cáncer no son «células que se vuelven locas» en realidad «honco» viene de hongo y es que cuando el liquido intercelular esta sucio y con falta de oxigeno a las células no le queda mas opción que apagar el reactor eléctrico con el que quema oxigeno y volverse un hongo fermentador separado del organismo, porsupuesto que la radiación y algunos químicos industriales ayudan o provocan que las células se vuelvan hongos… y esto se sabe desde que al cáncer se le llama «honco» (hongo) y en todo caso debería ser tratado como tal… Buscar Andreas Kalcker, Tulio Simonccini… o ver los videos de «Discovery Salud TV»… ninguna industria que vive de la enfermedad de los demás va a sanar a nadie y si esto ocurre debes saber que si te sanas es solo un efecto no deseado de los negocios de la farmafia-industria. No dejes tu salud en manos de terceros, la medicina tradicional es mas efectiva y segura y como dice un viejo libro tan amado como odiado: «cuando estés perdido, pregunta por las sendas antiguas».

  5. Aquí en Holanda envían invitaciones a mujeres a partir de los 35.

    La carta incluye preguntas y respuestas. Una de ellas:

    P. «Hay algún peligro en estas puebas?»,

    R. «No hay peligro. Lo peor que puede pasar es que el diagnóstico sea equivocado y ud. reciba tratamiento de quimioterapia sin necesitarlo.»

    Na, una quimio por error y aquí no pasa ná. Pelillos a la mar…

  6. Pienso que está muy bien narrada la «locura» en la que se hace entrar a los pacientes cuando lo que gobierna la salud es el afán de control. Un afán de control que cuestiona a los profesionales y «mata» la sanidad con rostro humano. Paradojas de la época: además de recortes en los medios, nos recortan en los fines. Ya sabemos, por experiencia, lo que sucede cuando los recortes se aplican a los fines: el malvivir se instala durante años en las poblaciones.

  7. Por mi edad, este año me han enviado la primera carta para que acuda al mamobús. La ignoré. Al cabo de un tiempo me llamó a casa el médico de cabecera para preguntarme si me pensaba hacer la mamografía. Le contesté que no creo en ello. Muy respetuoso, me dijo que era una prueba voluntaria y que toda decisión era respetable. Imagino que sólo quería saber cuántas mujeres se la iban a hacer para organizar los turnos.

    Pocos días después me encontré con las voluntarias de la Asociación española contra el cáncer. Son mujeres de mi pueblo que conozco de siempre. Una me dijo que yo iba a ser la primera persona que les firmara. Salían en ese momento con unas hojas para recoger firmas. Eran para pedir que se haga la prueba equivalente para el cáncer de colon. Le dije que no firmaba, que no creía en ello y me respondió que era una prueba para detectar de forma precoz, «como las mamografías». También le contesté que no creo en las mamografías.

    Hace 6 años el cáncer de mama se llevó de casa a una de las personas que más quería. Creo que nos están llevando por el camino equivocado. No creo que a estas alturas y después de tantos años y tantas muertes no se sepa nada.
    Estoy con la doctora Odile Fernández en que en los factores medioambientales y la alimentación está la clave. No soy médico ni sé de medicina. Me lo dice la intuición.

    http://www.misrecetasanticancer.com/search/label/%C2%BFQui%C3%A9n%20Soy%3F

    SALUD Y CONCIENCIA PARA 2013

  8. Hola, muchas gracias por la información. Decirte que mi blog cerrara próximamente. Gracias por todo, feliz navidad, y te deseo un 2013 lleno de cosas buenas. Y que sigas escribiendo. Pasare a leer seguro de vez en cuando.

  9. Jesús, te entiendo, es una locura (nunca mejor dicho). Trabajo en dificultades infantiles del aprendizaje y el panorama es de lo más dogmático y acientífico que se pueda imaginar.

  10. Pues si este llamemosle «problemilla» lo extrapolan ustedes a la psiquiatría-psicología… Todavía en este área hay quien piensa y defiende la objetividad de los diagnósticos y de las pruebas que en ocasiones se administran para llegar a ellos.

  11. Ante un enfermo de cáncer de pulmón, una enfermera decía: «el cáncer de mama ya no es mortal». La hija del del pulmón le arguye: «pues será por el diagnóstico precoz, no entiendo cómo no lo hacen para el resto de posibilidades tumorales, cuando hay marcadores etc. «. La enfermera zanja el tema: «eso sería carísimo». Vale. Pues como es carísimo, mejor nos ponemos a la cola de la muerte.
    El filtrado con pruebas es crucial para la superviviencia en cánceres.

    No obstante, que te radien cada año, precísamente una gándula susceptible de tener células que puedan «volverse locas» no es lo mejor que se puede hacer. Yo personalmente sigo haciendo caso omiso de las mamografías y me hago anualmente una o dos ECOGRAFÍAS mamarias. Para un buen ecografista son exáctamente igual de válidas y sirven para lo mismo: el tratamiento precoz y el alargamiento de la supervivencia. Pero claro, no todos l@s ginecólog@s saben leerlas, requieren más tiempo y esfuerzo y los equipos de las consultas suelen ser de baja precisión (hay que ir a por la doppler). En definitiva. Prefieren meternos radiación. Y gracias.

    Por cierto: acaban de inventar los rusos el ONKONET, la mamografía eléctrica (sin radiación). Ya veremos si las grandes corporaciones tras los rayos equis les dejan introducirse en el mercado

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