Uh!, uh!, que viene, que viene la nueva «Biblia» de la psiquiatría

Que viene, que se publica, por fin, oh sí, ya. El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en inglés), la conocida como «Biblia» de las enfermedades mentales, se presenta el próximo 18 de mayo. Nació con la polémica y continua con ella.

Podéis leer el anticipo que publica The New York Times o elegir la info en castellano de El Mundo. Creo que, además de varios millones de lágrimas, el DSM V nos va a proporcionar algunas risas. De momento, la psiquiatría seguirá persiguiendo su El Dorado, los biomarcadores que demuestren la existencia de muchas «enfermedades mentales» (eso sí la dispensación de medicamentos casi inútiles y peligrosos para ellos no cesará, intuyo).

No lo tocan en dos décadas pero apostad lo que queráis a que, según quienes hacen el DSM, hoy todos estamos más «locos» o lo que es lo mismo «existen» más enfermedades mentales. Eso sí, muchos especialistas, entre ellos quienes han participado en la elaboración del manual de psiquiatría, critican la falta de evidencia científica de muchas de ellas.

A menos de un mes de su presentación, como narra El Mundo, el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de Estados Unidos (EE.UU.) anunció que se desvincula de los criterios del nuevo tratado:

«Los pacientes con enfermedades mentales se merecen algo mejor», ha escrito Thomas Insel, director del NIMH.

Y hace tiempo se creó un movimiento de profesionales sanitarios contrarios al enfoque del DSM. Lo escrito, que la nueva biblia es más un fenómeno religioso que científico como tantos pretenden, claro que si la ciencia es hoy más que nunca la religión de la posmodernidad TODO VALE ¿o no?

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11 comentarios

  1. Esto me lo conozco al dedillo desde los 15 años, ahora tengo 44.
    Quizas algún dia os cuente como el DSM y los «psiquiatras» y «psicólogos», junto con los maravillosos productos farmaceúticos de la maravillosa industria farmacéutica, «destrozaron» mi vida. Palos de ciego, diagnosticos erróneos o falta de diagnostico e imposición de tratamiento químico…..Pero tranquilos, que nunca es tarde, ya he salido, por mi mismo y es ahora cuando me doy cuenta de lo putrefacto que está todo esto.

  2. Leer estas informaciones me crea de vez en cuando transtornos del estado de ánimo con pérdida del interés por seguir en este mundo dominado por el poder y la competitividad.
    Pero nada es por casualidad y conocí a un homeópata buenísimo que me recetó diferentes preparados unicistas para algunos síntomas: tirar la toalla, querer luchar «contra», y alguno más, que no digo para que la gente no se auto»medique» (ya que la homeopatía en España es un medicamento). En pocos días, muy pocos, recuperé mi estado vital habitual. Puedo concluir que la homeopatía funciona también para estas cosas. Se la recomiendo a todo el mundo.
    Un saludo

  3. A mí, en cambio, la amenaza no me suscita ningún humor, sino alarma. Entiendo que avanzamos pasito a pasito hacia la pesadilla orwelliana. Como escribí ayer en mi blog, la situación me recuerda a la de los viejos evangelizadores: primero llegaban a las selvas con la Biblia, y tras ellos llegaban los dominadores por las armas… ¡Ojalá me equivoque estrepitosamente!

  4. Efectivamente, el tono de Alredol es el adecuado para lo que está por venir. Humor del bueno. Aún así, en lo serio, hay muchos colegas a los que esta nueva edición de los nuevos síntomas y de los nuevos mercados, les ha puesto en la tesitura de tener que elegir entre «resistir o colaborar». Bienvenido sea entonces el DSM 5 si su llegada provoca que algunos profesionales despierten del sueño de la razón cientificista y mercantil. Otros seguirán durmiendo, pero no son ellos los que me interesan.

  5. Bueno, a ver si de una vez nos diagnostican a todos como locos y ellos que son los que hacen el libro son los únicos cuerdos. Como cuando a los pobres negros esclavos les decían que tenían un trastorno de «desobediencia» por no querer servir a su amo.

  6. El mejor instrumento de invención de enfermedades: eliges los ¿síntomas? «molestos» que quieres convertir en enfermedad, les das un nombre y lo escribes es un libro. Un nuevo concepto de ciencia. Creo que esto es la parodia más evidente de en lo que se ha convertido esta (la ciencia) en algunos ámbitos. ¡Como no se pongan los psiquiatras las pilas!…

  7. Se empieza a perder el respeto a esa psiquiatría incluso por parte de algunos psiquiatras americanos. Ya no se habla tanto de una religión: «Scientifism», si no de una rock-comedy: «Neurobollocks«.

    Que le vamos a hacer, hay gente que necesita esa fe y anestesia, mucha anestesia, drogas legales, asociaciones penetradas hasta la cocina, algunos médicos y otros psico-expertos fantasmas o corruptos, sistemas educativos en quiebra moral, una necesidad de salir del paso, productividad inútil, manejar el descarrilamiento socieconómico, pensiones, terapias a aquellos que ni las piden ni las necesitan por parte de algunos a los que esas mismas terapias no han conseguido curar….

    Y crear «valor añadido» claro, OCULTANDO que la psico-industria, y con ella los políticos, incluso se sospecha Obama, están abandonando los grandes retos de la salud mental: el entendimiento y abordaje, en el contexto de derechos fundamentales y de evidencias reales, de la esquizofrenia y otras psicosis, la demencia y la deficiencia intelectual, principalmente porque esto ni es fácil ni es rentable, y se dedican no a la «biology» si no a la «bollocksgy» o sea la trasformación de adjetivos comunes en enfermedades mentales o de una enfermedad mental grave en varias y así necesitadas de lucrativos tratamientos particularmente los neuro-tóxicos.

    La risa desde luego va a ser vital. Ya queda poca gente educada y honrada que crea en la psico-industria, pero el negocio es colosal y por el momento vamos a dar cuerda a la risa hasta encontrar maneras de defendernos contra estas tropelías, que lo son en tanto que los frentes de expansión son niños, ancianos, discapacitados intelectuales y menores en acogida. El mayor fraude y el mayor abuso médico de la historia.

    Neuro-bollocksgy = DSM-nazismo

  8. Es necesario que los que escriben esa supuesta «biblia» de psiquiatria, en lugar de usar aparatos, que aprendan que hay muchos pacientes que tienen ansiedad o depresion producidas por las microondas de las antenas de celulares y wifi, y wi max y demas inalambricos, ya que estas afectan la glandula pineal que regula la serotonina, hormona de la felicidad, y melatonina, hormona del sueño, y a la gente se la medica innecesariamente cuando lo que hace falta es apagar el celular, el router de wifi o la pastilla wifi o bien mudarse de donde estan las antenas de wifi y las de celulares.

  9. Jajajajaja, ¿que quieres que haga? reirme por las sancedes que diran jajajajajaja.

    Estamos todos locos, sabemos lo que queremos, yo naci loco ya, loco peor sano.

  10. Una cosita…¡ha cambiado algo importantísimo en todo esto de los DSM!!! Ahora creo que la nomenclatura es en números latinos, así que es el DSM-5. Como tengo arte para adivinar el futuro ya le adelanto que la próxima versión será el DSM-5R (es decir, revisada). La psiquiatría apuesta fuerte, o bien se hace ama del mundo, o bien se suicida.

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