El Ministerio de Sanidad «regala» a Farmaindustria millones de euros en compras de medicamentos de hospital
En plena crisis, con profesionales y población sufriendo las consecuencias de los fuertes recortes sanitarios, el Ministerio de Sanidad le hace un gran regalo de navidad al principal lobby de la industria farmacéutica, Farmaindustria. Dicho Ministerio acaba de publicar la Guía de buenas prácticas de preparación de medicamentos en servicios de farmacia hospitalaria para el personal de enfermería. El documento ha sido cocinado al gusto de la patronal de los laboratorios y supondrá el despilfarro de muchos centenares de millones de euros.
Para la elaboración de esta guía se solicitó ayuda a la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). Había motivos para hacerlo pues el Real Decreto del copago de medicamentos (16/2012, de 20 de abril) cita del fraccionamiento de medicamentos como vía para ahorrar gastos en sanidad.
Artículo 7. Manipulación y adecuación de preparaciones de medicamentos.
1. Con el fin de mejorar la eficacia en el uso de los medicamentos en el ámbito hospitalario, las comunidades autónomas podrán acreditar a los servicios de farmacia hospitalaria de su territorio para que en los mismos se puedan llevar a cabo operaciones de fraccionamiento, personalización de dosis y otras operaciones de remanipulación y transformación de medicamentos.
2. La acreditación prevista en el apartado anterior se efectuará de modo que se garantice el cumplimiento de las guías técnicas de buena práctica aplicables al caso por los servicios de farmacia hospitalaria donde se vayan a efectuar las operaciones señaladas».
Como puede comprobarse, el objetivo de la eficiencia en el uso de los recursos medicamentosos es indeclinable. Había un segundo motivo para invitar a la SEFH a elaborar la guía del «pelotazo». El Consejo de Europa publicó en 2011 una resolución para asegurar la calidad de los productos preparados en los hospitales que cada país ha de desarrollar.
Fiel a lo que se dice en las leyes, la SEFH ha trabajado en la Guía durante un año. Pero en la última versión de dicho documento se introdujeron unas leves pero significativas modificaciones sin consentimiento de los especialistas de la Sociedad de Farmacia que han participado en la elaboración del texto del Ministerio.
De hecho, cuando tuvieron constancia del «desliz» ministerial mandaron unas alegaciones que los responsables de Sanidad no pudieron (o no quisieron) responder. Estas leves modificaciones proceden de cómo han traducido (o cómo han querido traducir) en el Ministerio de Sanidad una frase de la resolución europea citada que la Guía intenta acoplar al sistema sanitarios español.
La frase en cuestión es la que aparece en el punto 3.1 Pharmacy preparations are not advisable if a suitable pharmaceutical equivalent with a marketing authorisation is available. Traducido correctamente es:
las preparaciones farmacéuticas (o preparadas en farmacia) no son aconsejables si existe un equivalente farmacéutico con autorización comercial».
¿Y como la han traducido? Lo veréis en el punto 3 del documento del Ministerio que dice:
La preparación de un medicamento aporta un valor añadido si es necesaria para un determinado paciente o para grupos de población específicos con necesidades especiales y no se debe realizar si está disponible en el mercado una alternativa terapéutica adecuada con una autorización de comercialización”.
Es decir, en un guía de buenas prácticas que hace RECOMENDACIONES (no existe obligatoriedad de su cumplimiento) alguien interesado ha conseguido que NO SE DEBA (en imperativo, que implica obligatoriedad) desarrollar eficientes prácticas que hasta ahora se desarrollaban.
¿Qué puede suponer que los farmacéuticos de hospital no deban preparar algo si la industria ya tiene un medicamento similar en el mercado? Muchas cosas.
La principal es que se promociona el despilfarro. Algunos de los fármacos sujetos a copago hospitalario van a costarles más caros a los pacientes pues habrá que comprar en el mercado lo que ya existe más barato en el hospital.
En los hospitales muchas veces se fraccionan los comprimidos para conseguir la máxima eficiencia y que al ciudadano le cueste lo menos posible.
Un ejemplo es el bosentan de 125 mg pues tiene el mismo precio que el de 62,5 mg. Por tanto, el medio comprimido de 125 cuesta la mitad que la píldora de 62,5. Si hay copago que aplicar al paciente le sigue costando la mitad.
Pero desde la publicación de la Guía eso no se puede hacer porque como han cambiado el «no son aconsejables» por el «no se debe» ahora lo que toca es comprar bosentan en el mercado, donde por increíble que parezca la dosis de 125 y la de 62,5 ¡cuestan lo mismo! Y eso ocurre con muchos medicamentos.
¿Cuánto puede costarnos a todos este «pelotazo» de Ministerio de Sanidad y Farmaindustria? En el escrito de alegaciones que presentó la SEFH (al que los funcionarios ministeriales no hicieron caso) se recogía datos de ocho hospitales que ahorraban más de 300 millones al año con medidas de eficiencia como las explicadas.
¡Sólo en ocho hospitales! Sumad cuántos hospitales públicos hay en España. Sacad la calculadora y mirad lo que se va a embolsar de más la industria farmacéutica.
SEGUNDA ENTREGA La estrategia de Farmaindustria para hacerse con el mercado de los medicamentos de hospital
Los delegados de relaciones institucionales ya se encargan de conseguir estos pactos con los políticos. Todo está previsto y pactado. Luego los visitadores ya se encargaran de patear los hospitales y hacer crecer las ventas. Y a cobrar, que el dinero trae el poder. Todo esto y mucho mas se veía venir. Esto solo es el principio. Los laboratorios ganan mucho y por tanto los visitadores también y sus condiciones de trabajo cada vez mejores. Ya ninguno trabaja por las tardes como antaño. Realmente no hace falta, solo por la mañana ya hacen bastante caja, luego a cobrar la dieta y a casita.
Lo importante es el dinero, la salud va y viene… jeje