Medicamentos Bayer: todo con «los indios» pero sin los indios
Las declaraciones de un consejero delegado de la farmacéutica Bayer han sido muy difundidas en medios de comunicación y redes sociales. La farmacéutica Bayer no fabrica medicamentos «para indios», sólo para los que «pueden permitírselos», dijo Marijn Dekkers, en un foro de la industria farmacéutica. Comentamos y contextualizamos el episodio.
Los medicamentos a los que se refiere Dekkers son tratamientos contra el cáncer, VIH o la diabetes. Y es que existe una polémica por las nuevas licencias que la India está aplicando sobre la propiedad de las patentes farmacéuticas y que beneficiará a las empresas locales para que fabriquen medicamentos genéricos más baratos y, por tanto, más asequibles para la población.
Más allá de la guerra entre farmacéuticas que fabrican productos «novedosos» y las que hacen medicamentos genéricos, creo que la repercusión de los comentarios del consejero delegado merecen un análisis:
-NO puede extrañar que una empresa quiera ganar dinero. Una empresa está para ganar más dinero del que gasta si no no es empresa sino una ruina.
-Dicho esto creo que en una sociedad sana las empresas deberían crearse para satisfacer una demanda social: Primero el fin social y luego ganar dinero (sin olvidar esto pues es evidente que si una empresa no tiene beneficios poco va a durar en su empeño de conseguir objetivos sociales. Sólo de buena intención no se vive).
-Explicado lo anterior, emprender en el ámbito sanitario en una cuestión de especial sensibilidad: la materia prima es la salud de las personas y ésta está por encima de los intereses privados.
-Llegados a este punto lo que indigna de Bayer es que NO se han enterado de nada de lo anterior. Para Bayer (y muchas otras industrias farmacéuticas y similares) la salud y la enfermedad de las personas es una mercancía más y nuestras dolencias, males, preocupaciones y alegría por sanar cotizan en un mercado.
-Bayer, como muchas otras compañías farmacéuticas desarrollan buena parte de su investigación clínica en países asiáticos a cuya población no van destinados los medicamentos en ella ensayados. ¿Que los utilizan como cobayas humanas sin que se beneficien del resultado? Sí, así de claro. Esto sí es escandaloso.
-Hasta cierto punto podría entenderse que un medicamento auténticamente nuevo (la mayor parte de lo que se patenta hoy son copias de fármacos ya en el mercado a los que se les hace un cambio sin importancia terapéutica) esté protegido con una patente. Desde luego no es el sistema ideal y deberíamos encaminarnos a sistemas mixtos de producción y comecialización público-privada de fármacos.
-Lo que ocurre en India es que las leyes internacionales permiten a los gobiernos de países en vías de desarrollo romper la patente de determinados medicamentos considerados de especial utilidad para la población. Esto es lo que ha enfado a Bayer (y a muchas otras multinacionales farmacéuticas).
-El sabotaje a los medicamentos genéricos por parte de laboratorios viene de lejos y Bayer ha participado en carteles para tratar de impedir su venta y evitar así competencia a sus fármacos de patente.
-También hay que destacar el largo historial de muertes y graves daños a la salud provocado por los medicamentos y productos de Bayer. La empresa alemana vendió como medicamento la heroína y por poner un ejemplo actual, hoy están muy cuestionados sus anticonceptivos. Las demandas en los tribunales por Yaz y Yasmin se acumulan.
-Por último, comentar que Bayer se benefició del nazismo; utilizó mano de obra esclava de los campos de concentración, episodio por el que nunca ha perdido perdón. En este contexto hay que analizar las palabras del consejero delegado de la compañía.
Mala solución tiene el problema de que estas empresas estén para ganar dinero y de que su negocio sea la salud de las personas. Si estás sano no ganan dinero. Si el medicamento cura y ya no lo compras más no ganan dinero. Si el medicamento es demasiado barato no ganan dinero. Ni con regulaciones ni buena fe solucionaremos el problema de que sectores estratégicos estén bajo los dictados del «mercado». Lo siento, lo digo; la sanidad, en todo su proceso industrial debería pertenecer principalmente al sector público.
Es verdad, una verguenza… Asi esta el mundo:
http://www.lopez-santiago.com/index.php?seccion=actualidad&subseccion=opinion&idActualidadContent=379
http://www.prensabayer.com/ebbsc/cms/es/Noticias/Noticias_home/2014_01_24_Dekkers.html
Sin dinero no hay investigación.