Un nuevo paradigma médico en una conferencia del Bufete Almodóvar & Jara
El sábado pasado el dimos una conferencia sobre medicamentos, medicina e industria farmacéutica en Madrid. El público, muy interesado, fueron lingüistas, personas extranjeras que trabajan desde hace años en España traduciendo textos. Lo que más me llamó la atención fue el cuestionamiento del sistema médico-sanitario que hicieron algunas personas.
Escribo “lo que más me llamo la atención” porque bueno, uno ha dado muchas conferencias sobre este tema pero quizá sea interesante cuestionarse lo que tenemos para encontrar vías alternativas o nuevas por las que transitar en busca de salud. Hay algo que falla hoy. La medicina, por lo general, divide el organismo de las personas en partes y cada una es cubierta por una especialidad médica. No se contempla el todo cuando es evidente que el daño en una parte puede indicarnos que algo va mal en el todo.
Por lo general también, cuando se detecta el daño en una parte se trata de combatir los síntomas con un medicamento (que por cierto, actúa en el todo, de ahí que podamos “arreglar” una cosa pero creemos otro problema en otra parte).
El fármaco es un mito del actual sistema sanitario, la píldora mágica (en el peor sentido del concepto pues hay muchos medicamentos que se usan sin la suficiente evidencia científica de su eficacia ni de su seguridad) que nos va a salvar.
Pero no es así y lo estamos viendo en las últimas semanas en el blog con las actualizaciones sobre los daños que provocan muchos tratamientos.
Se olvida así que aliviar síntomas no significar curar. Podemos esconder los síntomas pero una verdadera medicina buscaría las causas del daño. Estas, muchas veces pueden tener que ver con el ambiente en el que vivimos (y sus diferentes contaminaciones), con nuestro estado mental y con factores sociales (la calidad del trabajo o las circunstancias en las que se desarrolla el mismo, por ejemplo).
Hay que crear un nuevo paradigma médico en el que las personas sean el centro de interés y no que parezca que estas están al servicio de los aparatos de diagnóstico y los tratamientos. Que nos hagamos responsables de nuestra salud y cuando nos haga falta consejo médico este sea para buscar las causas de nuestro malestar y se actúe con la mejor evidencia (pruebas de eficacia) y el menor daño posible.
Bueno, pues eso que más que contaros de qué fue nuestra conferencia, que los más fieles ya podéis incluso imaginar, os cuento algunas reflexiones que tratamos en el debate posterior, durante la intervención del público.
Tras el coloquio, una de las personas del público, médico británico, traduce textos científicos como revisiones sistemáticas de la biblioteca Cochcrane y nos invitó a dar una conferencia de una hora en inglés en los próximos cursos de El Escorial en octubre.
Os dejo unas fotos. Una mía de momentos antes de entrar en la iglesia anglicana del centro madrileño en cuyo apartado estas personas se reúnen una vez al mes para escuchar a alguien y de Francisco Almodóvar durante su intervención.