Prevenir ¿puede ser peligroso? ¿se abandonará el cribado de cáncer mediante mamografía?
La publicación del estudio canadiense sobre la utilidad o no de las mamografías en el cribado del cáncer de mama que comentábamos ayer ha traído cola. Os explicamos.
Los periodistas hemos recibido fuertes críticas, sobre todo por la noticia sobre el tema que ha publicado El País titulada Las mamografías no son perfectas pero salvan vidas y que también comentaba de pasada ayer. El médico Sergio Minué, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, que trabaja actualmente de profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada, publica en su blog un post titulado Rigor informativo en el que echa un rapapolvo a Jaime Prats, autor del texto.
Mejor lo hizo el diario ABC, por ejemplo: Un estudio cuestiona la eficacia de las mamografías en términos de mortalidad.
El trabajo de la Universidad de Toronto liderado por Anthony Miller analiza los 25 años de seguimiento del programa de cribado de cáncer de mama canadiense (el Canadian National Breast Screening Study). En el estudio participaron 89.835 mujeres de entre 40 y 59 años. Se asignaron aleatoriamente a los grupos sometidos a mamografías o a los grupos sin intervención. Durante todo el periodo de seguimiento, 3.250 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama en el brazo sometido a mamografías y 3133 entre los controles.
De ellos 500 murieron por cáncer de mama en el primer grupo y 505 en el segundo. La mortalidad acumulada por cáncer de mama por lo tanto, fue similar entre ambos grupos y después de 15 años de seguimiento tras el cribado un exceso residual de 106 cánceres fue encontrado en el brazo sometido a cribado, atribuido al sobrediagnóstico (personas diagnosticadas y tratadas de un cáncer que no manifiesta daños en toda la vida, que no hacía falta tratarlo, vaya).
La conclusión de los autores es clara: la realización de una mamografía anual en mujeres entre 40 y 59 años NO reduce la mortalidad por cáncer de mama más allá que la exploración física y el tratamiento habitual cuando la terapia coadyuvante está disponible gratuitamente. El 22% de los cánceres de mama invasivos detectados responden a sobrediagnóstico.
¿Los «lazos rosas» han convertido a la mamografía en un evento sanitario sagrado? algo así se pregunta el New England Journal of Medicine que cita que actuamos por instinto más que de manera racional cuando se promociona una enfermedad y el mensaje cala en la sociedad.
En Europa el 92% de las mujeres sobreestiman el beneficio del cribado con mamografía.
El 89% de los varones sobreestiman el beneficio del cribado mediante el antígeno prostático específico (PSA), el que se hace para diagnosticar el cáncer de próstata. Frecuentar al médico y leer hojas informativas aumenta la sobreestimación.
Aunque pueda parecer paradójico, los médicos no dan información suficiente sobre el cribado de cáncer. El 69% de los pacientes no se lo haría si el sobrediagnóstico fuera de más de diez por caso de muerte evitada (lo que sucede en las mamografías y el PSA).
En el blog Médico crítico encontramos: La mamografía como «éxito» social. De técnica a símbolo, de la Medicina a la sociología. Cuando se han hecho otras valoraciones independientes y rigurosas, como con el método GRADE, encontramos
recomendación es fuerte en contra de la mamografía como cribado«.
En países como Suiza, el Consejo Médico recomienda no adoptar un programa de mamografías (en francés y alemán, resumen en inglés).
El afán de prevenir puede ser peligroso. Lo que está planteándose es abandonar la práctica de las mamografías.
¿Y que me decis de la operación de Angelina Jolie???? Conozco ya un caso que le han hecho una prueba de probabilidad de tener cancer y que su médico le aconseja que se haga la misma operación de quitarse los dos pechos. Sin tener ningún tipo de cancer aún.
B. hemos publicado sobre ello en varias ocasiones https://www.migueljara.com/2013/09/10/la-mutacion-genetica-brca1-la-que-tiene-angelina-jolie-no-es-decisiva-en-el-cancer-de-mama/
Prevenir no es peligroso. Lo peligroso es llamar «prevención» a lo que realmente trata de captar personas, mediante manejos muy inciertos, para introducirlas en el engranaje de la enfermedad burocratizada.
Y la mamografía, como muchos otros cribados orientados al reclutamiento de pacientes a los que se hará dependientes de más pruebas y costosísimos tratamientos, no previene de nada.
Es pura perversión del lenguaje.