¿Nueva esperanza contra el colesterol o un caso de manual de tráfico de enfermedades?
Nos cuenta El Confidencial que hay en desarrollo un nuevo medicamento contra el colesterol por el que “las farmacéuticas se pelean“. Será el que deje viejas a las estatinas, actuales fármacos de referencia para este factor de riesgo que fueron introducidos en el mercado con una de las mayores campañas de marketing de la historia y que están cuestionados por sus daños.
Sobre la nueva terapia para esta no enfermedad de “tener el colesterol alto” nos explican:
Los nuevos productos son anticuerpos monoclonales (proteínas que imitan a las que usamos para luchar contra las infecciones) que modulan y disminuyen la actividad de una proteína que es fundamental para regular la concentración de colesterol. Y su máximo valor: al parecer, bastaría con una inyección cada 15 días o un mes para dejar el colesterol ‘malo’ por debajo de las cifras actuales recomendables: 70mg/dl”.
Laboratorios farmacéuticos como Sanofi, Pfizer y Amgen, estarían protagonizando un apretado sprint para sacar al mercado este “prometedor” producto.
Lo cierto es que estos anticuerpos monoclonales ya llevan tiempo anunciándose. Los ensayos clínicos han sido favorables, siempre según los laboratorios que los hacen y de cuya procedencia son los datos revelados.
Habrá que esperar a los resultados de la Fase III (última antes de aprobarse o no la comercialización un medicamento) de esos trabajos y ver si se publican todos los números.
Las intenciones de las farmacéuticas son muy ambiciosas pues quieren conseguir reducir la mortalidad por enfermedad cardíaca.
Desde luego lo que parece es que la campaña de marketing hace tiempo que comenzó (hoy no extraña que mucho antes de su venta ya se promocione como “maravilloso” cada nuevo medicamento).
Estos nuevos medicamentos sustituirían a las populares estatinas que aunque bien toleradas ofrecen bastantes riesgos e incluso alguna ha sido retirada del mercado.
Además de los daños musculares que pueden provocar este grupo de fármacos hace poco se ha publicado, por ejemplo, que Lipitor (atorvastatina) un medicamento fabricado por el laboratorio Pfizer que se utiliza para controlar el nivel de “colesterol malo” en la sangre puede provocar diabetes a quien lo tome. Este fármaco pertenece al grupo de las citadas estatinas y en España se llama Zarator. El principio activo es uno de los medicamentos más vendidos de la historia.
Cualquier estrategia ha servido para colocar en el mercado las estatinas. Las directrices en la prevención de las enfermedades cardiovasculares han sido muy discutidas. Los laboratorios que venden estos preparados farmacológicos están detrás de ellas. Incluso ha llegado a crearse el Día del Colesterol de la nada, financiado por empresas y con el concurso de asociaciones profesionales del ramo.
Todo indica que volverá a repetirse lo sucedido con las estatinas. Marketing previo, aprobación con los ensayos de los laboratorios y a esperar a que tengamos datos sobre su seguridad una vez introducidos el mercado. Luego ya se cuestionarán, quizá cuando esté apareciendo la nueva generación de pastillas para el malo colesterol.
Dejaremos para otro día el cuestionamiento científico del colesterol “bueno” o “malo” y su influencia en la salud del corazón y aparato circulatorio.
El problema de que haya muchos bomberos provocando atascos en las calles, no se arregla matando bomberos sino previniendo incendios.
El colesterol es nada, las arterias limpias y saludables es todo… salvia con estevia, castaño de indias, desmodium, diente de león y una dieta rica en vegetales crudos y frutas (vitamina C natural) y porque no agua de mar y ejercicio (aquamaris.org )… la salud no viene en pastillas.
Noticia del futuro: “Se necesita enfermedad para nuevo y revolucionario fármaco”.
Los anticuerpos monoclonales son la panacea para las farmacéuticas, pero no necesariamente para el paciente y mucho menos cuando el paciente no es tal de ninguna enfermedad. Quiero creer que en el caso del colesterol lo receten para personas que tengan síntomas o también otros factores de riesgo añadido además de tener el colesterol alto. Aunque obviamente les interesará adjudicarlo a cuanta más gente mejor y si para ello tienen que bajar el límite normal de colesterol en sangre, lo harán que para eso se mueven bien sus lobbies de expertos.
Cuando se produce un trombo, sólo el tres o el cuatro por ciento del mismo es colesterol.
El colesterol tapiza el interior de los vasos sanguíneos y es imprescindible para aportar elasticidad y robustez al sistema cardiovascular.
¿Cómo es posible que sigamos cayendo en las mismas trampas absurdas de los fabricantes de enfermedades?
Si no saben lo que hacen esas personas, malo. Si lo saben, aún peor.
Solución: informarse. Nadie lo hará por nosotros.