Vicente del Bosque, Danacol y la selección del colesterol
«Tener más de 200 y no bajarlo es un error», nos dice el entrenador de la selección española de fútbol, Vicente del Bosque. Pero resulta que tenerlo alto es cuando se pasa de 240 mg/dl. Así lo explica la Sociedad Española de Cardiología (SEC) nada sospechosa de ser crítica pues además de recibir financiación de los laboratorios, certifica la eficacia de Danacol.
En los últimos años la multinacional alimentaria Danone usa la imagen del ex jugador del Real Madrid y exitoso seleccionador nacional para vender sus «alimentos saludables» (¿es que los demás productos de la casa no lo son?).
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=YUxfmex-CdU[/youtube]
Cualquier persona sensata, como lo es Del Bosque, sabe que para tener unos niveles «normales» de colesterol (y para mantener la salud en general) basta con una alimentación equilibrada y sin grasas saturadas.
La dieta mediterránea (yo añadiría que basada en alimentos ecológicos por aquello de asegurarnos que no contienen tóxicos) es la idónea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas.
También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas. Haciendo ejercicio aeróbico (caminar, carrera suave, ciclismo, natación…), a intensidad moderada (65-70 por ciento de frecuencia cardiaca máxima) y desarrollado de manera regular (tres a cinco sesiones por semana), aumenta el HDL (colesterol «bueno») y reduce el LDL (colesterol «malo»).
Pero en un anuncio que es un claro ejemplo de marketing del miedo, el deportista viene a insinuar que si no basta con la alimentación hay que recurrir a «medicarnos» con Danacol. Los guionistas de Danone exageran de manera premeditada.
La SEC considera que hasta 200 es normal y a partir de 240 el nivel se consideraría «Alto».
200 es una especie de limbo, un nivel «normal-alto» que la compañía usa según sus necesidades metiendo miedo al personal para generar valor en su producto de laboratorio y venderlo casi como si fuera un medicamento.
Con la lógica del anuncio quizá habría que decir que si una alimentación sana y ejercicio no te funciona y Danacol tampoco, pásate a las pastillas estatinas. Otras personas ya lo hacen y terminan por abandonarse a la peligrosa comodidad de la píldora, como contábamos hace unos días en el post ¿Que me coma una estatina (fármaco anticolesterol) a diario porque tengo más de 40 años?
Al hilo de ello, me cuenta el médico de familia catalán Sebastián Vignoli Carradori:
El tratamiento con estatinas tiene un balance beneficio/riesgo favorable en algunos casos. En prevención secundaria (o sea, personas que han tenido un infarto o un ictus), es beneficioso cuando el colesterol-LDL es 100; en prevención primaria, cuando la persona tiene un riesgo cardiovascular elevado o está altísima de colesterol (LDL 240).
Desde hace años, las compañías farmacéuticas intentan bajar el umbral a partir del cual hay que considerar el tratamiento farmacológico. En el año 1998, en EE.UU. se bajo el nivel de colesterol de 240 a 200. Esto aumentó en 42 millones las personas con dislipemia en ese país, simplemente con un cambio de criterio diagnóstico.
En España (por lo menos en Catalunya, que es donde yo trabajo) el nivel es 250 en prevención primaria, aunque le pese a Vicente del Bosque y Danone, que bajan el nivel a 200. En prevención secundaria llevan tiempo tratando de bajar el LDL a 70-80 (algunas guías ya lo dan por hecho) pese a que el beneficio en términos de riesgo absoluto es escaso y aumentando las reacciones adversas al aumentar la dosis de estatinas».
Un efecto adverso muy grave (hepatitis, miopatía) se produce cada 7.000-8.000 tratamientos. Puede provocar la muerte. El aumento de la incidencia anual de diabetes es de un 10%. Y queda pendiente el tema que podrían aumentar el riesgo de cáncer, que no está del todo claro, añade este médico.
Mediante el estudio JUPITER, publicado en el año 2008, se intentó que tomaran estatinas personas SIN colesterol. Podéis leer un análisis crítico de este trabajo hecho por el personal del Boletín de Información Farmacoterapéutica de Navarra que lo deja muy mal.
El estudio, pese a que no resiste una lectura crítica como esa, fue publicitado ampliamente, incluso salió en algún «telediario»:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=TqLZQxyHHv8[/youtube]
Este es el estudio que habitualmente se utiliza para defender el tratamiento del colesterol sin tener colesterol o para bajar los niveles «normales» de colesterol. Pues bien, cuando de lee con atención los resultados de este trabajo hay varias cosas que apuntar:
-Primero, el estudio sólo duró 1,9 años y se paró de manera prematura. Los beneficios del tratamiento farmacológico se suelen dar al inicio del tratamiento, mientras que los efectos adversos se producen durante todo el mismo. Es decir, con esta estrategia maximizan los beneficios de las estatina.
-Segundo, la reducción del riesgo de infarto en términos absolutos es muy pequeña, entre un 0,3 a 0,5%, con lo cual si restamos a los beneficios los riesgos antes mencionados, el balance beneficio/riesgo no está claro en absoluto.
Creo que es una barbaridad sugerir que todas las personas de más de 40 años tomen una estatina, aunque eso si, sería el paraíso para los laboratorios farmacéuticos», concluye este profesional.
Pero la realidad hoy es que millones de personas SANAS son medicadas con estatinas (o alimentadas con «comida saludable») por si acaso. Vicente del Bosque tiene una buena cantera si desea crear la selección del colesterol y competir en los mundiales de Big Pharma Big Food.
Creo que te ha faltado decir que tener LDL-Colesterol de 240 equivale a una cifra más alta todavía de colesterol total.
Lo mismo dicen en el anuncio de Benecol de Kaiku, donde sale Iñaki Perurena diciendo que por encima de 200 es muy malo si no se regula, es decir, asustando a la gente. El colesterol, como vienen comentando mes tras mes en la revista Discovery DSalud, es fundamental para muchas facetas del organismo (reparación de arterias, en las células nerviosas, etc.) y su intento de bajar su nivel como sea está provocando muchas veces el efecto contrario al que se persigue de evitar accidentes cardiovasculares; así que cuando alguien supuestamente propenso a un accidente cardiovascular, lo acaba teniendo, ¿es debido realmente a que era propenso porque por ejemplo estaba obeso, o quizás por tomar estatinas para bajar el nivel de colesterol y no poder reparar las arterias de forma natural?
Hoy ha sido publicado en el British Medical Journal, una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, un nuevo estudio que configura un poco más el riesgo de diabetes de las estatinas: cuanto más potente es la estatina más riesgo de diabetes. ¿Cuáles son las estatinas más potentes?: rosuvastatina (Crestor, la del publirreportaje en el telediario) y atorvastatina.
http://www.bmj.com/content/348/bmj.g3244?etoc=
Comparar el perjuicio que puede provocar algún cultivo ecológico con cualquier supercliente de Monsanto sería igual que hacerlo entre un piojo de David y el tío grande de Goliat: parece una excusa.
Por otra parte, la dieta mediterránea, que suele estar en boca de mucha gente, es una pura falacia. La ingesta de embutidos, azucar, alcohol, harinas y otros cereales refinados, leche, quesos, productos de origen animal, excesos en el aceite y un largo etcétera de «comestibles industriales», que no alimentos, la hacen tan insana como cualquier otra del mundo industrializado, para bien de la farmacología y las industrias de la salud -de la que aquella es la «gran protectora». La dieta saludable es bien sencilla: eliminar en lo posible los productos acidificantes e incrementar los alcalinizantes, con especial énfasis en la ingesta cruda. Y no olvidar que también somos lo que pensamos y lo que amamos -la depresión y el estrés acidifican el organismo- y que el cuerpo necesita ser oxigenado con ejercitación diaria y alimentos crudos. Se trata de mantener el equilibrio homeostático y el Ph -que no debe alejarse demasiado del 7,4-. Ya en la primaria y luego los médicos tendrían que enseñar todo esto para prevenir enfermedades, pero no lo hacen. ¿Por qué será?
La base científica de la dieta alcalina es más bien endeble. Es cierto que es saludable tender a la dieta vegetariana y el ejercicio y eso lo recomienda la dieta alcalina. Pero, en principio, nada tiene que ver con modificar el pH sanguíneo. La formación en nutrición de los médicos es deficitaria: para la mayoría, hacer dieta es comer ensalada y cosas a la plancha. Y, en general, saben poco de dietas alternativas. Pero tampoco tendrían que recomendar dietas sin una sólida base científica. Para muestra, un botón. Te paso un enlace del nutricionista Julio Basulto sobre la dieta alcalina.
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/alimentos_a_debate/2012/09/21/213406.php
Un saludo.
Hola Miguel, antes de nada felicitarte por tu trabajo. Comparto muchas de tus ideas, algunas otras no y creo que eso es bueno 🙂 El tema es que hay una idea muy equivocada sobre las grasas saturadas y te propongo investigar más sobre el tema.
Algo más detallado -> http://fitnessrevolucionario.com/2013/08/02/mitos-y-verdades-sobre-el-colesterol-y-las-enfermedades-cardiovasculares/
Otro estudio que me encontré hace pronto (hay otros muchos) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15531663
Tienes toda la razón. La verdad es que, como dice Michael Pollan (http://en.wikipedia.org/wiki/Michael_Pollan), nuestra ciencia nutricional es, como poco, inexacta. Llevamos años tratando de encontrar el alimento maldito. Primero decimos que es la grasa, luego el colesterol, luego el colesterol malo. Después decimos que hay grasa buena y grasa mala. Lo que es cierto es que a lo largo y ancho del planeta hay dietas de lo más variado, desde dietas ricas grasas y proteína animal (lapones e inuits), hasta dietas exclusivamente vegetarianas. Y la única dieta que, al parecer, da problemas de salud es la occidental, con alimentos altamente procesados. La epidemia de obesidad en EEUU empieza en los 70, con los alimentos light, bajos en grasas. Al quitar la grasa, los alimentos pierden sabor y, para que sigan siendo apetitosos, tiene que añadirles sal y/o azúcar. Y la cosa empeora con el uso de aditivos alimentarios. Lo cierto es que la cosa es muchos más compleja que simplemente demonizar las grasas saturadas. Citando otra vez a Michel Pollan: no comer alimentos que salgan anunciados por la tele y no comer alimentos que nuestra abuela no reconocería como tales.
Los alimentos clasificados como ecológicos son los que cumplen con la Directiva europea. Lo cual no es garantía de que no lleve sustancias tóxicas (algunas, prohibidas hasta en el resto de producciones).
Por no mencionar que hay proporcionalmente más alertas sanitarias precisamente porque los controles no están a la altura, pues se asocia falsamente ecológico=sano.
Y es comida para ricos.
La carga química de los alimentos ecológicos es menor que el resto. Es cierto que se usan algunos productos en agricultura ecológica cuyo uso de puede cuestionar. Además, el suelo puede estar contaminado por el uso previo de pesticidas. Aún así, su consumo es recomendable (es un poco más caro, es cierto, pero vale la pena invertir en salud personal y ambiental). No hay estudios que demuestren claramente que el consumo de comida ecológica prolongue la vida o aumente el nivel de salud, pero si hay infinidad de estudios que relación el uso de pesticidas con muchas enfermedades. Puede haber fraude, como con el resto de alimentos, que hay que combatir y denunciar.