La infancia que sufre por enfermedades que tal vez no sean más que pelotazos farmacéuticos
Leo sobre la existencia de un libro titulado Volviendo a la normalidad. La invención del TDAH y del trastorno bipolar infantil. Lo leo en el excelente blog de psiquiatras críticos postPsiquiatría. Cuentan en ese post que el libro ofrece amplísima bibliografía sobre cómo se ha construido el diagnóstico de TDAH, sin la menor base biológica documentada y con un aumento de prevalencia en estrecha relación con la aparición de los fármacos usados para tratar este supuesto trastorno. Os resumo.
El libro promete, hay que leerlo. Se detiene en los conflictos de interés con las farmacéuticas, productoras de los derivados anfetamínicos con que suele medicarse a los niños diagnosticados de TDAH, que tienen los grandes (o pequeños) expertos que promocionan constantemente el trastorno, con la inestimable ayuda de medios de comunicación. Son especialmente duros los capítulos sobre los efectos adversos de los fármacos usados en estos niños y sin duda terrible la ausencia de estudios a largo plazo de los efectos de fármacos que se van a prescribir de manera indefinida.
Escriben en el citado blog:
El apartado sobre el trastorno bipolar infantil y su creciente expansión, nos lleva ya a la indignación de que tal campaña de psiquiatrización y estigmatización, por no mencionar el tratamiento con fármacos que están lejos de ser inocuos se pueda llevar a cabo con la connivencia de tantos profesionales sanitarios o educativos que prefieren no plantearse la situación o no se preocupan por dejar de ser ignorantes frente a la misma. Y todo ello, tanto en el TDAH como en el trastorno bipolar infantil, en niños, los cuales, no lo olvidemos, no pueden ni siquiera rebelarse o plantear objeciones sobre este proceso de diagnóstico (de cuadros que, además, quedan ya conceptualizados como crónicos, es decir, causantes de una discapacidad de por vida)».
Me gusta lo claro que escriben estos psiquiatras comprometidos, que no acepan regalos (¿sobornos?) de los laboratorios que se lucran vendiendo drogas a nuestros hijos (no estoy en contra de usar fármacos en niños que lo necesiten pero sí en forzar situaciones que buscan medicar a la infancia para generar dinero).
Los autores del libro son Fernando García de Vinuesa, licenciado en Psicología, Héctor González Pardo, doctor en Biología y profesor de Psicofarmacología y Marino Pérez Álvarez, especialista en Psicología Clínica y catedrático de Psicopatología y Técnicas de Intervención. Los dos últimos son a su vez los autores de otro libro imprescindible que he leído y por supuesto recomiendo: La invención de trastornos mentales.
El post de estos profesionales y se supone que el libro entienden el sufrimiento de los niños y de sus familias. Aun así los psiquiatras de postPsiquiatría reconocen que si hasta ahora pensaban que el TDAH era una enfermedad que sí podía darse en algunos infantes, ahora tras la lectura del texto y por su contundencia bibliográfica no lo creen. Me ha llamado la atención dado que yo también estaba en esa tesitura. Vaya que hay que leer el libro y si os paree comentamos.
La lección es que somos los padres los responsables en primera y última instancia de la salud de nuestros hijos. En nosotros está decir no y darles lo que es bueno para ellos, al margen de lo que diga «la autoridad», culpa nuestra de creer las mentiras de otros en lugar de escuchar nuestras verdades individuales.
Con usar nuestra libertad de forma adecuada se vive mejor, no más fácil, pero, al menos, con dignidad y además la palma uno tranquilito con su conciencia cuando le toca. Ya está bien de creer toda la basura pseudocientífica y demás detritus que nos ofrecen en la tele o en sus congresos científicos (que viene a ser el mismo rollo). Sin ellos y sus historias se vive mejor. Pero, para poder hacer eso es condición sine qua non pensar sin miedo y por uno mismo, además. se divierte uno un rato mientras dura el teatrillo virtual de esta realidad prefabricada para las ovejas. Un ejemplo para recordar tus años mozos Miguel, que lo mismo estás tomándote demasiado en serio últimamente: https://www.youtube.com/watch?v=eQUjLivjtTs. (La entrevista a Evaristo en la radio (carne cruda) también tiene su gracia, pienso yo…)
Miguel, me parece excelente que hayas incidido en este tema tan escabroso, pues la salud y el futuro de nuestros niños está en serio peligro si los dejamos en manos de la industria farmacéutica en general, y de la de fármacos psicoestimulantes en particular. Gracias por todo lo que nos aportas. Un abrazo.