Calendarios de vacunaciones ¿hechos por la industria de las vacunas?
Las vacunas se recomiendan -su uso no es obligatorio- en los llamados calendarios de vacunaciones. Aparte, en el mercado hay otras vacunas pero en los calendarios -uno por cada comunidad autónoma, al menos en España- están las que “se pone todo el mundo”, por escribirlo de manera llana. Pero ¿quién los hace? Jesús García Blanca ofrece datos interesantes este mes en la revista Discovery DSalud. Os cuento.
Para los fabricantes de vacunas es fundamental que sus productos estén incluidos en esos calendarios. ¿Cómo conseguirlo? Los once miembros del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que aprobó su calendario vacunal de 2014 colaboraron en actividades docentes con las farmacéuticas fabricantes de vacunas (GlaxoSmithKline, Novartis, Pfizer, Sanofi Pasteur MSD y AstraZeneca). Todos. Ocho de ellos además en actividades de investigación. Es más, seis pertenecen a sus comités asesores.
Así puede comprobarse en la revista Anales de pediatría, en el apartado de Conflicto de intereses. Es obvio el conflicto de intereses y mediante esta estrategia es como la industria consigue que a nuestros hijos les pongan las vacunas que desean y que no tiene porqué ser las más necesarias, eficaces y seguras. Se trata de un asunto económico no de salud pública.
El calendario que propone la AEP no es el oficial. El que hace el Ministerio de Sanidad es un calendario de vacunaciones más cauto; tiene menos vacunas y dosis.
Esto prueba que cuando la industria financia a las asociaciones de profesionales sanitarios (por desgracia a casi todas) es porque consigue sus objetivos.
Al respecto existe un informe muy bueno de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) titulado El conflicto de intereses económico de las asociaciones profesionales sanitarias con la industria sanitaria, que ofrece un marco claro del problema.
La SESPAS es una de las asociaciones profesionales más consecuentes y críticas y está demostrando una actitud ejemplar. Aún así, al menos un 36% de su presupuesto para 2011 provenía de farmacéuticas como GlaxoSmithKline, Merck, Pfizer o Sanofi Aventis. Cómo serán otras asociaciones… En este excelente trabajo el autor ofrece las claves de la cooptación de las asociaciones profesionales por la industria.
Cabe preguntarse porqué si el calendario oficial es el del Ministerio la AEP, financiada por los laboratorios fabricantes de vacunas, hace el suyo. Pues para presionar. Es una acción de lobby más. Esto lleva a error ¿cuántas personas se vacunan siguiendo los criterios de la AEP? El Ministerio no incluye las vacunas del neumococo, rotavirus, gripe o hepatitis A en sus recomendaciones, algo que sí hace la AEP.
Parte de las vacunas incluidas en esos calendarios están cuestionadas por diferentes motivos, como por ejemplo la del meningococo C, neumococo, parotiditis, virus del papiloma humano, rotavirus, varicela o la de la gripe, como hemos publicado en este blog.
Mi pregunta es, ¿es obligatorio poner vacunas a nuestros hijos? Si la respuesta es no, ¿cuales serian las aconsejables, fuera de los calendarios?
Dices que el calendario es de vacunas recomendadas, pero su uso no es obligatorio… discrepo.
La experiencia que he tenido con mi hija de año y medio es que existen dos calendarios:
– Calendario de vacunas obligatorias
– Calendario de vacunas recomendadas
En su primera visita al pediatra le saqué el tema de las vacunas y su obligatoriedad y después de intentar convencerme que son obligatorias, me reconoció que no lo son, pero si no se las pongo tengo que firmar como que yo me responsabilizo de tal acción.
Las vacunas obligadas son las que paga la SS y las recomendadas las tenemos que pagar cada uno.
Gracias por tu comentario. Lo cierto es que en España no hay vacunas obligatorias. Otra cosa es que la coyuntura haga creer lo contrario como bien has explicado (no eres el primero ni serás el último que pase por una situación como la descrita en tu comentario).
Me parece que hay que tener las cosas claras y en cualquier caso nada de amilanarse. Si no es obligatorio recibir vacunas, tampoco es obligatorio firmar papel alguno en la que conste que el sujeto no permite que le vacunen.
El lobby vacunal pretende confundir y amedrentar. Incluso entre sus pretensiones estaría la de hacer obligatorias muchas de las vacunas con los jueces de por medio. Algunos tenemos muy claro que somos soberanos de nuestra integridad física y moral. Así es que por nuestra parte lo llevan crudo.
Si tan buenas y estupendas son las vacunas del calendario vacunal que recomiendan -que no es obligatorio-, que expliquen porque la mayoría de los pediatras no vacunan a sus hijos siguiendo sus propias recomendaciones: no les administran las vacunas multidosis como al resto, ni tampoco siguiendo las pautas de fecha recomendadas.
No debes conocer ni a un sólo pediatra, que atrevida es la ignorancia.
Dios (o el diablo) los cría y ellos se juntan. En fin, a mi me importa un comino lo que pongan en su publicidad para el rebaño. Hace más de 25 años que sigo mi criterio en eso y en todo. Pero respeto la libertad de cada uno, es más, yo mismo me ofrezco voluntario para inocular todas y cada una de esas sustancias – que tan vehementemente recomiendan – en esos mismos tipos… Siempre se está a tiempo de adoptar una actitud constructiva y adecuada a la situación: “Estimados señores, tengo su “calendario” delante, en breve lo tendré detrás” (Muñoz Seca dixit?).