Cómo las farmacéuticas fomentan la enfermedad del TDAH
La Plataforma Internacional contra la Medicalización de la Infancia me escribe con un extenso y profundo reportaje de New York Times titulado algo así como La venta del Trastorno de Déficit de Atención. Trata sobre cómo las farmacéuticas venden la enfermedad del TDAH. Y ¿cómo venden ese trastorno? pues fácil comprando. En este caso a médicos que ejercen de líderes de opinión y fomentan su diagnóstico y medicalización.
Según el portal ProPublica las farmacéuticas han pagado al prestigioso Dr. William Dodson, director propietario del ADD Dodson de Denver, 45.000 dólares por las conferencias que ha dado para divulgar el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y su medicación.
Muchos de los supuestos estudios científicos referidos por los conferenciantes de las farmacéuticas involucran al Dr. Joseph Biederman, psiquiatra infantil de la Universidad de Harvard y del Hospital General de Massachusetts.
Una inspección del Senado estadounidense reveló que las investigaciones del Dr. Biederman habían sido financiadas por las farmacéuticas, que le pagaron 1,6 millones en concepto de conferencias y consultorías. Este médico niega que estos pagos hayan influido en sus investigaciones.
Se trata “del mayor experto en la investigación en psicofarmacología sobre el TDAH“, conocido por su entusiasmo por los estimulantes. Los hallazgos provenientes de las docenas de estudios por él realizados sobre el trastorno y sobre marcas específicas de estimulantes son los que han servido a los folletos de las farmacéuticas que financiaron aquellos trabajos. Proveyó a las farmacéuticas de publicaciones supuestamente científicas para generar propaganda.
Así, presentan los medicamentos como soluciones inocuas para regular las conductas del niño. Un anuncio de Concerta que apenas mencionaba el TDAH, decía que la medicación “permite que tus pacientes experimenten una vida de éxito día a día”.
La publicidad de las farmacéuticas también significa un buen negocio para las revistas médicas, las mismas donde se publican los artículos en los que se apoya el uso de estos fármacos. La más importante, The Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, pasó de no publicar ningún anuncio sobre medicamentos para el TDAH a insertar, una década después, 100 páginas a todo color que anuncian medicamentos para el TDAH.
Siguiendo la práctica habitual del marketing de las farmacéuticas, los posibles efectos secundarios de los estimulantes como el insomnio, la irritabilidad o los episodios psicóticos se imprimen con letra pequeña. Brian Lutz, que trabajó para laboratorios Shire como visitador entre 2004 y 2009, dijo que visitaba a 75 psiquiatras cada dos semanas en Oakland, unas 30 a 40 veces al año, para suministrarles comunicaciones y folletos que ponían de relieve los beneficios de la medicación en la consecución de buenas notas y conducta escolares.
Un anuncio de 2009 de Intuniv, uno de los medicamentos de Shire, mostraba a un niño disfrazado de monstruo que se estaba quitando una peluda máscara para enseñar su encantadora cara. El texto que acompañaba a la imagen decía: “Ahí detrás hay un gran chico”. La publicidad de fármacos hace mucho daño.
Estimulantes como Adderall, Concerta, Focalin y Vyvanse y no estimulantes como Intuniv y Strattera se han anunciado (por suerte sólo hay dos países en el mundo -EE.UU. y Nueva Zelanda, que permiten la publicidad de medicamentos de receta) y lo ha hecho en múltiples ocasiones desde el año 2000.
En este “desastre de peligrosas proporciones” han sido fundamentales muchos médicos que muestran una imagen benigna del diagnóstico y la medicación a pesar de que puede desencadenar eventos adversos graves y a pesar de estar sujeta a la misma regulación que la morfina o la oxicodona por su potencial de abuso y adicción.
Shire llegó a un acuerdo extrajudicial el pasado mes de febrero y decidió pagar una multa de 57,5 millones de dólares con el fin de zanjar varios procesos por venta y publicidad engañosa sobre varios de sus productos incluyendo Vyvanse, Adderall XR y Daytrana, que es un parche que libera la misma medicación estimulante a través de la piel.
Pero no sólo prescriben los médicos, también lo hacen con sus buenas intenciones y recomendaciones las asociaciones de pacientes. Mirad quiénes financian la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH). Como podéis ver en la barra lateral de la página, un poco más abajo:
El portal de Feaadah es posible gracias a la colaboración de las siguientes entidades: Lilly, Janssen, Rubió”.
Esos laboratorios son fabricantes de algunos fármaco citados. Shire, además de patrocinar a la FEAADAH ofrece “servicios para personal sanitario” en la web del programa Pandah. También están en el comité asesor y en el científico de ese proyecto destinado a hacer lobby. Si queréis saber quién está detrás del proyecto corporativo leed Pandah y el nuevo medicamento para la “infancia TDAH”.
Hola Miguel,
Por su artículo se entiende que no conoce el problema. Si lo conociera sabría que muchas personas necesitamos estos medicamentos. Y que para que los haya es necesario que alguien los descubra, desarrolle y comercialice. Sus prejuicios sobre la imposibilidad de que farmacéuticas, medicos, pacientes, familiares y asociaciones colaboren libre y honestamente son muy cuestionables. De la diabetes no le veo comentar sobre el diagnóstico, ni sobre la conveniencia de que se venda insulina. Debe saber que he encontrado su página mientras buscaba la fecha de comercialización de Intuniv, al que espero como agua de mayo, y que está tardando más de lo esperado, gracias a que no tenemos gobierno y en esta situación los ministerios se ponen en standby. De esos es de los que no espero colaboración alguna.
Para escribir sobre un tema específico siempre es bueno saber algo sobre el. Creo sinceramente que este es un trabajo de corta y pega y que le importa un pimiento el TDAH, que existe, ya lo creo que existe…
Saludos
Muy bien dicho Javier. Y dado que el editor es periodista y no médico, quizás no debería pontificar de esta manera sobre un tema que, por su complejidad le viene grande incluso a la comunidad médica. Se agradecería más responsabilidad y menos demagogia, porque el TDAH tanto infantil como en adultos existe y provoca un sufrimiento y un dolor tal, que si la persona que escribió este post lo sufriera en sus “propias carnes” o en la de sus hijos, no hablaría con tanta alegría como desprecio.
No es que nadie tenga esa enfermedad, es que están lucrando con ella, yo fui diagnosticada con TDAH varias veces y mis padres junto con una gran psicóloga me ayudaron a hacer ejercicios de concentración, no es necesario tomar medicamentos, sólo gente que espera que la medicina le solucione la vida
No solo ningún fármaco “cura” el TDAH sino que tienen efectos negativos en el crecimiento. Además, a menudo, se confunde el TDAH con la Sobreexitabilidad motora, habitual en personas con coeficiente alto. Luego es un falso positivo de TDAH en la mayoría de estos casos. Sí hiciéramos una sociedad más cercana a la naturaleza y a los ritmos armónicos de nuestros bioritmos, encontraríamos mejores formas de intervención.