Retiran lotes de Ventolin contaminado con otro fármaco que puede potenciar sus daños
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha emitido una alerta sobre el conocido fármaco para el asma Ventolin (salbutamol). Una vez introducido en la cadena de distribución se ha detectado que varios lotes está contaminados con otro medicamento, digoxina.
Ventolin está comercializado por GlaxoSmithKline. En concreto, la AEMPS ha ordenado la retirada del mercado de todas las unidades distribuidas del lote 15F001 de Ventolin 4 mg, 30 comprimidos, fecha de caducidad 30/06/2018 y devolución al laboratorio.
Como explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), esta alerta no afecta al inhalador, que es la presentación más habitual de este fármaco. Por tanto, a la gran mayoría de usuarios de Ventolin no tendrían porqué preocuparse.
Ventolin es un broncodilatador usado para el asma. La mayoría de las personas que siguen este tratamiento recurren a la administración vía respiratoria mediante un inhalador, pero en algunos casos, como niños pequeños o personas incapacitadas para usar el inhalador, se recurre a la ingesta del medicamento vía oral, en pastillas: un lote de píldoras es el que ha sido afectado por la alerta.
La digoxina con la que se ha contaminado, es un medicamento que afecta a la fuerza de contracción del corazón y a la frecuencia cardiaca y que se usa en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca. La AEMPS ha clasificado esta alerta de calidad como de nivel 2 o de riesgo intermedio para la salud de los pacientes.
Como apunta la revista Redacción Médica:
Se da la casualidad de que una de las reacciones adversas más conocidas del salbutamol son los trastornos cardiacos: taquicardia y palpitaciones son los más frecuentes, pero también pueden darse arritmias, incluyendo fibrilación auricular, taquicardia supraventricular y extrasístoles. Las taquicardias también son de las reacciones más frecuentes entre las conocidas que provoca la digoxina.
Así que si es un error de fabricación, que es lo más probable (en estas ocasiones, bastante habituales, la transparencia y comunicación de los laboratorios brilla por su ausencia; no suelen dar explicaciones de lo sucedido) no puede ser más inoportuno.
Lo que ha sucedido se llama contaminación cruzada y en este post médico lo explican bien, además de ahondar en los “originales” daños de la digoxina, que sufrió el pintor Vincent van Gogh.