De la cuna a la tumba con Bayer
La competencia entre empresas hoy es brutal, tanto que el marketing de las mismas comienza en la más tierna infancia. Y las farmacéuticas, que tienen prohibido por ley hacer publicidad de sus medicamentos de receta, también despliegan su arsenal «comecocos»… en las escuelas.
Desde hace tiempo Bayer tiene el punto de mira los colegios públicos. Así me lo cuentan los amigos de la Coalición Contra los Peligros de Bayer. Currenta, filial de la multinacional alemana, ha ido un paso más allá con su regalo de un Libro de Buscar Objetos especialmente producido para escuelas infantiles en las comunidades donde tiene sucursales.
Un obvio ataque comercial a las mentes de los más pequeños. Si alguien lo duda que lea lo que dice Thimo Schmitt-Lord, de la Fundación Ciencia y Educación de Bayer, que libremente admite que la compañía no se mueve por motivos altruistas:
Tengo que admitir que nuestro apoyo a las escuelas no es completamente altruista. Lo vemos como una inversión a largo plazo».
Las grandes empresas están cada vez más enfocadas a la infancia y adolescencia, sus clientes del futuro cercano. La compañía Bayer dirige un laboratorio de química «para hacer la asignatura más atractiva» para los jóvenes.
La farmacéutica también ofrece días de formación para profesores y materiales educativos libres de gastos, en aspectos especialmente controvertidos, como la mortalidad de las abejas y la ingeniería genética.
Es marketing y propaganda, pues Bayer está relacionada con la desaparición de las abejas. Además es una de las compañías líderes en el mundo en alimentos transgénicos y otras cositas de comer muy cuestionadas.
Según la citada Coalición, cada año la compañía distribuye aproximadamente medio millón de euros en las escuelas cercanas a sus sucursales. El libro distribuido por Currenta representa el divertido ajetreo de una industria química: conductores de grúa, tanques, visitantes de todas partes del mundo, payasos y globos de colores.
En Navidad, Currenta entregó este obsequio en escuelas infantiles y hoy lo hace en los alrededores de las sedes alemanas de Bayer. Philipp Mimkes, de la Coalición Contra los Peligros de Bayer argumenta:
Es un escándalo que Currenta y Bayer invadan el entorno protegido de las escuelas infantiles. Los niños pequeños no pueden entender el peligro de las industrias químicas y están indefensos ante esta propaganda corporativa. Demandamos una efectiva prohibición de todo tipo de publicidad en los establecimientos educativos”.
Norbert Hocke, miembro de la directiva de la Unión Alemana del Profesorado (GEW), también ha criticado el marketing de Bayer:
Este libro no corresponde a una escuela infantil. Hace ya tiempo que tenemos una regulación para manejar la publicidad».
A la luz de los últimos resultados de las investigaciones sobre el cerebro encuentra la propaganda de Bayer criticable:
Debemos tener especial cuidado con los niños entre cero y seis años. La repetición frecuente de los logos de las compañías permanece en sus cabezas de por vida. Con el tiempo nos preguntaremos y nos quejaremos porque los niños se fijan tanto en las marcas».
En Alemania, los establecimientos educativos son utilizados como formadores de opinión. Proveedores de servicios como la Agencia Alemana de Marketing Escolar, una entidad que ha admitido que «intenta alinear los intereses económicos de las compañías comerciales con los establecimientos educativos» promueve descaradamente la comercialización de contenido didáctico (¿adoctrinar de la cuna a la tumba?).
Valores tales como la opinión independiente o las habilidades críticas son debilitados. Por ello, la Coalición ha introducido una enmienda en la próxima junta de accionistas de Bayer aprovechando que está constituida como grupo de accionistas alternativos. Trata de parar este marketing poco ético.
Por cierto, que esta organización ha invitado a la Asociación de Afectadas por Essure en España a intervenir en la Junta de Accionistas de Bayer que se celebrará a finales de este mes en Colonia.
Y es que no es casual el título de este post: de la cuna a la tumba, porque esta empresa tan amiga de los niños esta indemnizando a miles de mujeres en todo el mundo por los daños de sus pastillas anticonceptivas y se le suman las acciones legales por muertes o graves daños de estos medicamentos suyos.
Método para el control de la natalidad también de Bayer es el Essure ya citado, que ha dejado incontables vidas femeninas rotas en nuestro país (y en otro), donde hay más de 1.000 afectadas.
Cómo me acuerdo de aquella canción que nos cantaba Mary Poppins: «Con un poco de azúcar, esa píldora que os dan, la píldora que os dan, pasará mejor.» Y encima con azúcar…
¿Casualidad, o ingeniería social?
Muy buen post. Las acciones de relaciones públicas son más difíciles de legislar que las meramente publicitarias.
Bayer ha estado presente como patrocinador en muchos equipos deportivos, y todavía mantiene uno de los más importantes de Alemania, el Leverkusen. Podría ser poco efectivo luchar para que no distribuyera libros en los colegios cuando el equipo preferido de muchos niños se sigue llamando Bayer. El patrocinio, recordemos, es una actividad de relaciones públicas.
La verdad es que es un problema complejo.
Recuerden el pasado Nazi de Bayer
http://www.rmedica.es/edicion/152/bayer-150-anios-de-sombras