Más advertencias de graves daños por los medicamentos usados en osteoporosis
Zaltrap es un medicamento usado en oncología que como efecto secundario puede provocar la necrosis de los huesos de la boca. Esto ocurre sobre todo cuando antes se han tomado unos fármacos del grupo de los bifosfonatos. Las autoridades sanitarias están alertando sobre estos tratamientos.
Zaltrap está indicado, en combinación con quimioterapia en adultos con cáncer colorrectal. Su principio activo es aflibercept, una proteína que actúa inhibiendo el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que proporcionan oxígeno y nutrientes a esos tumores.
Pero se han notificado casos de osteonecrosis mandibular (ONM), es decir, de muerte de los huesos de la boca en pacientes en tratamiento con este fármaco.
Como advierte la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que es quien ha dado la alerta, la ONM es una patología grave y potencialmente incapacitante, que puede afectar de manera muy relevante a la calidad de vida de los pacientes.
Su etiología es desconocida, si bien se han identificado determinados factores de riesgo que favorecen su desarrollo como el tratamiento previo con fármacos bisfosfonatos, la edad avanzada, una higiene bucal deficiente, procedimientos dentales invasivos, hábito tabáquico, un diagnóstico de cáncer con lesiones óseas y determinados tratamientos (quimioterapia, medicamentos biológicos antiangiogénicos, corticosteroides, radioterapia de cabeza y cuello).
Tras la evaluación realizada al respecto, y teniendo en cuenta, además de los datos procedentes de estos casos de notificación espontánea, los obtenidos a partir de ensayos clínicos, de la literatura científica, se ha considerado que la asociación causal entre la administración de aflibercept y la aparición de ONM es «plausible», según la citada agencia.
Por ello, la Agencia recomienda a los profesionales sanitarios:
-Considerar el riesgo de desarrollo de ONM en pacientes en tratamiento con Zaltrap, especialmente en aquellos pacientes en los que además se hayan administrado bisfosfonatos intravenosos de forma simultánea o secuencial.
-Aconsejar al paciente que se realice antes de iniciar tratamiento con Zaltrap un examen dental y mantenga un cuidado dental preventivo apropiado.
-Evitar en la medida de lo posible procedimientos dentales invasivos en los pacientes tratados con Zaltrap que previamente hayan recibido o estén recibiendo bifosfonatos intravenosos.
Lo que me llama la atención es que en la nota del citado organismo sanitario se cite con asiduidad la posible relación de los medicamentos bifosfonatos con esta grave reacción adversa.
Es bien sabido que ese grupo de fármacos, muy usados para supuestamente «prevenir» la osteoporosis -rotura de huesos- en mujeres maduras, sobre todo, provoca en no pocos casos precisamente lo que trata de evitarse, la fractura ósea.
La propia AEMPS lo ha advertido en ocasiones, podéis leer Sanidad advierte que los fármacos Prolia y Xgeva, para los huesos, “matan los huesos”. Hace tres años dábamos cuenta de que había más de 5.500 demandas en USA por el medicamento Fosamax, uno de los más recetados del grupo.
De hecho, en el conocemos bien el Caso Fosamax y los daños por los medicamentos bifosfonatos pues estamos demandando judicialmente por dos casos y analizamos con regularidad otros.
La información sobre Zaltrap, como veis, la he obtenido de un informe que la AEMPS hace cada mes con las novedades sobre medicamentos.
Pues bien, en ese mismo enlace la Agencia Española de Medicamentos también advierte de que el ácido ibandrónico también está relacionado con osteonecrosis de maxilar y de conducto auditivo externo.
Dicho ácido es del grupo de los bifosfonatos. Una marca popular es Bonviva (sí, el que anunciaba la actriz Carmen Maura).
La AEMPS comunica que la información sobre esos posibles daños incluye en la ficha técnica y el prospecto, así como los factores de riesgo a tener en cuenta antes de iniciar el tratamiento y recomendaciones para los pacientes con el objetivo de disminuir el riesgo de desarrollar ONM.
También se incluye información sobre la osteonecrosis del conducto auditivo externo con el uso de bisfosfonatos, principalmente asociado con tratamientos de larga duración.
Prolia me ha subido los marcadores tumorales desde que me lo inyectaron hace mas de seis meses me siguen subiendo
Me ha producido una inmunodepresion
Soy profesional de la salud. Tras leer este artículo lo encuentro alarmista usando expresiones como «matan los huesos». Claro, y el paracetamol «revienta el hígado» y la aspirina «agujerea el estómago»…mil expresiones similares podríamos utilizar aplicadas a los efectos secundarios que tienen todos los medicamentos. Pero también curan o ayudan a tener calidad de vida. Para ello están los doctores, tienen la formación adecuada para valorar beneficio-riesgo. Y nadie más lo tiene ni debería hablar de ello sin conocimientos suficientes los cuales se adquieren con muchos años de carrera y luego de trabajo y experiencia. En el caso que habla usted son farmacos que evitan fracturas en pacientes, algunos de los cuales tienen un cancer. Fracturas vertebrales, de cadera, etc., con demostrada eficacia en ensayos clínicos largos y serios. ¿Le gustaría ademas de tener un cancer sufrir una de etas fracturas? Incluso sin tenerlo.
Añadir que usted confunde bisfosfonatos, alendronatos, Prolia y XGEVA, que son cosas diferentes, los mete en el mismo grupo y esto es incorrecto. No se debe escribir algo tan alarmista cuando no se sabe bien de que se habla y no confundir unos medicamentos con otros y ponerlos en el mismo grupo no dice nada bueno sobre sus conocimientos de un tena del que habla con alegría a riesgo de alarmar y en consecuencia causar daño a las personas no utilizando fármacos que pueden necesitar. Hay que ser prudentes con estos temas, informarse bien y no tratar de usarlos en beneficio propio.
A ver Isabel, un poco de soberbia sí que hay cuando dices que sólo vosotras y vosotros y nadie más que vosotras y vosotros los médicos -permíteme que te corrija, doctores sólo si estáis doctorados- poseéis los conocimientos suficientes para opinar acerca de los efectos de los medicamentos. Yo no los tengo, pero conozco personas médicas y que no lo son cuya capacidad y conocimientos para valorar la relación riesgo-beneficio me parece igual de respetable. Efectivamente, en estos temas hay que ser prudente además de independiente.