El ninguneo de Bayer hacia las víctimas de su anticonceptivo Essure
La agencia estadounidense de medicamentos, FDA, continúa investigando los daños que provoca el anticonceptivo Essure, de Bayer. La entidad ha pedido a la multinacional alemana que desarrolle un estudio para obtener más datos acerca de los beneficios y riesgos de Essure. A nuestro entender, un estudio postcomercialización sobre el dispositivo sanitario como es el caso, tiene que ser un trabajo realizado a nivel internacional, puesto que es el mismo producto en USA que en España, por ejemplo.
En Estados Unidos no sé, pero en España Bayer no está colaborando nada con la Asociación de Afectadas por Essure.
Es más, los responsables de la farmacéutica están mostrando una actitud defensiva y poco dialogante para atender a sus víctimas.
Cuando desde el >, que representa legalmente a un nutrido grupo de afectadas, nos hemos dirigido a Bayer para exponerle la situación y comentarle nuestras intenciones, la respuesta ha sido “cordial”, educada.
Pero nos pide que les aportemos las historias clínicas de las víctimas, cosa que no haremos hasta que no tengamos la totalidad de las mismas (nos daban un plazo máximo de siete días -ninguna ley soporta este plazo-). Esto denota una actitud poco colaborativa, cuando nosotros nos hemos mostrado hipercolaborativos.
Esto del “plazo máximo” es inconcebible para personas que necesitan solicitar las historias clínicas de varios sitios y suelen tardar más de un mes en recibirlas. Esos documentos, además, suelen venir incompletos y necesitamos modificar aspectos irregulares de los mismos, cuando no falsos o tergiversados.
De Bayer no hemos recibido ni un solo mensaje de acercamiento para conocer el alcance de los daños y su relación de causalidad. Parece que le importa poco el asunto. Lo ideal es que nos hubieran dicho que necesitan información clínica y que están dispuestos a estudiarla, nada más.
La casa teutona se contradice así pues con su política de responsabilidad social afirma:
Bayer entiende la Responsabilidad Social Corporativa como parte importante de su política general de sostenibilidad.
Nuestra actividad de Bayer está unida a la responsabilidad de trabajar en beneficio del ser humano, de comprometerse socialmente y de prestar una contribución constante a un desarrollo duradero y ecológico, ya que la economía, la ecología y el comportamiento social constituyen metas de igual rango dentro de la política de empresa”.
Incluso presume de que apoya a diferentes asociaciones de pacientes para ayudar a la divulgación y concienciación de diferentes patologías. Está claro que no se refiere a patologías causadas por sus productos.
La FDA además de pedirle el citado estudio, ha exigido que en la etiqueta del producto haya una serie de advertencias sobre su falta de seguridad que tiene por objetivo asegurarse de que cada cuando una mujer va a usarlo recibe y comprende toda la información sobre los beneficios y riesgos de este tipo de dispositivos.
La agencia norteamericana está al tanto de los resultados del estudio para analizar los aspectos relacionados con la comercialización del producto pero por desgracia no actúa de manera preventiva y retira el producto del mercado para que no siga haciendo más daño, lo que sin duda beneficia a la multinacional.
La FDA cree que Essure continúa siendo una opción adecuada para la mayoría de las mujeres, aunque algunas féminas
podrían correr importantes riesgos de complicaciones. Estos riesgos podrían incluir dolor persistente, perforación del útero o de las trompas de Falopio, migración del dispositivo, sangrado anormal y reacciones alérgicas o de hipersensibilidad”, reconocen en la institución.
Desde nuestro punto de vista la FDA ha fallado. Bayer no ha contado toda la verdad. Los médicos y doctoras que lo han recomendado no han informado bien a sus pacientes (entre otras cosas, como reconoce la FDA, porque no había la suficiente información. Entonces, ¿por qué aprobaron el producto?).
Entre los tres actores han obviado el derecho fundamental a la información en salud de las usuarias y han causado mucho daño. No puede valer con las citadas medidas. Hay que dar un giro radical y por supuesto exigir responsabilidades en la citada cadena de negligencias.
En España la Asociación de Afectadas continúa tratando de establecer diálogos con las asociaciones de profesionales de la ginecología y la obstetricia como la SEGO o el Ministerio de Sanidad, el cual ha prometido que tratará el asunto en la reunión del Sistema Nacional de Salud y del Consejo Interterritorial.
Es preciso el diálogo y la atención a las afectadas y potenciales víctimas así como establecer una información clara sobre el producto, su puesta, retirada, identificación de efectos adversos, seguimientos, etc. Mientras, se debería aplicar el principio de precaución y suspender su comercialización.