El lobby escéptico de la contaminación electromagnética siembra dudas con un informe negacionista
El Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), lobby español negacionista de la contaminación electromagnética, ha presentado en días pasados su Informe sobre Radiofrecuencias y Salud, que ha tenido gran repercusión mediática. Con ese trabajo el CCARS ningunea los miles de estudios científicos sobre riesgos de los campos electromagnéticos en la salud (lo último es la vinculación del uso del móvil en el embarazo con hiperactividad).
En el informe del CCARS se recogen todas las evidencias en materia de los campos electromagnéticos y su incidencia en la salud de los humanos”, según esta institución. Y las conclusiones son las habituales: “No se han encontrado” o “No hay evidencias” de que los campos electromagnéticos puedan incidir en la salud de los humanos.
Parece mentira pero después de tantos años ha de salir a la palestra una institución oficialista para “tranquilizar” a la población por la “alarma” generada en los últimos lustros por antenas de telefonía móvil, aparatos, WiFi y demás fuentes emisoras de contaminación electromagnética.
El informe, cuenta esta organización, está basado en “una revisión de trabajos anteriores del CCARS y de la numerosa bibliografía existente sobre el asunto a nivel internacional” y ha puesto el foco en esta ocasión sobre fenómenos tecnológicos que no habían sido incluidos previamente. Entre otros aspectos, han sido revisados asuntos como el WiFi, el 4G, los escáneres de los aeropuertos o la compatibilidad de los móviles con implantes como marcapasos.
Los medios de comunicación destacan que el CCARS ha descartado que exista ninguna prueba del posible daño que pueden producir en el organismo tanto los teléfonos móviles como los electrodomésticos o las propias antenas.
Antes de seguir es bueno aclarar qué es el CCARS y cual es el grado de independencia que se le supone. Hay que saber que desde marzo de 2016 “dicen” la gestión del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud la lleva el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT), que renovó su estructura y composición.
Es por ello un órgano dependiente directamente de un ente privado que tiene interés en desarrollar todas estas nuevas tecnologías inalámbricas de las que disfrutamos, seguramente sin hacernos muchas preguntas incómodas.
No está en manos pues de un organismo que tenga como objetivo la defensa de la salud pública. El CCARS tiene además como director científico al doctor Francisco Vargas, viejo conocido en España de las asociaciones que trabajan desde hace muchos años por prevenir los daños que puede provocar la contaminación electromagnética. Viejo conocido por su completa falta de independencia en el tema que nos ocupa.
Ante la presentación del nuevo informe del CCARS la asociación Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (compuesta por afectados de electrohipersensibilidad y sensibilidad química) advierte de su enfoque tendencioso y el conflicto de interés de quienes lo difunden, algo que los medios parece que no han recogido con la debida presteza.
Dada la inminencia de la tecnología 5G, la creciente tecnificación de la sociedad y la controversia que ésta presenta a nivel científico y social, el CCARS, autoproclamado comité asesor del Gobierno, ha presentado un informe sin consenso internacional que se apresura a garantizar y justificar la total inocuidad en la salud humana del gran despliegue tecnológico de wifis, antenas de telefonía móvil y dispositivos móviles que se está acometiendo en todos los ámbitos”, argumentan.
Este informe desdeña advertencias como la llamada al Principio de Precaución, emitida en 2011 por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en su Resolución 1815, en la que se alerta sobre los efectos biológicos para la salud humana de los campos electromagnéticos, y en especial del peligro sobre la salud de los niños y los adolescentes de los dispositivos inalámbricos que emiten microondas (móviles, WiFi, etc.).
También con este estudio el CCARS minimiza la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que incluyó en 2011 a las ondas electromagnéticas en el grupo 2B de la clasificación de elementos cancerígenos, así como la actualización del macroestudio Bioinitiative de 2012.
Especialmente reseñable es el Llamamiento Científico Internacional del 11 de mayo de 2015, International EMF Scientist Appeal, que más de 200 científicos internacionales independientes y expertos en bioelectromagnetismo presentaron ante la ONU y la OMS. Reclaman una legislación que proteja a la población de los efectos de los campos electromagnéticos, amparándose en más de 2.000 estudios -cifra muy superior a los 350 que dice haber revisado el CCARS-.
Este llamamiento, aún vigente, alerta de que los campos electromagnéticos
afectan a los organismos vivos muy por debajo de las directrices internacionales y nacionales”, además del “aumento de riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductor, déficit en el aprendizaje y la memoria, trastornos neurológicos y efectos negativos en el bienestar general de los seres humanos”.
El informe del CCARS no ha tenido en cuenta estas pruebas científicas y minimiza todo ello como “mareos, vómitos y malestar general”, cuando los enfermos de electrohipersensibilidad padecen una sintomatología más amplia y discapacitante provocada por la exposición, que según investigaciones se debería a la apertura de la barrera hematoencefálica y conllevaría un riesgo adicional de desarrollar enfermedades crónicas neurodegenerativas.
El trabajo del CCARS se sigue respaldando en el efecto nocebo, que la comunidad científica independiente ya no da por válido al haber sido totalmente descartado ante la evidencia de respuestas fisiológicas objetivas, lo que queda de manifiesto en la Declaración Científica Internacional de Bruselas sobre EHS y SQM de mayo de 2015.
En su lugar, las técnicas de imagen médica y detección de marcadores biológicos en sangre proporcionan un método de diagnóstico más objetivo y estudian además la relación entre la electrosensibilidad y la sensibilidad química múltiple, enfermedad provocada por los tóxicos industriales y cotidianos presentes en aire, agua o alimentos (estos marcadores biológicos pueden consultarse en un trabajo científico publicado en 2015 por Review of Enviromental Health.
El negacionismo sobre la electrosensibilidad como afección orgánica está generando en las personas damnificadas un nuevo tipo de exclusión que supone pérdida de su salud y vulneración de sus derechos fundamentales.
Sin embargo, cuenta Minerva Palomar, coordinadora de la asociación de personas afectadas, la realidad cotidiana de nuestra asociación es que cada vez nos llegan más personas dañadas cuyos síntomas disminuyen cuando reducen su exposición a campos electromagnéticos”.
Países europeos como Francia ya han tomado medidas con respecto a la aplicación del principio de precaución protegiendo principalmente a la infancia, prohibiendo el uso de wifi y tecnologías inalámbricas en escuelas infantiles y con algunas iniciativas en marcha de reducir niveles de emisión en hospitales con sistemas inalámbricos no peligrosos (LIFI).
El informe del CCARS es parte de la estrategia de siembra de dudas que llevan a cabo los lobbies industriales de las tecnologías inalámbricas. Intentan así que la población esté confundida sobre este tema y ello retrase la toma de medidas de protección de la salud pública que podrían incidir de manera negativa en sus intereses comerciales.
Negar la evidencia en pro de los conflictos de interés no es el camino a seguir.
Necesitan nuestra ayuda. Por favor firmar la petición y pasarla a vuestros contactos. Gracias. Asunción.
Dos mayores, ambos discapacitados necesitan vivir en su casa de San Javier (Murcia). Por favor, firma y pásalo. NUESTRA FIRMA ES SU ÚNICA ESPERANZA. SINO TE IMPORTA, SÚBELO A TU FACEBOOK, TWITTER, INSTAGRAM, para que la puedan ver tus contactos. GRACIAS.
Mi cuñado además de tener Demencia Fronto-Temporal, TIENE ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA EN ESTADIO 4.
https://www.change.org/p/sr-presidente-de-la-carm-y-sr-alcalde-del-ayuntamiento-de-san-javier-dos-mayores-con-gran-discapacidad-abandonados-por-el-ayuntamiento-de-san-javier-desde-2007
Muchísimas Gracias. Asunción
No tengo idea de si este tema es cierto, lo que es muy extraño es que el tal Comité es como la GEPAC de Doña Begoña Barragan o la ARP-SAPC de Antonia de Oñate y Gámez. Es muy extraño que en la misma casa aparezca el ingeniero Emilio Molina Cazzorla, y más extraño es que sean los mismos medios típicos que usan los seudoescépticos: el país (javier salas es socio de ARP), xataka ciencia (conocidos desde hace años por presentar relaciones con Coca Cola y otras industrias de los transgénicos y dar cabida al lobby seudoescéptico) , ABC (donde el director es amigo cercano de los seudoescépticos ), el mundo (igual con Gámez), Cadena Ser, Telecinco, y Redacción Médica (que posse una obsesión enfermiza por eliminar la homeopatía). Muy raro el asunto.
Pues ahora Telecable impone la Wifi mediante routers que ni siquiera desde el navegador puede desconectar el usuario. Si el usuario no quiere la Wifi tiene que llamar para que se la desconecten los técnicos de telecable y viceversa.
Ello es una falta de libertad total para con nosotros los usuarios.
Como consecuencia si el usuario quiere actualizar las aplicaciones de su móvil usando la wifi y optó por estar conectado sólo mediante el cable, pues tendrá que usar datos en exceso y en consecuencia pagar por excederse en el consumo.
Si en la misma casa hay más de un usuario de móviles y al menos diesen la opción de desconectarse el usuario usando del router mediante el navegador y en esa casa sólo uno se maneja con el ordenador y precisamente él no está en casa cuando los demás usuarios precisen de la wifi, pues al faltar el botoncito en el router estos no podrían hacer uso de la wifi y les sucedería igual.
Por último decir que esta proveedora de servicios informáticos y del puto fútbol tienen el servicio llamado wifisfera y que obrando así obligan a quienes como yo queramos conectar o desconectar la wifi según nos convenga a permanecer siempre conectados con consecuencias de la más negativo para la salud de quienes permanecemos a diario muchas horas ante el ordenador, o por el contrario consumir datos en exceso y sufrir el consiguiente mayor pago por el consumo de estos.
En buena lógica el permanecer siempre conectados es lo que conviene a Telecable para extender su wifisfera para que a medida en que ésta se extienda y gane en eficacia ganar así más usuarios de sus servicios.
Por último: Esto conviene llevarlo al conocimiento de la gente para crear conciencia donde no exista y que quienes la tengamos nos opongamos a este nuevo artero recorte de nuestras libertades por algún procedimiento como ocupar a sus empleados mediante innumerables llamadas con reclamaciones al respecto, así como para pedir conexiones y desconexiones de forma frecuente porque consideramos tener ese derecho.
Otro ejemplo de atentado a nuestras libertades de usuario lo fueron las falsas tarifas planas que yo tildo de *no planas* por aquello de los números de tarificación adicional que se inventaron para meternos la mano en el bolsillo desde empresas que deberían de ser públicas y que en su mayor parte nos fueron robados por el conocido procedimiento de las privatizaciones. Con ese rollito mantuvieron los soterrados de fibra en forma de fibra oscura (largo tiempo apagada) para seguir explotando el par de cobre llamado ADSL con sus falsas tarifas planas. Menuda panda de ladrones, consentidos desde la Administración por sus iguales.
Saludo