Clínica Baviera intenta acallar con demandas a las víctimas de la cirugía de la vista con láser

Ayer se celebró en Lugo un juicio un tanto especial. Se trata de una demanda por «daños al honor» que le ha puesto la multinacional Clínica Baviera al presidente de la Asociación Española de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva (ASACIR), Alejandro L. Vila. Os explico.

Vila fue acusado de un delito de faltas por “daños al honor” por la compañía de salud oftalmológica Clínica Baviera, la cual como compensación le reclama 9.000 euros. Se trata de la tercera denuncia admitida a trámite por parte de dicha empresa contra el máximo representante de la citada asociación de personas que buscaban mejorar su calidad de vida operándose la vista con láser y en muchos casos han quedado prácticamente ciegas.

Podéis leer cómo lo explica el propio demandado en la entrevista que le hice bajo el título: Secuelas crónicas tras operaciones de la vista con láser y lentes intraoculares.

En el primero de los citados juicios se declaró la absolución de Vila y el segundo fue archivado.

Este tercer juicio, en el que el coordinador de Asacir contó con el apoyo de varias decenas de personas afectadas y no afectadas, lo interpretan como un intento más de Baviera de frenar un movimiento asociativo que en poco más de un año ha contactado con alrededor de mil personas afectadas por las operaciones de miopía, hipermetropía, astigmatismo y/o presbicia, lo cual

supone una epidemia de ojos enfermos tras unas cirugías no justificadas ni necesarias desde el punto de vista médico».

La Asociación se mueve bien en los medios de comunicación, conscientes de la importancia de la difusión del problema entre la ciudadanía y esto no debe de hacerle mucha gracia al complejo clínico dedicado a este tipo de cirugía.

Asacir, además, sigue el camino de otras iniciativas internacionales como ocurre en el Reino Unido, donde el caso de las víctimas de las operaciones de la vista con láser ya es asunto de estado. Por cierto que Alejandro fue en su momento invitado al Parlamento Británico a exponer este problema. Ayer mismo le llegó una carta de apoyo del reconocido diputado John McDonnel (en la foto de abajo con Alejandro) para enfrentar este «penúltimo» proceso judicial que le han abierto.

También hay movimiento en Estados Unidos (EE.UU.) donde los mismos que aprobaron la cirugía láser más empleada piden hoy su paralización; o en Irlanda desde donde el Colegio de Oftalmólogos alertó sobre la banalización y peligro de este tipo de cirugías.

Spain is diferent, como casi siempre y en nuestro país se multiplica por tres el número de intervenciones con respecto a países vecinos.

Tratamos de un porcentaje de secuelas tras estas cirugías inadmisible, que superan el 30%, hecho que ha conducido a Asacir a reunirse con el Ministerio de Sanidad, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o con la parlamentaria de En Marea, Eva Solla.

Lo cierto es que esta lucrativa industria de las operaciones de la vista esconde bajo sus cifras económicas miles de personas afectadas. Parece que la estrategia, muy torpe, de las clínicas es amenazar con acciones legales para amedrentar a sus víctimas pues ni es la primera vez que lo hacen con Vila ni es el único al que han intentado presionar así, con posibles demandas judiciales.

Para contextualizar el clima en el que se mueven los responsables del centro oftalmológico que demanda al presidente de Asacir, hay que comentar que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) multó en octubre a Televisión Española (RTVE) con 154.477 euros por hacer publicidad encubierta de Clínica Baviera en el programa Saber vivir.

Más tarde sería Atresmedia (Antena3, La Sexta) la que hubo de pagar más de 100.000 € por lo mismo. Ambas acciones las desarrolló Asacir, desde donde aseguran que Baviera

tiene varias sentencias condenatorias por negligencias médicas«.

Las víctimas de este pelotazo económico sufren tanto que sólo en Estados Unidos hay documentados diez suicidios, como cuenta el doctor Edward Boschnick, una referencia mundial en el mundo de la optometría.

Entre quienes quedan con secuelas lo más común son córneas deformadas e irregulares que provocan visión borrosa y distorsionada, aberraciones de alto orden, fluctuación o inestabilidad, pérdida visual en ambientes de poca luz, etc.

También es frecuente encontrarse con una superficie ocular comprometida que origina sequedad crónica, dolor ocular y dolores de cabeza crónicos.

Pese a todo ello y las presiones que están padeciendo, desde Asacir argumentan:

Seguiremos denunciando, siempre desde la evidencia científica, este tipo de cirugías».