Un Observatorio contra los medicamentos y productos sanitarios que matan
Como os cuento en el post titulado Una publicación de mi blog en la lista de páginas “a cerrar” por los colegios de médicos, la Organización Médica Colegial (OMC), que reúne a los colegios de médicos y doctoras de toda España, ha creado un Observatorio contra la pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias. Ahora leo en la revista Médicos y Pacientes, órgano de expresión de la OMC las justificaciones del coordinador de ese Observatorio, Jerónimo Fernández Torrente, sobre el mismo: “No somos la Santa Inquisición”.
Dice Fernández Torrente (en la foto de abajo) que quieren actuar contra
prácticas que son absolutamente detestables y perjudiciales para la salud” y que están en manos de charlatanes, intrusos y hasta de algún médico y sanitarios.
Se refiere este médico a las 139 terapias y técnicas no convencionales que ellos han incluido en esa lista “no inquisitiva”.
Vaya por delante que no sólo estoy de acuerdo, es que faltaría más que si hay personas u organizaciones que ponen en riesgo la salud de las personas no lo denunciasen, serían cómplices (como también podrían ser procesados judicialmente si por un exceso de celo injurian a otros colegas de profesión que con probabilidad recomiendan con ética terapias que el Observatorio ha decidido “criminalizar”).
La lista en sí es una mezcla, un revuelto tal que hasta a una persona no especializada como yo en ese tipo de terapias chirría pues van juntas la acupuntura o el psicoanálisis y cosas que no he visto en mi vida como el brainspotting (¿eso no era una película de yonkis?), la cirugía psíquica, la iriogenética, el péndulo hebreo o la reinformación celular.
Una lista así no creo que la haya elaborado un médico, quizá más bien haya sido un informático, un Emilio Molina o alguien así. El rigor de ese documento es tal que se incluyen terapias avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Estrategia sobre medicina tradicional 2014-2023.
Como escribo creo que hay que informar a la población sobre las pseudoterapias y si se producen daños a la salud pública hay que exigir responsabilidades legales, claro. Porque los sistemas sanitarios hoy se han convertido en la tercera causa de muerte en los países llamados desarrollados, sólo tras el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Hoy la pseudociencia invade la medicina. Tratamientos muy usados son ineficaces además de peligrosos. Y no hay que recurrir a terapias de nombres casi irrisibles y que deben de tener poquísimos usuarios:
-Como publicamos ayer, los nuevos fármacos para el colesterol son malos además de peligrosos (y carísimos).
-Con los anteriores pretenden sustituir a las estatinas que han hecho suficientes méritos para estar retiradas del mercado y para su receta a millones de persona en todo el mundo se han manipulado los datos científicos convirtiendo a gente sana en “enfermos”.
-Sólo Bayer y en un corto espacio de tiempo ha acumulado 26.700 pleitos de personas que confiaron en sus productos decenas de miles de pleitos en todo el mundo: por sus anticonceptivo (como Essure o Mirena) o fármacos anticoagulantes como Xarelto.
-La farmacéutica GlaxoSmithKline ha sido condenada hace poco por un suicidio por un antidepresivo, Paxil. Este grupo de medicamentos presenta una eficacia muy baja y unos efectos adversos enormes, millones de personas los toman a diario.
-Atentos a lo que está ocurriendo en todo el mundo también con la cirugía de la vista con láser y sus horribles secuelas.
-Y podíamos seguir por la vacuna del papiloma que Japón dejó de recomendar por sus graves daños y no se sabe con qué criterios el resto de países continúa ofertando.
-De hecho, los escándalos de daños por productos sanitarios han forzado una mayor regulación en la UE.
Si sois observadores veréis que me he limitado a recoger algunas de las últimas publicaciones de mi blog. No pretendo ser exhaustivo sino mostrar el enorme problema de iatrogenia y manipulación de la Ciencia a favor del mercadeo existente hoy. Pero estas pseudoterapias que acabo de citar no son objeto del Observatorio contra las pseudociencias.
Insisto, hay que trabajar en la denuncia de TODA pseudociencia y pseudoterapia ¿cómo puede ser posible que los profesionales de la OMC sólo se fijen en prácticas minoritarias (muchas veces inocuas) mientras las terapias convencionales están provocando una epidemia de daños y desafección de la Medicina como nunca en la historia de la humanidad se ha conocido? (uno de cada tres fármacos aprobados en USA ofrece problemas de seguridad)
Una pena. Hubo un tiempo en que la OMC creaba jornadas en su sede para debatir sobre la corrupción sanitaria.
Recuerdo que el presidente del Colegio de Médicos de Badajoz me llamó para felicitarme por la publicación de mi libro Laboratorio de médicos, en el que tras entrevistarme durante cinco años con más de una veintena de visitadores médicos y cargos del área de Marketing y Ventas de grandes laboratorios, documento cómo “compran” de manera sistemática la voluntad de tantos profesionales. recetas” las farmacéuticas. Me invitaban a exponerlo en su sede de la Plaza de las Cortes en Madrid.
Tiempos en los que la OMC por fin parecía interesada en intentar incinerar uno de los principales focos de basura que manchan la Medicina. Una pena, como escribo, que hayan cambiado de parecer y estén más preocupados por el “intrusismo” (en todo esto también hay una lucha por ver quién parte el bacalao; quién se lleva más porciones de la tarta de pacientes). La OMC ha tomado una deriva “guerracivilista” influida por cientifistas.
Si la idea es hacer un Observatorio “contra” en vez de “a favor” (que sería más constructivo) creo que lo honesto es desarrollar un Observatorio contra la iatrogenia o contra los medicamentos y productos sanitarios que matan. Se le podría añadir “y contra toda corrupción sanitaria y los políticos e industrias que las amparan”.
En ese Observatorio cabrían TODAS las corrientes médicas, terapias y productos que no merezcan reconocerse como tales, desde la más “naturales” pasando por las llamadas “complementarias”, “alternativas” y las oficiales o convencionales que también podríamos llamar “las Es lo que hay”.
Bonito bigote… https://joseppamies.wordpress.com/2017/05/24/el-pais-ataca-de-nuevo-hay-que-cerrar-las-webs-de-josep-pamies/#comments
La Organización Médica Colegial ha encargado a un ingeniero informático de una asociación bastante desconocida, y al cajero de la institución entre otros, una publicación que ha disminuido de una manera bochornosa el nivel científico de la institución. Me da pena que una institución que se supone seria, documente la necesidad de este observatorio sobre medicina con una publicación llamada Skeptical Inquirer y con lo que dice una asociación que nadie conocía y de la que no sabemos NADA. Y mediante las suposiciones de una persona que nada tiene que ver con sanidad ni con medicina al menos de una manera importante. “¿Se nos están colando en nuestras instituciones médicas gente que no lo es?”.
Es penoso para mí que mi institución médica demuestre su incultura a la hora de hablar de “medicina” de una forma tan burda como podemos leer en su documento https://www.cgcom.es/observatorio-omc-contra-las-pseudociencias-intrusismo-y-sectas-sanitarias.
Para empezar comienza admitiendo indirectamente que la medicina occidental farmacológica es una “pseudoterapia”. Porque si aceptan su propia definición, la del ingeniero informático diría yo, pseudoterapia es una “propuesta de cura de enfermedades, alivio de síntomas o mejora de salud, basada en criterios sin el respaldo de la evidencia”, por tanto si la medicina farmacológica occidental solo tiene respaldo científico claramente validado en un 13% de sus tratamientos, es en un 87% una pseudoterapia (Clínical Evidence en British Medical Journal).
Siguen confundiendo a la gente con el efecto placebo: el efecto placebo SI es efectivo y ellos se siguen empeñando en hacer entender a la gente con sus rebuscadas redacciones que no lo niegan pero que sí dan a entender que no lo es. ¿Por qué esa obcecación en impedir a la gente que conozca tratamientos que SI tienen efecto? Y ¿por qué otra obcecación: la de negar o nunca nombrar el evidente efecto nocebo de la quimioterapia que puede ser hasta mortal?
Dicen, muy bien redactado eso sí para que se entienda entre líneas pero que no se les pueda acusar de haberlo dicho ¿que si el sufriente se siente cuidado eso es peligroso?… o ¿que las terapias que reducen la ansiedad no son tan terapias como la radioterapia? Y, como a veces hacen en programas basura de la tele en este caso también recurren de entrada a los “vegetales”: pues de lo primero que hablan para difamar a medicinas y terapias con amplio y antiguo reconocimiento, es de la frutoterapia (no la había oído en mi vida). Y, “hablando de las frutas”: recordarles a mis representantes médicos que las frutas no son un alimento completo, que las industriales y tratadas con herbicidas neurotóxicos tienen menos vitaminas además, que comidas por la noche producen cirrosis hepática y que es una vergüenza que la institución médica permita que sigan recomendándolas en ciertos medios como primer alimento sano pues siempre dicen: “coma fruta y verdura” en medios de amplia difusión instando a la gente a ello, como si esto fuera sano, que no lo es si se come fruta en exceso y como alimento principal. Porque es falso que la fruta sea un buen alimento, es más bien una golosina, un refrescante y un hidratante las del verano, debe comerse de temporada y de la zona y no debe abusarse de ella como ya reconoció la propia OMS hace “décadas” en un documento que luego fue duplicado su título y tergiversado para que no se encontrara en las bibliotecas.
¿Dicen que Steve Jobs se murió por comer fruta?. ¿Esto dice la O.M.C.?. ¿Dicen que la energía es pseudocientífica?. Y esto sólo en la introducción… No puedo comentar todo el “magno trabajo” porque sería una gran pérdida de tiempo, aunque como he visto en su borrador que creían que la MTC se llamaba “medicina tropical china” y que la Neuralterapia se llamaba “terapia neutral” miraré lo que dicen de algunos sistemas médicos tan importantes, serios y respaldados por miles de años de experiencia como la MTC o de alguna terapia reconocida como oficial en otros países como la osteopatía.
Hacen un grupo adjetivado “verdaderas afrentas contra la profesión médica y otras” en el que incluyen: Ayurveda, homeopatía, Naturopatía y Medicina Tradicional China. ¿Afrentas contra la profesión médica?: deberían justificar porqué dicen esto.
De la Medicina China por ejemplo dicen que es: “creada como concepto político contrapuesto a los métodos occidentales por los dirigentes de la República Popular China es una amalgama de técnicas que sigue el mismo patrón de análisis que el de la naturopatía. Subrayamos la falacia ad antiquitatem: no por el hecho de ser algo “tradicional” ha de ser necesariamente mejor o siquiera bueno; en medicina, más bien es sinónimo de primitivo o desfasado. Es fácil pensar en el sinsentido que sería actualmente proponer, como conjunto, la “Medicina Tradicional Española” basada en purgas, sangrías, dietas, ayunos, venenos, trepanaciones…” Si este es el análisis que nuestra institución hace de este sistema médico no tengo más remedio que avergonzarme sinceramente de mis representantes. Esto es técnica, científica y racionalmente penoso. Si para ellos esto es la MTC “apaga y vámonos”. Creo que para empezar deberían definir, antes de tanto criticar, qué es “medicina”, porque creo que ni ellos lo deben saber a juzgar por este primer acercamiento a una de las medicinas más antiguas del mundo. Recordarles también que la medicina occidental sigue usando: sangrías, venenos y trepanaciones, o “¿es que se les ha olvidado?. Por cierto recordarles también que la MTC no fue ni creada en la República Popular China ni como concepto político de nada… Eso es totalmente erróneo.
En otro apartado, porque tampoco saben que la MTC se compone de acupuntura, fitoterapia, terapia física y energética, hablan de la acupuntura como si fuera otra cosa diciendo exquisiteces como que “no hay ninguna evidencia para sustentar su mecanismo de acción” o que pertenece a lo que mi institución médica llama “misticismos de corte asiático”. También dicen que es muy peligrosa, y yo me pregunto o les pregunto: ¿es la acupuntura más peligrosa que la quimioterapia? o esto es otro de esos “falacia ad antiquitatem” que ellos alegan.
Hablando de la osteopatía deducimos que la OMC piensa que no hay relaciones entre órganos y los trastornos ya sean locomotores, viscerales o del sistema nervioso. Y vuelven a agarrarse al “no basadas en la evidencia. Los estudios existentes respecto no cumplen los estándares y normas de rigor científico requeridos.” A lo de los estándares ya me he referido en el párrafo sobre pseudoterapias al principio. Y luego dicen que no es legal: pero recordarles que es una terapia convencional en el país más desarrollado del mundo.
De la Neuralterapia, que en su borrador filtrado en internet figuraba como terapia neutral y afortunadamente lo han corregido, la OMC piensa que es ¡de alto riesgo para la salud!: deberían documentarlo científicamente y no decirlo tan a la ligera.
Y así sucesivamente. Volver a anotar que me da vergüenza que una institución de ámbito nacional y médico haya caído tan bajo en su análisis de temas tan serios, aceptados mundialmente y admitidos por importantes instituciones bastantes de ellos.
En cuanto a la Nueva Medicina Germánica su leve e indocumentado comentario comienza con una difamación al decir que es una secta y continua diciendo: “creada por Ryke Geerd Hamer” (creada no: descubierta) “que asocia el cáncer a haber sufrido un fuerte conflicto emocional” (falso: es por un shock biológico, NO ES DE CAUSA EMOCIONAL esta treta la usan mucho para difamarla), “de forma que basta” (error craso, no basta, nunca se dijo eso) “con tomar conciencia de dicho conflicto y tratarlo psicológicamente para curarse del cáncer” (también erróneo: el tratamiento no es psicológico y no basta con resolver el conflicto, que es BIOLÓGICO y no psicológico). Y sigue “Promulga que hay que evitar interferir en dicha curación mediante tratamiento médico o incluso paliativos” (también erróneo: no promulga eso, promulga que el tratamiento iatrógeno debe evitarse, no el tratamiento necesario. Están cometiendo demasiados errores). Todo ello no se acerca en la más mínimo a un análisis científico del tema. Les recomiendo que estudien un poco que ya hay suficiente escrito.
Todo este documento es de una redacción vergonzante y nada científica:
Dicen que todo de lo que hablan es un fraude: “no evaluaremos técnicas del tipo -terapia que se centren en el bienestar, salvo que conformen un fraude manifiesto”.
Dicen: “ser aparentemente legítimos pero altamente dependientes de la capacitación de quien la imparta al no tener unos contenidos claramente establecidos, dejando la propuesta en una situación similar a que la formación de un bachiller en ciencia dependa de si su profesor defiende la química o la alquimia”, pero ¿a qué se están refiriendo?, ¡esto es vender humo!
Y luego que: “Por último, varias de las propuestas, aún siendo legítimas, por su exotismo o por “la moda” vienen siendo utilizadas como gancho y tapadera por movimientos de tipo sectario”: ¿a quienes están acusando de secta y de tapadera?, ¿por qué no concretan?, si saben de alguna ¿por qué no la denuncian?. Les recuerdo que es delito no denunciar el delito.
Dicen que el Ministerio de Sanidad hizo un documento en 2011 apoyado en las recomendaciones del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (NCCIH) de EEUU. Y aluden que “ha sido muy criticado últimamente” ¿A qué se refieren, quien lo ha criticado?, ¿últimamente?, ¿antes no?, esto no es serio decirlo así. Y ¿qué quieren decir con “por cierto, este organismo americano (NCCIH), maneja dinero público”?. Y, podrían aclararnos ¿Quién es “un foro de políticas en Science” y porqué es tan importante lo que este supuesto foro que nadie conoce “cree”?
Luego hablan sobre la supuesta investigación en medicina no quimioterápica: “Un estudio de 2012 publicado en Skeptical Inquirer (…) no encontró ningún descubrimiento en medicina complementaria y alternativa que justificase la existencia del centro. (…) el fracaso de NCCIH es evidente por la falta de publicaciones y el fracaso de publicar ensayos clínicos en revistas médicas con estudios aleatorizados. Recomendaron que la NCCIH sea desfinanciada o abolida y que el concepto de financiar medicina alternativa se abandone.”. Veo que entienden que no se investiga adecuadamente este tema y que por ello lo que recomiendan es ”que el concepto de financiar medicina alternativa se abandone”: ¡pero si la medicina alternativa nunca se ha financiado para investigarse, si el problema es que no se financia su investigación! Esto es tergiversar y difamar, señores.
Sin más comentarios.
Muchas gracias, Dr Herraez por su valor y coherencia. Le comento, que aunque me titule de Médico en mi país, cuando vine a España no me colegié y dediqué a otras actividades. Es vergonzosa la actitud de la OMC en ese panfleto que llaman documento. Parece salido de las cavernas de la historia. Rezuma caspa por todas partes. LO que tiene el neoliberalismo aplicado a la salud es que compite despiadadamente contra todo lo que pueda quitarle algún beneficio, por pequeño que sea. Pero, paradójicamente, consigue que muchos estados sufraguen sus intereses, pagando sin rechistar y a precio de oro cuanto producto deciden colocar en el mercado. Si es bueno para la salud o no, no es importante. Lo importante para los laboratorios son los números y los beneficios. Y a pesar de esta época dorada en la que viven, su modo de actuación es psicopático, totalmente amoral, sin ningún sentimiento de culpa. Además de su falta de empatía, el modelo psicopático incluye la manipulación: el hacerte creer que todo es por tu bien, comprar opiniones, pagar campañas de imagen, manipular estudios… y difamar a los posibles adversarios mediante campañas, estudios, artículos… Yo no digo que quienes redactan estos panfletos como el de la OMC reciban directamente un sueldo de los laboratorios, esto lo desconozco, pero sí que le hacen el juego al modelo psicopático de la industria farmacéutica, al igual que muchos periodistas a los que además se les da muy bien el practicar un periodismo de comadres de repetir tópicos alarmantes sin interesarse para nada en un periodismo de investigación serio y valiente. Por eso, en este mundo de cobardes, gente como el usted, Dr. Herráez, como Miguel Jara, la Dra. Forcades, el Sr. Pámies y algunos otros, son para muchos de nosotros nuestros “héroes”. Personas valientes que lo arriesgan todo para defender a los que no tenemos casi voz. Sigan alertándonos, por favor!!!
Efectivamente Julia, son psicópatas, sociópatas o como queramos llamarles, aunque ellos mismos se delatan en sus páginas.
Parto de la base de que si yo estoy convencida de que las pseudociencias son tan nefastas para la salud, lo primero que pienso es que quien se acoge a ellas es por falta de información, miedo, esquemas heredados de su educación, etc. Lo mismo pienso de quién las aplica; ni por la cabeza se me pasa que lo haga con ánimo de lucro y, mucho menos, de aprovecharse de la vulnerabilidad de nadie.
Esto me llevaría a actuar con compasión, piedad, comprensión, amabilidad, respeto y mucha paciencia con aquellas personas que yo creo que se equivocan (no quiere decir que yo crea que se equivocan, pero está claro que ellos sí que lo creen).
Pues bien, lo que nos encontramos en sus páginas web, Twitter y Facebook es todo lo contrario y deja en evidencia su verdadero fondo de tarados: burlas, insultos, desprecios, lecciones de superioridad, odio, retuiteos de personas que dicen que está bien que a los idiotas los estafen…
Lo de que lo hacen por el bien de la gente es solo la pose heroica de turno. Primero, porque nadie les dio autorización para decidir qué es o no mi bien y, segundo, porque por mucho que me estruje el cerebro no encuentro ni un solo motivo que los capacite a ninguno de ellos para dirigir mi salud mejor de lo que lo puedo hacer yo. Quiero pensar que cuando se agarran al tema de que algunos son médicos o científicos, están de broma, porque, que yo sepa, eso no autoriza a absolutamente nada sobre la vida de otros.
Como se suele decir, para muestra un botón, así que para muestra solo nos tenemos que ir a los Twitter de Vicente Baos y José Miguel Mulet, entre los días 12 y 14 de mayo, y ver con que poca educación se cachondean de las personas que acuden al evento Being One Forum, de Madrid, eso sin contar que “todos unos señores de ciencia”, en vez de hablar de los temas pertinentes, se dedican a refocilarse en plan porcino con el tema del festival de Eurovisión.
Para que nos quede claro a dónde quieren llegar, ahí va la carta que mandaron a la Alcaldesa de Madrid
http://www.escepticos.es/node/5214
¡ Ja, ja y ja !. Ya quisieran los de la OMC o los Emilios Molina, y demás del escepticismo organizado (metidos ahora también en APETP), haber confeccionado la lista de las 139 prácticas. La copian a pelo de un documento que el Ministerio de Sanidad emitió en 2011, que estaba destinado a estudiar la situación de las terapias naturales en España y en el que nunca, el propio Ministerio, califica nada como pseudoterapia:
http://www.mspsi.gob.es/novedades/docs/analisisSituacionTNatu.pdf
Está claro que el Estado no puede calificar como pseudoterapia porque estaría vulnerando uno de los derechos constitucionales más básicos, que es el de libertad ideológica y de creencias. No puede permitirse el asociar terapia a terapia con evidencia científica porque estaría negando el derecho del que cree en terapias de corte espiritual, energético, metafísico o como queramos llamarlas (creamos los demás lo que creamos) y la consecuencia lógica de esta libertad ideológica: poder difundirla, poder recibir información sobre ella y poder ponerla en práctica en cualquier aspecto de la vida, incluida la salud.
Tampoco puede mojarse mucho con lo de la “evidencia científica” porque ¿de qué evidencia estaríamos hablando?, ¿de la que le interesa mostrar y que prevalezca a estos señores?.
El juego está claro: los de ARP-SAPC, su Círculo Escéptico y colaboradores blogueros llevaban muchos años tratando de introducirse en algún organismo importante, pero no vendían una escoba. Hacían sus obras teatrales de suicidio homeopático y despotricaban en sus páginas, pero no pasaba de ahí hasta…que apareció APETP.
APETP traía aparejado un muerto, Mario Rodríguez, que según su padre (el fundador de la asociación) había fallecido porque dejó el tratamiento convencional con quimioterapia y se puso en manos de un naturópata. Un muerto, y más si es tan joven, impacta mucho, asusta, anula el espíritu crítico, induce a condenas precipitadas y a la justicia del pueblo.
Fue aparecer APETP y parte de los escépticos organizados se metieron ahí. Sabían que era su ocasión de oro porque ¡había víctima de las peudociencias!.
No nos tiene que extrañar que APETP haya conseguido introducirse en la OMC (perdón, es solo una colaboración, jeje), pero tampoco nos tiene que extrañar que la ministra de Sanidad haya pasado de ellos lo indecible en la exigencia que le hicieron a través del partido Ciudadanos (otros con los que mantienen un idilio).
Felicidades a Dolors Montserrat. Con muy buenas palabras ha tranquilizado a las fieras, y eso se llama inteligencia y clase.
Muchas gracias Ana, por toda esta información. Es preciosa, si pensamos en cómo los medios de comunicación, acostumbrados a hacer un periodismo de comadres, propagan solo lo que beneficia a estos grupos de neo-inquisidores. Solo decir que en los países de nuestro alrededor no están prohibidas o al menos perseguidas las terapias naturales, aunque todavía, debido a su hetrogeneidad y complejidad no estén reguladas. Ahora leo que el Colegio de Médicos de Madrid ha decidido suprimir las secciones colegiales de médicos acupuntores, homeópatas y naturópatas. ¿Cuál será la próxima propuesta? ¿Qué los títulos universitarios de Médico y especialidades los expidan los propios laboratorios farmacéuticos? ¿Por qué la OMC, en lugar de sondear la opinión de los colegiados sobre las medicinas naturales, que tienen bastante aceptación por parte de muchos de ellos, prefieren ponerse a disposición de grupos de presión de no médicos? ¿A qué intereses obedecen? A este paso, debería suprimirse la colegiación obligatoria (ya había propuestas en este sentido). Ya existe la justicia ordinaria para los delitos.
Buenas noches, Julia. ¿Cuál puede ser el siguiente paso que estos grupillos quieran dar y que limite las libertades más básicas de cualquier ser humano?: ni idea, pero nada me va a sorprender ya. De hecho, tengo que confesar que entro a diario en sus webs, Twitter y Facebook para comprobar quién ganó la porra entre el grupo de amiguetes que hemos organizado.
Ya sabemos lo que va a decir Isi Mtnez, lo que va a colgar Cazorla, lo que va a pontificar Baos, lo que va a sentenciar Mulet y lo que va a diarrear Vicente Prieto. Es todo muy previsible, pero la porra es la porra y como nos jugamos pasta, pues ahí estamos todos los días, contando cuántas veces repiten las expresiones pseudo, falacia de…, quiero ver el papper, tú metaanálisis está tergiversado, son respetables las personas pero no las creencias (como si las creencias o ideas tuviesen patas y fuesen autónomas de las personas que las portamos), no abras tanto la mente que se te caiga el cerebro. En fin, colegiales pitagorines a los que les gusta seguir ejerciendo de ratillas de departamento por siempre jamás, amén.
La culpa es nuestra y solo nuestra. Hemos dado a los investigadores y a los médicos el papel de dueños de nuestra salud, de cómo va a ser nuestra vida y nuestra muerte, cuando solo les correspondería ser unos asesores si nosotros lo queremos y solo cuando lo queramos.
Les hemos dado tanto poder sobre nuestras vidas que ahora no aceptan el hecho indiscutible de que el dueño de la vida y la salud de uno es solo uno. Si a esto añadimos que el escepticismo organizado se cubre de sarpullidos y le da una crisis psicótica de cada vez que oye creencia, espiritualidad, religión, no científico, irracional, mágico…(expresiones del ser humano tan aceptables como las contrarias), pues ya tenemos el lío montado.
Enhorabuena, Sr. Jara, por su labor informativa.
Son tan diversos y de tal complejidad los temas que confluyen, se amalgaman y confunden en este asunto, a veces interesadamente, que es empeño inútil pretender avanzar con enfoques simplificadores y reduccionistas. Conviene deslindarlos y abordar cada uno en forma sosegada, racional y, por supuesto, respetuosa. Esto, automáticamente, obliga a ciertas personas y grupos a adaptar su aportación al gran debate pendiente, a cambiar sus formas inciviles. O bien, de persistir en ellas, a autoexcluirse. Entretanto, el riesgo es que, ya sea por acción o por omisión, por la precipitación de unos o por la dejadez de otros, se cometan atropellos e injusticias en asunto tan delicado como la salud.
El derecho a recibir asistencia sanitaria, así como las obligaciones de quién, qué, cómo, cuándo y dónde la ejerce, están regulados por nuestro ordenamiento jurídico. El deseo del ciudadano y de los profesionales honrados de que se persiga el fraude y el engaño, van de suyo. Los excesos de la medicalización de la salud, los intereses económicos en juego en su pura y dura explotación mercantilista, sus maniobras para la manipulación y perversión de la ciencia en beneficio propio, todos ellos, obvios. La escasa fundamentación real de una (teórica) medicina basada en la pomposa (y mal traducida y peor digerida por algunos) evidencia, evidente. El discutible empeño deontológico en asimilar la práctica médica ética con el solo patrón oro de esa precaria evidencia, apenas sostenible. Las dificultades de una sanidad pública para ofrecer la mejor asistencia a la población; la decisión de facultativos de ejercer su vocación según su conciencia, incluido el honesto ejercicio médico no convencional (EMNC); el papel de la Organización Médica Colegial (OMC) en la regulación de la profesión y sus responsabilidades ante la sociedad; el principio de autonomía del paciente… No saldremos airosos en los debates legal, profesional y social pendientes si lo mezclamos todo. Será, lo es, de hecho, un buen escaparate público para exhibir filias y fobias. Un buen recurso para medrar individuos e ideologías. Y poco más.
Y este es el peligro.
A tenor de sus actuaciones en el marco mundial, el auto-denominado movimiento escéptico (ME) pretende imponer en todo ámbito (ahora, el sanitario), bajo las pretendidas banderas de la racionalidad y la ciencia, la hegemonía de un tipo de pensamiento, de lenguaje y de acción considerados por muchos excluyente y totalitario. Desde hacía años, escépticos de nuestro entorno venían expresando su pretensión de extender su influencia también a las organizaciones sanitarias. La incorporación por parte de la OMC de dos de sus miembros en este Observatorio representa para el ME la anhelada colocación de una pica en Flandes en el mismo núcleo de la profesión médica.
La lectura del Documento informe que presenta y pretende justificar el Observatorio transmite la impresión de que, bienintencionada, conveniente y hasta necesaria y loable como pueda ser esta acción de la OMC, todo se está haciendo al dictado del ME: la jerga escéptica que domina la redacción; lo que se ha de entender por pseudoterapias (literalmente, lo que los coautores “entienden”) y por respaldo de la evidencia disponible; la referencia a la evolución de un paciente fallecido con cáncer: lo que en otro sitio sería calificado de “caso anecdótico”, aquí con todo el peso de la prueba; la analogía del “bachiller en ciencia”, la insólita carga de una institución española contra un organismo estadounidense, el National Center for Complementary and Integrative Health, basándola en (¡atención!) “un foro de políticas en Science” y en un “estudio” con datos de 6-7 años antes, publicado en algún espacio escéptico: “evidencia” suficiente, al parecer… Todo ello en un documento y en una creación de nada menos que la OMC: ¿Observatorio contra (¿¡también!?) las “pseudociencias”?
Respecto a sus co-participantes, la incorporación de un no facultativo en funciones de vigilante (también) de la praxis médica y gestor de listados punibles en un Observatorio de la OMC es de dudosa adecuación para algunos colegiados y una intolerable intromisión para otros. Con cuánto más motivo si el incorporado acumula antecedentes de declaraciones ofensivas contra colegiados.
El otro participante en el documento no perteneciente a órganos de la OMC es otro destacado activista del ME, con una trayectoria similar de hostilidades y ofensas contra el EMNC. No solo contra técnicas no convencionales, sino expresamente contra los colegiados que las aplican. Si opinar es libre, saltarse un facultativo las recomendaciones del Código Deontológico (CD) respecto a dirimir las discrepancias dentro de los ámbitos profesional y colegial, es reprobable.
Con esta precipitada actuación, la OMC está cometiendo un error táctico dentro de una estrategia correcta. La estrategia correcta es la defensa de la Ley, la promoción de la deontología médica y la protección sanitaria de la población. El error es la alianza excluyente (ningún representante de facultativos ni usuarios de la práctica no convencional) con los más excluyentes.
La amenaza no solo es para al EMNC, sino, por extensión, para toda praxis médica, convencional o no, que no demuestre (¿a criterio escéptico?) “suficiente” evidencia científica, convirtiéndose ipso facto, en “pseudoterapia”. De imponerse tales modos y objetivos absolutistas, todo el colectivo profesional de la OMC podría sentir, antes o después, la vara de medir escéptica en sus propias espaldas.
De momento, con su coalición con un movimiento hostil y ofensivo contra el EMNC, la OMC aprueba tácitamente sus actuaciones pasadas a este respecto. Y, en consecuencia, y salvo que rectifique, las promueve y tolera en el futuro.
Soy médico colegiado y ejerzo mi profesión en exclusiva en el ámbito convencional y público. En mi opinión, buena parte del debate médico sobre este importante asunto, que la OMC ha lanzado a la arena pública, debe hacerse en los ámbitos profesional y colegial, como recomienda el CD. Así lo he expresado en carta abierta cuya lectura permítanme facilitar a las personas honestamente interesadas, mediante el enlace adjunto. Avancemos.
Gracias.
http://www.medicinanaturista.org/images/revistas/mn11-1.pdf (Pág. 57)
He intentado abrir el Pdf y me dice que puede contener virus, quizá deberíamos preguntar a algún ingeniero informático.
Sí, la OMC actúa como la Santa Inquisición, aunque su presidente, el Dr. Jerónimo Fernández Torrente lo niegue. Para el proceso inquisitorial encargan un informe a una misteriosa asociación o a lo mejor esta les cuela el informe: Asociación para proteger al enfermo de terapias pseudocientíficas (APETP) Claro, todavía no tienen un poder policial, como en realidad desearían, pero ellos ya lo saben todo sin en realidad entender ni saber de nada. Solo ven sectas, charlatanes y estafas en todo lo que no sea la medicina del fármaco puro y duro y de la Industria Farmacéutica, a la que adoran. Pero los delata su lenguaje de otra época. Vean si no lo que dicen de la Antroposofía, una filosofía de vida culta y que tiene sus seguidores en países de Europa, como Alemania, Suiza, Francia, Italia, aunque en España ha tenido muy poca incidencia, por lo que no deberian estar tan asustados los funcionarios de la Santa Hermandad Farmacológica:
-Surge de la secta de la “Antroposofía” de Rudolf Steiner, ocultista austríaco sin estudio alguno relacionado con la salud, ligada también a las “Escuelas Waldorf”, la “agricultura biodinámica”, empresas como Weleda y bancos como Tríodos-
Fíjense ustedes los prejuicios reaccionarios de nuestros salvadores. Sólo faltaría decir que además practican ritos judeomasónicos. ¿Pero quién se creen que son? ¿La Junta de Defensa Nacional de Burgos? La que en septiembre de 1936 “no solo prohibió los partidos y sindicatos de izquierdas o liberales, sino las logias masónicas, el Rotary Club, la asociaciones judías, feministas, vegetarianas, nudistas, esperantistas y homeopáticas” (Paul Preston: El Holocausto Español. Debolsillo, 2013.).
Así que estas ideas tan “innovadoras” de la OMC ya las tuvo su bienamado Caudillo. Por favor, lean el informe del Observatorio de la OMC antes de que alguien sensato lo mande retirar, porque de verdad que está plagado de insensateces sectarias, etnocentristas y cavernarias.
Y todo esto porque una pequeña parte de pacientes y de sanitarios se sienten atraídos por el uso de algunas terapias naturales y se desvían de la ortodoxia mandada por el pensamiento único. Resulta increíble, porque en este momento la Industria Farmacéutica gana más dinero que nunca y los gobiernos se hipotecan para pagar a tocateja todos los “avances” que les da la gana proponer. Los medios de comunicación más influyentes defienden con un sospechoso celo la caza de brujas “naturales” (por ejemplo El País) y además los laboratorios sitúan a su gente de confianza en los gobiernos para que favorezcan sus intereses. Por no hablar ya de asociaciones profesionales, asociaciones de enfermos, etc. Realmente si acaso asombra esta prepotencia y falta de tacto. ¡Lo que hay que ver!
Irónicamente el seudoescepticismo que profesa Emilio Molina es alegal, no existe ninguna regulación que permita controlar los multi millonarios negocios como ARP-SAPC o Círculo “Escéptico”, y el millonetas de Bunge se embolsa, junto a Javier Armentia, Gámez, Mulet y otros, varios miles de euros. ¿O acaso piensan que no pagan las notas en los medios?
Cuando la medicina y el negocio van juntos… https://cazadebunkers.wordpress.com/2017/05/10/prominente-medico-de-cancer-en-michigan-se-declara-culpable-por-haber-administrado-quimioterapia-a-sus-pacientes/
Esperaba ver en ese mini listado que has hecho, una mención a las metanfetamina que se dan a niños. Otro caso terrible para el Observatorio.
Una vez más, gracias por tu trabajo, Miguel.
Saludos 🙂
Parece ser que los psicópatas no se caracterizan precisamente por ser ni siquiera medianamente inteligentes.
Yo intento tomar lo menos posible,lo del colesterol,no lo tengo muy claro,pues dejé de tomarlas y aún teniendo cuidado con las comida,me subió a casi 300.He tenido que cogerlas.