El médico internista aconseja: «no acudir a un hospital si no es estrictamente necesario»
Cuando entramos en un hospital (pero entrar entrar, no sólo por la puerta sino para quedarnos una temporadita) creo que todos hemos tenido la impresión de internarnos en algo así como «Zona militar». Un médico internista de un gran centro hospitalario ha escrito algunos consejos para pacientes (impacientes escribiría pues cuando perdemos la salud estamos impacientes por recuperarla) en el momento de ingresar en un Hospital. Os resumo.
El médico en cuestión es Alberto de Dios Romero y trabaja como especialista en Medicina interna en el hospital de Jaca en (Huesca) y nos aconseja: «Cuando ingreses en un hospital como paciente, ten en cuenta los siguientes consejos. Son recomendaciones basadas en la evidencia científica [pruebas]»:
1. Que no te encamen, ni te ordenen “reposo absoluto” si no es estrictamente necesario.
La horizontalización o encamamiento suele ser una clásica orden sin fundamento en la mayoría de los ingresos hospitalarios y te puede ocasionar perjuicio, sobretodo en personas ancianas por riesgo de atrofia muscular, agitación, más riesgo de broncoaspiraciones, estreñimiento, tromboembolismo que precisa anticoagulantes y úlceras por presión..
2. Que no te pongan en ayuno o “dieta absoluta” si no es estrictamente necesario. Se suele abusar de esta orden (otra tradición cultural hospitalaria) en pacientes con diarrea sin vómitos, por ejemplo. La prolongación del ayuno puede causar complicaciones digestivas (intestinales, nutricionales) costosas de remontar.
3. Que no te pauten medicación en vena si toleras la vía oral y no estás muy grave. Suele ser una rutina de Urgencias y en pacientes encamados sin fundamento en la mayoría de las ocasiones. Es otro de los terribles mitos clásicos hospitalarios. La medicación oral tiene prácticamente el mismo efecto sólo que actúa más lentamente, lo cual es incluso más recomendable, por ejemplo, para bajar la fiebre paulatinamente en el caso del paracetamol.
4. Que no te pauten omeprazol o “protección gastroduodenal” sistemáticamente cada vez que ingreses sin una indicación correcta.
La mayoría de las prescripciones no tienen fundamento y pueden ser causa de efectos adversos (se han descrito más neumonías, por ejemplo, en consumidores de antiácidos encamados pues la acidez gástrica es una barrera defensiva antibacteriana).
5. Que no te inyecten diariamente heparina de bajo peso molecular (para prevenir trombosis y embolias) si te movilizas, caminas y no te encaman o no te ordenan “reposo absoluto”. Suele ser una práctica habitual molesta, costosa y sin fundamento en pacientes activos.
6. Que no te coloquen una sonda urinaria sin un motivo que lo justifique (obstrucción con retención de orina, por ejemplo). Muchas veces se inserta una sonda sólo para recoger orina para laboratorio porque en ese momento el paciente no orina o para evitar poner pañales en pacientes incontinentes sin úlceras o sólo para “controlar diuresis”. El sondaje es muy molesto y es una puerta de entrada a infecciones intrahospitalarias por bacterias resistentes a antibióticos.
7. Que no te pauten antibióticos sin una indicación fundamentada. Se suele abusar de antibióticos erróneamente cuando salen leucocitos o bacterias en orina (sin fiebre ni dolor), también en cuadros respiratorios víricos (la mayoría), en diarreas no bacterianas o no invasivas (la mayoría).
El abuso de antibióticos puede causar alteración de la flora intestinal con diarreas graves.
8. Que no te pauten hidratación o sueros en vena innecesariamente. Es frecuente que se pauten sueros en vena aunque toleres la vía oral y puedas beber agua. Incluso te pueden empeorar si te sobrecargan de líquidos más de la cuenta. Lo mejor es beber agua y dejar las venas tranquilas.
9. Que no te inserten una sonda nasogástrica o no te abran un agujero en el estómago o no te coloquen una vía venosa en una vena gruesa para alimentación artificial en caso de dificultad irreversible para tragar alimentos o líquidos en enfermedades irreversibles de mal pronóstico y con mala calidad de vida. Sería como una forma de prolongarte una agonía ya que este tipo de sondas que van desde la nariz hasta el estómago son terriblemente molestas. Hay médicos que no saben que la deshidratación y desnutrición supone una buena calidad de muerte, sin sufrimiento.
10. Que no te pauten insulina si estás en ayunas y no recibes suficiente glucosa. Te pueden causar coma por bajada de azúcar en sangre (hipoglucemia) y eso puede ser muy grave. Es mejor tener el azúcar en sangre un poco alta (200) que muy baja (<60).
11. Que no te bajen mucho la presión arterial con fármacos durante el ingreso hospitalario. Es muy frecuente causar bajadas de presión arterial en pacientes frágiles, con consecuencias catastróficas (insuficiencia renal, infartos por bajo gasto, etc). Muchas veces es necesario retirar la medicación y hay médicos a los que les cuesta desprescribir o suspender medicación.
12. Que no te interrumpan la medicación crónica que es imprescindible, como los corticoides, ciertos antidepresivos, anticoagulantes o doble antiagregación en portadores de stents coronarios.
13. Que te revisen bien tu historial previo farmacológico de alergias, intolerancias y efectos adversos.
14. En caso de polimedicación (ingesta de más de 4 ó 5 fármacos cada día) insiste en que te revisen todos y cada uno de los medicamentos prescritos (relación riesgo/beneficio, efectos adversos, interacciones, evidencia científica) y que te procedan a suspender o desprescribir todo lo que se pueda. Esta labor es muy necesaria y laboriosa (requiere mucho tiempo y conocimiento actualizado) y debería estar coordinada por médicos generales (internistas, médicos de atención primaria) y farmacólogos. Cada vez hay más protocolos de desprescripción racional.
15. Que no te prescriban los fármacos más caros ni las últimas novedades sin fundamento. Todavía quedan médicos que son cómplices de la Industria Farmacéutica lucrativa sin escrúpulos y recetan lo más caro a cambio de recibir beneficios, todo ello ilegal y poco ético.
16. Que te suspendan o no te prescriban medicación sin base científica. Hay médicos que no están actualizados o no leen (recuerda que en España no se exige control de conocimientos actualizados durante la vida laboral de los médicos y además hay mucha manipulación publicitaria de la Industria Farmacéutica). Estos médicos desinformados siguen recetando fármacos que no tienen utilidad o su eficacia es controvertida (citicolina, mucolíticos, condroprotectores, dopamina, etc.).
Recuerda que cualquier medicamento o fármaco tiene siempre algún riesgo de empeorar tu salud y dicho riesgo puede superar a los beneficios.
17. Que el médico te hable con lenguaje comprensible. Esto se aplica también a los consentimientos informados por escrito que se firman antes de realizar una prueba o tratamiento agresivo.
Dichos consentimientos suelen estar redactados de una forma incomprensible y con fines más legales de proteger al médico que de informar al paciente. Procura consultar sobre tu enfermedad en internet en páginas web oficiales de calidad orientadas a pacientes. Ya verás que esto no les gusta a muchos médicos, que se creen en posesión absoluta del conocimiento o no desean que se ponga en evidencia su ignorancia. Anota todas las dudas o preguntas para que no se te olviden en el momento de la visita del médico.
18. Exige que tu médico te diga la verdad en caso de enfermedad terminal, grave o de mal pronóstico. Es frecuente no decir nada o mentir o no ser sincero porque cuesta mucho dar malas noticias y hay médicos que no muestran la valentía suficiente. No consientas que informen a tus allegados antes que a ti. Es ilegal y supone una tremenda falta de ética. Saber la verdad te permite planificar tus decisiones con antelación. Y es tu decisión informar posteriormente o no a un allegado sobre tu enfermedad y su pronóstico. Pero que también respeten tu derecho a no querer saber.
19. Exige información para decidir, en el final de tu vida, si sería mejor morir en tu domicilio, en tu cama y rodeado de tus seres queridos, tal y como se había
hecho siempre.
20. No dejes que te realicen pruebas diagnósticas ni tratamientos innecesarios y molestos o que sólo prolonguen tu mala calidad de vida o agonía en caso de enfermedad terminal. Si del resultado de una prueba molesta o agresiva (con riesgos) no es previsible ningún beneficio, piénsatelo y niégate a realizarte la prueba. Hay médicos que siguen los protocolos mecánicamente sin valorar otros aspectos más humanos como tus preferencias personales.
En conclusión, como apunta este médico que, repito, trabaja en un centro de salud:
procura no acudir a un hospital si no es estrictamente necesario. Se puede pasar una gripe, una diarrea o una neumonía leve en casa. El hospital es un lugar agresivo no exento de peligros (contagios, efectos secundarios) desde el momento en que se entra por la puerta de Urgencias. También hay demasiados riesgos (muchos evitables) porque se mantienen rutinas culturales o hábitos tradicionales muy difíciles de cambiar ya que dependen de múltiples factores con abordajes complejos».
Bueno, pues ya veis los que habíais pensado que exageraba con lo de «Zona militar», si es que acudir a un hospital ¡es la guerra! Aconsejo leer todo el documento pues esto que has leído es sólo un resumen.
Sr Jara en qué quedamos es «Un médico internista de un gran centro hospitalario ha escrito algunos consejos para pacientes» o «En conclusión, como apunta este médico que, repito, trabaja en un centro de salud». Por lo demás, este internista tiene razón en sus planteamiento aunque sus formas en algunos apartados son bastantes agresivas.
No sé si entiendo, un hospital es un «Centro de salud».
Y si te hacen algo de eso, puedes negarte? O, dicho de otro modo, están muy bien los consejos, pero también sería importante que nos dijera qué hacer cuando se dan esas situaciones. Y cómo hacerlo sin terminar enfadada con todo el mundo!