El médico que está convirtiéndose en azote de la mala medicina
En los últimos años han ido apareciendo profesionales sanitarios que alzan su voz para denunciar las malas prácticas de la medicina: sobornos a médicos, ensayos clínicos manipulados, medicamentos ineficaces y lo que es peor, muy dañinos, iatrogenia; fallos del sistema. Uno de los que más está destacando es el oncólogo Vinay Prasad que dice cosas como que «el 40% de lo que hacemos los médicos es incorrecto”.
La honestidad de la mayor parte de los profesionales de los sistemas sanitarios está fuera de toda duda. Como tampoco puede dudarse de que esos sistemas tienen un montón de carencias y fallos provocados en la mayor parte de los casos por los enormes intereses comerciales que rodean esa actividad, incentivos económicos que corrompen la práctica médica con graves consecuencias para la salud pública.
La cifra del 40% de incorrecciones proviene de un estudio del año 2013 en el que participó Prasad y que dio la vuelta al mundo. En él analizaron 363 artículos publicados durante diez años en la revista médica más prestigiosa, The New England Journal of Medicine, que evaluaban si una nueva práctica médica era mejor que aquella a la que había sustituido. De ellos, 146 (el 40,2%) encontraba que no, que la nueva resultaba ser peor que la anterior.
Es de agradecer que existan personas como este especialista en hematología y profesor en la universidad de Oregón, en los Estados Unidos que con apenas 35 años está destacando por su «enfrentamiento» con el corporativismo médico. Coautor del libro Ending Medical Reversal, Prasad está erigiéndose en uno de los azotes de la medicina.
Hay un artículo publicado en British Medical Journal (BMJ) que concluye que hasta el 50% de los fármacos contra el cáncer que se aprobaron en Europa entre 2009 y 2013 no mejoran la supervivencia ni la calidad de vida de los enfermos. Sin embargo, todos esos medicamentos habían mostrado eficacia en los ensayos clínicos previos a su comercialización y, en general, se vendían a precios elevados.
Esto ¿cómo puede ser? En opinión del galeno porque a veces se incorporan a la práctica clínica tratamientos basándose en estudios débiles que, aun plausibles científicamente, no demuestran que sean útiles:
“Tanto los médicos como los pacientes nos engañamos a nosotros mismos. Además hay otra cuestión: no se realizan los estudios correctos”, opina Prasad.
En otras ocasiones los ensayos clínicos no se han realizado como deberían. Existe opacidad pues muchos de los trabajos que tienen resultados negativos no se publican. Este oncólogo dice que suelen desarrollarse para aumentar las probabilidades de éxito del nuevo tratamiento y eso lleva a que su eficacia sea menor en condiciones reales de uso. En su inmensa mayoría los análisis son realizados por las industria sanitarias lo que genera un obvio conflicto de interés. La ciencia está utilizándose para hacer marketing. Para este hematólogo hace falta más y mejor ciencia.
Por eso escribo en tantas ocasiones que hay que invertir y dar facilidades para la investigación pública porque la industria cuando investiga es juez y parte y en virtud del secreto comercial tiene protegida la producción científica y por eso los resultados negativos de la investigación no se revelan. Un informe de la Organización No Gubernamental (ONG) Intermón Oxfam, titulado Una economía al servicio del 1%, demuestra que las enormes ganancias económicas de la industria sanitaria están basadas en buena medida en la especulación con los medicamentos.
Lo de más y mejor ciencia ¿en qué puede traducirse? Pues por ejemplo en que
las novedades que se introduzcan en la práctica clínica se examinen mediante ensayos clínicos sistemáticamente, empezando con lo más utilizado y lo más caro y evitando conflictos de interés”.
Una vez identificadas, las prácticas ineficaces deberían cambiarse. Este médico opina que la aprobación de una práctica clínica debería realizarse “por una agencia independiente, no por la industria”. Es algo que también he explicado muchas veces. En mi último post, por ejemplo: Retirados más de 100 fármacos para la hipertensión por tener “impurezas cancerígenas”.
Las agencias de medicamentos no pueden tener como principal cliente a las farmas porque así ¿cómo van hacer bien su labor de farmacovigilancia en favor de la salud pública?
Si claro que mas del 50% de lo que hacemos los medicos es incorrecto
Vacunas , Sida , Cancer , remedios dudosos pero rentables y un sistema de obediencia a protocolos , cambia tu y el mundo empezara a cambiar , ¿que otra alternativa hay ? Por supuesto que se cambia gracias a la informacion y en mi caso Alfredo Embid con su revista y su informacion fue detonante entre otras cosas , y por supuesto que autores de libros como El rapto de Higeia tambien lo hicieron y estoy muy agradecido a todos los que se atreven a destapar la olla , de la caldera de la mala medicina …..gracias a todos los difusores y educadores honestos de el el cambio necesario que vendra …..Saludos
Que otra alternativa hay ? Solo hay una . Nacemos con ella . Saber distinguir entre el bien y el mal . Fácil si aplicas lo de : no hagas a los demás , lo que no quieres que te hagan a ti . En la actualidad ir al médico es un deporte de riesgo . Hay que tomar precauciones . Antes hay que pasarse por san google y encomendarse a las opiniones de los que tienen los mismos síntomas que tú . Sacar la paja y con lo que te quede ir al médico . Después y con lo que te recete hacer lo mismo y luego , no tomar nada más allá de una semana seguido y ya es mucho . Las medicinas no curan , son paliativas en su mayoría . La mayor parte de la población , si come lo que debe y no atiende a los anuncios de la tele , permanecerá sana hasta los sesenta o más . Luego la genética hace acto de presencia y empezarás con cosillas o cosazas aquí o allí . A partir de aquí , tú decides , puedes morir cuando te toque o vivir hasta los cíen años confinado en una residencia de ancianos , hasta que la supermedicacion no pueda con tu muerte cerebral . Todo esto , por parte de los pacientes , por parte de los médicos lo mismo . No
recetar nada más que lo estrictamente necesario , contar claramente todos los posibles efectos secundarios , tanto si los toma , como lo que puede ocurrir si no lo hace . Es sencillo , no mentir ni por activa , ni por pasiva y algo muy importante , decir claramente que “ no se “ , cuando sea así y remitirle a otro colega que si lo sepa . Negarse a trabajar cuando las condiciones no sean las aconsejables para atender como
se debe a un enfermo . Son los médicos los que tienen que cerrar urgencias y
hospitales , que para eso son los que entienden del tema . Los pacientes , solo padecen y por lo tanto no tienen fuerzas ni para respirar . Si eso se hiciera , estaríamos todos juntos luchando por nosotros mismos , por nuestras familia y por el futuro de nuestros hijos . Por qué no se hace ? Por qué es mucho más fácil escribir en mi tablet o leer las protestas de los otros , que también son las mias , pero sin moverme de mi sillón . Nada bueno se te da como regalo y si los que se benefician por ello lo hacen , ni lo mires y
mucho menos lo cojas . Tengo casi setenta años y he visto repetirse una y otra vez las
mismas teorías que ya se practicaban en la prehistoria , como algo nuevo que se le ha ocurrido a un equipo médico , que casualmente es de una prestigiosa universidad americana . La salvación del hombre estuvo con la aplicación del agua y el jabón primero , de las sulfamidas después y con el milagro de los antibióticos . Después , poco más que no cause más enfermedades de las que se dice que curan .
En fin , podría escribir un libro de lo que he visto y ahora padezco , pero da igual , el mundo sigue y lo que viene es tan “ interesante “ que se te olvidara hasta que estas enfermo . Un abrazo para todos que para eso es la mejor medicina . Cuando esto ocurra , cuando se entre en una consulta y cuando se salga de ella , se habrá conseguido la mejor atención posible que puede dar un ser humano o un robot bien programado