Fármacos para la osteoporosis como Prolia o Xgeva causan roturas de huesos (y más daños) al dejarlos
El colmo de un medicamento es que sus efectos secundarios sean incrementar un problema ya existente del que tratamos de salir. Es lo que hace el fármaco Prolia, usado para la osteoporosis, que es la descalcificación de los huesos con obvio peligro de rotura de los mismos. Pues bien, Prolia los rompe.
Ayer varios medios de comunicación publicaron sobre los riesgos y daños del principio activo denosumab, cuya marca comercial más conocida es Prolia. En diversos hospitales los profesionales sanitarios han detectado numerosos casos de reacciones adversas graves provocadas por el producto. Especialistas del sector están expresando su honda preocupación ante lo que consideran un problema de salud pública “de enorme magnitud”.
Fue comercializado en 2010 para el tratamiento de la osteoporosis. Denosumab se administra mediante inyección a dosis de 60 mg cada seis meses (Prolia) o a dosis de 120 mg cada cuatro semanas (Xgeva) para la prevención de fracturas patológicas en adultos que padecen ciertos cánceres.
En estos años se han identificado varios efectos adversos potencialmente graves:
predisposición a infecciones, cáncer, reacciones de hipersensibilidad, trastornos autoinmunes e incremento de la incidencia de múltiples fracturas vertebrales espontáneas al suspender el tratamiento“.
El asunto es muy preocupante porque, como comentan los expertos, existen datos suficientes para concluir que la retirada del medicamento produce un efecto rebote negativo que ningún otra terapia formadora de hueso ha logrado evitar.
La primera en alertar del riesgo, a finales de 2016, fue la Agencia Suiza del Medicamento quien avisó de que hasta febrero de 2018 más de 110 notificaciones de fracturas vertebrales espontáneas múltiples tras la retirada del denosumab. Pero ya antes se conocían otros problemas de entidad.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) había publicado en septiembre de 2014, por ejemplo, una nota informativa en la que alertaba de que los medicamentos que llevan como principio activo denosumab, como Prolia o Xgeva, ofrecen riesgo de osteonecrosis mandibular e hipocalcemia.
¿De qué cantidad de mujeres dañadas podemos estar tratando? La farmacéutica que comercializa el fármaco, Amgen, sitúa la cifra en el 3,4% de las consumidoras las que tras inyectarse el medicamento sufren roturas de huesos.
Pero la realidad tiene que ver poco con los deseos del fabricante. Hay estudios que concluyen que entre el 26 y el 27% de los pacientes que suspendieron su tratamiento con denosumab sufrieron nuevas fracturas vertebrales.
¿Cómo pudo aprobarse la comercialización de un medicamento del que no se conocen los mecanismos que producen esta situación ni la manera de prevenirla.
Quienes lo usan están atrapados por el fármaco, si continúan con él pueden desarrollar otras reacciones adversas y si no se lo inyectan puede sufrir graves roturas de huesos.
¿Tiene que estar entonces tratándose de por vida? Qué horrible paradoja, una farmacéutica que causa daños con sus productos se beneficia del mercado cautivo que supone que miles de mujeres en todo el mundo no puedan abandonarlo.
Y la magnitud del problema “puede ser mucho mayor de la que se sospecha“. ¿Por qué? Pues porque como informa eldiario.es:
más de la mitad de las pacientes con denosumab abandonan el tratamiento al cabo de dos años”.
En el llevamos años recibiendo consultas por estos tratamientos y otros que causan daños muy similares como por ejemplo Fosamax (también recetado para osteoporosis). Gestionamos las acciones legales de una persona con dos fracturas de fémur tras consumo prolongado de este fármaco (más de diez años tomándolo).
La farmacéutica que lo vende en España, Merck, Sharp and Dohme (MSD) tardó dos años más que la casa madre en Estados Unidos en modificar el prospecto y ficha técnica e incluir la osteonecrosis de la mandíbula (muerte del hueso mandibular) y fractura de fémur como posible reacción adversa. También reconocen que no hay ensayos clínicos para saber qué ocurre si se consume más allá de cuatro años, por lo que hay que extremar el cuidado si se prescribe o receta por más tiempo que ese.
Si creéis que podemos ayudaros consultadnos. Un consejo: Los fármacos utilizados en la osteoporosis tienen una eficacia modesta y producen numerosos efectos adversos, que pueden ser graves. Es más eficiente prevenir las caídas que reforzar el hueso.
En enero de 2019 me puse la primera dosis de PROLIA que me produjo, además de muchos de los efectos secundarios adversos descritos en el prospecto, una tiroiditis autoinmune que el reumatólogo achacó a la menopausia y me recomendó me administrara la segunda dosis para ayudar a mi tiroides. La segunda dosis me produjoademás una disminución del filtrado de mis riñones que quedaron al 50%, otros médicos me han confirmado que estos efectos son fruto de PROLIA y lo ratifica el estudio publicado por el Institut Català de Farmacología, está en castellano y os animo a leerlo https://www.icf.uab.cat/assets/pdf/productes/bg/es/bg313.18e.pdf, y que no debo seguir tomándolo por sus efectos y porque mis huesos no están ni estaban para ello.
Si escribo es para que tengáis presente todo lo que os ha sucedido o sucede desde la administración de PROLIA y no solo lo descrito en el folleto y la rotura de huesos ya que hay documentadas infecciones e incluso un fallecimiento.
Os animo a comunicar todos los efectos a la AEMPS para ver si se recogen y documentan los suficientes casos para obligar a cambiar el folleto explicativo para que recoja todo lo que puede suceder y si es necesario restringir más su uso, ahora no se explica y la nota del Ministerio recomienda pero no obliga y desgraciadamente se sigue prescribiendo.
No es un medicamento de primera línea y no es una buena opción para personas con sistemas inmunitarios débiles o en tratamiento. Es un medicamento para no dejar de tomarlo y ya en 2017 se explicaron sus consecuencias que se recogieron en otros países pero no en los que dependen de la Agencia Europea del Medicamento, por ello en Francia se emitió nota en 2018 y en España en 2019.
Antes de tomarlo buscad información en la red y si por algún motivo lo estáis tomando y lo dejáis recordad que durante un mínimo de 2 años os han de hacer un seguimiento para ver como reacciona vuestro cuerpo estén o como estén ahora vuestros huesos.
Mi ginecóloga me recetó Prolia en el año 2015 por una osteopenia indicada en una densiometria.lo he estado tomando hasta este año,en el que acudí a un reumatólogo quien me informó que yo no necesitaba este tratamiento que está indicado en todo caso para osteoporosis graves.
Al de tres meses de suspender el tratamiento me encuentro con 5 vertebras rotas y acuñamiento vertebral sin que haya habido caidas ni golpes.
Creo que he sido victima de una negligencia médica,ya que en el 2015 ya se sabían los perjuicios ocasionados al dejar el tratamiento y además en ningún caso estaba justificado aplicar este tratamiento en mi caso.
Os rogaría me indicarais si creis procedente que denuncie al facultativo que me la recetó
Muchísimas gracias por la información… pero:
¿Qué puede hacer una persona que lleva 5 años inyectándoselo?
¿ Debe continuar con el tratamiento toda la vida?
Esto es otra muestra más de la grave manipulación de la industria farmacéutica….
Gracias.
Después de tre años con trataminto con PROLIA , se me producido una rotura en la vertebrra D-12.
Yo desde un principio fuí reacia a este medicamento y me deje convencer por mi reumatólogo. A ver ahora como me solucionan esta rotura !
Consejo : NO OS DEJEIS CONVENCER PARA MEDICAROS CON PROLIA !!
NO SE TRATA DE HACER DEBATE SINO DE PURA Y SIMPLE FISIOPATOLOGÍA:
Es fácil engañar a la población que no puede tener conocimientos profundos sobre fisiopatología, por eso voy a intentar explicar brevemente por qué los bifosfonatos y y el denosumab: Prolia, pueden hacer más daño que beneficio.
Los huesos tienen una arquitectura trabecular formado por moléculas orgánicas (fibras de proteína) sobre las que se deposita el calcio (y otros minerales) para endurecerlos, estos minerales son los que se ven en una radiografía o una densitometría por ser radioopacos. Sin embargo, es la correcta ordenación de las trabéculas fibrilares de colágeno la que les da la mayor resistencia y flexibilidad para impedir fracturas, y ESO SÓLO SE CONSIGUE CON EJERCICIO Y CORRECTA ALIMENTACIÓN sin importar la edad, aunque ayudan las hormonas sexuales.
Por eso, que simplemente en una densitometría aumente la densidad mineral no es ninguna garantía y, tanto los bifosfonatos como prolia, desorganizan la estructura trabecular al inhibir la función remodeladora de los osteoclastos por lo que el hueso, aunque más opaco o calcificado, será al final más frágil.
ES MUY IMPORTANTE, sobre todo para las mujeres postmenopáusicas hacer ejercicio regular de resistencia adecuado a su edad y forma fisica (pesas y aparatos) para fortalecer músculos y huesos.