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«Fake news» de la Agencia de Medicamentos, sociedades médicas y sus «expertos» para salvar a una farmacéutica

El > hemos puesto una queja formal ante la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) en la que denunciamos la lesión de derechos fundamentales que continúan sufriendo aún hoy las mujeres afectadas por el fármaco Agreal. Además, alertamos de un posible delito por fraude científico de esta institución y varias sociedades médicas.

La Aemps emitió una Nota Informativa sobre el medicamento Agreal el 9 de febrero de 2007, por tanto, hace ya más de doce años. En ella informaba sobre el dictamen de una Comisión de expertos designados por cinco sociedades médicas y una asociación profesional (Farmacología, Neurología, Psiquiatría, Medicina familiar y comunitaria y Asociación para el estudio de la menopausia). La conclusión de esos supuestos especialistas era que el tratamiento no podía ser la causa de los daños de las afectadas.

aemps1 e1561632429159Esa «nota informativa» se ha utilizado durante estos doce años, INDEBIDAMENTE, en todos y cada uno de los numerosos juicios de mujeres que alegan estar dañadas gravemente por ese medicamento neuroléptico (lo tomaron durante mucho más de tres meses, tiempo máximo de uso reconocido en un dossier confidencial por la casa madre de Sanofi Francia -aunque no por Sanofi España que dicen desconocer ese informe-.).

Este laboratorio ha esgrimido ese documento que tanto le favorecía, al exculparle, desde marzo de 2007 hasta junio de 2019, contra las demandantes.

Sin duda, la Aemps favoreció mediante esa estrategia coordinada con esas entidades médicas y sus «expertos» los intereses del laboratorio multinacional, que en ese momento sentía la presión de más de 2.000 mujeres reclamando por los efectos secundarios del Agreal.

Uno de los posibles delitos cometidos por la Aemps es que nunca se han podido conocer los nombres de los especialistas de cada sociedad y asociación que participó en el comité de expertos de la Aemps. La Asociación «Agreal Luchadoras de España» envió recientemente burofaxes a las mencionadas sociedades y no ha obtenido una respuesta adecuada.

Agreal3Sólo han respondido la Sociedad Española de Psiquiatría y la Sociedad Española de Neurología. Sus respuestas son una auténtica tomadura de pelo a las mujeres consumidoras del fármaco y al grupo de profesionales que las acompañamos en su lucha para obtener justicia.

Y bueno, también la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) comunicó en su día que fue el médico Vicente Baos quien actuó como consultor en el susodicho Comité de expertos.

Resulta paradójico además, que las citadas respuestas responsabilizan a la Aemps de la ocultación de información de los miembros del Comité de expertos referido. Y claro, es ilegal mantener el anonimato de esos profesionales, según el propio reglamento de la Agencia de Medicamentos.

La valoración que hace el grupo de «expertos» en febrero de 2007, sobre la inocuidad del Agreal en las esferas psiquiátrica, neurológica y endocrina, es errónea, pues niega en cualquier mujer sus reconocidos (por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en julio de 2007) efectos adversos, incluidos la depresión, ansiedad y síndrome de retirada.

En febrero de 2007 esos supuestos especialistas no podían conocer el Dictamen de la EMA de julio de 2007, la simultánea Alerta mundial nº 116 de la OMS y la Decisión de la Comisión de la UE de 1 de octubre de 2007, lo que debería haber ANULADO automáticamente la Nota de la Aemps de febrero de 2007.

Pero no fue así porque era lo que convenía a Sanofi, como luego se ha demostrado al ser usado ese documento en todos los juicios. Por explicarlo aún más claro: La Aemps, esos «expertos» y las entidades a las que pertenecían, actuaron en contra del criterio de altas entidades como la EMA, la OMS y la Comisión Europea obviándolo proque desmentía sus conclusiones (¿las de Sanofi quizá?).

A nivel jurídico os cuento que nuestra queja es un acto administrativo de denuncia. Si la Administración no actúa, iremos a los juzgados, donde tenemos varios procesos abiertos por los daños del Agreal.

Los «expertos», que se supone que actúan de acuerdo a las evidencias científicas, permitieron que Sanofi usase ante la prensa y en los juzgados una información fake, falsa. Esto es un fraude científico, uno de los mayores escándalos sanitarios contemporáneos (la estrategia ha vuelto a repetirse por cierto en otros casos de graves daños por medicamentos).

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4 comentarios

  1. Hola Miguel, mas de lo mismo….
    La mentira del poder corrupto, politicos, farmaceuticas van de la mano…

    Alguien tiene que cambiar esto….

  2. Signo de unos tiempos totalitarios de solo-ciencia-y-nada-más-que-ciencia:
    -en la participación ciudadana en debates sobre salud pública (vacunas, etc);
    -en las decisiones autónomas sobre nuestra salud individual (aceptación o rechazo informados y responsables de tratamientos convencionales ofertados);
    -en una deontología médica que ve amenazada su independencia al servicio del paciente;
    -en la persecución de recursos sanitarios no convencionales potencialmente útiles;
    -en el asalto «científico» en curso al parlamento
    -y hasta en el mismísimo infierno, si hay nicho de mercado.
    De una determinada forma de entender e imponer una «ciencia» para torpes al servicio de ese pensamiento único y de esa estabilidad del consumo progresivo que necesita el Negocio.
    Con «consultores» científicos, con comités de «expertos» así, que lo mismo te apañan un roto que un descosido en asuntos de afectados por medicamentos en particular, de salud en general, porque todo se reduce a lo que dictamine la «ciencia», demonios, ¿quién necesita a los auténticos expertos?
    ¿Qué topo necesita la luz?

  3. Hola Miguel, una pregunta: los afectados por las vacunas o los padres de los niños afectados por ellas pueden interponer una demanda a los centros de salud o a los medicos por crimen, atento asesinato o daños a las salud personal, puesto que sabiendo los efectos secundarios de las vacunas, no los informan ni piden el concentimiento explicito para aplicarlas. Un médico que sabe que una vacuna puede matar y no lo informa puede ser un crimen? ha habido casos de este tipo de denuncias?

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