El “solucionismo” en la era del cambio climático y la geoingeniería #CartasaElla
Os ofrezco otra entrega de las #CartasaElla, el proyecto con el que estoy y que reúne un montón de cartas que un abuelo, desde su experiencia, escribe a su nieta Ella inspirado en diferentes aspectos de la sociedad contemporánea. La anterior se titula La historia del método científico que es la base de la investigación hoy. Hoy se centra en el fenómeno del “solucionismo” y escoge como ejemplo el cambio climático.
Mi querida nieta,
Quiero plantearte algo. ¿Qué haces cuando tienes algún problema? Pienso que ante un asunto de gravedad lo sensato es intentar analizarlo lo mejor posible, buscar la raíz del tema para intentar cambiar y corregir los errores en la medida de lo posible, que hacer cambios y si son profundos nunca es sencillo. Lo que observo es que en el actual modelo social la tendencia es partir de la idea de intentar no cambiar nada del modelo cuando se detecta un problema. Pero, claro, si ante un problema de envergadura no se producen cambios la cosa sigue igual.
Ha surgido así lo que se llama “solucionismo”. Éste es un concepto tomado del mundo de la arquitectura y de la planificación urbana. Se refiere a la concepción y a la aplicación de la tecnología como la fórmula mágica capaz de resolver todos los problemas sociales, ecológicos o personales incluso, algo así como la llave universal para solucionar todas las desgracias del ser humano: la enfermedad, el sufrimiento, la pobreza, la contaminación industrial del medio ambiente, etc.
No se trata tanto de hacer cambios profundos en el modelo que falla sino de salvar al modelo haciendo ver que se hacen cambios y ya de paso desarrollando nuevas tecnologías que generan nuevos mercados que es de lo que va todo esto en el fondo.
Una característica del solucionismo es que las consecuencias de sus “soluciones” se desconocen y a menudo apuntan a que pueden ser peores como remedio que la “enfermedad” a tratar.
El solucionismo (que en ocasiones también se denomina solucionismo tecnológico) es la creencia de que todas las dificultades tienen soluciones benignas, a menudo de naturaleza tecnocrática. La tecnología pasa de ser un medio para conseguir progresos humanos a ser la “solución”, un fin en sí mismo.
Dice el refrán que no hay más ciego que el que no quiere ver y el ser humano ha llegado a estar tan cegado por su propia soberbia que el clima ha ido cambiando durante las últimas décadas debido a su estilo de vida. Además, hasta hace bien poco parecía que ni se daba cuenta. Sí, está produciéndose lo que se denomina cambio climático.
Fíjate Ella que ¡en 1979!, anda que no ha llovido desde entonces, se celebró en Ginebra la Primera Conferencia Mundial sobre el Clima para hablar del calentamiento global y de cómo este podría afectar a la actividad humana. Fue convocada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y ya entonces, hace 40 años, se reconocía el cambio climático como un problema grave para el planeta.
La Conferencia que cito emitió una declaración que convocaba a los gobiernos del mundo a controlar y prever cambios potenciales en el clima, provocados por el ser humano, que pudieran resultar adversos para el bienestar de la humanidad. Cuatro décadas después los países del mundo aún no han logrado un consenso sobre qué hacer y a pie de calle todavía hay gente que no entiende eso de que el clima del planeta Tierra esté cambiando con consecuencias que pueden ser espectaculares e incluso hay quien se lo toma a broma.
El cambio climático afecta a todas las regiones del mundo. Los casquetes polares se están fundiendo y el nivel del mar está subiendo. En algunas regiones, los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes y en otras se registran olas de calor y sequías. En las próximas décadas está previsto que sus consecuencias se intensifiquen.
Y esto afecta a todos las especies del planeta, no sólo a las personas querida mía. El cambio climático está produciéndose tan deprisa que muchas especies de plantas y animales tienen problemas para adaptarse. Especies terrestres, marinas y de agua dulce se han trasladado a otros hábitats para sobrevivir y otras muchas estarán aún más expuestas al riesgo de extinción si las temperaturas medias globales siguen subiendo de manera descontrolada. Fíjate de lo que tratamos.
¿Y qué hace el ser humano ante un problema de esta envergadura? ¿Está buscando alguna solución concreta? El cambio en el clima se ha producido, por resumirlo mucho y no liarte demasiado, por la actividad humana, porque consumimos demasiada energía y esta es “sucia”, combustibles fósiles en su mayoría que contaminan y calientan el planeta.
Un chiquilla como tú, con esa deslumbrante lógica con la que pensáis los jovencitos, enseguida tendría una solución:
gastemos menos energía y que estas sean lo más limpias posible”.
Pero en ocasiones lo sensato no tiene porqué estar generalizado. Y, aunque es cierto que se ha avanzado mucho en cómo lograr mayor eficiencia en el uso de la energía y que estas sean menos contaminantes, muchos intereses políticos y comerciales han retrasado la asunción de medidas hasta el punto de que, como te contaba antes, aún no existe una posición firme de todos los países frente al cambio climático.
Sin embargo, hace tiempo que aparecieron oportunistas con “soluciones” a su medida. Mientras se celebraban cada varios años otras conferencias, cumbres, tratados y reuniones y más reuniones a nivel mundial para tratar el tema más preocupante de la agenda global, apareció una ciencia nueva que estudia cómo combatir el cambio climático por medios técnicos que se llama geoingeniería.
Por explicártelo de manera muy sencilla Ella. De lo que se trata no es de evitar que siga produciéndose un cambio en el clima que pone en riesgo la propia vida sobre el planeta, no. Lo que se pretende es hacer un nuevo negocio con el clima o más bien con la excusa de la mitigación de los efectos del calentamiento. Por ejemplo, muchos proyectos del ámbito geoingeniero consisten en crear nubes artificiales con elementos químicos que disipen la radiación solar y así conseguir que el planeta se enfríe. Puede parecer ciencia ficción pero no lo es.
No hay transparencia en torno a esas técnicas pero existir existen. Esos experimentos se hacen.
Por ejemplo, está el Stratospheric Controlled Perturbation Experiment (SCoPEx) de la Universidad de Harvard, patrocinado entre otros por un multimillonario muy conocido, Bill Gates, que entra dentro de la modalidad denominada Inyección Estratosférica de Aerosoles (SAI, por sus siglas en inglés), es decir, generar nubes artificiales que imitan el polvo volcánico, formado por azufre cuyas partículas cuando hay una erupción permanecen durante días suspendidas en el cielo y no dejan pasar la luz solar.
Como te comento nieta mía, lo que pretenden estos pequeños imitadores de dios es enfriar así la Tierra.
Si quieres entender qué es lo que piensan algunos impulsores de la geoingeniería, cuales son sus “soluciones”, es imprescindible que veas el estudio científico que recoge con más detalles proyectos de ingeniería climática. Es un trabajo de 944 páginas realizado por un extenso panel de científicos e investigadores denominado Policy Implications of Greenhouse Warming: Mitigation, Adaptation, and the Science Base (Implicaciones de la política del calentamiento por efecto invernadero, mitigación, adaptación y base científica). Esta es la base de la “nueva ciencia climática”.
Te estoy contando todo esto sobre el cambio climático porque es quizá el mejor ejemplo de lo que se conoce como “solucionismo”. ¿A grandes males grandes remedios? Más de 100 científicos, escritores de ciencia y políticos se reunieron en Washington en 2018 para discutir el entusiasmo creciente en torno a la tecnología de geoingeniería y en concreto de los proyectos que promueven la posibilidad de bajar la temperatura global desviando la luz solar.
Esta tecnología se ha discutido durante años de manera teórica pero el interés en investigarla y desarrollarla ha crecido significativamente en el último decenio debido a la percepción social de que el cambio climático es una realidad pues todos los fenómenos que hace 40 se preveían, han ido produciéndose.
La geoingeniería es tan real que existe una prohibición de Naciones Unidas sobre la misma que fue adoptada por consenso de 193 gobiernos en 2010 durante la reunión del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB). Fíjate Ella que en ocasiones las soluciones son más temidas que los problemas a solucionar, quizá a ello contribuye que este tipo de soluciones responden a intereses privados que son vendidos como una muestra de preocupación pública.
“La pregunta predominante, “¿qué construiremos mañana?”, nos impide ver las preguntas que deberíamos hacernos sobre nuestra responsabilidad actual por lo que construimos ayer.”
Paul Dourish y Scott D. Mainwaring.
Citado por E. Morozov en La locura del solucionismo tecnológico (2015, Katz Edit.).
En el universo electromagnético (en que vivimos), el planeta tierra está influenciado por el astro rey.
Cuando en este se dan cambios de intensidad (en forma de subidas o bajadas), suceden cosas como cambios climáticos (el clima jamás ha sido estable).
Estos (los cambios climáticos) pueden suponer tanto eras glaciales como subidas de las temperaturas. Y bajo la acción electromagnética la tierra puede tener, y tiene, subidas o bajadas en la actividad volcánica (tanto en superficie como en los fondos marinos).
En los años treinta (cuando la guerra civil española), las temperaturas fueron más elevadas que las habidas estos últimos años en que los alarmistas hablaban del “Calentamiento Global Antropocéntrico” (el supuestamente generado por el hombre o especie humana).
Como eso ya no es creíble (visto el cambio climático acaecido estos últimos años en forma de fuertes nevadas, etc., incluso fuera de época), ahora se cambió lo del “calentamiento” por lo del “cambio”.
Con respecto a la geo-ingeniería o ingeniería climática hay un peligro evidente: Que se llegue a utilizar esta en el marco de una guerra mundial para eliminar, mediante la guerra química y/o bacteriológica, a algunos miles de millones de humanos que, según unos pocos que están entre los más prominentes amos del mundo (de lo nuestro), “sobramos”.
Y como el poder mediático “informa” acordemente a los dictados de los amos de la prensa (los citados amos de lo nuestro, del mundo), en ese supuesto ellos lo harían pero se lo imputarían al previamente demonizado enemigo (¿rusos, chinos, coreanos, venezolanos, cubanos, etc.?) y ellos quedarían limpios como angelitos, de similar modo a como sus santidades del clero después de las atrocidades históricas habidas en su cuenta de horripilantes crímenes contra la humanidad más recta y noble. (Entre ellos el oscurantismo, que asimismo implica crímenes contra el espíritu humano, mientras artera y dulzonamente hablan de Espíritu Santo y no sé cuántas otras fábulas religiosas.)
A mi entender esa es la finalidad oculta de la geo-ingeniería o ingeniería climática.
Suponiendo que en la guerra civil española se elevó la temperatura terraquea mas que ahora. A esa determinante, incontrolable por el hombre, hoy, agreguemos la acción de destrucción ecológicas que también interviene en el aumento de temperatura. No es alarmismo, es una verdad que ya se comprobó. Aquella situacion no excluye la actual.
Rafa Lavin, desde Chiapas, México.
Un abrazo Miguel Jara.