«Agujas clavadas en los ojos»: Una sentencia judicial por daños de la cirugía de la vista con láser
La cirugía de la vista por láser empieza a recoger sentencias judiciales en contra. Sobre todo porque las clínicas sólo informan de las bondades de estas intervenciones que también tiene muchos riesgos y provocan daños, lo que no se cuenta a los clientes de las clínicas privadas. Os doy detalles.
Tatiana Verdión se operó de una miopía con láser en la Clínica Bascarán y aunque técnicamente salió bien, le causaron ojo seco y dolor ocular permanente. En la sentencia que ahora ha conseguido, tras años de lucha, pues es una de las más firmes trabajadoras de ASACIR (Asociación Española de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva), además del síndrome de ojo seco crónico, se reconoce la neuralgia corneal que padece como consecuencia de una cirugía Lasik.
La sentencia reconoce la falta de información escrita y oral por parte de la clínica y las secuelas producidas (la neuralgia es también conocida como la «enfermedad del suicidio«).
También el daño moral y psicológico como consecuencia de estas.
Tras firmar un formulario de consentimiento informado y serle practicadas varias pruebas, a Tatiana se le consideró apta para la cirugía sin que le fueran advertidos ni explicados los riesgos, complicaciones, efectos secundarios y secuelas propias de esta técnica. Los meses siguientes a la cirugía, y como consecuencia de esta, la paciente fue diagnosticada de todos esos males citados.
A lo largo del juicio, se probó que no consta que se le haya facilitado información alguna sobre las enfermedades crónicas con las que resultó, siendo además contradictorio que la clínica defienda que no se debía informar a la paciente del riesgo de padecer dolor neuropático corneal pues de desconocía la existencia de la patología y simultáneamente sostener que se le facilitó información sobre la misma.
En definitiva:
se trataba de riesgos relevantes que no figuran en el documento de consentimiento informado facilitado y que no consta que hubieran sido proporcionadas verbalmente (…) no existe un hecho traumático conocido que pudiera haber causado la neuralgia, ni ninguna otra circunstancia».
La sentencia recoge una cantidad adicional por el daño moral «en atención a la alteración de ánimo que el proceso supuso para la demandante, como se evidencia en el peregrinaje de médicos y quejas desentendidas…». La indemnización asciende a 37.025,02 euros más intereses.
En la actualidad, Tatiana sigue lidiando con sus secuelas de manera crónica y sufre también de mala visión nocturna (algo muy habitual tras estas intervenciones) y vuelve a llevar gafas, aunque este es el menor de sus problemas.
Esta es una sentencia muy importante, que destapa una vez más las consecuencias de una industria sin ningún tipo de control, como se certificó a través de diferentes reportajes de investigación internacionales, el escándalo de los implantes europeos o el gran número de víctimas, especialmente en España que multiplica por tres el número de cirugías con respecto a la media de otros países.
El Defensor del Pueblo ha reconocido los abusos en materia de publicidad fraudulenta y falta de información sobre estas intervenciones y ha habido condenas a numerosas clínicas por uso de publicidad engañosa, gracias a las denuncias de Asacir.
El dolor que nota hoy Tatiana es insufrible aún así esta mujer valiente que quiere «seguir luchando y demostrar el daño que provoca esta industria. Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto inmediatamente».
Mientras los dolores continúan:
Noto continuamente como si tuviera arena en los ojos, hay veces que la arena se convierte en ‘piedras’. En otros momentos siento como si tuviera agujas clavadas en los ojos, como si un cuchillo me atravesara el ojo desde el lagrimal a la ceja. También ardor como si las lágrimas fueran ácido o como si un estropajo me rayara la córnea cada vez que parpadeo… el dolor es cambiante, no es siempre igual pero sí continuo».
Es muy duro, continúa Tatiana, «ver como en un juicio banalizan con tu salud, con las secuelas que te han cambiado la vida y como pretenden manipular y mentir sin ningún tipo de escrúpulo. Afortunadamente, tuve gente que me apoyó y me ayudó en los momentos más duros. No quería, ni quiero, que nadie tenga que pasar por lo mismo yo».
Esta sentencia sienta precedente en lo que se refiere a daños ocasionados por la cirugía refractiva (operaciones de miopía, hipermetropía, astigmatismo y/o presbicia). El caso de Tatiana lo contamos en este blog hace tres años, podéis leer el post Las víctimas de las operaciones de la vista con láser.
Les está bien empleado por dedicar su vida a lucrarse sin pensar en velar por la salud de los pacientes. A ver si con esta sentencia se consigue que se tome mucho más en serio a todos los afectados por las terribles secuelas crónicas de estas operaciones de cirugía refractiva.