La criminalización de las elecciones en temas de salud #CartasaElla
Publico hoy una nueva entrega de las #CartasaElla que hace ya algo de tiempo que no lo hago en concreto la última fue la titulada Los rostros de los fracasos de los sistemas sanitarios sobre el fenómeno de la iatrogenia o daños provocados por los sistemas sanitarios, dando voz a sus protagonistas. En esta ocasión, Ella leerá de la mano de su abuelo sobre la criminalización en el ámbito de la salud.
Mi querida nieta Ella, hoy quiero hablarte de un fenómeno que se da con especial énfasis en el ámbito de la salud: la criminalización de quienes no siguen los comportamientos establecidos. Si observamos el ámbito de la alimentación tenemos tantas opciones que cada uno elige lo que le da la gana comer. Existen muchas maneras de alimentarse, somos libres de hacerlo como queramos.
Las personas preocupadas por los restos de productos químicos tóxicos que contenga la comida pueden nutrirse con la alimentación ecológica certificada. Quienes no quieren comer animales ni productos que provengan de los mismos puede elegir hacerse veganos o vegetarianos.
Otro ejemplo, Ella, es el de la vivienda. Dado el gran impacto ambiental y de consumo de recursos y energía que tienen los edificios, en los últimos años se ha desarrollado la arquitectura sostenible, usar materiales de bajo impacto ambiental o bioconstrucción. Podemos elegir si colocar paneles solares o no, sistemas de ahorro de agua, pinturas ecológicas, etc. El caso es que podemos elegir. Pero no sucede lo mismo en el ámbito de la salud.
Por el contrario, en la salud si no optas por la medicina establecida, agresiva y como hemos visto peligrosa, te llegan a criminalizar. Hace unos años la Asociación de Afectados por Vacunas (AxV) emitía un comunicado en el que pedían que se informase bien antes de vacunar para minimizar las reacciones adversas graves, cosa que hoy no se hace. Decían
no somos antivacunas, queremos que se informe bien a las familias”.
Tuvieron que enviar ese comunicado a los medios de comunicación porque con mucha frecuencia a esas familias en las que ha habido efectos secundarios graves tras la vacunación, se les ha calificado de “antivacunas”.
Bien, pues poco después fue la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP) quien difundía también una nota sobre sus observaciones de lo acontecido en unos días de ruido mediático por la hospitalización de un niño en Olot que había contraído difteria, enfermedad de la que según informaban las autoridades sanitarias, no había sido vacunado. Se publicó mucho en los medios de comunicación sobre ello porque el pequeño falleció y se realizaron muchas generalizaciones.
La AAVP hubo de salir al paso para explicar que no es una asociación antivacunas:
dado que si no hubiéramos vacunado a nuestras hijas, estas no hubieran sufrido los efectos adversos de la vacuna del papiloma“, explicaban. “No estamos en contra de la vacunación dado que consideramos necesaria la misma siempre y cuando las vacunas sean necesarias y estén lo suficientemente comprobadas como para que sus beneficios superen sus riesgos”, aclaraban.
La AAVP lamentaba que se quisiera utilizar lo ocurrido al niño de Olot para querer obligar a los padres a vacunar a sus hijos/as, sobre todo si tenemos en cuenta el desamparo absoluto en el que se encuentran las víctimas cuando tienen la desgracia de sufrir reacciones adversas por una vacuna.
De este desamparo, las familias y las afectadas sabemos mucho porque cuando desaparece la presión mediática, la indiferencia y el silencio son las respuestas que recibimos a nuestras peticiones de ayuda”, argumentaron entonces. “Desde la AAVP pedimos que se deje ya de criminalizar a los padres del niño de Olot y que cejen ya las amenazas de quienes quieren imponer su criterio, incluso expedientando a los expertos que no lo compartan, en una actitud que podemos calificar suavemente como poco democrática“.
Durante los últimos años es constante la criminalización de las personas que plantean dudas sobre vacunas, como te cuento nieta mía, se las califica directamente de “antivacunas”. Qué diferente Ella la actitud de médicos pro vacunas como los de la plataforma No Gracias. Ellos dicen cosas como que
es hipócrita que la sociedad responda con posicionamientos extremistas (como las propuestas de persecución penal o de leyes que fuercen la vacunación) ante los ciudadanos que dudan de las vacunas, no se vacunan o no vacunan a sus hijos, ya que la respuesta no es igual de virulenta cuando la falta de vacunación es debida a las desigualdades sociales y la pobreza. Es peligroso permitir que la ciencia, cuyas conclusiones son siempre provisionales, sea un instrumento para imponer actuaciones que puedan ir contra la libertad de conciencia o determinadas creencias”.
Y ahora otro ejemplo, Ella, porque a este paso no nos van a dejar ni nacer tranquilos.
Durante los últimos años se han sucedido algunas noticias que ponen de relieve el interés por tener más control sobre cómo nacen los bebés y por ejercer el derecho a tener diferentes opciones a la hora de parir.
Pero los procesos de criminalización en este ámbito también se han sucedido. Hace poco un juez tomó la decisión de obligar a una mujer que había preparado todo para un parto en casa a hacerlo en un hospital.
Se para donde se para lo importante es el derecho a elegir. Nuestra naturaleza es sabia y si las cosas van bien, como sucede en la mayor parte de los partos, se puede dar a luz casi sin intervenciones.
En Inglaterra se promociona el parto lo más natural posible si se trata de uno de bajo riesgo, que como escribo son la mayoría. A mayor intervención mayor riesgo para madre y bebé. También por economía de recursos ya que tras un parto normal vaginal sin complicaciones a las seis horas la mamá y el niño ya se pueden ir a casa mientras que con epidural, tienen que estar un día en el hospital.
En Reino Unido la epidural es una opción más, no se da por sentado su uso y antes de ofrecerla se utilizan otras opciones. Allí el 60% de los partos emplean anestesia frente al 72% en España. Por supuesto, cada una es muy libre de elegir que de eso es de lo que se trata, de que puedan elegirse todas las opciones posibles a la hora del embarazo y alumbramiento.
Qué diferente es la situación en nuestro país Ella. La noticia de la decisión de una jueza de ordenar el ingreso hospitalario de una mujer que quería parir en su casa, me hizo reflexionar que hay cosas que están tan establecidas que no nos planteamos alternativas. Como si parir en un hospital fuese casi obligatorio. La mujer había planeado un parto domiciliario pero como se superaban en tres días la semana 42 de gestación fue al hospital para un control y le recomendaron la inducción del parto en el hospital.
Así que la policía, tras recibir orden de la jueza que a su vez había recibido la advertencia de los Servicios Quirúrgicos y Críticos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que le presentaron un informe de Obstetricia advirtiendo de la posible muerte del feto, se presentó en la casa de la mujer para conducirla al hospital a parir. Qué estrés para madre y bebé, llevada al centro sanitario casi como si fuese una delincuente.
Insisto, qué diferentes modos de tratar un asunto crucial como el parto. La legislación inglesa no castiga a la mujer que por su propia decisión decide tener su hijo en casa sola y sin asistencia. Sólo el año pasado en Londres lo hicieron 200 sin intervención alguna. Si la parturienta no tiene enfermedades que puedan ofrecer riesgo y el embarazo es normal esa mujer puede no ver un ginecólogo en todo el proceso y su parto será atendido sólo por matronas, cuyo trabajo se extiende al periodo posnatal.
Otro día seguiremos con más ejemplos de represión y criminalización en el ámbito de la salud Ella.
Pasamos de una dictadura de bata negra a una de bata Blanca com muchas muertes en las dos, por culpa de fanáticos fundamentalistas.