Asacir
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Pseudociencia, engaños y graves secuelas crónicas de las operaciones de la vista con láser

La Consejería de Sanidad de la Generelitat Valenciana ha propuesto inicio de expediente sancionador dirigido ala dirección territorial por publicidad engañosa a la Clínica Baviera y al Hospital Quirón, tras la denuncia de la Asociación Española de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva (Asacir). La publicidad de esos centros da a entender que curan cuando en muchos casos no sólo curan sino que hacen daño y dejan a los usuarios con graves secuelas crónicas.

La denuncia fue interpuesta ya en 2017 en otras Comunidades Autónomas, como la madrileña, que abrió inicio de expediente sancionador a las 15 clínicas oftalmológicas denunciadas, también por la publicidad engañosa usada en anuncios para promocionar la cirugía refractiva (operaciones para corregir la miopía, hipermetropía, astigmatismo y/o presbicia, bien mediante cirugía láser o lentes intraoculares).

AsacirEl director médico de la Clínica Baviera, Fernando Llovet, utilizaba en un folleto expresiones como «obrar el milagro» referida a estas operaciones de la vista o aseguraba a sus clientes que verían «perfectamente de forma definitiva».

También se usaban supuestos testimonios usuarios afirmando que «jamás volvería a ser esclavo de mis gafas».

En una linea similar, la Clínica Quirón decía que te olvidarías de «las gafas para siempre». Afirmaciones que según Asacir son falsas

ya que en un alto porcentaje muchos pacientes vuelven a necesitar gafas pasados los años o incluso inmediatamente tras la cirugía, así como que se pueden desarrollar problemas visuales graves e irreversibles, por lo que asegurar una garantía de resultados («ver perfectamente») es publicidad engañosa«.

Desde esta asociación de afectados por las operaciones de la vista se muestran satisfechos por la actuación de la Consellería de Sanitat, al tiempo que indignados por la tardanza con la que se están produciendo estas actuaciones, estando en juego la salud y los derechos fundamentales de las personas.

Después de tres años, la mayoría de las Comunidades Autónomas todavía no han respondido a nuestras numerosas denuncias por publicidad engañosa (siendo obligación de estas como recoge el Real Decreto 1907/1996), lo que convierte su incompetencia en un daño potencial a la salud de la población».

Asacir quiere también denunciar «el infame corporativismo de los colegios de médicos», que no han expedientado a ni un solo gerente u oftalmólogo dedicado a dicha actividad, pese a las evidencias y también actuaciones que preceden de organismos como Autocontrol, El Defensor del Pueblo o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Además, en los casos que se ha demostrado una clara publicidad engañosa, los colegios de médicos, como el de Madrid o ahora el de Valencia, han acabado por archivar los expedientes con la excusa de la «prescripción de los hechos»; lo que se resume en que los facultativos han quedado impunes pese a haber incumplido el Código de Deontología Médica.

Consideramos que dichos colegios, en algunos casos, han podido adecuar con alevosía la categoría de la gravedad de la infracción cometida para acortar el tiempo necesario para su prescripción, favoreciendo siempre al infractor», argumentan.

Estamos tratando de intervenciones quirúrgicas sobre un órgano sano, el ojo, y que están en tela de juicio en diferentes países, desde Estados Unidos, a Francia o Reino Unido; siendo además España un país que multiplica por tres estas cirugías con respecto a la media europea. Cifra que solo se explica en términos de marketing y negocio y no de recursos humanos o tecnológicos, lo que va ligado a la falta de control absoluto por parte de las Consejerías Sanitarias Autonómicas, el corporativismo de los colegios de médicos o la pasividad del propio Ministerio de Sanidad.

Ese Ministerio aún no ha puesto en marcha ni un solo mecanismo de los prometidos, transcurridos varios años desde la primera reunión con Asacir. El número de afectados en España por estas operaciones alcanza los miles, convirtiéndolo en una epidemia, con secuelas permanentes como dolor ocular crónico, que algunos describen como «agujas clavadas en los ojos veinticuatro horas al día» o pérdida severa de visión, lo que afecta en muchas áreas de la vida y limitaciones múltiples.

Asacir ha realizado una minuciosa revisión de la literatura científica sobre esta cirugía y alerta, junto a otros miembros de la comunidad médica, que son una ruleta rusa, por su impredecibilidad y su alto índice de secuelas, inasumible para unas intervenciones no justificadas médicamente.

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Un comentario

  1. ¿ Conoce a algún oftalmologo que no use gafas, necesitandolas, y esté operado?
    Yo no, y me pasé muchos años trabajando en companías de productos quirurgicos para oftalmología

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